cuarenta y dos

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Me encontraba llegando solo a Amapola, los chicos ya estaban esperando por mi, los tres. Había creído por un momento que Taehyung vendría conmigo, pero no.

— ¡Seokjin, Hyung! —Dae me recibía con un caluroso abrazo, recién lo veía desde mi llegada.

Él estaba sentado al lado de Seon, y Taehyung en frente solo, apenas si me había mirado. Apenas si me había hablado lo que resto del martes hasta hoy sábado, dos veces me había dicho que vendría y terminaba cancelando. En su momento le había dicho que yo iría y se había negado diciendo que salía tarde del trabajo por hacer trabajo extra.

Me había estado evitando, no había que ser adivino para darse cuenta. Luego de saludar a Seon, llegaba a Taehyung.

—Tiempo sin verte —exclamaba dándole un apretón de manos ya que era su intención.

—Lo siento, Hyung. Tuve mucho trabajo esta semana. Ven siéntate —me daba el lugar de la pared dejándome frente a Seon.

— ¿Qué tal la vuelta? —preguntaba éste.

—Bien, ya el lunes comienzo de nuevo con la rutina —exclamaba intentando relajarme.

El calor de Taehyung me llegaba al igual sque su perfume dulce, lo había echado de menos, pero él parecía absorto en su teléfono.

—Se te extraño, Seokjinnie —decía Dae.

—Yo también los eché de menos ¿Ya pidieron algo? —preguntaba.

Amapola era bar y luego la pista se limpiaba para permitir a los presentes bailar descontroladamente.

—No aún no, llamaré a la camarera. Toma mira los tragos, nosotros ya sabemos que vamos a pedir —exclamaba Tae.

Estaba distante, Dae por su lado estaba con su teléfono.

Seon nos miraba incómodo y agregaba—: Pediremos una pizza triple para todos ¿Estás bien con eso o quieres otra cosa? —al menos alguien estaba siendo amable.

Hacía ademán de que estaba bien.

—Buenas noches ¿Ya saben que van a pedir?.

Taehyung tomaba la palabra—: Una pizza triple, dos cervezas, un Bloody Mary para mí y ¿Hyung? —se giraba a verme.

—Cerveza está bien —mencionaba a la chica.

—Perfecto, estén atentos a este timbre. Cuando su pedido esté lis-...

—Sonará, ya lo sabemos, no es la primera vez que venímos —contestaba Taehyung.

La chica lo miraba ceñuda, pero Seon se había adelantado a sonreírle como él sabía e inmediatamente había olvidado la descortecia de Taehyung. Por mi lado, queriendo entrar en clímax y tratando de hacer que todo fuera como antes entre los cuatro, me disponía a hacer a Dae el centro de conversación.

— ¿Cómo va todo con Irene? —preguntaba.

Y Seon me pateaba por debajo de la mesa, abriendo sus ojos grandes como reprendiendome por mi pregunta.

— ¿Qué? —susurraba por lo bajo a Tae.

Éste apenas había esbozado una sonrisa y respondía—: Ellos terminaron

—Ay, mierda. Joder, Dae lo siento —mencionaba apresurado.

—No pasa nada, nunca fui su tipo ideal —decía rodando los ojos.

— ¿Tipo ideal? qué ridiculez ¿Eso existe? —exclamaba, intentando relajar el ambiente.

—Para ella si —Dae me miraba entre divertido y acongojado—. Tú eres su tipo ideal, siempre lo fuiste.

Taehyung reía y negaba, pero su risa era malhumorada, era tosca e incomodaba.

Rodando mis ojos y añadía—: Solo habrá sido una excusa. No soy el tipo de nadie —mencionaba riendo—. Ella es aburrida y tú más alocado, mereces alguien con tu mismo humor —replicaba.

Dae sonreía y lo tomaba de buena manera, el timbre sonaba salvando el silencio entre los cuatro.

— ¡La comida! —gritaba Tae golpeando la mesa—. Iré por el pedido

Me arriesgaba a preguntarle—. ¿Quieres que te acom-...?

— ¿Dae me acompañas a buscarla? —Seon y Dae me habían mirado al mismo, yo solo había atinado a asentirle para que fuera con él.

—Seguro —decía incómodo.

Ambos se retiraban dejándome con Seon.

— ¿Qué mierda pasa entre ustedes? —preguntaba finalmente.

—No lo sé —exclamaba con total honestidad.

— ¿Estuvieron juntos ya?

