Capítulo 47

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Capítulo 47

Daniel.

Mi madre ha venido a venido a verme seguido, a veces acaricia mi rostro y otras trata de hablarme, pero yo, no puedo mirarla a los ojos, 《¿por qué se ve feliz? ¿Ella es una traidora?》 No puedo con mi tristeza, dos decepciones, y una más grande que la otra. Mi pobre padre debe estar buscándola desesperado junto a mi hermana.

Suelto un suspiro de frustración.
《Y yo que me arriesgue por ella al seguir las ordenes de ese monstruo, porque ingenuamente creí que salvaría su vida》.

Una lágrima rebelde se escapa de mis ojos, simplemente creo que lo volvería a hacer, aún sabiendo que el resultado sería el mismo, por ella soy quien soy, ella me dio la vida, y un amor tan grande que no podía haber sido falso.

Mis muñecas duelen, mi camisa a un lado esta tirada y desgarrada, por eso estaba solo con pantalones y zapatos cuando desperté horas atrás. De reojo le doy una mirada a mi progenitora, se ve pensativa mientras me observa y me duele no poder hablarle, pero este feo sentimiento de traición quema mi corazón.

De repente unos pasos se escuchan fuera de la celda, y aparece ella, la misma vampiresa que me drogo hace un tiempo, se acerca pese a las protestas de mi madre. Las observo y escucho su discusión, la vampiresa le muestra sus colmillos y la hace retroceder.

—Vete humana, no quiero hacerte daño, ya sabes, tu compañero podría querer matarme por ello.

—Iré a buscar a tu señor, le diré como me has tratado y te arrepentirás.

— ¡Fuera! —mi madre sale corriendo. La vampiresa está muy enojada. Parece que no poder dañarla le frustra. Se vuelve hacia mí, y se acerca. Intenta tocarme pero se quema— ¡Que mierdas!—por alguna razón no puede tocarme, o como es su intención, o morderme, por lo que al final se va.

Una vez solo boto todo el aire que no sabía que estaba conteniendo, mi madre no ha vuelto, nadie ha vuelto, mis ojos pesan, mi estómago ruge, no he comido en un buen tiempo, no sé cuánto llevo aquí pero, ya ha pasado bastante tiempo. Mis ojos ceden por el cansancio y me dejo llevar por el sueño.

Mi nuca se eriza, y abro los ojos pero esta oscuro, no puedo ver quien está en la celda conmigo, pero mi instinto me avisa que es alguien peligroso, alguien que no puede acercarse aunque lo intente.

—Y pensar que pensé que podrías ser mi hijo, ¡maldición! —se va, dejándome solo de nuevo, mi corazón se para por un segundo al pensar que pude haber sido su hijo.

Ya ha pasado un tiempo, el ilustrísimo de los monstruos ha intentado dañarme sin poder lograrlo, pero incluso así, no se da por vencido y vuelve a intentarlo.


Días, horas, minutos, segundos más tarde, que sé yo...

La luz se comienza a filtrar por un pequeño espacio en la pared, ya es de día, otro más que pasará, ¿qué querrán hacerme? El retumbar de unos pasos me alerta de que alguien viene. Abre la celda y entra, es ella, trae consigo una bandeja con comida, mi estómago ruge de emoción, <<maldito estomago traicionero>> pero ¿y si esta envenenada? Deja la bandeja sobre una mesa que hay cerca de los barrotes de acero y se acerca con precaución hasta donde estoy.

—Debes comer cariño, ya llevas tres días sin hacerlo. —abro mis ojos sorprendidos, la última vez que me obligue a comer fue hace dos días, porque ya llevaba cuatro sin probar bocado, según ella, solo el agua que mi madre me obligaba a ingerir. <<¿ya ha pasado más de una semana desde que estoy aquí?>> Un leve tirón de angustia se instala en mi corazón. << ¿Mi Cielo estará bien? Dios, debe estar muy preocupada>> —por favor bebé, come.

Al final termino cediendo y me como toda la comida que ha traído mi madre, ya basta de ser estúpido, con mi negativa a comer solo me debilito, y debo ponerme fuerte. Después de la comida, mi madre intento mantener una charla conmigo, pero al ver que pasaba de ella se fue. Dejándome solo. Que por desgracia no es por mucho tiempo, es él, siempre vuelve, el monstruo, Dark Demon.

Levanto mi mirada y lo observo sin pronunciar palabra, permanecemos así por un largo rato, hasta que él como siempre rompe el muy preciado silencio.

— ¿Cómo te sientes Daniel?

— Realmente...—hago una pausa y le sonrió burlón—  sus padres o eran fanáticos de la guerra de las galaxias o simplemente lo odiaban al pobre, ya que quien le coloca a su hijo así. —pienso, aunque por su fruncido al mirarme, me doy cuenta que, o a leído mis pensamientos, o lo dije en voz alta.

— Debo decirte que ya me harte, tus tonitos cada vez que hablamos me enojan más, y como no hay manera de que yo pueda dañarte por mis medios, intentaremos otra manera, ¡tráela!—ordena, y entra la vampiresa con mi madre, Dark la mira a los ojos como hipnotizándola.

— Ahora querida, harás lo que yo te ordené, soy tu amo, tu señor.

— Si señor.— contesta ella con la mirada perdida, le pasan un látigo y yo me estremezco, la vampiresa se acerca a mí tomando las cadenas, y me gira, dándome vuelta. Abre los grilletes de mis tobillos, y estos quedan libres, me deja de espaldas y es cuando siento el impacto del primer latigazo, ¿duele? sí, pero no tanto. 

Y es así como sigue azotando mi espalda, y yo contando cada azote para mitigar la tristeza que me invade. El dolor es fuerte pero soportable, y es cuando va por el vigésimo latigazo cuando de reojo la miro; esta con su mirada totalmente perdida. Se ve cansada, sus manos tiemblan, y aún así, sigue azotándome.

Poco a poco se van haciendo más dolorosos los golpes, y menos soportables, ya que pequeños quejidos comienzan a salir por mi boca, mi espalda palpita, la respiración se me corta, y algo se escurre por mi piel. Ya en el cuadragésimo azote, mi cuerpo se estremece, mis rodillas tiemblan. 

Lágrimas que no he podido contener se escapan de mis ojos, y agacho la cabeza haciendo rechinar mis dientes al apretarlos; junto mis labios tanto para no gritar, ya he perdido la cuenta de cuantos azotes van, solo sé que estoy adormecido por el dolor. mi espalda duele tanto que me debilito poco a poco, las fuerzas de mis piernas se están acabando, pero lo que cala hondo en mi interior como un cuchillo enterrándose y retorciéndose, es que es la mano de mi madre la que me esta lastimando sin compasión. Y aún sabiendo que no lo hace a voluntad, duele más, mucho más a causa de su traición...

— ¡Golpéalo más fuerte!—le ordena Dark, y los golpes siguen por horas, giro mi cabeza para mirarla, y veo sus lágrimas caer mientras su mirada está totalmente ida. Mis ojos se cierran lentamente, agacho mi cabeza aguantando tanto como pueda, mi espalda arde, duele, estoy seguro que las heridas están en carne viva, ya que es imposible no seguir sintiendo un líquido escurrirse y arrastrarse por mi piel, de seguro es sangre.

Azote tras azote, y la risa macabra del monstruo, es lo que hace eco en mi cabeza, hasta que caigo, caigo en un sueño profundo. Cansado, dolorido en cuerpo por los azotes, y en alma por ella. Cierro los ojos y me dejo arrastrar hacia la inconsciencia.


Horas después...

Una mano acaricia mi mejilla, después las mismas manos tocan mi espalda y me sobresalto retorciéndome por el dolor.

— Mira mi bebé ¡¿quién le hizo tanto daño?!—chilla mi madre, mientras le reclama y le pregunta a alguien. La cabeza me duele.

— Amor cálmate, él estará bien...es un chico fuerte.

— No puedo ni siquiera tocarlo porque se sobresalta de puro dolor, ¡esto es horrible!— solloza y abro mis ojos viendo a él abrazándola, cierro mis ojos nuevamente. El dolor que siento al verle es mucho más grande que los azotes que me dio.

— Vamos, el señor Dark no estará contento si nos ve aquí.

— Él es extraño...

— Hay que obedecer y lo sabes.

— Esta bien, vamos...— dice llorando un poco más fuerte y de mala gana. Se van dejándome solo.

Abro mis ojos y veo a la vampiresa entrar, se acerca sigilosamente, toca mis heridas. Pega un respingo cuando se quema, pero ha logrado su cometido, la veo con sus dedos empapados en sangre, se los lleva a la boca, y saborea, hace una mueca al ver la quemadura en sus dedos, pero luego sonríe, se acerca mostrando sus colmillos, en eso entra Dark.

— ¡¿Qué haces?!— le grita, la siento alejarse de mí.

— No quería que esta deliciosa sangre se perdiera mi señor...

— ¡Vete! A llegado la humana, tiene que ser suficiente.

— ¿Puedo hacer lo que quiera con ella?— pregunta y juraría que casi pude ver estrellitas en sus ojos.

— Sí, ahora vete. — la vampiresa sale tan feliz, como quien recibe el mejor regalo de navidad— Bueno Daniel, nuestra Cielo ya viene en camino, ¡pobre tonta! no sabe lo que le espera, es una lástima que no pueda matarte con mis propias manos, pero tal vez tenga suerte, y él destinado de tu madre la engañe, y le mate. Estúpidas mujeres, hacen lo que sea por el hombre que aman, ¡incluso caer en una trampa!

— ¡Nooo! —mi corazón se agita de miedo— Cielo... ¡no te atrevas a tocarla! ¡Maldito! —sigue riéndose de mí, y maldita sea mi espalda ¡duele un infierno!

— Vaya, vaya sí que tienes carácter. Si pudiera, te arrancaría esa lengua, te ataría a una mesa, bebería de tu sangre, haría cortes por todo tu cuerpo, o tal vez arrancaría tus entrañas mientras gritas e imploras piedad, —suelta una carcajada, me mira y mueve la cabeza— es una lástima que no pueda dañarte yo, o cualquiera de mis sirvientes, solo tu madre... mmm pero todavía no te mataré con su mano, quiero que veas morir a tu amada primero. Después, solo después, te arrancara la vida la misma persona que te la dio, ¿no es irónico? Bueno, como sea, ahora iré a prepararme para la fiesta, porque será un festín de muerte. ¿Has visto el final de GOT?—me observa esperando una respuesta, y ante mi desconcierto me dice fastidiado— bueno, el final de tu muerte y de la Juez, será épico, no como ese final. Drogo debió haberse comido malditamente a todos, ¡sangre, muerte, muchas más muertes! Aagh, que fastidio, y recuerda, ¡sera algo épico!
Nos vemos pronto.

Se va del calabozo riéndose, es una risa que da escalofríos. Solo espero que Cielo, mi amada Cielo no caiga en la trampa, ni siquiera por mí.

Gracias por leer mis caperucitos😘
Espero comenten💕

¿Quién quedó plop?
¿Quién sabe el nombre del que esta con la madre de Daniel?

Lamento si encuentran faltas ortográficas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro