Capítulo 10. Bosque

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

🦋 15 años de edad.

Se habían alejado ya mucho de todos, incluso cuando el profesor les había pedido no hacerlo, simplemente caminaban, siendo Kim Taehyung el que avanzaba sin rumbo fijo y en un silencio que estaba volviendo loco a Jeon Jungkook, quien seguía, sin dudar, cada paso que daba su pequeño osito entre los árboles de aquel bosque desconocido.

—Taehyung, espera —le dijo, en un intento por detenerlo, pero el castaño solo lo ignoró, y fue por ello que se vio obligado a tomarlo por el brazo, llamando su atención y deteniéndolo de golpe—. Basta ya —le dijo y su fuerte mirada grisácea solo hizo que la de Taehyung se desviara hacia el piso repleto de hojas—; vas a hacer que muera de los nervios, dime qué está sucediendo.

—Creo que —comenzó balbuceando y Jungkook se preocupó sobremanera, deseando poder ver los ojos bonitos de su amigo, quién no podía darse el lujo de mostrárselos—... creo que... soy gay, Jungkookie —confesó y la manera en que el mencionado soltó su brazo, le hizo sentir que el mundo entero se le derrumbaba encima, como sucedía en cada una de sus pesadillas.

—¿Qué? —preguntó, tratando de entender lo que había escuchado, y fue en aquel trance que por fin recibió los ojos mieles sobre los suyos.

—Me... me gustan los hombres.

—Tete —murmuró Jungkook y por un pequeño instante sintió que el oxígeno le faltaba—... ¿Hablas... hablas en serio? —y Taehyung asintió, dejando ver una mueca llena de angustia—. ¿Desde cuándo?

—Desde... desde siempre.

—¿Cómo fue que...?

—Es que... hay alguien que me gusta —admitió y sus mejillas se colorearon de una forma que jamás lo habían hecho bajo la mirada de bambi que Jungkook tenía.

—¿Alguien... alguien que te gusta?... ¿Estás... estás enamorado? —preguntó y la verdad es que no supo por qué lo hizo, pues la expresión que le dio Taehyung provocó que su pecho doliera y su corazón se hiciera pedazos, sin poder entender lo que estaba sintiendo.

—No sé si estoy enamorado, pero en serio me gusta.

—¿Quién? —se volvió a atrever, hundiendo más la daga en sus entrañas.

—No voy a decirte, no es necesario; pero es alguien a quien le tengo mucha confianza, hemos pasado por muchas cosas ya: no es malo, tiene buen corazón y se preocupa por los demás... le gustan los animales y tiene la piel blanca y el cabello negro, muy suave y sedoso... Es muy humano... No importa —se detuvo, ante la mirada que estaba recibiendo de Jungkook—, de todas maneras, es imposible que él y yo... Igual, si algún día siento que debo hacerlo, le diré lo que siento, aunque solo para sacarlo, no pretendo tener nada con nadie...

—Taehyung —interrumpió, sin poder terminar de creer lo que estaba escuchando. Por alguna extraña razón, sintió que encajaba perfectamente con esa descripción y centenares de dudas hicieron arribo a su cabeza, dejándolo completamente helado—... ¿Por... por qué te has enamorado?

—Jungkook, ¿Qué pregunta es esa? —sí, bueno, él tampoco sabía por qué la había hecho. Estaba claro que ver a Taehyung enamorado era algo que nunca se había imaginado, pero, ahora, con esa descripción del chico que le gustaba, pensar en Taehyung como un joven enamorado de él, era algo para lo que no estaba, por supuesto, nada preparado.

—... Solo...

—No digas tonterías —pidió, de repente—. He venido aquí para confesarte mi más grande secreto y tú solo cuestionas estupideces, cuando lo único que quiero saber es si quieres seguir teniéndome cerca o no —y el azabache lo entendió: no era el momento de hacer conjeturas, Taehyung tenía razón.

—¿Qué? —inquirió, cuando pudo hacerlo—, ¿Cómo, siquiera, puedes pensar que yo me alejaré de ti por esto?

—Es que... es que me aterraba...

—Taehyung, que tengas diferentes preferencias sexuales no te hace menos tú ni menos especial, incluso, ahora, solo puedo pensar en que eres más original y maravilloso con cada segundo que pasa —dijo y sus manos atraparon las del chico que, sin poder evitarlo, sonrió en un cuadrito pequeño—. Eres mi mejor amigo, jamás te rechazaría... por nada del mundo.

—Jungkook...

—Gracias por compartirme esto, osito —mencionó, pensando que era cierto: no importaba en absoluto el joven que le gustara a su Taehyungie, incluso si se trataba de él mismo; lo que ahora Taehyung necesitaba, era la compresión de su mejor amigo y él se la daría sin reservas. Por tal hecho, lo tomó entre sus brazos y lo enredó con ternura, dejando que el castañito se acurrucara en su cuerpo—. Prometo que cuidaré más de ti y alejaré a todos los idiotas que se te acerquen.

—Quería un mejor amigo, no una niñera.

—Pues tienes ambos, así que siéntete afortunado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro