Capítulo 5

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Las camionetas blindadas iban por buen camino hacia la casa de Enji, habían decidido ir por caminos separados para no levantar sospechas y para abordar todas las entradas de aquel terreno que pronto sería de la mafia verde, perteneciente a Izuku, todos los que estaban y trabajaban para el pecoso estaban emocionados por conseguir ganar aquella suicida misión, puesto que de matar a Enji, sus terrenos pasarían a ser suyos y el hombre tenía un enorme viñedo del cual podrían sacarle mucho beneficio, Dabi era el más emocionado con esa idea, pero en esos momentos no se hallaba en ninguna de las camionetas puesto que había decidido quedarse a esperar a Himiko e Izuku se lo permitió.

Admitía sentir nervios, no quería descubrir que esos dos se habían quedado atrás para planear traicionarlo, les había tomado cariño como a todos los que trabajaban con él y sinceramente no quería un sermón de parte de Tenya, si es que lograba sobrevivir y éste se enteraba de lo sucedido, iba a ser fatal, aunque posiblemente igual se ganaría uno para después de que regresaran porque de alguna manera Tenya siempre averiguaba los detalles más pequeños de las cosas que él mismo le quería ocultar y se frustraba cuando no era posible.

“Veo la cabaña.” Anunció Jin quien iba en la camioneta de al frente. “Estaremos allí en cinco minutos.”

“Perfecto, vigilen que no haya nadie cerca de la cabaña y si hay gente, encárguense de ellos de manera silenciosa.” Ordenó Izuku seriamente mientras acomodaba su revólver especial que le heredó su madre, una de las tantas cosas y la guardó para cuando se encontrara con Enji, luego acomodó su desert eagle 12,7. “¿Alguien sabe si Dabi y Himiko ya salieron del hospital?”

“Vienen en camino, Himiko avisó hace dos minutos.” Respondió uno de los hombres de Izuku a través del micrófono, todos tenían uno y auriculares para mantenerse en contacto con el resto para estar pendientes de a quién o quiénes perdían.

“Perfecto, estén pendientes de su llegada.” Ordenó Izuku con seriedad.

“A la orden jefe.”

El silencio se formó luego de esa orden y unos minutos después la camioneta se detuvo y el motor se apagó, la puerta trasera fue abierta por el mismísimo Jin quien se había asegurado antes de que no hubiera nadie antes de sacar al jefe e Izuku no tardó en caminar rápido al interior de la cabaña para notar una mesa enorme con varias armas y sonrió ladino mientras negaba, Tomura había pensado en todo, al parecer y le agradaba que fuera de esa manera a pesar de que el hombre se negara a pertenecer por completo a su mafia, respetaba su decisión mientras lo siguiera ayudando de vez en cuando como justo en esos momentos hacía.

“Quiero un reporte completo de lo que está sucedido en la casa y el resto del terreno, sean sigilosos.” Pidió mientras se acercaba a la mesa para revisar las municiones y las armas para asegurarse que ninguna estuviera dañada o trucada. “Cada uno va a tomar una y ponerse en sus posiciones, los francotiradores consigan un lugar donde puedan esconderse y protegerse al mismo tiempo, no dejen que nadie de la otra mafia salga con vida y no pierdan ustedes la suya.” Ordenó seriamente.

“¿Quiénes irán con usted?” Cuestionó uno de los hombres con curiosidad.

“El equipo siete, el resto sepárense en grupos de dos para abarcar todos los pasillos y habitaciones posibles.” Respondió Izuku y ordenó al mismo tiempo en el que veía su celular. “Sé que Jin y su gente sacaron a casi todos de la casa, pero no se olviden de revisar las habitaciones por si acaso olvidamos a alguien que esté obligado a estar allí.”

“Tengo otra petición, Izuku.” Comentó Dabi llegando recién a la cabaña.

“Dabi ¿qué es?” Cuestionó Izuku mientras veía a Himiko ponerse el chaleco antibalas en completa seriedad y en completo silencio, al parecer había cumplido con la misión, así que la dejó pasar su luto si es que tenía alguno.

“Quiero que un grupo saque a mis hermanos de esa casa, así sea arrastrados y heridos, pero los quiero vivos.” Pidió Dabi sacando de su bolsillo una fotografía arrugada de su bolsillo y sonrió levemente. “Sé que ya no se puede salvar a uno de ellos, pero quiero a los otros dos.”

