¿Eres tú?

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El tiempo; a pesar de parecer enfermizo y hostil ante nuestros ojos, sigue siendo el infame enemigo del hombre, sigue siendo el centro de distracción en el que ya no sabes lo que haces y solo tienes que explicar con un "ya pasó". La generalidad total de las personas buscan olvidar, repudiar y dejar de lado acontecimientos que de alguna forma los marcaron, hechos que pudieron haber sido hermosos pero actualmente duelen.

Para Jimin no era de esa manera, el rubio no quería olvidar, era todo lo contrario, Jimin quería y buscaba recordar, sabía que tenía un pasado, un hermoso pasado  que no recuerda completamente. Por eso es que aquel chico de bonitos orbes color miel se encontraba viajando hacia Busan, ese era su lugar de nacimiento.

Luego de que a sus cortos 16 años sufriera un accidente, el rubio no pudo recordar, y a pesar de recibir terapias y demasiados medicamentos jamás logró asimilar nada. Tuvieron que ir por curanderos y brujos que al final les terminaban diciendo la misma respuesta que los doctores; era imposible.  

Por eso él y sus padres optaron por viajar a Seúl, lugar donde el bonito chico haría una nueva vida. Lugar donde el rubio crearía nuevos recuerdos, y según sus padres perdería el afán de volver al pasado. 

Pasaron algunos  años pero el de orbes miel no podía hacer una vida como si nada hubiese pasado, contaba con 22 años y aun no lograba olvidar algo, era un sentimiento que no lo dejaba en paz y siempre lo traía intranquilo. Sus padres aceptaron dejarlo viajar a Busan si eso era lo que hacía falta para calmar a su hijo y dejar todo atrás de una vez. Pero lo que los padres del rubio no sabían era que Park Jimin no buscaba dejar todo atrás y abandonar sus alusiones como si nada hubiese pasado, él quería reconstruir su pasado, pues de los recuerdos que logró recuperar sabía que había amado como a nadie a alguien, pero aún no podía darle rostro a aquel chico.

Sus recuerdos tan borrosos y abstractos no le dejaban saber quién era esa persona, y mucho menos porqué era tan importante. Pero cuando él intentaba rememorar, su corazón rápidamente lo intuía y se aceleraba como nunca. Eran sentimientos incomprensibles que nunca lo dejarían tranquilo, o no como este quisiera.

[...]

Jimin ya había llegado a Busan, era su último año en preparatoria y lo terminaría ahí. El rubio había recibido de sus padres la dirección de su casa en Busan y una cantidad de dinero para que pudiese mantenerse mientras vivía ahí.

Su casa no era tan grande ni tan pequeña, era un lugar reducido y confortable, suficiente para una pequeña pero linda  familia. El de orbes color miel logró acomodarse en el lugar y decidió caminar un rato por la calle, el viaje le había chocado un poco, y de alguna manera pensaba que transitar por ahí lo ayudaría.

La zona en la que se encontraba era completamente nueva para el bonito chico, sin embargo, tenía un tipo de sentimiento que lo hacía sentir como si conociese ese lugar de toda la vida. 

Era como un deja vu.

Llegó a un emplazamiento que de alguna manera le resultaba renombrado y distinguible, era una cancha de básquet, demasiado vieja y anticuada para ser real, el rubio por alguna razón sintió que conocía esa cancha, era como si una parte de él estuviese ahí. La verdad es como si ese lugar estuviera abandonado y descuidado pues no había nadie, bueno, casi nadie, pues de tanto observar dio con un sujeto. 

—Hola —El rubio dijo tratando de llamar la atención de aquel chico que intentaba encestar el balón.

El individuo de cabello negro volteó sosteniendo el balón, pero cuando vio al bonito chico se quedó en SHOCK y algo anonadado, dejando caer el balón abandonándolo a su suerte, era como si estuviese viendo al mismísimo demonio. Jimin por el contrario frunció su ceño, pues aquel chico pelinegro se fue sin dar respuesta alguna.

♣♣♣♣♣

Llegó el inicio de clases del rubio, este último año tendría que esforzarse y más si estaba en un lugar completamente desconocido, antes de ir a clases hizo una videollamada con sus padres, pues los señores Park no habían tenido comunicación alguna con su hijo desde que este se fue.

La primera asignatura del de orbes color miel fue algo aburrida, pues este amaba Finanzas más que el resto de materias. Todo transcurría normal, no es como si hubiese algo nuevo.

El de cabellos dorados caminaba hacia su casa, pues ya habían culminado sus clases, a decir verdad, no le había ido nada mal a pesar de ser "el nuevo". Sin darse cuenta el rubio se tropezó con alguien que venía en dirección contraria a la de él.

—Lo-o siento —Tartamudeó el rubio con la cabeza gacha, a pesar de ser mayor, este aún era algo tímido, y tenía unos cachetitos tan tiernos que volvería loco a cualquiera.

