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-Me hice las uñas hoy, ¿te gustan? -me preguntó Rachel estirando una de sus pálidas manos mientras que con la otra sujetaba los palillos. Yo estaba a su lado almorzando igualmente la comida que nos había preparado su madre.

-Hermosas, como siempre -dije sonriendo y tomé su mano para besar su dorso rápida y cariñosamente. Ella sonrió y continuó comiendo.

☆.。.:* Narra Tn *:.。.☆

-¡Y Bum! todo ese asqueroso líquido nos cayó encima. Fue horrible, de verdad. -puso cara de asco sacudiendo sus hombros. Jimin rió.

Jungkook había finalizado sus clases más temprano de lo común y decidió venir a que almorzaramos juntos y claramente a ver a su novio, quien también estaba presente escuchándolo hablar sobre el nuevo experimento estudiado en Química.

Escuché a ambos reír pero a mi me era imposible hacerlo. Mi ánimo estaba por el suelo. Mi humor, mi autoestima, todo se había ido por la borda.

Con autoestima me refiero a Rachel, cada vez que la miro me recuerda lo perfectamente perfecta que es, diez veces más linda que yo y con más clase. Estaba en una de las mesas de la cafetería hablándole a Taehyung.

Incluso vi como él besó su mano dejándome el doble de triste. La comida no me hará digestión ni ahora ni mañana ni siempre que sienta esta sensación espantosa en el pecho.

Es por eso que no me hago ilusiones con lo que me dice y no lo escucho, o si lo escucho, pero hago como que no. Tengo que ser fuerte y aguantar cada cosa si quiero que mi vida prospere en este trabajo. No quiero confundirme pero él de una manera u otra me hace sentir así. Un día me dice que me ama y al otro está de lo más feliz con su novia fingiendo que todo está completamente bien.

-Tn...-Jungkook tocó mi mano pero no lo miré para que no notara mis ojos acuosos- ¿Te pasa algo?, has comido poco.

-Es el...apetito, no tengo mucho. Me iré ahora, te veré en casa.

Dije que me retiraba con una sonrisa que aduras penas logre esbozar. Dejé la bandeja junto a a las otras y fui a tomar un poco de aire y de echo llamar a la señora Jeon.

**Llamada**

_hola. ¿Señora Jeon?- pregunté antes ya que llamé al teléfono de la casa en general

_Oh, hola Tn, soy yo -sonreí

_¿cómo está Eun-Sang?, ¿comió bien?

_si querida, no te preocupes, está aquí cerca, le daré el teléfono -escuché algunos pasos y luego voces, claramente escuché la suya detrás de la línea

_¡mami mami!- canturreó con ese inigualable y armonioso tono de voz. Me tragué las ganas de llorar y respondí segundos más tarde. Es que solo la existencia de Eun-Sang me hace recordar cuanto amo Taehyung a pesar de todo

_Cariño, ¿cómo estás? -el aire despeinó mi pelo por lo aparté con mi mano libre

_Estaba veindo caricaturas - me acordé que a partir de las doce dan variados muñequitos en un canal, los que ella se repite en la tarde caundo los vuelven a dar una vez llegamos a casa

_¿Sí? -sonreí- que bueno, por la tarde vemos juntas en casa ¿te parece?

_¡Sí! -imaginé que ahora mismo sonrió ampliamente

_Portate bien con la abuela Jeon, que yo no reciba quejas -hablé divertida

_Entendido

Colgué la llamada y me adentré a la empresa. Subí los pisos correspondientes en el elevador y me senté en mi escritorio. Aproveché que Taehyung no estaba y entré a su oficina encontrando todo tirado, es responsabilidad mía organizar así que me dispuse a hacerlo

Me hinqué de rodillas y me incliné para comenzar a recoger. Debido a mi vestido no podía hacerlo de otra manera.

Agarré lápiz por lapiz y los metí en en su lugar. Luego tomé una bolsa de basura y comencé a meter con cuidado los pedazos de vidrios que conformaban un lindo tazón que ahora está roto.

Como si el universo no estuviera de acuerdo con lo mierda que ya se había vuelto mi día, escuché personas entrar a la oficina y una que otra risa

Mi corazón se aceleró, pero nunca me detuve al recoger los trozos

-Oh. Tn

Si, haste, Kim Taehyung, tienes doble cara.

Genial, prácticamente estoy arrodillada frente a ellos.

-A-acabo enseguida, es solo... no lo podía dejar tirado, cualquiera podría lastimarse.

-No deberías recogerlo con las manos, te podrías lastimar tú.

Solo me quedaría eso. Me puse de pie con cuidado y tiré la bolsa en el cesto de la basura. Acomodé mi vestido y levanté la mirada, incómoda.

-¿Todavía sigue aquí?, pensé que ya la habías despedido, ¿Hace bien su trabajo?

Me quedé en silencio mirando los ojos de Taehyung.

Otro, otro, eres otra persona ahora . ¿Cuál es la necesidad de actuar así? No lo entiendo.