Izuku vio frunció el ceño sin comprender las palabras del contrario y tomó la fotografía para observarla, llevándose una segunda sorpresa ese día, ahora comprendía que Dabi haya pertenecido a la mafia de Enji, al ser hijo del hombre no tuvo otra opción y no quería imaginarse lo que había hecho con el resto de los hijos, por lo menos con los que nunca había visto en ninguna misión porque con Shouto ya sabía lo que había sucedido y cómo había terminado todo. Asintió levemente en completo silencio mientras se grababa el rostro de los dos hermanos vivos -tal vez- de Dabi, pasando luego la fotografía a los demás para que también se grabaran el rostro de esos dos.

“Gracias.” Comentó Dabi con una sonrisa tranquila sobre sus labios antes de salir para prepararse por su cuenta.

“Himiko.” Llamó Izuku viendo hacia la rubia y en poco tiempo la tuvo a su lado. “Mantente cerca con Dabi, llegaremos con Enji en poco tiempo.”

“A la orden jefe.” Respondió Himiko asintiendo levemente antes de preparar sus armas, limpiando las que había utilizado hacía minutos atrás antes de llegar a la cabaña.

En poco tiempo Izuku dio inicio a la misión y todos ingresaron al terreno por diferentes caminos, deshaciéndose de todos los hombres que encontraban, no pudiendo evitar que algunos de los suyos salieran lastimados, pero era parte del oficio y la misión, aun así ninguna herida había llegado al jefe y lo mantendrían de esa manera, a salvo mientras Izuku disparaba a matar sin sentir su pulso temblar siquiera, ya no era aquel pequeño niño miedoso que no le gustaba alzar siquiera un arma para disparar a otros, había sido entrenado por muchos asesinos para llegar a ser lo que ahora en la actualidad era, un jefe de la yakuza que vivía por y para proteger a otros de la gente cruel de ese mundillo.

Algunos de los hombres abrían puertas y se deshacían de algún que otro miembro de la yakuza mientras que el resto avanzaba con el jefe del grupo, Izuku por su parte se mantenía completamente atento a todas las esquinas y lugares de aquella enorme casona que por suerte no tenía sus tablas del suelo rechinando o hace rato los hubieran descubierto; Dabi se encargó de abrir uno de los pasadizos que se conocía en aquella casa donde había crecido, dejando que el grupo junto a Izuku entraran para quedar de último y volver a cerrar la puerta secreta, aquel lugar era la parte de atrás de las paredes y podían escuchar absolutamente todo, incluso podían ver en algunos hoyos lo que había del otro lado e Izuku no podía estar más espantado con algunas cosas que había descubierto en algunas habitaciones.

Se detuvieron al final del pasillo, dejando pasar a Himiko para que abriera la puerta, asegurándose de que no hubiera nadie cerca y sonrió con todos sus dientes a la vista, ya su luto lo había pasado, así que ahora su emoción abarcaba de regreso su sistema gracias a esa misión, paseó su mirada antes de salir con cuidado, pisando sólo algunos lugares puesto que sabía que habían trampas en aquella habitación, misma que pertenecía a Enji, quien no se encontraba allí y no sabían si era malo bueno o algo malo, aun así caminaron fuera, dirigiéndose por los pasillos para llegar a la gran sala donde sabían, Enji pasaba sus tardes y si no estaba ahí, de seguro lo encontrarían en aquel jardín que era su favorito y mismo que estaba cerca de uno de los viñedos.

“Encontramos a los hermanos Todoroki.” Anunciaron a través de los auriculares.

“Llévenlos a la cabaña y-“

“La señorita está demasiado herida, no creemos que pase de hoy, jefe.” Avisó el mismo hombre luego de interrumpir a Izuku.

“Corran entonces para el hospital, que la atiendan con urgencias.” Ordenó Izuku con total seriedad antes de ver a Dabi y por su mirada supo que el hombre ya sabía o se hacía una idea de lo que había sucedido. “Dabi ¿algo para decir?”

“Ese hijo de puta, de verdad lo voy a matar con mis propias manos.” Declaró Dabi con sinceridad mientras observaba hacia el final del pasillo. “Más les vale llegar a tiempo al hospital.”