—No te preocupes, está bien —Dijo el chico de cabello marrón. Sin embargo cuando vio el rostro del rubio se sorprendió. — ¿Jimin, eres tú?

—Si-i.. —Titubeó —¿Y tú eres...?—Preguntó algo confundido.

—Oh cierto —Dijo como si estuviera recordando algo.

—Mmh —soltó Jimin, pues no había escuchado bien al castaño.

—Nada, me llamo JungKook —Habló con una sonrisa en los labios.

Jimin apenas escuchó el nombre sintió que recuerdos venían a su mente, Dios, era un sentimiento completamente extraño para él, eran ellos dos jugando basquet divirtiéndose por todo, con sonrisas burlonas y miradas juguetonas, sin embargo ellos dos no eran los únicos, había un tercer chico, pero en sus recuerdos borrosos no lograba verlo —¿Nos conocíamos no es así? —Cuestionó con simpleza.

—Si —Respondió el castaño como si fuera lo más obvio.

—Yo-o vine aquí para averiguar sobre mi pasado, y ya que nos conocimos me encantaría que me ayudes, esto aún es complicado para mí —El de bonitos orbes soltó con total sinceridad.

—Claro, vayamos a un café y hablemos, llamaré a tu...—Jungkook lo pensó —A tu amigo, era nuestro amigo, el también puede ayudar —Trató de corregirse el castaño, sin embargo Jimin ya se encontraba algo confundido, pero este ya no le tomó importancia.

—Okay... —Dudó unos segundos, sin embargo decidió seguir al castaño a ese café, pues para eso había venido, para averiguar sobre su pasado, y sobre todo, recordar quién es la persona a la que apreció.

Ya en el café, el chico bonito se sentía totalmente extraño ahí, bueno, que esperar si no conocía casi nada del lugar. Por alguna razón su charla fue rápida, el amigo que el castaño dijo que conocían jamás llegó, el rubio no le tomó importancia y se retiró del lugar. A decir verdad su charla no ayudó mucho, Jimin seguía en nada.

♣♣♣♣♣

Pasaron varias semanas, Jimin solo estudiaba, no había logrado averiguar nada nuevo, excepto que logró conseguir un nuevo amigo, se llamaba Taehyung, era un buen tipo.

El rubio hablaba seguido con Jungkook, desde que lo conoció le cayó super bien, y de alguna manera Jimin llegó a pensar que el chico al que antes amaba era JungKook y este no quería decírselo. También en todas esas semanas jamás logró ver al amigo que el castaño le iba a presentar ese día en el café.

—Bueno, no entiendo para qué venir al café, pero ya estoy aquí, ¿De qué quieres hablar? —Preguntó el castaño, pues esa tarde, el rubio lo había citado para "hablar". Ese día Jimin quería saber la verdad, averiguar la persona a la que amaba era el castaño, pues a decir verdad, Jeon JungKook se había portado super bien con él.

—JungKook yo...—El rubio estaba asustado de hacer la pregunta, sin embargo lo haría, él quería recuperar sus recuerdos —Vine hasta aquí para investigar mi pasado, y lo único que me impulsó a hacerlo es el amor que te tenía hace tiempo —El de cabello castaño estaba confundido, no entendía bien lo que estaba diciendo el rubio, sin embargo luego de procesarlo entendió.

—Jimin creo que estas confundido.

—No, claro que no, todo tiene sentido —El rubio soltó algo aturdido. Todo estaba claro para el de orbes miel, él y Jungkook antes se amaban, no había nada por lo que estar confundido —Tú... me trataste tan bien.

—Jimin, ya te lo dije, éramos amigos antes —El castaño respondió siendo serio esta vez.

—Pero entonces, si no eres tú...¿Quién es? —Preguntó algo dudoso y avergonzado por lo que había dicho. Todo lo estaba desconcertando.

—Jimin...¿De verdad no puedes recordar nada? —Inquirió el de cabellos castaños. Sin embargo sólo logró conseguir una negación con la cabeza y un puchero del rubio —Jimin, me encantaría decirte, pero hace un tiempo el doctor dijo que no podemos forzarte, te puedes dañar y recaer.

—¡Si puedes hacerlo! —Exclamó, estaba un poco enojado, nadie lo quería ayudar, siempre era igual. Y Jungkook no era una excepción.

—¡No, Jimin! —El castaño levantó la voz logrando un grito —Él ya lo intentó....- Jungkook estaba haciendo referencia al chico al que Jimin apreciaba.

—¿Qué? —Definitivamente Park Jimin estaba confundido. Pero lo que quedaba claro, es que si existió tal persona y Jungkook lo conocía,

—Hace un tiempo —Jungkook soltó un leve suspiro —Queríamos que recuerdes, a él le dolía ser el único que recuerde esos momentos que pasó contigo, entonces nosotros tratamos de ayudarte y-y recaíste —El de cabello castaño soltó sollozos —Dios, Jimin, pensamos que te íbamos a perder. —Agarró su nuca con sus manos.

