El vidrio se hizo añicos en un millón de pedazos cuando Hojo lo atravesó. Afortunadamente, nadie estaba sentado junto a la ventana porque después de atravesarla, Hojo se estrelló contra la mesa directamente frente a ella. Gimió una vez y trató de ponerse de pie, antes de darse por vencido y colapsar en un montón inconsciente.

Los amigos de Kagome miraron a Ilyo con horror cuando el dueño del restaurante salió corriendo por la puerta principal y exigió en voz alta saber quién había arrojado al joven por la ventana del frente. Kagome intentó explicar lo que había sucedido, pero el dueño se negó a escuchar. Entonces, las sirenas llenaron el aire. Oh mierda Kagome pensó, alguien debe haber llamado a la policía. Sin embargo, afortunadamente, fue una ambulancia la que se detuvo, no un coche de policía. Sin embargo, sabía que la policía no podía quedarse atrás.

Kagome se giró y, tomando la mano de Ilyo, intentó alejarlo de la escena del crimen. El dueño del restaurante rápidamente se paró frente a ellos. "¿A dónde creen que van ustedes dos? Creo que deberían pagar por los daños a mi establecimiento", dijo enojado. La mente de Kagome comenzó a correr.

¿Cómo diablos voy a pagar por esto? No hay forma de que la tarjeta de crédito de mamá lo cubra, pensó con desesperación. Entonces, sucedió algo extraño. Sesshomaru dio un paso adelante y se enfrentó al dueño. Kagome se encogió esperando lo que estaba por venir, pero a medida que se desarrollaba la escena, rápidamente se sorprendió.

"Toma, creo que esto cubrirá los gastos". Sesshomaru entregó un pequeño trozo de papel al dueño. Los pequeños y brillantes ojos del hombre se abrieron de par en par mientras miraba lo que estaba escrito en él.

"Sí, esto debería cubrirlo, señor. Gracias". Con eso, el dueño se apresuró a entrar al restaurante para calmar a sus clientes.

Kagome solo pudo mirar boquiabierta a Sesshomaru, la sorpresa relajando sus rasgos. "¿Qué demonios?" ella finalmente estalló. Él la miró y sonrió. Los ojos de Kagome se agrandaron. Nunca lo había visto sonreír con verdadera sinceridad en la expresión. De repente, notó que Ilyo se había puesto rígido a su lado. Kagome giró y siguió su mirada, solo para ver a Sesshomaru de pie detrás de ellos. Escuchando atentamente, pudo oírlo gruñir. Solo le tomó un momento hacer la conexión.

"Mierda, eres el Sesshomaru de esta era, ¿no?" Esta pregunta fue dirigida al Sesshomaru que le había pagado al dueño del restaurante. Él sonrió ampliamente.

"Ciertamente lo soy. ¿Quién más podría ser?" Kagome desvió la mirada, sintiéndose estúpida por hacer una pregunta tan tonta. Cuando volvió a mirar hacia arriba, el Sesshomaru del presente se había movido a su alrededor para pararse directamente frente a su yo del pasado, que todavía gruñía desde lo más profundo de su garganta. El Sesshomaru actual lo miró con tristeza y miró deliberadamente el brazo que le faltaba. Más allá, Sesshomaru dejó de gruñir y luego extendió la mano y agarró el brazo de su contraparte. Era el brazo que se suponía que faltaba.

Más allá, Sesshomaru miró a su contraparte, la confusión coloreaba sus rasgos normalmente inmóviles. "Tenía la impresión de que mi brazo no iba a volver a crecer. Sin embargo, ese es definitivamente mi brazo; puedo ver las marcas. Si fuera el brazo de otra persona, no estaría marcado. ¿Cómo ocurrió esto?"

El Sesshomaru actual sonrió misteriosamente. "Creo que antes de comenzar cualquier cuento, primero deberías acompañarme de regreso a mi casa". Sin más preámbulos, dio media vuelta y se alejó calle abajo, deteniéndose frente a una larga limusina negra que estaba estacionada alrededor de la cuadra. Kagome inmediatamente lo siguió, arrastrando a Ilyo detrás. Sesshomaru se quedó quieto por un minuto, contemplando antes de que él también siguiera la forma en retirada de su yo futuro.

Fue solo cuando todos subieron a la limusina que Kagome se dio cuenta de que faltaba alguien. Volviéndose hacia Ilyo, le preguntó si se había dado cuenta de dónde había desaparecido Inuyasha.

Apartando la mirada deliberadamente de ella, se quedó en silencio un momento antes de responder. "Se escapó cuando nos encontramos con los humanos. Sentí cierta renuencia de él a ser visto por ellos. En este momento, está regresando a tu hogar. Puedo sentir su aura".