-No la iba a despedir, hace bien su trabajo -le respondió, mi mirada se dirigió a unión de sus manos.

Otra vez tuve que tragar fuertemente.

-¿le hace falta algo, Señor Kim?- aunque sonó difícil y resultó extraño, lo dije.

Rachel lo miró.

-Sí, te daré unos documentos que debes llevarle a Chaeryeong -asentí levemente, él se soltó del agarre de su novia y se dirigió a su puesto. Abrió una de las gavetas- Son estos -dijo extendiéndome los papeles.

- ¿Algo más?

-Nada -negó con la cabeza y yo me apresuré en salir del despacho.

Suspiré muy profundamente botando el aire con lentitud pero continuaba igual. En el camino hasta la oficina en donde debía entregar los papeles repetí el proceso y medio que me calmé.

Toqué la puerta y escuché un "adelante". Viendo a Chaeryeong.

Su pelo es rojo-anaranjado. Sus ojos son negros, es alta, coreana. Ya nos habíamos cruzado antes, aunque no cruzamos palabras ya que ella es una superior, nosotros los empleados, tenemos que mantenernos al margen. O eso me dijo la anterior secretaria.

-El señor Kim, le manda esto -cogió los papeles de mi mano y los leyó por encima para luego volver a mirarme.

-Park Tn -recitó mi nombre, el cual supo gracias a que llevo el mismo cartelito colgado en el cuello que todos los secretarios e internos de la compañía- Ah...-sonrió como si hubiera recordado algo- entonces tu eres la famosa Tn -dijo riendo y luego se tapó la boca, yo fruncí el ceño-. No importa, tú no me escuchaste- sonreí apenada por la confianza que de repente me tenía- ¿Eres la nueva secretaria de Taehyung? .

-Sí.

-Ya veo. Tn, contigo te quería hablar.

-...Con...migo? -me señalé a mi misma.

-Sip. Te necesito para la organización de la fiesta de aniversario de la empresa, ¿puedes?, o sea, dedicarle un pequeño tiempo. Es en unos días y no puedo hacerlo yo sola.

-Claro. No tengo problema.

-Bueno, mañana nos ponemos en función a eso -me sonrió amable.

-¿Entonces cuando vengo?

-Oh, no, yo te busco cuando haga falta, tranquila no interferirá en tu horario laboral.

-Bueno...-asentí-. Con su permiso -hice una reverencia para luego marcharme.

(...)

Gracias a Dios el día paso rapidísimo después de salir de la oficina de la señora Chaeryeong, eso sin contar que tuve que ver a Rachel y Taehyung nuevamente, hablarle , mirarlo a los ojos y sentirme una mierda mientras nos hablábamos cordial con la presencia de Rachel.

Al llegar a casa con Eun-Sang poco tiempo después, cuando bañé a Eun-Sang y la dejé en su habitación jugando, Lisa llegó a hacerme compañía como hacíamos en estos últimos días. Jungkook y ella han sido un gran apoyo, somos muy buenos amigos, podría decirse que tenemos confianza.

-¿Pasaste otro día de mierda en el trabajo hoy verdad?, tu cara me lo ha venido confirmando desde que llegué.

Guardé silencio

-Alguna novedad?, con respecto al tema de...ya sabes, decirle la verdad al padre de Eun.

-No sé -contesto cabizbaja con unos muy malos ánimos.

Lisa tomó otra uva de la canasta que comíamos y me miró

-Al menos...¿puedes arribar a alguna conclusión?, sigo pensando que lo mejor es que le digas. -mi mirada seguía posada y perdida en la alfombra como si estuviese en una especie de shock.

No la miré hasta que tocó mi brazo- Tn, son padre e hija, mujer. No puedes prohibir que se conozcan. Sé que él te gusta pero... ponte a pensar en Eun-Sang. Lo mucho que le gustaría saber que tendrá un padre presente. La de cosas que podrán vivir juntos- hizo una pausa mientras yo interiorizaba en sus palabras, me vengo comiendo la cabeza hace ya tiempo pero el miedo no me permite tomar una decisión con madurez-. Lo que único debería importarte es tu hija.

-Ya lo sé, Lisa ...es complicado.

-¡Que a Taehyung no le importe Eun-Sang, me vale diez!. Si tiene dignidad la vendrá a ver por lo menos un día en la semana. Pero de ahí a que no quieras decirle, eso si que no lo acepto. Si te demoras más en confesarlo, razona, puede enfadarse muy feo contigo. Nadie se merece que le oculten que tiene un hijo. Taehyung ya se a perdido cinco años.

-Buscaré el momento y le diré, lo prometo -ella me miró desconfiada-. Imagina que tengo que ver a diario al chico al que amo con la vida, ser profesional, tratarlo con respeto, y que para colmo esté su estúpida novia pegada a el como una maldita garrapata.- digo lo último molesta- Pero...supongo que encontraré el momento.

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