El de orbes miel se quedó callado por unos minutos, él no sabía qué decir

—JungKook sé que puedo, yo... —El rubio estaba buscando una manera de consolarlo y conseguir ayuda a la vez.

—No, Jimin no —Así es como el castaño se levantó de su sitio y se dirigió a la puerta para irse.

[...]

El rubio ya no sabía qué hacer, estaba completamente confundido, todo se estaba volviendo abrumante y esa tarde, esa maldita tarde fue suficiente para él, esa tarde le sirvió para intentar olvidar. ¿Con qué? Con lo mas obvio: Alcohol.

Park Jimin caminaba por la calle tanbaleándose, el licor corría por sus venas, su mente estaba completamente anonadada, el de hermosos orbes estaba caminando con dirección a la casa del castaño, esta vez planeaba sacarle la información cueste lo que cueste. Caminando oyó que habían personas hablando, Jimin no era ningún chismoso, pero el estado etílico lo volvía así.

—¡Ya basta, Jungkook! —Al parecer Jimin había encontrado al castaño antes de lo debido, y quien sea que le esté gritando, definitivamente estaba enojado.

—Hyung... Jimin está sufriendo —Ahí fue cuando el mencionado le tomó más interés.

—No, Jungkook. Él no tiene porque conocerme, esto ya pasó.

—¡Min Yoongi! —El castaño exclamó cuando se dio cuenta que el otro se estaba retirando del lugar —Jimin te está buscando. —Fue como la gota que derramó el vaso, en ese momento Jimin se acercó más para ver quien era, y así fue como logró divisar al tal "YoonGi".

El rubio ya lo conocía, era el chico de la cancha de básquet, era un chico lindo a decir verdad. La cabeza de Jimin giraba, este sentía que iba a explotar, sus recuerdos venían rápidamente, toda su infancia, todo lo que vivió junto al chico pelinegro,y rememorar era más que suficiente para saber que era él, el chico que estaba buscando era Min YoonGi.

Park Jimin se desmayó, cayó al piso, siendo así percibido por el castaño y el pelinegro. Ambos se asustaron y lo único que hicieron fue llamar a la ambulancia...

—YoonGi hyung, ¿Te gustan las burbujas? —El de cabello rubio habló con una sonrisa en la cara. Ese día habían ido al parque a caminar, y no pudieron evitar ver a niños jugar con las burbujas.

No, porque son como tú —el mayor declaró.

Hyung ¿no te gustó? —el menor dijo disgustado formando un  puchero así, viéndose muy tierno.

Tonto.

Hyung, yo no soy tonto.

Si lo eres.

Que no.

Que si.

—¡¡¡Hyung!!! ¿Por qué no te gustan las burbujas? —El de cabellos dorados volvió a preguntar, pero esta vez siendo más insistente.

—Si me gustan.

—¿Entonces, por qué te gustan? 

—Me gustan porque son coloridas —El de rubio estaba confundido —Son igual de coloridas que tú, sé que solo es jabón, sin embargo, tú eres así, brillas de diferentes formas y colores,  El de cabellos azabaches lo decía con una sonrisa sincera en la cara —Pero al fin y al cabo solo eres tú, mi Jimin...

Así fue como el de bonitos orbes se despertó, estaba en su casa, era de día otra vez, lo que indicaba que había pasado un buen tiempo. El rubio se paró de su cama sin dificultad alguna para caminar hacia el parque que logró recordar.

Cuando Jimin llegó al parque sintió un aire reconfortarle, el lugar era cálido, todo era bonito, habían niños jugando con burbujas, divirtiéndose como nunca, este los miraba con una sonrisa en la cara hasta que por el lado contrario de aquel parque pudo ver al de cabello negro. El rubio se acercó al chico por la parte de atrás para que este no lo vea.

Estaba pensando si estaría bien lo que haría, no sabía si hablarle o no, no sabía si era la forma, pero de tanto pensarlo no se dio cuenta que el chico pálido ya había volteado mirando con dirección al rubio.

—Jimin... yo-o —El de cabello negro habló.

—Shhh, ya se que eres tú —El bonito chico calló al contrario posando uno de sus deditos en los labios de este —Recordé todo —El de cabello negro soltó leves sollozos —¿Y sabes qué? Te amo, Min YoonGi.

El tiempo, que fue enemigo de Jimin, le dejó volver a ver al amor de su vida, a la única persona que este amó, y la única persona que este amará.

Pues si, Min Yoongi era la persona que con tanta ansia anhelaba volver a ver.

Lxs amo con todo mi corazón de patata!!!

Es la primera vez que escribo un OS así que quizá no sea lo mejor, pero intentaré mejorar. Por favor denle amor.

~TYT~

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