Kagome se sintió ligeramente herida porque Ilyo parecía muy reacio a mirarla. Ella simplemente no podía entender por qué. Después de todo, no eran una pareja real. Eso solo había sido una mentira que había formulado cuando vio a Hojo. Sin embargo, todavía se sentía molesta porque él no la miraría a los ojos.

Ambos Sesshomaru notaron la expresión en su rostro y se miraron. Aunque sus rostros permanecieron sin emociones, ambos pensaron lo mismo: esto no terminará bien. El resto del viaje en auto fue silencioso, interrumpido solo por el sonido de la ropa de Kagome rozando mientras se apoyaba contra la ventana.

Finalmente, el coche redujo la velocidad y se detuvo. El Sesshomaru actual abrió la puerta y salió rápidamente del coche. Sus tres invitados hicieron lo mismo y luego se quedaron en silencio, mirando hacia su casa. Era enorme. Castillo era probablemente una mejor palabra para describirlo. Kagome miró al pasado Sesshomaru y se sorprendió al ver una mirada de anhelo en su rostro mientras miraba el castillo.

"¿Qué pasa contigo, Sesshomaru? ¿Nunca has visto un castillo antes?" ella bromeó. Cuando él la miró, con una expresión solemne en su rostro, su sonrisa desapareció. No esperaba que él reaccionara, por lo que se sorprendió cuando le respondió.

"He visto este castillo antes. Es mío", dijo, volviéndose hacia su futuro yo, "Me sorprende que lo hayas conservado durante tanto tiempo". El día de hoy, Sesshomaru miró fijamente al castillo, con una mirada extraña en su rostro.

"No podía simplemente venderlo; es el único recordatorio de los días en que todavía era el Señor de las Tierras Occidentales. Ahora, aunque todavía soy poderoso, ya no gobierno sobre esta tierra como lo hacía antes". Dijo esto con una mirada de tanto anhelo en sus ojos que Kagome no pudo evitar sentirse apenada por el señor de los demonios.

Después de un momento de silencio, el Sesshomaru actual miró hacia arriba, su expresión una vez más era una máscara negra. "Bueno, eso es suficiente. Por favor, sígueme". Con eso, pasó por encima de las enormes puertas dobles que servían como entrada principal al castillo.

Kagome lo siguió y se quedó sin palabras al entrar en el antiguo domicilio. La puerta se abría a un pasillo gigante, que estaba adornado con obras de arte y pequeñas mesas de madera que sostenían hermosos jarrones y pequeños adornos. Se podían ver muchas puertas a ambos lados de la sala, que se bifurcaban hacia otras partes del edificio. En el otro extremo del pasillo había una escalera colosal, que parecía conducir a un segundo, tercer y cuarto piso. Kagome se quedó allí boquiabierta, hasta que Ilyo se le acercó por detrás y suavemente la empujó hacia adelante. Tomando la indirecta, continuó siguiendo a Sesshomaru. Los condujo escaleras arriba hasta el segundo piso.

Una vez que llegaron al segundo piso, giró a la izquierda y los condujo por un pasillo corto. Al final del pasillo había una pequeña puerta que se abría a una habitación de tamaño mediano, con un par de cómodos sillones y sillas. "Por favor, siéntense y pónganse cómodos. Regresaré en un momento". Volvió a cruzar la puerta y desapareció. Mientras él no estaba, Ilyo y Kagome se sentaron. Sin embargo, Sesshomaru permaneció de pie, su rostro sin emociones mirando al frente.

El Sesshomaru actual no se fue por mucho tiempo. Cuando regresó, Kagome notó que se había quitado el traje de negocios formal y estaba vestido con ropa muy similar a la que solía usar en la Era Feudal. Sonrió ante la mirada inquisitiva de Kagome. "Me siento más cómoda con esta ropa. Después de todo, la usé durante cientos de años y son muy cómodas". Kagome asintió ante esta explicación.

De repente, una expresión seria apareció en el rostro actual de Sesshomaru. Rápidamente se sentó en una silla justo enfrente de donde se había sentado Ilyo.

"Ahora, me gustaría saber exactamente quién eres. Hueles muy familiar".

Ahora fue el turno de Ilyo de sonreír. "Seguramente reconoces a un hermano cuando lo ves".

Los ojos de Sesshomaru se abrieron de par en par ante eso, la conmoción se registró en sus rasgos. Un momento después, sin embargo, asintió con la cabeza, una mirada contemplativa reemplazó a la conmoción anterior. "¿Así que eres mi hermano? ¿Supongo que sucedió algo que te impidió contactarme hace años?"

