Cacería de omegas II

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Cuando Sun Hee lo recibió ya tenía preparado un cuarto para él donde tenía otro contiguo para su niña. Fue al primer lugar al que se dirigió para acostar a su hija en la cuna (Perla quedándose en el cuarto) mientras su esposo iba con Hee Sook al despacho. Su suegra lo siguió y cuando dejó a SoMi descansando en la cuna, la encontró sobre la cama mirándolo seriamente.

-¿Y JiSoo?-preguntó casualmente, sabía que era un método para empezar la conversación.

-La llevamos a casa, estoy seguro que le comunicará de todo a mamá.-no se movió de la puerta que unía ambos cuarto-¿lo saben ya?-Sun Hee desvió la mirada a un costado antes de responder.

-Sí, Chung Hee, Fernanda y Aoi se encargaron de decirles. La Manada Secreta debe volver para ayudar a solucionar esto.

-¿Qué tan malo es el panorama?-finalmente dio unos pasos hacia el frente para sentarse en el sillón que estaba frente a la cama.

-Muy malo. Han hablado con ellos varias veces pero no están de acuerdo con dejarlos con vida. Mark está preocupado por su padre y por él, están en la mira también. La familia Kim está pensando en qué hacer para proteger a Kwang, él no quiere dejar a Steve solo, así que solamente dejó que Mark se fuera con los Kim.

-¿Cómo fue que surgió esta cacería?

-Alguien les dio a conocer sobre los omegas como tú, no saben quién era, tampoco nos quisieron decir. Lo único que sabemos es que los consideran algo antinatural, un peligro.

-¿Peligro? ¿Por qué seríamos un peligro?-cuestionó confundido, si él no estuviera entrenado no sería un peligro tampoco.

-Porque no dependes de un alfa para tener un hijo y eso es, para ellos, una especie de...desobediencia, ya que un omega siempre debe depender de un alfa para tener cachorros-suspiró sonoramente-lo sé, estúpido, pero no se los puedes hacer entender a ellos.

-Así que por eso matan también a los hijos, por miedo a que sean iguales.-concluyó viéndola asentir.

-Idiotas...ya han matado vidas inocentes.-en sus ojos notó la tristeza que eso le causaba-no tienen piedad con cachorros tan pequeños e indefensos.

-¿Qué hacemos para ayudar?-Seok Jin con cada minuto que pasaba se ponía peor.

Esos desgraciados iban tras él y su niña, un bebé de diez meses. Lo único que lo reconfortaba era el hecho de que estuvo entrenando a escondidas como una rutina, pensando que jamás volvería a pelear. Le hubiera gustado estar en lo cierto.

-Alexander y Mark están viendo las cámaras de seguridad de la ciudad. Cuando sepan dónde están nos informarán. Tenemos que vigilarlos, saber lo que hacen. Aunque HoSeok y su padre están haciendo lo mismo.-la omega se cruzó de brazos.-espero que esto acabe pronto.

Jin deseaba lo mismo.

***Cacería de omegas***

Miró a través de la ventana la noche caer. SoMi seguía dormida pero debería levantarla pronto si después quería que durmiera en la noche. El bebé no debe agarrar el día por la noche le decía su mami en ocasiones. Aun así consideró dejarla un poco más en su cuna, mientras él observaba el atardecer haciendo un intento inútil de olvidar todo lo que estaba aconteciendo en su vida. ¿Tan poco duraba su felicidad, su paz? Ahora no estaba embarazado y podría defenderse en una lucha cuerpo a cuerpo pero SoMi aún era una niña de diez meses que dependía de él, si se encontrara solo a merced de alguno de esos idiotas que lo buscaban de seguro no podría protegerla. Tenía que estar en compañía de alguien si no quería terminar lastimado.

-¿SoMi duerme?-reconoció la voz de JungKook detrás de él, asintió en respuesta.-Acaban de localizar a los Brown, Miller y Johnson, están rentando un departamento en la zona Gangnam.-quería decirle que ya lo sabía, Alex se lo había comunicado, pero mantuvo silencio-Jin ¿puedes mirarme?

Tardó alrededor de dos minutos en girarse, Kook ya estaba a su lado, mirándolo intensamente, sus miradas conectadas y las manos del alfa en su rostro mientras las suyas permanecían cruzadas en su pecho. Los dedos acariciaron sus mejillas, pasando por el cuello, sus anchos hombros hasta la fina cintura donde se quedaron, brindando caricias y apretando un poco para juntarlo con su pareja. JungKook apoyó la frente en su hombro, suspirando cansado. De seguro estaba muy mal después de todo lo que estaban pasando, no era una situación sencilla y el hecho de que su esposo tenía que cargar con su seguridad era algo que lo tenía agotado. Abandonó la posición de sus brazos para aferrarse a la cintura de Kook, apretándolo contra él y sintiendo liberar un poco la tensión acumulada cuando él se fue.

-No sé qué hacer.-murmuró él-hasta que ellos no ataquen o tengan alguna actitud violenta que requiera de nuestra intervención, no podemos hacer nada. Los malditos lo hacen a propósito, lo sé. Nos atacarán cuando menos nos lo esperemos y temo no poder estar preparado para protegerlos.-sus manos apretaron la camisa que llevaba, su rostro ocultándose en su cuello-no sé cuántas veces lo diré pero es la verdad...tengo tanto miedo de perderlos, Jin. Ellos son alfas aún más peligrosos que Los Marginados.

