Capítulo veinte

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De las manos de Blue empezaron a salir rápidamente muchos fragmentos de hielo. Agatha envió a sus Pokémon fantasma a contrarrestarlos, pero la mayoría eran vencidos por los poderosos fragmentos.

Algunos de esos trozos de hielo estaban por llegar a la poderosa bruja, pero aquel ser creado por ella los detuvo, haciendo que se regresaran e intentaran lastimar a Blue, quien pudo esquivarlo gracias a que invocó fácilmente a su Blastoise que usó su caparazón como una gran defensa, pero que al mismo tiempo recibió bastante daño. Cierta bruja de tipo planta comenzó a levantarse lentamente con la intención de auxiliar a aquel Pokémon.

— No te preocupes por él — indicó White — Yo lo sanaré. — concluyó viendo al pokémon que ansiaba seguir luchando.

— No creas poder hacer eso… — dijo Agatha, enviando a más de sus fantasmas hacia la mencionada chica de cabello ondulado.

Liderados por el más tétrico de los Gengar, aquellos Pokémon se lanzaron al ataque. Green y Black se habían puesto de pie rápidamente mientras usaban sus armas e invocando a sus Pokémon respectivamente, protegían a White destrozando y desapareciendo a cuantos Pokémon fantasma podían. Red fue el último en reaccionar pero al hacerlo no dudó en invocar a su rata amarilla y así poder ayudar a sus compañeros a proteger a aquella bruja de tipo planta.

— Nosotros nos encargaremos de ellos, Blue. Tú ve por Agatha. — gritó el joven de cabello azabache mientras retenía al antes mencionado Gengar.

La muchacha de cabello escarchado asintió y se dirigió hacia la criatura controlada por la malvada bruja que estaba viendo como objetivo principal a White, quien intentaba que su magia actuara rápido en la gran tortuga. Le lanzó varios de sus poderes de agua y hielo, pero ese ser había dejado de tener interés en ella por el momento.

"Debe haber un modo de que me observe a mí y no a ellos",  pensaba, "ojalá Blastoise ya estuviera curado".

A su mente le vino el lejano recuerdo de cuando era una niña y Lorelei le había contado sobre hacer dos invocaciones al mismo tiempo. Esto había sido confirmado años después, al ver ahora al Pidgeot y Charizard de Green, como también al Serperior y Swasbuck que White acababa de invocar para que ayudaran con los fantasmas.

Pero recuerda”, le dijo su maestra “Requiere de un gran esfuerzo y control de tus poderes”.

Se mordió el labio inferior al sentirse aún incapaz de ello.

Sin embargo, no le importó.

— ¡Hey! ¡Horrible bestia! ¡Bruja anciana!

Apenas la criatura y Agatha voltearon enfadados al verla, Blue concentró toda su energía en invocar algún otro Pokémon que pudiese ser de ayuda.

No importa qué clase de invocación seas… con tal de que aparezcas, para mí está bien.

Empezó a decir unas palabras en un idioma muy antiguo que había leído en uno de los libros de la estantería de su casa.

Agatha había mandado a aquel extraño ser quien volaba a gran velocidad hacia la joven bruja. Sus ojos brillaban a tal intensidad que, probablemente, aquel ataque que planeaba realizar sería uno de los más fuertes que los que estaban presentes hayan visto. Red vio esto asombrado e intentó librarse del fuerte Gengar. No deseaba por nada del mundo perder a la joven de ojos zafiro.

— ¡Escapa de ahí, Blue! — dijo e intentó correr hacia ella, pero el Pokémon fantasma ya había derrotado a su Pikachu, y ahora se le abalanzó, haciéndolo caer.

Los otros tres tampoco podían hacer nada para detener a la bestia, cada uno estaba ocupado y esperaban lo peor.

— Llegó el final para ti, bruja. — gritó Agatha mientras le ordenaba a su creación atacar.

— ¡Blue!

— Ayúdame, hermana. — fue lo que Blue murmuró antes del choque.

Un gran brillo cegador impactó con el ataque del ser. No solo eso, sino que, cuando el brillo desapareció, se podía apreciar a Blastoise también en la defensa. Junto a él, una invocación con forma de Luxray había aparecido, y con sus colmillos y el caparazón de la primera invocación de Blue, la habían protegido de un inminente y fulminante ataque. Lo que cabría destacar de ese Pokémon era que en vez de sus tonos azulados… eran, pues, dorados.

— Tú eres...

— ¡Blue! — Decía una Yellow de 10 años muy contenta — Observa, ¡hice otra invocación aparte de Chuchu!

Blue se acercó a la habitación de la rubia, mirando sorprendida a un Shinx de pelaje negro y dorado.

— ¿Segura de que lo has hecho bien? Según los libros los Shinx son de color negro y azul. — dijo con cierto recelo al ver que su amiga había logrado en una semana lo que ella no había podido en cuatro años.