Ilio asintió. "Ya he contado mi historia una vez hoy, y es larga. Baste decir que me sellaron cuatrocientos años antes de que se rompiera la Joya Shikon. Me desperté cuando se rompió y pasé varios años aprendiendo todo. No podía hablar de los miembros restantes de mi familia. Luego, unos tres años después de que se rompiera la joya, sentí que los dioses se estaban enojando con el poder de la joya e intenté contactarte a ti e Inuyasha. Me encontré con ustedes dos peleando en el El pozo fue destruido y todos fuimos absorbidos por esta era. Ahora, un dios enojado está recogiendo los fragmentos de la joya y matando a todos los que han entrado en contacto con ella. Vendrá por Kagome. cuestión de tiempo."

Sesshomaru absorbió esta información con calma antes de expresar otra pregunta: "Ya veo. Ahora déjame preguntarte algo más. ¿Por qué una versión futura de ti mismo no se ha puesto en contacto conmigo? seguramente permanecerías vivo después de solo cinco siglos".

Ilyo consideró eso por un minuto antes de responder. "Me temo que es un asunto complicado. Es muy difícil de explicar, pero lo intentaré. Cuando era más joven, mi poder era inmenso y crecía a un ritmo exponencial. En poco tiempo, los propios dioses temían que crecería más". más poderoso que ellos, por lo que decretaron que solo una versión de mí podría existir a la vez. Dado que estoy aquí ahora, no existen otras formas de mí en ningún lugar en el tiempo ". Sacudió la cabeza y se rió sin humor. "Todo es muy complicado. De todos modos, pensaron que si alguna vez podía viajar en el tiempo y unirme a una versión futura de mí mismo, los destruiríamos y tomaríamos su lugar. Una idea ridícula, pero aun así, siguieron adelante. con su plan. Ahora, solo puedo existir día a día. Si alguien fuera a vivir un día conmigo, y luego revivió ese día por arte de magia o algo así, no estaría en el segundo día. Me temo que eso es lo más claro que puedo hacerlo".

Kagome estaba completamente confundida por la explicación de Ilyo pero notó que ambos Sesshomaru parecían estar asintiendo con al menos una comprensión parcial.

Entonces, sorprendiendo a todos, Sesshomaru hizo una pregunta. "¿Cómo recuperaste tu brazo?"

El Sesshomaru actual parecía incómodo ante la pregunta. Miró brevemente a Kagome y, para su sorpresa, había tristeza evidente en su mirada. "Para responder a esa pregunta, debo mencionar un tema que puede ser difícil de escuchar para Kagome". Ella se sorprendió, pero le indicó que continuara con su relato. "Alrededor de dos años y medio después de que la joya se rompiera por segunda vez, me encontré con Kagome sola en un campo. En ese momento, me había amargado mucho la pérdida de mi brazo. Dijo que lamentaba el brazo y mientras lo decía, tocó mi hombro. Mientras hablaba, ambos comenzamos a brillar, y ante nuestros ojos, mi brazo comenzó a regenerarse. Una vez que el brillo se desvaneció, mi brazo había vuelto a crecer por completo, exactamente como lo había hecho. sido antes de ser cortada por Inuyasha. Parecía tan sorprendida como yo. Estaba rebosante de alegría, y en mi felicidad, La abracé. Fue un lapso momentáneo de juicio, e Inuyasha llegó a tiempo para presenciarnos. A pesar de que parecía haber perdido sus sentimientos por Kagome, todavía voló en una ira ciega al vernos. Antes de que pudiera detenerlo, la mató y tomó la joya sagrada completa de su cadáver. Ante mis ojos, lo vi cambiar de medio demonio a un demonio de pura sangre. Ahora trabaja para mí, como una especie de agente de viajes, explorando otras compañías." Terminó su relato allí, mirando a Kagome con aprensión. él la mató y tomó la joya sagrada completa de su cadáver. Ante mis ojos, lo vi cambiar de medio demonio a un demonio de pura sangre. Ahora trabaja para mí, como una especie de agente de viajes, explorando otras compañías." Terminó su relato allí, mirando a Kagome con aprensión. él la mató y tomó la joya sagrada completa de su cadáver. Ante mis ojos, lo vi cambiar de medio demonio a un demonio de pura sangre. Ahora trabaja para mí, como una especie de agente de viajes, explorando otras compañías." Terminó su relato allí, mirando a Kagome con aprensión.

Kagome apenas lo había escuchado. Su mente se había vuelto vidriosa ante la afirmación de que Inuyasha la había matado. Incluso más allá de Sesshomaru parecía sorprendido por el anuncio. El Sesshomaru actual solo la miró con tristeza brillando en sus ojos. De repente, miró hacia arriba. Volviéndose hacia sus invitados, les indicó que se levantaran.

"Prepárense, viene Inuyasha. Debo advertirles, ha cambiado mucho del medio demonio que todos conocen. Puede intentar matarlos a todos". Mientras decía esto, la puerta se abrió de repente con gran fuerza y ​​un gruñido profundo llenó el aire.