—Si, si estuvimos —respodía, recordando lo bien que lo había pasado.

— ¿Y por qué se comportan así?. ¿Qué le pasa a Tae?

—Lo mismo quiero saber, el martes se fue y habíamos acordado vernos de nuevo antes de hoy, pero se fue con un humor extraño —fregaba mis ojos—. ¡Aish, no sé que le pasa, Hyung!

— ¿Ustedes ya hablaron de lo que sienten? —preguntaba.

—Nos dijimos que nos gustabamos o al menos yo se lo hice saber. ¿Qué más se suponía que hiciera? —preguntaba confundido.

— ¡Aish, diablos, Seokjin! —Seon se agarraba la cabeza—. ¿Simplemente cogieron sin siquiera tener una charla sobre lo que sentían?.

Fruncía el ceño ante el tono de voz que había usado. ¿Por qué lo hacía ver tan mal?

—Somos mejores amigos, lo quiero y él lo sabe —me defendía.

— ¡Por dios, follaron! ¿Qué se supone que son ahora? ¿Folla-amigos? ¿Novios?

—Oye, oye —exclamaba con mis manos en señal de alto—. ¿Por qué buscas un título?. Folla-amigos es algo estupido, los folla-amigos no tienen la conexión que tenemos con Tae —aunque esa conexión no la encontraba hoy—. Y nadie hablo nada de ser novios

— ¿Se supone que ahora eres gay o no? —preguntaba.

—No, no lo soy —exclamaba entre risas.

Seon se veía confundído—. Vale, bisexual entonces

—No, estoy seguro que me gustan las mujeres —mencionaba sin preocupación.

Más confundido lo dejaba.

— ¡Pero si te gusta Tae! —decía sorprendido y confundido.

—Si ¿Y?

— ¡Qué es hombre!. Eso técnicamente te hace... Te hace —por dios iba a tener un colapso nervioso en cualquier momento.

—No me hace gay —mencionaba relajado—. Me siguen gustando las mujeres, no puedo pensar en estar con otro hombre porqué sería algo imposible. Solo es con Tae.

Seon me estudiaba—: ¿Has pensado que Taehyung quizás quiera algo más?. Hombre, llegaste y hasta yo sentí equivocado el apretón de manos que se dieron

—Oye, no es mi culpa que él siga teniendo sus folla-amigos —respondía cansado. Me hacía ver cómo el idiota en todo este asunto y no era así—. Él sigue viéndose con otros, es más, el mismo día que estuvimos juntos lo había llamado uno de sus amigos especiales. Yo no soy eso, yo si lo quiero, él me importa

—Ay, Seokjin. ¿Acaso él atendió el llamado?

—No, pero lo revisó luego —rascaba mi cabeza abrumado.

— ¿Tú crees que Taehyung tiro un año de amistad casi al abismo por una revolcada contigo?

Seokjin llegaba al bar vestido para dejarme sin aliento.

«Maldito»

Tenía el pelo un poco enmarañado debido a que seguramente venía con la ventanilla del auto baja y yo había decidido ponerme en el personaje que él quería de mi. El mejor amigo, así que solo le daba un apretón de manos, pero para mi mala suerte tenía que sentarse a mi lado.

Lo habia evitado toda la semana por claras razones, mejores amigos esto, mejores amigos lo otro. Listo, seré solo tu maldito mejor amigo. No había tenido un gay panic, pero de igual forma me había dejado en claro su rechazo.

"Solo pienso que el hecho de haber tenido sexo no va a cambiar nada entre nosotros", esas habían sido sus exactas palabras. Me quemaba el calor de su cuerpo al lado, por dios que ganas de repetir que tenía. Que ganas de lanzarme para morderlo, besarlo y dejarlo sin aire.

Pero no, era el maldito mejor amigo.

Cuando el pedido se había anunciado como listo, él tenía intenciones de venir conmigo, pero había optado por Dae, al menos hasta relajarme y poder tratarlo con una sonrisa en el rostro.

En la barra esperando, Dae lanzaba su pregunta—: ¿Qué pasó con Seokjin Hyung? ¿Ya son novios?.

Me reía y respondía—: Estamos muy lejos de serlo

— ¿Pero no sé suponía que hablarías y le dirías lo que realmente sientes? —preguntaba insistente—. ¿Qué sucedió?

—Me embriagué —respondía.

— ¿Es broma?

—No, de todas formas si follamos —mencionaba restándole importancia.

—Si, si se nota. La tensión podría cortarse con tijera —exclamaba—. ¿Pero le dijiste lo que sien-...?