-Hey, estaremos bien. Soy un omega fuerte, protegeré a SoMi, tu madre estará conmigo.-sintió un beso en su cuello que lo estremeció.

-No sabes lo que dices, de lo que son capaces. Son alfas tan entrenados como nosotros y trabajan mucho mejor de lo que lo hacían Los Marginados-JungKook alzó su cabeza, sus ojos preocupados.-son capaces de entrar a casa sin que se den cuenta y lastimarlos.

Seok Jin no supo qué responderle a su esposo. Sentía que cualquier cosa que dijera delataría a La Manada Secreta y era algo que él no debía conocer. Acarició el oscuro cabello, pasando sus dedos por las orejas de lobo que sobresalían, mirando los ojos marrones que se veían atormentados. Sus manos terminaron en los hombros, apretándolos ligeramente antes de acercarse y besarlo. Sus labios se unieron en movimientos suaves, dulces y algo desesperados. Jin pensó que esa faceta de su esposo desearía no verla nunca más, odiaba que estuviera mal, con miedo a perderlo a él y a SoMi en cualquier momento.

Cuando se separaron un instante para tomar aire, JungKook no tardó demasiado en volver a unirse en un beso más demandante, sus manos descendiendo hasta la cadera y apretando ese sector. Pero cada toque y cada beso Seok Jin sintió que no lo daba con dobles intenciones, sino guiado por el miedo, como si sintiera que en cualquier momento desaparecería y ya no volverían a estar juntos. Agarró sus muñecas y volvió a separarse del beso, un chasquido sonó ante la separación de sus labios.

-Sé que esto es duro para ti, pero si vas a besarme que no sea como si en cualquier momento fuera a desaparecer.-JungKook desvió la mirada-porque eso no va a pasar, así que cálmate y bésame cuando te encuentres mejor.-El alfa lo volvió a apresar entre sus brazos, apretándolo y ocultándose nuevamente en su cuello.

-Lo siento...no lo puedo evitar.-al sentir las orejitas del mayor bajar, sonrió tiernamente, era muy rara la vez en que Kook se ponía de esa manera-te amo, Jin, te amo mucho.

-Y yo a ti, te amo tanto.-dejó un beso en el hombro, recibiendo otro en su cuello, sus orejas y colitas erizándose ante las leves cosquillas por la suavidad del gesto.-me encantaría estar contigo así por mucho más, pero debo ir por SoMi, tengo que despertarla para que cene.

Su esposo tardó alrededor de cinco minutos en separarse y mirar hacia el cuarto de la pequeña.

-Iré a despertarla.-comunicó, pero antes de que se fuera lo frenó del brazo y le dio un beso en cada párpado.

-Relájate, estaremos bien.-el alfa hizo un intento de sonrisa antes de irse al cuarto de su hija.

Suspiró antes de salir de la habitación para dirigirse a la cocina, quería ayudar a Sun Hee con la cena y distraerse un poco de todos los problemas.

***Cacería de omegas***

TaeHyung no dejaba de mirar el lugar donde se alojaban Los Brown, Miller y Johnson. Gracias a Alexander tuvo el permiso para ver en las cámaras de seguridad de la ciudad cada rincón del lugar donde estaban, ignorando la tarea de física que tenía que hacer. Su amigo y sobrina estaban en peligro, no podía desconcentrarse, tal vez podría hallar algo que sería importante y los ayudaría, pero mientras más miraba, menos encontraba.

-¿Qué haces, TaeTae?-Suni ingresó al cuarto, cerrando y acercándose a su pequeño-¿Y eso?

-Hay otro problema grave y quiero ayudar.-explicó pasando las manos por su rostro-pero es tan difícil, estos no son como Los Marginados, son más listos y no veo nada relevante.

-¿Qué es lo que pasa?-preguntó la omega preocupada, TaeHyung suspiró girando en su silla para contarle.

-Las familias más importantes de Reino Unido vinieron hasta aquí para cazar omegas.-al ver los ojos de su madre abrirse en horror decidió explicarse mejor-no cualquier omega. Sino omegas que pueden procrearse a sí mismos.

-Como Jin.-murmuró.

-Y como el padre de Mark.-volvió a mirar las cámaras y chasqueó la lengua-lo peor es que no van sólo tras ellos, sino también tras sus hijos. No les importa la edad, han matado niños pequeños, son un peligro del cual debemos encargarnos desde ahora.

-¿Has conseguido algo?-preguntó viendo las cámaras también.

TaeHyung volvió a observar, intentando notar algún detalle anormal, pero todo estaba perfectamente bien. Suspiró.

-No, nada.

Para las que aun no se hayan dado cuenta, cosa que me extraña después de todas las pistas que deje, no solo en el epilogo sino en el primer capitulo, Lee Bon Hwa fue quien les dio el dato a las familias más importantes de Reino Unido.

Espero que el capitulo les haya gustado! nos vemos! besos💋💋💋

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