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- Eun-Sang, conmigo -soné mis dedos frente a su cara mientras le huntaba crema en sus brazos y piernas. Se caía del sueño.

-Mamá, tu dormiste!. Yo no, tengo mucho sueño -se quejó cerrando los ojos.

-Yo no te mandé a ver todos los capítulos de un solo tirón -la bajé de la cama para comenzar a peinar su cabello y recogerlo en una coleta alta.

-No los vi todos, quedaron muchos

-Los que sean, ahora no me culpes de tu sueño. Jungkook viene en unos minutos, no puedes dormirte.

-Le diré a Jungkook que me deje dormir -contraatacó, yo entreabrí mis labios por lo pilla que suele ser sin proponérselo.

-Bueno, ese es Jungkook, mientras tanto despierta -moví sus hombros suavemente aunque todavía permanecía con los ojos cerrados sonriendo levemente por lo que le hacía.

-¿Cuándo vienes de trabajar? -la tomé entre mis brazos para llevarla conmigo hasta la sala y depositar su pequeño cuerpo en el mueble, de inmediato se acomodó acurrucándose en una esquina, es tan pequeña que sobra espacio dentro del propio sillón.

-No sé, en la tarde, supongo.

El timbre sonó, por lo que dejé de mirarme en el espejo y me dirigí a la puerta. Jalé la manija y encontré a Jungkook detrás, se veía somnoliento, parece que a todo el mundo se le ocurrió trasnochar.

-Holaaa -me sonrió y reverenció para luego entrar.

-Buenos días Kook. Eun-Sang, Jungkook está aquí -no respondió. Nisiquiera abrió los ojos, conociéndola ya se durmió otra vez. Que facilidad. Yo me lavo la cara y mi sueño se esfuma.

-Oh. Está dormida...-comentó viéndola respirar con profundidad.

-No durmió por ver los capítulos de Bob esponja que le trajiste toda la noche, por eso tiene tanto cansancio. Mejor la llevo a la cama, es capaz de quedarse en esa posición por horas -reímos mientras que yo fui por ella para regresarla a la cama.

-Yo tampoco dormí muy bien, estuve jugando un videojuego que es realmente estupendo.

-Ya, se te nota -dije riendo- porfa, no la dejes pasarse de las doce o no dormirá en la noche, tiene mucha energía.

-Está bien. Suerte con el trabajo -asentí tomando un suspiro

(...)

El nombre del café era ICE Cream, era muy bonito. Solo me tomó unos veinte minutos en bus, eso me alegra porque se que no está muy lejos del departamento, por lo que se me facilitan un poquitín las cosas.

Al entrar tal como me había dicho Jungkook estaba Lisa, era buena persona, me recibió con mucha amabilidad. Delgada, rubia, linda sonrisa y su forma de ser la termina catalogando como una maravillosa persona.

Siguiendo sus indicaciones hablé con el administrador del local, quien era muy amable también. Me dio un respectivo horario con la hora de inicio y finalización de cada turno, claro que no solo estábamos yo y Lisa, al parecer habían más personas en nuestros días de descanso.

Concluí la conversación con el señor y ya mismo me puse a trabajar. Lisa me dijo dónde poner mis cosas. Habían una especie de taquillas en otro pequeño cuarto.

Abrí una de ellas y acomodé mis cosas, mi ropa, la cual retiré para ponerme mi uniforme. Amarré mi cabello en una coleta baja y salí

Mañana traería fotos de Eun-San para pegarlas en el interior. Nada mejor que ver a mi pequeña al comienzo y al final de cada día de trabajo.

-¿Ya has acabado? -me preguntó Lisa mientras yo venía entrando detrás de la barra junto a ella a comenzar con mi oficio de primer día. Asentí sonriente a su pregunta y me coloqué a su lado- Sabes como funciona todo aquí ¿verdad?

-Em...-miré todo buscando alguna dificultad pero todo me era fácil- sí, creo..

-Bien, te daré explicaciones de todas maneras -yo le asentí moviendo la cabeza- Escucha, aquí dentro van los helados, los das depende el sabor, sabes...fresa, naranja ...-bajó la tapa y miró al estante- y tienes que guiarte obviamente por los precios.

Cada producto tenía un pequeño papel con el costo impreso en cada uno, galletas, refrescos, etc.

-De todas formas lo memorizarás con el tiempo, es sencillo. Oh, y lógico los cafés son echos ahí -señaló con la mirada dos máquinas encargadas de ello-. También hacíamos los jugos por nosotros mismos pero ahora vienen estos de absorbentes -habló mirando los estuches en el refrigerador con puerta transparente- y listo, es todo, nada del otro mundo.

-Sí, parece sencillo, espero adaptarme pronto.

-Te adaptarás!

En ese preciso instante venían dos clientes, los cuales ella atendió mostrándome como se hacía. Les dio su pedido y ambos fueron a sentarse en una de las mesas.

-¿Trabajas aquí hace mucho?- le pregunté

-Sí, bueno depende de como lo veas tú. Llevo unos siete meses más o menos, no es la gran cosa, ni el tiempo, ni el trabajo, pero me puedo mantener -comentó relajada- ¿Y tú?

-¿Qué...te digo? -dije riendo.

-¿Por qué trabajar en un lugar como este?