— ¡Pero si lo has hecho perfecto, Yellow! — Lorelei apareció de improviso, saludó a sus dos alumnas y luego se acercó a la pequeña invocación — Es especial, es variocolor ¿No les he hablado sobre esa clase?

Las dos jovencitas negaron.

— En el caso de estas especies — la pelirroja lo acariciaba — Como decirlo, es muy raro que sean invocados Pokémon de color diferente. Hay que tener mucha suerte. Además debo decir que estos pequeños son más fuertes que los normales, por eso lo de rarezas entre invocaciones de brujas.

— ¿En serio? Eso es genial. — La rubia no podría estar más contenta — Tú serás Lux. Te aseguro que en un futuro serás un gran y poderoso Luxray.

La de ojos azules recordó otro pequeño trozo de su infancia en todos los segundos que duró la defensa de ambas invocaciones. Había olvidado por completo a ese Pokémon, puesto que Yellow se prometió a sí misma no invocarlo siempre por dos razones: la primera, se debilitaba mucho cuando lo hacía. Había sido un gran milagro que no se haya debilitado la primera vez que lo invocó. La segunda, mencionó una vez que solo lo haría reaparecer en el momento más adecuado. Quién diría que, ahora que la rubia había dejado este mundo, ese Shinx, que quién sabe cuando evolucionó, pasaría a Blue como suyo.

Debiste usarlo para salvar tu vida ¿no crees? pero gracias de todos modos.

— Hay que terminar con esto —dicho eso, ambas criaturas atacaron a aquel extraño ser con todas sus fuerzas, derribándolo al instante y haciéndolo caer cerca de donde estaba aquella anciana.

Con el ser oscuro en el suelo después del ataque y Agatha indefensa, Blue movió ambas manos, acercándolas a su pecho, que comenzaba a brillar de un color entre amarillo y azul. Luxray y Blastoise entonces lanzaron dos de sus mejores poderes, Hidrocañón y Volteo Cruel. La castaña, por su parte, de sus manos salía grandes fragmentos de hielo “electrificados”.

Impactó a la criatura, que nada pudo hacer para escapar, y también a Agatha, quien después del golpe parecía que ya no pertenecía a este mundo. Por esto, los fantasma desaparecieron y los tres cazadores y la bruja de nombre White salieron corriendo hacia su amiga.

Blue cayó de rodillas, abatida y con mucho dolor por aquel fuerte poder. Su cabellera volvió a ser de color castaño. Luxray desapareció apenas la vio caer y Blastoise se acercó a ella para ayudarla a pararse.

Red se acercó a ella y el tipo agua dejó que la carga se para posteriormente desaparecer. Este la abrazó, pensando que si la soltaba podría irse de su lado nuevamente.

— ¿Estás bien? ¿Puedes oírme? — le decía ocultando algunas lágrimas que empezaban a aparecer en su rostro.

— Si me sigues abrazando de ese modo… supongo que lo que ya no podré hacer es respirar. — exclamó ella y fue soltada rápidamente.

— Es que el chico ya no aguantaba verte tan cerca de esa cosa. — murmuró Black. Todos lo oyeron, y se rieron.

— Sí, sí. Blue, ¿nos puedes explicar cómo es que ese Luxray es una invocación tuya? — dijo cierto castaño, minutos antes de que todos, incluyéndose, hicieran a sus invocaciones desaparecer.

— Déjala descansar un poco, Green. Aunque a mí también me da curiosidad.

— Digamos que... — dijo la bruja de agua — Es un regalo de Yellow.

Le volvió a agradecer mentalmente. Después de eso, y cuando White iba a preguntar como escapar de ese oscuro lugar, otro brillo apareció de un sitio cercano a ellos, revelando la azotea donde estuvieron antes de que la derrotada bruja se los llevara.

Red cargó a Blue, y todos se dirigieron a ese agujero, esperando olvidar todo este asunto.

Pobres chicos.

Solo el azabache y ella faltaban salir. Sabían que la salida había sido posible por obra y gracia de Lorelei, a quien Blue esperaba ver ansiosa.

— Salgamos de aquí ya…

Una mano, que parecía hecha por sombras, se dirigió sigilosa hacia los dos jóvenes, agarrando el hombro de la chica y haciéndola caer de Red.

— ¡Blue!

Él le ofreció su mano. Pero logró escuchar por el otro lado que el portal no resistiría mucho más. No le importó e intentó acercarse más a ella, pero otra sombra lo empujó hacia fuera.

Agatha sonreía al ver a Blue nuevamente indefensa.

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Yyyyyyy estamos en el penúltimo capítulo de esta historia!! ¿Qué les ha parecido hasta ahora? Rayos, no pensé que las semanas se irían tan rápido y ha sido genial compartir este fanfic con ustedes. Entonces, dicho esto nos vemos el siguiente miércoles para el capítulo final >w<

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