51; VISITA A KING'S LANDING

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VISITA A KING'S LANDING

Dos años habían pasado desde la consumación del matrimonio de Rhaella y Jaehaerys, y aún no tenían noticias de un embarazo, cosa que aliviaba a Cerys y preocupaba al resto del reino. La gente siempre hablaba y su tema favorito era la familia Targaryen. Con la falta de hijos en el matrimonio de Helaena y Aegon todos habían puesto los ojos en Rhaella y Jaehaerys a la espera de cualquier indicio de un hijo fruto de la relación, pero después de dos años no había nada. Incluso el rey comenzaba a cuestionar la falta de hijos en ambos matrimonios, pero tanto Aegon como Rhaella cambiaban el tema de inmediato, Helaena solía sonrojarse cuando le preguntaban y comenzaba a balbucear cosas que nadie entendía, y Jaehaerys siempre decía que no estaban listos. Daemon no decía nada al respecto, cada vez que le preguntaban no ocultaba su molestia por semejante imprudencia hasta que todos acordaron nunca preguntarle.

Fuera de las habladurías de las personas que llegaban a Dragonstone de vez en cuando, nada más había cambiado en el castillo. Los niños seguían viajando a King's Landing, Driftmark, el Valle y el norte con frecuencia, muchas veces dejando a sus padres solos en compañía de Aerys que aún era muy pequeño para viajar sin ellos. Esa semana Jaehaerys, Haelyn, Viserys y Alyssa viajaron a King's Landing mientras el resto de sus hermanos viajaba a Driftmark con sus padres. Los cuatro llegaron a la fortaleza en medio de una tormenta que los había tomado por sorpresa en medio de su viaje, pero no se detuvieron hasta que aterrizaron en el pozo de dragones. Un carruaje ya esperaba por ellos y los llevó hasta la fortaleza donde su abuelo ya los estaba esperando, el rey los abrazó sin importar que estuvieran empapados y ordenó que prepararan baños para sus nietos enseguida. Helaena estaba de pie unos cuantos pasos más allá del rey sonriente a sus sobrinos, la reina estaba junto a ella con su rostro tan duro como siempre.

Los nietos del rey fueron llevados a sus habitaciones donde pudieron darse un baño y cambiar sus ropas mojadas por ropa seca. Cuando estuvieron listos fueron llevados al comedor donde la familia real ya los esperaba para almorzar juntos, el rey, la reina, y sus hijos ya estaban esperando por ellos, pero la mano del rey no estaba por ningún lado. Alyssa sonrió discretamente mientras se sentaba entre Aegon y Haelyn, Helaena también sonrió con complicidad, pero todos lo tomaron como su usual gesto de amabilidad hacia sus sobrinos.

—Brindemos por mis nietos—habló el rey mirando a sus nietos—, para que sigan creciendo igual de inteligentes y fuertes como su madre.

Todos brindaron, unos con sonrisas forzadas y otros con sonrisas genuinas.

—Si me permiten preguntar—Alyssa llevó su mirada a la reina—, ¿La mano del rey no nos acompañará?

—Mi padre se encuentra indispuesto—respondió la mujer.

—Oh, espero que se recupere pronto—mentira.

Aegon se ahogó con el vino que estaba tomando y comenzó a toser llamando la atención de todos, claramente viendo a través de la mentira de Alyssa.

—Quizás sea una señal para que dejes de beber tanto, tío—Viserys levantó su copa en dirección de su tío.

Alicent apretó los labios en señal de desagrado por el comentario, pero Aegon solo le lanzó una mirada de desprecio a su sobrino. Los demás ocultaron sus ganas de reír tras sus copas y actuaron como si no hubiese pasado nada.

El resto del almuerzo se fue escuchando al rey hablar con sus nietos, completamente ignorando la presencia de su esposa e hijos, ellos estaban más que acostumbrados a eso. Sin embargo, aún así les molestaba. No tener la atención de su padres no fue problema en un principio, de hecho lo ignoraban a favor de bañarse en la atención de las personas que ellos reconocían como padre, pero cuando estos se fueron dejándolos atrás las cosas cambiaron. Aegon aún se enviaba cartas con Laenor, de vez en cuando, y se veían al menos una vez cada cierto tiempo, pero no era lo mismo. Aemond había dejado de enviarse cartas con Daemon y Cerys hace años porque de una forma u otra su madre siempre se enteraba cuando enviaba una y lo regañaba fuertemente, y ni se diga de su abuelo que llegaba a golpearlo sin piedad y a diferencia de su hermano que aún los desafiaba manteniendo contacto con sir Laenor, él ya no quería sufrir. Gracias a esas circunstancias los dos comenzaron a resentir al rey, sobre todo Aemond que lo culpaba de todo su sufrimiento desde lo que pasó en Driftmark años atrás. Incluso Helaena algunas veces veía al hombre con resentimiento, pero se debía más a que no le gustaba ver a sus hermanos sufrir, ella era la que menos sufría a manos de su madre y abuelo, pero sufría demasiado viendo a sus hermanos todos los días.