Izuku se quedó esperando a que se le informara qué era lo que el hombre sabía, pero la duda no se le fue resuelta en ningún momento y se dijo que tal vez tendría que verlo con sus propios ojos, así que hizo una señal para que avanzaran todos de regreso por el pasillo por el que se estaban dirigiendo, teniendo que detenerse cuando su gente se regresó y estuvo por cuestionar qué era lo que sucedía, pero el sonido de disparos calló toda duda que tenía en esos momentos. Haló a uno de sus hombres por el cuello del chaleco al verlo casi ponerse al frente como carne de cañón, lo vio molesto por ese instinto suicida que no aprobaba y una vez que todos comprendieron que no podrían sacrificarse por el jefe, vieron a éste último asomar levemente la mirada por una esquina de la pared que los cubría.

“Enji.” Murmuró Izuku en alto antes de echarse hacia atrás para esquivar los disparos que iban hacia su cabeza, sacó el revólver cargado y respiró de manera honda antes de alzar el brazo y apuntar hacia el pelirrojo antes de disparar sin siquiera mirar.

“¡Izuku Midoriya dame la cara, mocoso!” Exigió Enji al final del pasillo con una sonrisa divertida puesto que sabía por qué estaban allí. “¡Touya! ¡Bienvenido a casa, hijo!”

“¡Muérete anciano!” Exclamó Dabi desde atrás de Izuku con el ceño fruncido. “¡Ya no uso ese nombre, así que no lo pronuncies!”

“¡Ven y acaba conmigo, hijo, a ver si te atreves!” Provocó Enji sin importarle su vida realmente mientras esperaba, nada pasó. “¡Yo no crié cobardes, Touya! ¡Sal y enfréntame!”

Izuku tuvo que sostener a Dabi para que no cediera a las provocaciones de su padre y negó en silencio cuando lo vio voltear para verlo, lo soltó cuando Dabi asintió y se alejó de regreso a su puesto mientras Izuku estudiaba el lugar donde se encontraban, al frente había otro pasillo y su chaleco no había recibido disparos algunos, así que estaba preparado para lo que estaba pasando por su mente.

“¡Enji entrégate y a todas esas personas que todavía tienes bajo tu control!” Exigió con total seriedad mientras caminaba entre su gente.

“¡Entregarse es de cobardes, niño y yo no lo soy!” Declaró Enji soltando una carcajada luego de eso.

“Eso supuse…” Murmuró Izuku con una mueca y le hizo una señal a todos para que se prepararan a disparar sin matar a menos que fuesen Dabi y Himiko los que lo hicieran. “En tres… dos… uno.”

La cuenta regresiva terminó y el mismo se lanzó hacia el frente comenzando a disparar en lo que pasaba hacia el otro lado del pasillo, escuchando la serie de disparos detrás de su cuerpo, llegó al otro lado sin problemas y se asomó cuando vio a Dabi y a Himiko caminar con calma hacia donde se suponía, estaba Enji, notó al hombre en el suelo y se acercó rápidamente para quedar detrás de ambos, viendo hacia el gran hombre pelirrojo en el suelo que ya escupía sangre y alzó una ceja con demasiada curiosidad por lo fácil que había sido deshacerse de él.

“Has cometido un error, niño.” Soltó Enji de una luego de haber tomado aire de manera profunda. “Te deshiciste de mí… pero hay alguien peor que yo… entre mi familia.” Confesó viendo hacia su hijo mayor, hablando justamente de él.

“Yo sé lo que tengo cerca, Enji Todoroki.” Respondió Izuku sabiendo que de la persona de la cual hablaba era el pelinegro a su lado y se agachó frente al hombre. “Y estoy seguro que no me traicionarán.”

“Es lo que tú piensas.” Le comentó Enji riendo por lo ingenuo que el pecoso era.

Izuku frunció el ceño y se levantó para dejar que los dos chicos se terminaran de encargar del hombre, dándose la vuelta para seguir de largo para el resto de los pasillos y neutralizar a la gente de la yakuza que todavía quedaba en luchando a pesar de que parecían saber que su líder ya no estaba con vida y eso le agradó a Izuku, eran fuertes aun sin un líder guiándolos. Aun así se deshicieron de todos aquellos que no le juraron lealtad o pidieron piedad por su vida.

•••••

Luego de un par de horas todos se encontraban organizando las cosas en el terreno que antes pertenecía a la organización del fuego, debían adelantarle un poco el trabajo a Tenya quien era el que debía encargarse por completo del papeleo, Izuku sólo leía y firmaba o sellaba de vez en cuando, así que su parte del trabajo lo haría desde ese momento mientras su gente caminaba por la casa y parte de los terrenos para asegurarse de que no había nadie que se haya escapado o que se hayan saltado por estar pendientes de no morir.

Dabi y Himiko se habían desaparecido junto a Jin e Izuku los dejó disfrutar de la libertad de su pasado mientras caminaba por el sótano con mirada tranquila, llevando sus armas por si acaso, sintiendo un peso menos en sus hombros puesto que había cumplido uno de los deseos de su difunta madre, pero su satisfacción era porque le había disparado al hombre con el revólver de su madre y sentía que ella era quien había disparado, así que ésta podría descansar en paz por fin. Sonrió por ello mientras abría las puertas, notando que eran almacenes de comida, vinos, otras cosas que parecían ser medicinas y que estaba seguro que le servirían a su hospital, luego mandaría a Chiyo a revisar con su gente para que tomara los que necesitara.

Siguió hasta llegar al final del pasillo, abriendo las enormes puertas que allí habían, creyendo que encontraría cualquier otra cosa menos aquello tan horrible que le había borrado la sonrisa de inmediato mientras pasaba la mirada por cada esquina, sintiendo los vellos de su cuerpo erizarse de manera escalofriante, él mismo aceptaba que había torturado gente para conseguir información antes de matarlos, pero lo que allí había no  era una tortura para matar a la persona, era para otra cosas que no estaba seguro y realmente no se le apetecía saber la razón porque ya sin siquiera saber lo que se hacía allí, podía ver que no era una idea hecha por un humano.

Caminó con precaución por el lugar, manteniendo su arma en la diestra sin bajar la guardia mientras pasaba por entre las jaulas con una mueca y la nariz arrugada, sintiendo su bilis subir hasta el punto de casi saborear el vómito que se estaba creando por el asqueroso olor que allí había mientras más se acercaba a lo que él creía, era el final de aquel lugar. Y no se equivocó, sí había llegado al final, pero lo que encontró lo hizo dar varios pasos hacia atrás, completamente horrorizado puesto que sobre la camilla estaba Rei Todoroki tratando de ser revivida como si fuese alguna especie de mal frankenstein, -lo que quedaba de la mujer estaba llena de tubos, conectada a diferentes máquinas de hospital que ni siquiera podría recordar sus nombres en esos momentos y tampoco quería, el horror no dejaba paso a nada más que el sólo recuerdo de su madre diciéndole hace mucho tiempo atrás, que se había deshecho de Rei Todoroki, pero ahora la mujer se encontraba en aquel solitario y frio lugar.

“¿Por qué?”

Eso era lo que preguntaba, pero tampoco es como si tuviera algo más para decir, decidió dar un paso hacia adelante y acercarse a la camilla a pesar del aroma a morfina y sangre, era demasiado fuerte y debía sinceramente felicitarse por no haber vomitado primero. Apretó el botón para encender el micrófono sin darse cuenta que había alguien en las sombras y antes de siquiera abrir la boca para pedirle a Dabi que se acercara, sintió una bala atravesarle una pierna y no pudo evitar soltar una maldición, su gente se movilizó más rápido que nunca puesto que también había escuchado el disparo gracias al micrófono que captaba todo sonido a más de un metro.

Izuku pudo reaccionar a tiempo y disparar hacia donde creía, estaba el atacante, antes de que un tercer disparo fuese hecho, el segundo llegó en el momento en el que él mismo apretó varias veces el gatillo para deshacerse de aquella persona y golpeó su brazo derecho, apretó los dientes sin soltar el arma y apretó más el agarre por si acaso, manteniéndose de pie y con la mirada seria cuando vio el cuerpo caer al suelo mal herido, lo reconoció y quiso reír porque se lo veía venir de alguien de ese pequeño grupo que había sido parte de la organización del fuego, pero no le salía hacerlo, el sentimiento de traición era más fuerte  que nada más y le dolía.

“Tomura… ¿Por qué?”

¡Hello! ¿Cómo están? Tiempo sin actualizar esto por aquí 😅

¡Pero aquí estamos hoy con capítulo!

Espero les haya gustado ❤️

¡Feliz navidad para todos! ¡LOVIU lunitas! ❤️

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