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🦋👑¿Un besito? 👑🦋

No perdí nada, me perdí a mi misma para lograr entrar a tu corazón 💜🦋.

—Angeles Carrasquero 💜✍🏻👑.

Victoria.

No lo puedo asimilar pero ni siquiera un poco ¿Que es lo que no sé de él?

Al parecer nada.

La mañana se ha ido tan rápido  como también se acabó el funeral del rey dejando a la reina destrozada y a su hijo casi igual, es imposible no pensar en Gael quien muy pronto asumirá la responsabilidad del reino, pronto será el nuevo rey y dudo que sea igual a su padre. Gael es más diferente, también se hace el fuerte cuando sabe que eso es imposible.

Las puertas se abren para darle el paso al ataúd de oro del rey, iremos al cementerio que han reservado solo para los reyes de la nación y luego de ahí vendremos al palacio. Mañana nos iremos a la ciudad Celeste, para luego ir a Cristopholis.

A medida que avanzamos por las calles del pueblo para llegar a la plaza, puedo sentir la mirada de personas sobre nosotros, sí, somos el centro de atención en cualquier parte que ponemos un paso, y en especial la mirada es más que todo para mí fiel acompañante, pues camina como si fuera el rey supremo. Y lo es, he de admitir que su belleza resalta por toda las calles, su altura lo ayuda en todo y sobre todo las sonrisas y miradas que le da a cada joven. Es encantador para cada persona.

—¿Sucede algo? —pregunta con el ceño fruncido, es obvio que sucede.

Hoy lleva un elegante traje oscuro, con botones dorados y un abrigo oscuro de piel, ¿Ya había mencionado que el frío es insoportable? Por eso ambos traemos abrigos calurosos que son los únicos que nos pueden brindar algo de calor, pues lo necesitamos.

Su cabello lo tiene sobre su frente y amo ese color en él, mientras que sus ojos ámbar me observan, pestañea esperando una respuesta de mi parte. Pues me he quedado mirándolo demasiado.

—¿No has sentido las miradas? —pregunto y él frunce el ceño, me pregunto si está intrépida pregunta no la tomo por sorpresa, relaja el ceño y observa a su alrededor con disimulo, yo sonrió mientras niego—eres el centro de atención.

Mi comentario lo hace sonreír orgulloso mientras pasea la mirada por todos los presentes, las jóvenes al verlo murmuran y sonríen encantadoras.

—¿Que no es obvio? Soy la mayor obra de arte que pudo haber existido. —dice y me guiña un ojo mientras yo regreso la mirada al frente, he de decir que su sarcasmo nunca desaparece, carraspea a mi lado y se acerca más a mí —mi majestad esta celosa ¿Eh?

—En lo absoluto, eres libre —y es la verdad es libre de hacer lo que quiera, y si es alcanzar el centro de atención pues tiene todo su derecho, le doy una pequeña mirada rápida mientras dejo de sonreír —¿Por qué debería estar celosa?

Y es la verdad ¿Por qué? Entre él y yo no ha pasado nada, solo tenemos confianza y si alguno de los dos quiere tener una relación aparte pues se puede, solo que sería demasiado complicado que la otra persona no crea que le somos infiel por tener que estar siempre al lado. Es un juramento de muerte.

—Sabes que en cualquier momento me puedes perder ¿No? —inquiere y yo asiento, lo observo como entrecierra sus ojos para verme y me sonríe —, sé que vas a llorar cuando me veas con otra de esas que esperan a que yo las complazca.

—o a que ellas te complazcan —lo corrijo y me encojo de hombros lo dejo de mirar —seria un honor para mí el que esas jóvenes me quitarán un peso de encima.

Él me mira con ojos asesinos, odio cuando le digo que es un peso en mis hombros, solo bromeo pero siempre él se lo toma muy personal, tengo que tener cuidado con lo que voy a decir siempre. O sino, él se lo toma mal.

—deberías agradecer que siempre te salvo de situaciones, ¿No? —me susurra y yo solo asiento, él suspira y me sonríe afable. —La única diferencia es que nos estamos hechos el uno para el otro, aún así quieras ser superior no lo puedes conseguir, estamos al mismo nivel. Reina.

Antes de que pueda decir algo se adelanta a caminar más rápido dejándome detrás de él mientras me cruzo de brazos, siempre tiene que ganar él una batalla, no es justo. Si el puede yo también, así que avanzo también rápido y me posiciono a su lado, como él a dicho, nadie es superior y ambos estamos en el mismo nivel, ninguno es más que el otro y me emociona que él mismo lo reconozca. Pues yo no lo habría hecho.