—Soy su mejor amigo, Dae —respondía fuerte y claro—. Él no quiere arruinar eso

—Pero le gustas —decía como un niño que no entiende a los adultos—. Se le nota

—Si, bueno —suspiraba—. Él dijo que el sexo no debía arruinar nuestra amistad y también creé que quiero cogerme a medio mundo

— ¿Y tú quieres cogerte a medio mundo? —preguntaba confundido.

El pedido finalmente nos era entregado—: Quizás si, si quiero eso —respondía desganado.

Dae no había dicho nada más y tomaba la bandeja con las bebidas mientras que yo llevaba la pizza.

—¿Qué intentas decirme? —preguntaba confundido a Seon.

— ¡Volvimos! —Dae gritaba llegando con los tragos—. ¿De que hablaban? —preguntaba como si nada.

No sabía que responder, pero Seon era rápido—. Lee-Park, el idiota de informática

— ¡Oh, ese imbécil! —decía Dae. Tae abría sus ojos grandes y yo me encontraba confundido—. ¿Puedes creer lo imbécil que fue con Seon?.

Levantaba mis cejas confundido. ¿Quién demonios era Lee-Park y por que había sido un imbécil con Seon Hyung? pedía socorro al susodicho con la mirada.

— ¿Qué le hizo? —Tae finamente me miraba esperando que le contara lo que ni yo sabía.

—Bueno, Lee... El tal Lee —blabuceaba pidiendo socorro.

—Me quiso robar unos expedientes con un proyecto a futuro muy importante —decía Seon—. Pero todos mis trabajos tienen mi marca de agua especial, así que lo despidieron al instante.

— ¿En serio? —soltabamos al mismo tiempo.

Seon me pateaba al ver que Tae me observaba confundido—: Si, eso. Un imbécil —agregaba al instante.

Luego de que las horas pasaban, básicamente toda la noche habia estado pensando en que  había querido decir Seon, Taehyung de a poco comenzaba a ser más sociable conmigo y los tragos ya estaban haciendo estragos en todos, incluyéndome.

Había gente que ya había empezado a bailar en la pista, Dae tiraba unos pésimos chistes y yo me desconcentraba con el perfecto perfil de mi amigo. Qué ganas de tirarme encima, pero él estaba en el papel de mejor amigo, se veía que no quería nada mas que eso conmigo y debía contenerme.

En un momento dos chicas se habian acercado a Seon y Dae para hablar y coquetear, eso me habi dejado vía libre para lograr que Taehyung dejara de evitarme.

Así que ponía mi cuerpo en dirección a él apoyándome en la pared—. No viniste, ni un día —mencionaba un poco más alto de lo normal.

— ¿Qué? —preguntaba, no me había oído y me brindaba su oreja para que me acercase y volviera a preguntar.

Me inclinaba y rozaba su lóbulo con mis labios—. No viniste ¿Por qué no viniste a casa conmigo?.

Inconcientemente mi mano se había dirigido a su nuca acariciando la zona. Lo miraba sin despegarme y notaba que tenía los ojos cerrados. No estaba seguro, pero cabía una leve posibilidad de que estuviera derritiéndose.

—Mirame —le rogaba. Pero cuando su rostro estaba quedando de frente a mi éramos interrumpidos.

— ¡Idiotas! —gritaba Seon quién se encontraba parado, ebrio y con una chica al lado—. ¡Nos vamos a la pista!.

Taehyung se alejaba de mi y asentía, mientras que yo me tiraba con la cabeza hacía atrás, la tensión me estaba matando.

Luego un chico se acercaba a nuestra mesa, más bien a Taehyung—: ¿Bailas conmigo?

—¡Si! —ni siquiera había dudado en su respuesta

Ni siquiera se habia girado a verme, solo me dejaba ahí como un idiota, solo. Estaba a punto de irme, el alcohol y seguramente los celos se me habían subido a la cabeza, pero unas pequeñas manos me obligaban a abrir los ojos.

—Hola, guapo ¿Bailas conmigo? —una chica para nada coreana, de piel morena y labios carnosos me invitaba a bailar.

La miraba como estúpido, era hermosa. Así que asentía y me levantaba de la mesa, mientras ella me regalaba una sonrisa tan sensual.

«Mierda»

La caricia de Seokjin me había dejado mal, me había acariciado la nuca, pero la sensación de escalofríos me recorría todo el cuerpo descendiendo por completo a mi entrepierna.

