𝟎𝟔. Solving some problems

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Resolviendo algunos problemas.
Chapter six. ଓ The Lightning Thief.



Después de que Percy se hiciera cargo de Alecto, con la mirada de Megara encima de él con mucha atención; volvieron al sótano donde estaban Annabeth y Grover viendo tristemente a una persona que habían sido convertida en piedra por Medusa.

— ¿Por qué tanto silencio? Ya logramos el plan. — preguntó Megara cortando las risas que salían de ella por culpa de Percy.

— El tío Ferdinand. — murmuró Grover.

— Ay, no.

— Grover, lo lamento tanto.

Megara se sintió inmediatamente mal por su amigo; no era muy lindo –para nada lindo– conseguir a tu tío en piedra después de tanto tiempo sin saber de él.

— Esto es lo más lejos que llegó en su misión. Ni siquiera llegamos a Trenton. Pero mírenlo. — sollozó. — No es como los otros. No... no parece tener miedo.

Los otros tres miraron la cara del tío de Grover y pudieron notar que decía la verdad. Ferdinand se veía tranquilo y confiado.

Grover suspiró. — ¿Usaste la cabeza para deshacerte de Alecto?

— Sí.

— Bien. Fue la mejor decisión. — limpio las lágrimas que estaban por salir. — Deberíamos ponernos en marcha. Oscurecerá pronto.

— Primero necesitamos saber qué haremos con la cabeza. Percy acaba de convertir en piedra a una furia sin si quiera esforzarse. No puedo caer en las manos de cualquiera. — Megara se estremeció solo con pensar en qué podría pasar si la cabeza de Medusa cayera en las manos equivocadas.

— Exacto. No podemos dejarla y que alguien la encuentre. Dejémosle el sombrero y enterrémosla en el sótano, debería mantenerla a salvo.

Redferne estuvo por pelear con Percy para decirle que la gorra le pertenecía a Annabeth y era importante para ella. Debían devolvérsela.

— Seguro. Ahora, ¿podemos hablar del asunto más importante?

— ¿Qué asunto más importante? — preguntó Percy con seriedad.

— "Podrías haber salvado a tu madre" Es lo que dijo, como si lo hubieran hablado antes; y sobre cómo Megara estuvo en contra mío desde que entramos a esta casa.

— Mi madre está con Hades. Pero aprecio tu preocupación.

— Solo daba mi opinión sobre el tema con honestidad, como siempre hago.

— Chicos, paren, por favor. — rogó Grover por décima vez en el día.

— Estoy preocupada. ¿Qué haces realmente en esta misión? ¿Y por qué debemos enterarnos por Medusa? — preguntó primero hacia Percy, para luego mirar a Megara. — Y se supone que somos amigas cercanas, deberías estar de mi lado.

— Bien, ya que estamos... ¿"Debiste haber aceptado mi propuesta"? ¿Qué significa eso? ¿Y por qué debemos enterarnos por Alecto?

— Chicos... — comenzó Megara, siendo interrumpida por Grover.

— ¡Suficiente! — gritó el sátiro. — El sombrero fue un regalo de su madre. Es lo único que tiene que las conecta. Eso debería importarte.

— Está bien. Pero ¿cómo nos aseguraremos de que esté a salvo?

— Creo tener una idea... — dijo Megara con una pequeña sonrisa de lado, lo que hizo que Percy entrecerrara los ojos.

— ¡Eso no es lo que importa ahora! — se desesperó de nuevo el sátiro. — Y tu, ¿de verdad? Su madre está viva. ¿Sabes lo confuso que puede ser para él? ¿Sentir que quizá deba elegir entre el destino del mundo y el destino de la única persona que lo ha querido? — explicó el punto de vista de Percy como si fuera el mismo.

— Y entiendo lo que Megara hizo. Simplemente daba su opinión sobre lo que piensa del tema de Medusa. Es tu madre y sabemos que estarás de su lado siempre. Pero no por eso todos debemos estarlo también. — explicó luego el punto de vista de Megara.

— ¿Por qué hablas así? — inquirió Annabeth.

— Porque todo el día he estado intentando mantener esta misión encaminada sin alterar a ninguno de ustedes. Pero quizá sea necesario alterar las cosas un poco antes de avanzar. Ella te hizo una pregunta en el bosque y tú nunca respondiste. ¿A qué le temes tanto?

Grover empezó a desahogarse con todo lo que mantenía guardado en él desde muy temprano. Megara sabía que en cualquier momento explotaría, solo era cuestión de tiempo.

— ¿De qué hablas?

— Me oíste.

— No lo sé.

— Creo que lo sabes.

— Has estado peleando con Annabeth, con Megara y conmigo.

— Porque el Oráculo hijo que uno de ustedes me traicionaría. ¿Bien?

Todos se mantuvieron en un silencio que asustaría a cualquiera. Megara se habia sorprendido con las palabras de Percy; definitivamente no eran los mejores amigos y no sabía si llegarían a serlo, pero no le había dado ningún motivo por el cual pensar que lo traicionaría. O al menos eso creía ella.

— "Te traicionara alguien que te llama amigo y al final no podrás salvar aquello que mas importa". Es el resto de lo que me dijo. — recitó sus palabras. — Elegí a Annabeth porque no podía imaginar que fuéramos a ser amigos. Elegí a Grover porque pensé que, si necesitara a alguien de mi lado, pase lo que pase, ese serías tu. Y elegí a Megara — dirigió su mirada a la castaña. — porque sabía que, aunque hiciera bromas con querer deshacerte de mi, estarías ahí para protegerme cuando lo necesitara. Y ahora me siento muy solo. No sé qué pensar ni en quien confiar.

Las semidiosas y el sátiro quitaron sus miradas de Percy, sintiéndose incómodos y también un poco de remordimiento por sus palabras.

— No lo quise decir de ese modo.

— Alecto ofreció ayudar en nuestra misión si te entregaba a ella. — confesó Annabeth.

— ¿Qué le dijiste? — preguntó.

— Mate a su hermana por lo que hizo en el autobús.

Percy miro a sus amigos, pensando en si decir o no lo que sabía. — Medusa ofreció salvar a mi mamá si me volvía en contra de ustedes. — también confesó.

— ¿Y que dijiste tú? — preguntó Megara.

— Le corte la cabeza.

— Ya entendimos... tienen problemas con matar gente. — bromeó Megara aunque luego se arrepintió, sabiendo que no era el mejor momento, pero logró hacerlos reír un poco.

— No eligieron ser semidioses. No elegimos esta misión. Pero podemos decidir que mientras estemos los cuatro juntos... ninguno estará solo. — le dijo a Percy las últimas palabras. — Y si no podemos hacer eso, quizá debamos volver al campamento ahora. Porque no lo lograremos.

— De eso nada. — declaró Megara. — Tengo la mejor idea. — sonrió de lado y de inmediato todos supieran que la chica tramaba algo.

𖥸

— Hemes Express hace envíos a todas partes. — informó Megara viendo el gran libro que tenía frente ella. — Algunas cosas van al Olimpio.

Annabeth subió una ceja seriamente, Grover la miraba sin poder creer lo que quería decir; pero Percy solo sonrió al entender por completo su plan.

— Meg, no podemos enviar la cabeza de Medusa al Olimpo.

— ¿Por qué no? — preguntó Percy acercándose al lado de Megara.

— Porque a los dioses no les agradará.

— En absoluto. De verdad.

— ¿Y qué? A mi no me agradó para nada que le dieran ese castigo a Medusa, sin embargo no les importó. — soltó Megara sin pensarlo.

Probablemente sus palabras no tenían mucho sentido, puesto a que esa decisión no la habían tomado todos los dioses. Pero era turno de que ellos tomaran decisiones correctas... tal vez esa era una manera de que lo entendieran.

— Además, eso haces con las cosas peligrosas. — se unió Percy. Cómo las baterías, las devuelves al lugar donde vinieron.

— Esto es una mala idea. Lo verán como impertinente.

— Somos impertinentes.

— Tal vez ustedes dos... pero nosotros no.

— De verdad, no lo somos. — confirmó Grover las palabras de Annabeth.

— Miren... Medusa intentó arruinar nuestra misión. Tiene serios problemas con tu madre. Si lo miras de esta manera, parece una especie de tributo o algo así, ¿no?

— ¿Qué? Así no era el plan. — musitó Megara con el ceño fruncido.

— Y además... — le hizo una mueca a Meg de que se mantuviera en silencio. — de esta manera, parte de tu mamá estará aún con nosotros.

Percy le quitó la gorra a la cabeza de Medusa y se la devolvió a Annabeth, ganando un agradecimiento por su parte.

— Esto no es lo que quise decir. Sobre elegirnos entre nosotros. Existen peligros reales aquí que no pueden...

Grover se mantuvo en silencio al escuchar cómo Percy empezó a aplaudir. — Vas a cantar la canción, ¿cierto? Bien.

Los aplausos de Percy se volvieron más rápidos y a los segundos los aplausos de Megara hicieron presencia en la escena; la mirada de Jackson fue a Redferne y le regaló un guiño.

Oh, caramba... El viaje se está complicando, consenso...

— Como quieras. — dijo Grover rodando los ojos en broma.














𖥸 Orita's note.

No saben lo emocionada que estoy con los próximos capítulos. Se viene mucho Percara!! No puedo evitar amarlos tanto, son tan lindos <33

Btw el capítulo lo sentí con mucho relleno pero bueno tenía que hacerlo, no había manera de que me pasara esta parte.

40 votos para el próximo capítulo. No olviden comentar lo que quieran sobre el fanfic ya que me motiva y me encanta leer lo que piensan.

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