—¿Lo ves? Ambos somos igual —digo y sigo caminando.

—Si, no soy ciego. —replica mientras su mirada cae en el frente, frunce el ceño y me observa, yo hago lo mismo —y no te copies de mis frases, mucho cuidado. Recuerda que  son mis frases y en eso no somos iguales, eso es lo que tienes que ver aparte de otras cosas.

—Si, no soy ciega. —espeto con la misma frase que me ha dicho y lo veo por el rabillo del ojo como intenta disimular una sonrisa.

Avanzamos entre las filas de personas que hay, en todo momento Jhose va con la frente en alto y me recuerda un millón de veces a Max, ellos son iguales en todos sentidos, lo único que los hace diferentes es su color de cabello y ojos, de resto son casi gemelos.

La hora ha pasado así como también todo, las personas salen de la plaza mientras nos dirigimos hacia el cementerio, la última parada antes de ir al palacio.  En el recorrido por la plaza muchas personas gritaban mientras que otras se mantenían tristes por la noticia de su rey, en realidad me pongo en los zapatos de ambos, oh, vamos, yo también casi fui víctima por ese hombre, y por otro lado me conmueve ver a la reina y su hijo arruinados, a ellos les ha caído mal la noticia ¿Y a quien no? A mi me cayó extraño, porque aún no he completado mis sospechas si fue Jhose o alguien más.

Al llegar al campo santo puedo ver las diferentes tumbas de los ex reyes del reino, las tumbas son de oro con cristales que los protegen, me alegra saber que la delincuencia aquí no ha empezado aún.

Nos dirigimos a donde está el hueco preparado para el difunto, mientras tanto observo el lugar, es un cementerio rodeado de árboles altos, hay una gran alfombra de hojas debajo de cada uno, he de admitir que se vería hermoso en otro lugar que no fuese un campo santo. La reina se despide del rey y todas las damas somos dirigidas a no ver, siempre es lo mismo.

Hay una ley, la cual no la coloque yo, ni Jhose, soy la creadora de este mundo pero algunas cosas no están a mi conocimiento, pues algunas leyes las coloco la  antigua reina Celestina, y para ese entonces yo aún no había asumido su responsabilidad y una de las reglas fue que cada cadáver fuera enterrado bajo la protección de la magia del reino lo que hace que ninguna de las mujeres podamos ser testigo de lo que hacen los hombres con el cuerpo, Jhose me ha explicado que lo ponen en un portal y luego el cadáver es transferido a la tumba. Es un proceso, pero no estoy segura, aún está prohibido decir lo que hacen y cualquier que lo diga sera enviado al mismo portal que los muertos, es decir se entierran vivos por traicionar la ley.

Así que también ninguna mujer puede ver si alguna lo hace queda ciega según la magia del portal, es una gran energía que no sabemos por qué Dios fue creada, esa si no está a mis conocimientos.

Cuando nos dan la orden de que ya podemos ver la reina es la primera en correr a los brazos de su hijo, Gael también llora, es triste la situación para ellos solo son los dos. Era una pequeña familia.

Busco a Jhose con la mirada y al encontrarlo voy por él, está cerca de un árbol que le faltan algunas hojas, llego a donde está y me pogo a su lado, ladeo la cabeza mirando el árbol también, se me hace conocido de algún lugar, no recuedo exactamente donde sólo sé que lo he visto.

—¿de donde te he visto? —pregunto y Jhose suspira lentamente sin quitar la mirada del árbol.

—Siempre, en todas partes, está contigo —ironizo Jhose y lo mire asesina.

—No me refería a ti. —replico volviendo la mirada al árbol.

—Yo tampoco. —se ríe y suelta un pequeño suspiro mientras toma una hoja y me la entrega, yo la tomo de mala gana y la observo —es un excor, nacen en Clouverth.

—¿La isla encantada?, —pregunto y él asiente, entonces vuelvo mi mirada hacia la hoja —No sabía que los mismos árboles de este reino podían ser los mismos de la nación de las hadas.

Y no lo sabía, siempre he pensado que los árboles de Clouverth, son diferentes, más encantados y que no había árbol de otoño, me equivoqué por lo visto y veo que Jhose si lo sabía. Otro punto a su favor.

—No, considerando que en todas partes hay los mismos árboles, pueden que si sean de los mismo o similares —concreto Jhose y paso sus dedos por su barbilla pensativo incluso entrecerró los ojos —por aquí también hay un bosque encantado, supongo que de aquí el origen.