Después del almuerzo el rey se llevó a su primer nieto para que hablaran sobre cosas de política dejando que el resto hiciera lo que quisiera. Alyssa y Aegon desaparecieron sin decir adiós, ella para reunirse con sus espías y él para encerrarse en su habitación a quejarse de su miserable vida. Jaehaerys, Haelyn y Helaena se reunieron en un salón para comer postres, la mayor de los tres obligando a su hermano menor a acompañarlos. Aemond se mantuvo alejado de ellos observando en silencio como hablaban y reían con tranquilidad, su hermana sosteniendo la mano de Jaehaerys en cada momento. En algún punto de la reunión el dúo de tía y sobrino desaparecieron con alguna excusa que ninguno de sus acompañantes comprendió, y ni quisieron comprender. Haelyn llevó su mirada a su tío y se sonrojo cuando lo encontró con la mirada ya puesta sobre ella.

—Papá quería que te diera esto—Haelyn abrió una bolsa que tenía cerca del fuego y sacó un libro—, es sobre Valyria, dice que no lo tienen aquí.

Aemond se levantó de la silla donde estaba sentados y se acercó a ella con pasos suaves, su mano tomó el libro y sintió la nostalgia crecer en su interior. Era el libro que su padre le había leído cuando intentaba enseñarle alto valyrio durante su primer mes en Dragonstone.

—Yo tengo algo para madre—dejando de lado su sentimentalismo llevó una mano a su cinturón y sacó una daga con el mango rojo—, la encontré en el pozo, el rey dice que es de ella.

Haelyn tomó la daga con cuidado y la giro en sus manos, era acero valyrio, idéntica a las que su madre siempre tenía colgadas en su cintura.

—Se pondrá feliz de saber que la encontraste.

—Mmh—Aemond apartó la mirada de su sobrina y se dio la vuelta—, nos vemos después.

—¡Espera!—La princesa se levantó para seguirlo.

—¿Necesitas algo más?—el mayor se giró para mirarla.

—Yo...solo...

El silencio se prolongó y Aemond comenzaba a sentir la necesidad de huir a su habitación y no salir hasta que sus sobrinos abandonaran King's Landing, pero se mantuvo firme a la espera de que su sobrina dijera algo.

—Nunca hablamos de eso—habló ella finalmente.

—¿Sobre qué?—Haelyn parpadeo mirándolo como si estuviese bromeando.

—De...—se detuvo a sí misma. —Olvidalo, es una tontería.

Aemond vio como ella se apresuraba a salir dejando atrás la bolsa junto al fuego. Con un suspiro de resignación agarró la bolsa y salió del salón en busca de alguno de sus sobrinos, para su suerte no tuvo que caminar mucho. Aegon y Viserys estaban caminando en su dirección, parecían hablar de algo divertido porque estaban riendo y haciendo muecas exageradas. Por un segundo se vio a sí mismo con Rhaella caminando por la playa burlándose de los señores de la corte.

—¡Aemond, hermano!—su hermano mayor lo llamó con una sonrisa de burla.

—No tengo tiempo para tus idioteces—le dio una mirada dura a su hermano antes de darle toda su atención a su sobrino que se veía confundido—. Esto es de Haelyn, lo olvidó en el salón.

Viserys tomó la bolsa y la abrió para ver su contenido, a su lado Aegon intentó ver solo para ser empujado por el menor de los tres.

—Gracias, Aemond.

Eso también había cambiado, antes se llamaban hermanos cuando estaban solos, en presencia de otros era tío y sobrino, pero ahora no sabían cómo llamarse sin sentirse incómodos así que solo se llamaban por sus nombres.

—Vamos, sobrino, dejemos a mi hermano con su humor amargo—el mayor pasó su brazo por los hombros de su sobrino—. Nos vemos, hermano.

El menor los vio alejarse por el pasillo y puso los ojos en blanco retomando su camino.

Los hijos mayores, tío y sobrino, se perdieron por los pasillos de la fortaleza hasta llegar a la habitación del nieto del rey. Apenas ingresaron Aegon se lanzó en la cama exclamando que estaba cansado por haber caminado tanto y Viserys sólo pudo poner los ojos en blanco ante el dramatismo de su tío. Con cuidado dejó la bolsa sobre la mesa en medio de la habitación y se quitó el chaleco que tenía puesto quedando solo con una camisa blanca, en la cama Aegon se quitó los zapatos.

—Sabes, estuve pensando en escapar—comenzó el hijo del rey—, tal vez me llevé a Aemond a rastras.

—¿Dejarás a Helaena?—Viserys se sentó en la cama a su lado.

—Ella puede irse a Dragonstone—se encogió de hombros—, estoy seguro que vivirá feliz de poder estar con Rhaella y Jaehaerys.

—¿Qué hay de ti?—los dos se miraron—¿Qué te haría feliz?

—Una habitación llena de vino.

Viserys empujó a su tío y se dejó caer a su lado, Aegon se comenzó a reír y pateó a su sobrino.

—No deberías golpear a tus mayores—le regañó en broma.

—Solo eres mayor por unos meses—Viserys lo empujó otra vez.

Aegon se movió empujando a su sobrino con fuerza, quizás utilizó demasiada fuerza porque en el segundo siguiente Viserys se estaba deslizando por el borde de la cama y cayó en el suelo con un sonido sordo. Con cuidado se asomó por el borde de la cama encontrándose con la mirada seria de su sobrino que no le dio tiempo de reaccionar cuando lo agarró por el brazo y tiró de él lanzándolo al piso. El escándalo que formaron gritando improperios en alto valyrio pareció alertar al guardia que cuidaba la puerta pues esta se abrió con un estruendo haciendo que se sobresaltara, pero cuando se giraron para avisar que no era nada palidecieron al ver a nada más y nada menos que el rey de pie en la puerta. Todo hubiese estado bien si no fuera por la posición en la que estaban con Aegon sentado sobre su sobrino en un intento de dejar que lo golpeara.

—¡No es lo que piensas!—gritaron los dos.

Viserys empujó a Aegon y se levantó tan rápido como pudo.

—¿No estaban peleando?—el rey les lanzó una mirada divertida que los hizo sonrojar.

—Entonces si es lo que piensas—murmuró Viserys.

—Vine a dejarte esto—los dos vieron como el hombre caminaba hasta la mesa dejando un libro sobre ella—, los veré en la cena—se giró para salir—. La próxima vez no sean tan ruidosos, no creo que a nadie le gustaría escucharlos.

Ninguno de los dos dijo algo, simplemente dejaron que el pobre hombre se fuera dejándolos sonrojados hasta las orejas. Fue Aegon quien rompió el silencio con su risa escandalosa, Viserys lo pateó echándole la culpa de todo.

—¿Mi culpa?—el mayor por meses se levantó del suelo y empujó al otro hacia la cama. —Tu fuiste él que empezó.

—Tu me empujaste fuera de la cama—le gruñó Viserys.

—¡Viserys!—la puerta se abrió otra vez y Alyssa apareció con la respiración agitada—¡Auxilio!

La menor corrió hasta la cama y se lanzó en ella para ocultarse bajo las sabanas, segundos después Haelyn apareció sosteniendo una daga y con claras intenciones de intentar cometer un asesinato. Detrás de ella la sombra de Aemond se cernía como un dragón a punto de escupir fuego.

—¿Ahora qué?—el mayor miró a su hermana que se acercaba con Aemond siguiéndola de cerca.

—¡Solo le dije que ella y Aemond hacían bonita pareja!—gritó Alyssa en su defensa.

—¡No fue lo que dijiste!—Haelyn dejó caer la daga en el suelo y trepó en la cama tratando de sacar a su hermana de su escondite—¡Sal de ahí bruja!

Viserys suspiro levantándose de la cama, sin duda la próxima vez traería a Aiyana con ellos, él solo no podía lidiar con esto.

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NOTA:

EDADES DE LOS NIÑOS Viserys y Aegon (19). Aiyana (18). Helaena (17). Rhaella y Aemond (16). Haelyn y Jaehaerys (15). Alyssa, Jacaerys y Daeron (12). Lucerys, Baela y Rhaena (11). Joffrey (7). Aerys (4).

Sé que dije lo de un nuevo niño, pero me inspire de más en la visita a King's Landing así que lo dejaré para el siguiente.

Pregunta seria, ¿Qué opinan de la relación de Aegon y Viserys? ¿Amigos de la infancia a enemigos o amigos de la infancia a novios? Ya sé a donde va a llegar su relación, pero quiero saber que piensan ustedes.

En este capitulo ya pueden ir notando que poco a poco Aemond se está quebrando bajo el cuidado de los Hightower y como Aegon está cayendo en los brazos del alcohol en su intento de no quebrarse también, la pobre Helaena es lo único que los mantiene unidos.

Espero que les haya gustado, gracias por leer, lu.

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