Tenía que alejarme o no podría cumplir mi rol de mejor amigo, tenía que alejarme o me subiría encima de él en público para devorarlo de todas las formas posibles.

Y no sabia cómo podría reaccionar con esa muestra de "cariño" en público de mi parte. Así que sin pensarlo mucho accedía a irme para bailar con el desconocido.

— ¡Las manos! —mencionaba y lo empujaba para que dejará de toquetearme.

Asco me daba, quién me había mandado a ser tan imbécil, buscaba a Seokjin con la mirada y no estaba en la mesa. Comenzaba a mirar a mi alrededor y lo encontraba pegado a la cintura de una morena realmente hermosa.

— ¡Mierda! —exclamaba en un grito.

Mi acompañante no entendía.

— ¡Oye, no te estoy tocando! —apenas si prestaba atención al imbecil que estaba conmigo.

Toda mi atencion estaba puesta en como la tipa se restregaba sobre el cuerpo de Seokjin y él tenía esa mirada lasciva que días atrás me había dado a mi. Esa maldita punzada en el estómago se hacía presente, no me gustaba lo que estaba viendo.

La tipa sabía moverse, lo hacía muy bien y no paraba de restregarse contra mi cuerpo, me encontraba medianamente excitado, pero no por ella./El culpable era Taehyung, quería a Taehyung, pero él no me quería a mi o al menos eso se esforzaba por demostrar.

La tipa se había girado para comenzar a depositar besos húmedos en mi cuello. La sensación era vacía. Cerrando mis ojos intentaba imaginar los besos de Taehyung, pero no tenían comparación.

Así que los abría nuevamente, buscándolo entre la multitud y lo encontraba, el tipejo junto a él estaba tan cachondo como mi acompañante. Lo estaba besuqueando en el cuello también, pero Taehyung tenía cara de asco.

— ¿Me disculpas?. Tengo que irme —mencionaba sin pensarlo mucho.

La chica estaba confundida, yo no había cortado el contacto visual mientras cortaba la distancia con él. Yo quería a Tae, entonces iría por Tae, me valía mierda su orgullo.

No sabía en qué momento el idiota que estaba conmigo me había comenzado a besar el cuello, porque estaba absorto viendo cómo esa mujer estaba besando a mi Hyung.

Luego sus ojos me encontraban y dejando a la chica venía con dirección hacía mi. Mi estúpido corazón estaba palpitando como un motor de caballos y medio, pero para mí asquerosa sorpresa el tipo que estaba conmigo a mi espalda se venía de frente y me besaba de manera torpe y asquerosa.

Intentaba soltarme de su agarre sin hacer un escándalo, pero no me soltaba, hasta que alguien más me lo quitaba de encima.

— ¡Vete! —mencionaba fuerte y claro. El tipo se había ido sin insistir.

—Podria haberlo hecho solo —mencionaba intentando alejarme de él, estaba cerca y su mirada era intensa y viajaba por todo mi rostro.

— ¿En serio? —exclamaba finalmente mirando mis ojos—. ¿Te mordió? —preguntaba acariciando mi labio con su pulgar.

Mierda, me encantaba.

—No —exclamaba jugando con mi lengua dejándola a la vista y acariciando mi propio labio.

Él esbozaba una sonrisa mientras jugaba con su propia lengua y como si el tiempo se hubiera detenido, me besaba. Su mano en mi nuca hacía presión para que que no quedaran espacios vacíos.

Su lengua se abría paso sin permiso para buscar la mía y así bailar juntas, al instante había reaccionado, tomándolo de la nuca con ambas manos.
Como era de costumbre, también nos habíamos mordido y con muchas ganas. Joder, estos tres días sin verlo me habían hecho mal, también lo había soñado y me hacía extrañarlo horrores.

—Tienes es el sabor de ese imbecil —decía entre dientes pegado a mi boca—. Te llevaré conmigo ¿Me oíste?

— ¿Y si no quiero? —cuestionaba entre besos ahogados.

— ¿No quieres? —se veía preocupado.

No había podido evitar reírme—: ¿Nos vamos?.

Se me tiraba brindándome un beso finalizado de una sensual mordida y estirando mi labio de forma lenta y sensual. No sin antes succionar y soltar de repente.

—Salgamos de aquí —me tomaba de la mano para abrirse paso ente la gente hasta finalmente llegar a la salida.

Deseo que se vayan a dormir con cierta tranquilidad e intriga.

Con amor, Niñita Nany.

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