Lo veo tomar otra hoja e inspeccionarla una vez que la tiene en su mano, veo hacia la reina y se están retirando del cementerio por lo que Jhose pasa por mi lado, no sin antes hacer un movimiento de cabeza para seguirlo. Lo hice.

El frío es enorme así que me froto mis manos una vez más, he olvidado traerme unos guantes, y envidio una vez más a Jhose quien si ha traído uno con sigo. Es demasiado astuto y se prepara para todo.

Una vez que vamos por la plaza en el carruaje observo por la ventana todos los puestos de comida y las joyerías, siento algo sobre mi regazo y el muy mal educado se ha acostado, sus largas piernas están enrolladas en el asiento mientras su cabeza se apoya a mi regazo, y cierra sus ojos, finge roncar y yo suelto una risa, siempre es así, respetuoso y confianzudo.

—¿Eso no es una falta de respeto hacia tu monarca? —le pregunto mientras acaricio su cabello, liso en algunas partes, algunas greñas están enredadas a medida que los desenredo con mis dedos.

—Considerando que me has tocado el cabello sin mi permiso no lo creo —habla sin abrir los ojos —¿Por qué no has traído tus guantes?

—¿Como sabes que no los tengo puesto? —cuestiono y luego doy en cuenta que es más obvio que se dio cuenta.

—Tus manos, se sienten en mi cabello, te pase una hoja de otoño y no llevabas tus guantes y...—abre los ojos y me mira perspicaz mientras se acomoda a boca arriba para verme —sabiendo lo irresponsable que eres aún más.

Vale,  a éste niño no se le escapa nada, bueno, él no es un niño en nada. Veo como me observa y luego lo veo quitarse los guantes de sus manos, uno por uno dejando al descubierto aquel diamante pequeño que reposa cerca de su muñeca, se ve extraño sabiendo que ambos tambien lo llevamos. Cada ciudadano de este mundo nace con un diamante o una marca pequeña que lo identifica, quien no tenga esa marca se sabe que no es de este mundo; la de Jhose y la mía son parecidas y distintas a las de todo el mundo, más abajo de esa marca tenemos una marca idéntica a un tatuaje la cual es la identificación de la promesa ante los dioses, si ese lazo se llega a romper es por alguna falta extraña o por la muerte de Jhose o incluso la mía.

Todo de este mundo es diferente.

Jhose toma mis manos mientras mete cada dedo de ella en los guantes, él suelta una risa al igual que yo al ver los guantes, ¡Por las hadas! Este guante me queda exageradamente grande, x, ¡Jesus, dios no!

—Tienes las manos del tamaño de un duende —rie Jhose sin contener más nada y le doy un apretón, odio que me llame duende, sabe bien que odio ese apodo.

—Te odio demasiado, eres tan...—muevo las manos mientras veo los guantes, de verdad se ven patéticos pero aún así no me los voy a retirar —estoy segurísima que te odio.

—Estoy segurísimo que me amas así —sonríe mostrándome sus dientes, son tan perfectos, y a la vez tienen dos colmillos pequeños —¿Un besito por darte los guantes?

—¿Los quieres de vuelta?

—No, no, quiero es el besito —se cruza de brazos mientras me observa con el ceño fruncido y un mohín en sus labios.

¿esta demente?

🌷🦋🍷—👑—🍷🦋🌷

Nota de toya: 🦋👑.

Toya. 🦋
Klk

¡Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaa hermosura! ♥️♥️¡¡¡Gracias por llegar hasta este final y no sabes lo

mucho que me alegra saber!!! ♥️♥️

💙❄️¡puede que no te conozca pero te ganaste un espacio en mi corazón de nieve!💙❄️

🦋🦋🦋¡gracias, gracias, gracias! 🦋🦋🦋

Y... ¿qué te pareció el capítulo? 🦋(Secreto: si comentas, votas y compartes Wattpad te hará más viral, y lo digo porque me ha estado sucediendo)🦋 y si deseas dejar el comentario puedes hacerlo, vamos, sin miedo y mi miedo es ser ignorada 🥀🥀🥀así que ¡¡¡ayúdame!!!jajaikzisbzis

Una fotitos ram<3

De mis personajes (modelos: Nevada y Kolunya, Xo team<3)

JHOSE: Vicki, ¿Te subes o te subo? 

Vic: ¿En qué forma?

JHOSE: Niña, nada que tenga que ver lo que sea que te imagines.

Vic: solo decía que ‘en que forma o posición?

JHOSE: 😐😶amor, no me refería a montarte encima de mí... Sino en.

Vic: Ya entendí eso era broma, JHOSE.

*Mira la cámara*


🦋~Ángeles Hernández~🦋

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