-Oh, bueno, se me presentó la oportunidad, y la verdad si lo necesito -asentí levemente.

-¿Algo en especial por lo cual hacerlo?. -levantó una ceja

-Tengo una pequeña de cuatro años, se llama Eun-Sang -abrió sus labios con asombro.

-¿Mamá soltera? -pregunta y yo asiento en respuesta- lo imaginé. -suspiró- La vida es una caca, siempre lo he dicho -yo simplemente reí negando con la cabeza.

A lo largo del día logré más o menos mezclarme con la rutina, no era nada difícil. Mi único miedo era equivocarme con algo y que un cliente me grite o me hable mal. Afortunadamente no pasó eso ni nada parecido. Mi turno fue hasta las tres de la tarde. Lisa y yo compramos almuerzos en un restaurante de comida rápida al frente y continuamos hasta la tarde.

Fue entretenido, ojalá esto valga la pena. Necesito mucho dinero, tengo una enorme deuda con el banco por lo que trabajar es prácticamente obligatorio.

Recogí mis cosas en mi taquilla dejando mi uniforme doblado dentro. Eran dos del mismo tipo, uno lo dejo y el otro lo llevo a casa. Ni siquiera se por que pero me lo llevo.

Me despedí de Lisa, quien supongo es mi nueva amiga, y abandoné la cafetería tomando rumbo a la parada de bus. Gracias a que no tengo tacones camino cómodamente por las calles. Paré en breve por una tienda a una cuadra de llegar a la parada.

Vendían uniformes escolares. Recordé que el próximo año Eun-San comienza el preescolar y necesitará por lo menos uno de esos.

Entre al lugar encontrando a una chica de cajera, la cual me atendió cortés y me indicó que tipo de tallas y para que grados escolares eran. Habían muchos módulos, pequeños, medianos, grandes. Fui específicamente a los pequeños, a Eun-Sang son estos los que debían servirles.

Todo marchaba perfecto hasta que la chica me informó sobre el precio de estos. Debí suponerlo, los uniformes escolares son muy costosos. Creo que con el tiempo podría pagarlo, menos mal es el otro año, aún faltan unos cinco meses para que acabe y el inicio de las clases de preescolar para mi hija es a mediados del año que viene. Imagino que de aquí a esa fecha tenga el suficiente dinero para pagarlo.

Por ahora me consetraré en deshacerme de esa tediosa deuda con el banco. No quiero más conflictos de los que ya tengo.

Taehyung

-Y yo le dije que no por diezmillonesima vez en la vida -dijo mi novia, o creo que dijo porque no analizo nada de lo que viene hablando desde hace media hora por estar mirando a la nada- Dime ¿miércoles o viernes?

- ¿Uh?, miércoles -mi instinto me ordenó responderle así, equivocándose por supuesto.

-¡TaeHyung! -habló con reproche y entonces si la miré.

Estábamos en la casa de mis padres. En el sofá de mi habitación. Mi cabeza estaba sobre sus muslos mientras que ella jugaba con mi cabello y me hablaba

-Otra vez no me estas escuchando! -dijo tristemente mirando a otro lado, yo levanté mi cabeza de sus piernas y peiné mi cabello hacia a tras mirándola-

-Claro que te escucho, amor -mentí y ella y me miró indignada.

-No, no me escuchas, cambié de tema para verificar que me escuchabas y respondiste como si yo estuviera hablando sobre eso todo este tiempo -suspiré tirando mi cabeza directamente al reposo del sofá mirando al techo.

-Perdona, estoy estresado. La empresa me carga de mucho trabajo -me excusé ganandone una mirada desaprobatoria por su parte-. He venido de Estados Unidos. ¿No quieres hacer algo mejor que hablarme de tu hermano?.-puse mi mano en su muslo mirándola

Me acerqué para besarla pero giró el rostro.

-¿Es eso o esa tal...Tn? -preguntó, yo no la miré- claro, es ella. Resulta que después de ver una asquerosa foto ,ella ocupa tu ocupadisima mente día y noche ayudando a que no escuches cuando tu novia te habla

-Dios, no comiences con tus pataletas -sentencié frustrado todavía sin mirarla-

-¿Pataletas? -la vi sonreir con irritación y pararse de mi lado-. Me voy

-¿A dónde te vas?, mi madre quiere cenemos juntos.

-Una pena por ella, no se merece esto. Pero yo no me merezco ser tu puto entretenimiento. Si tanto piensas en esa, que ella te consienta. Cuando tengas organizada tu mente y un mínimo espacio para mí dignate a llamarme ya que yo no te apago el celular.

Caminó sin vuelta atrás hasta la puerta y tiró de ésta creando un estruendo y dejándome solo en la habitación. Yo solté un bufido y me tume bocabajo en el sofá.

Si de por sí las cosas estaban mal porque nunca tuve huevos de enamorarme de otra chica, ahora que vi esa fotografía di cinco pasos hacia atrás. Siento que el pasado me atormenta. Me siento fatal, como me vengo sintiendo hace cuatro años. Por haber echo semejante atrocidad y haber cagado mi relación con Tn.

Todavía la amo...

Si tan solo pudiera saber en donde estás, Park Tn....

Si tan solo pudiera verte...

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