Capítulo 4 : Sam Wilson

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Cuando todo esto acabe, la recompensaré.  Vuelvo a releer la última frase de la nota, una y otra vez, mientras me siento en el sofá en el que él durmió. "Aún no me lo puedo creer..." pienso acariciando la tela del sillón con añoranza."Sé que no he dormido demasiado pero no me importa, porque voy a atesorar esta noche como ninguna otra"

Camino hacia mi dormitorio dispuesta a vestirme para salir a dar un paseo, pero el sonido de un móvil vibrando me coge por sorpresa. Vuelvo de nuevo al salón poniendo atención para descubrir la procedencia del teléfono y corro hacia el sillón, pues parece que proviene de allí. Busco y rebusco sin éxito hasta que finalmente, entre los cojines color marfil, encuentro un Smartphone negro que no deja de sonar. Lo coloco sobre la mesa y recorro el salón dando vueltas en círculos como una loca. "Seguro que es del capitán. Debió caérsele mientras dormía ¡maldita sea! Tengo que devolvérselo pero... ¿cómo?"

Las palabras "veteranos de guerra" y "Sam Wilson", escritas en la nota, resuenan en mi cabeza como por arte de magia "¡bingo!"

Me visto rauda y veloz, escogiendo un pantalón ajustado de color negro, con una chaqueta de cuero a juego, y una camiseta azul con rayas blancas. Dejo mi melena suelta y me aplico solamente un poco de máscara de pestañas ya que no dispongo de mucho tiempo; son las diez de la mañana y es sábado así que puede que el centro esté cerrado. "Por favor, por favor que esté abierto" ruego en mi interior.

***

Cuando consigo encontrar el sitio, gracias al GPS, aparco mi Ford Focus en el parking más cercano y salgo del coche, veloz cual guepardo, deambulando por un par de calles más hasta que, al fin, puedo divisar el lugar. Respiro aliviada pues en el cartel de la puerta anuncia que los sábados está abierto hasta medio día.

Una vez dentro, observo cada uno de los pasillos y las puertas acristaladas que lo componen preguntándome quién será Sam. "¿Cómo lo voy a reconocer si no sé cómo es?" me pregunto estresada. "Tendré que consultarle a alguien..."

El murmullo de unas voces procedentes de la última sala, al final del pasillo, detiene mis pensamientos.

—Señor —La tenue voz de una mujer resuena en la habitación. —La reunión comenzará dentro de una hora...

—Está bien, Grace— La interrumpe una grave voz masculina— Estoy en medio de una conversación importante. —Responde tajante y se centra en su charla telefónica. — ¿Cómo puedes haberlo perdido? —Pregunta exaltado una vez que la chica se marcha —Menudo lío...—resopla alterado y yo me siento como una cotilla fisgona.—Tendremos que rastrear el móvil, hay que encontrarlo o si no...

"¿Móvil? Efectivamente, este hombre debe ser Sam, y sin duda, debe estar hablando con quién yo sé." sonrío como una bobalicona.

Avanzo con pasos ligeros hasta él fijándome en el bonito tono oscuro de su piel, su enorme cuerpo ejercitado y su pelo extremadamente corto.  "Deja de distraerte y céntrate." Me impongo pues tiendo a andarme por las ramas cuando estoy nerviosa.

— ¿Sam Wilson? —pregunto aclarándome la garganta con timidez.

—Sí, ¿en qué puedo ayudarla? —se da la vuelta sorprendido, aún con el móvil pegado a la oreja, y me mira confuso.

—Disculpe por mi intromisión, pe-pero... es que yo... —tartamudeo"¡Vamos Aira, tú puedes!" me animo a mí misma —Venía a decirle algo...—miro de un lado a otro inspeccionando que nadie pueda oírnos. —Es sobre el Capitán Rogers —pronuncio en voz baja.

De repente su semblante se vuelve sombrío y su desconfianza me azota con fuerza. "Estaba tan desquiciada con mis propias emociones que, por un momento, había pasado por alto las suyas ¡qué fallo!"

—Tengo que colgar, te llamo luego. —Guarda su teléfono en el bolsillo y camina hacia mí a pasos agigantados. — ¿Qué sabe sobre él? —Me mira amenazante.

—Me llamo, Aira —trago saliva — No sé si le habrá hablado sobre mí, pero él me dejó bien claro que si necesitaba algo recurriese a usted. —explico sin amilanarme.

—Perdóneme por mi grosería, no sabía si podía fiarme de usted. —se disculpa avergonzado. — ¿Le ha ocurrido algo? —Pregunta escaneándome de arriba abajo. "Steve le ha hablado de mi" salta de alegría mi mente. "Eh, no te imagines cosas que no son..." me advierto.

—Lo comprendo —Sonrío más tranquila —He venido a traerle esto —Saco el móvil de mi bolso y se lo entrego —Debió de caérsele anoche... he intentado venir lo más rápido que he podido. —Explico observando el alivio que ahora desprende su cuerpo.

— ¡Bendita seas! ¡Muchas gracias! —Me da un fuerte apretón de manos —Nos has salvado de una buena —Suspira y se aparta de mí impresionado por su reacción.

—Era lo mínimo que podía hacer —explico sonriendo satisfecha.

— ¿Ha recibido alguna llamada? —Inquiere intentando ponerme a prueba una vez más.

—Sí, sonó durante un buen rato. —le miro a los ojos para que vea que no tengo nada que esconder. —No se preocupe, no he tocado absolutamente nada. —La seguridad de mis palabras me deja perpleja "¿desde cuándo consigo yo mantener la calma con tanta maestría?" —Puede comprobarlo si no me cree, al fin y al cabo es usted quien tiene el móvil en las manos. —Aseguro serena.

—Ahora comprendo porque Rogers se quedó en su casa anoche. —Se cruza de brazos pensativo. —Eres increíblemente convincente. —Me guiña un ojo, mientras coge de nuevo su Smartphone, y siento como sus sospechas sobre mí acaban desvaneciéndose. —Voy a llamarle inmediatamente si no le importa, debo avisarle antes de que se ponga a buscar el teléfono como un perturbado. —Sonríe haciéndome reír a mí también. —No se marche. —Me pide en un susurro.

Observo, con las mejillas ardiendo, como Sam explica con pelos y señales al capitán lo sucedido con respecto a mí. Mientras hablan intento pasearme por la sala con total normalidad, hasta que Sam comienza a acercarse a mí teléfono en mano. "¡Ah no, eso sí que no!" 

—Quiere hablar con usted. —Me entrega móvil antes de que pueda negarme y se aleja para darme algo de intimidad. 

Me llevo el "aparato" al oído mientras siento mis dedos temblar. "¡Joder! ¿Cómo puedo estar tan agitada si ni siquiera puedo verle?"

—Aira, acaba de dejarme boquiabierto. —La forma en que pronuncia mi nombre me hace sentirme orgullosa de llamarme así. —No tengo palabras para expresar mi gratitud...

—Como usted bien dice: solo cumplí con mi deber. —Le interrumpo con educación. —No hay nada que agradecer... se lo debo. —Admito.

— ¿Puede prometerme una cosa? —pregunta con seriedad haciendo que responda un tímido "Sí" sin ni siquiera dudarlo. —Manténgase a salvo —dice en tono autoritario. —No se ponga en peligro, ya ha hecho demasiado. —Asegura.

— ¿Puedo pedirle algo a cambio? —Exijo devolviéndole la pregunta. 

—Cualquier cosa, Aira. —Su respuesta me hace suspirar mientras mi imaginación vaga por parajes prohibidos. "¡Aira no vayas por ahí!" Le riño a mi mente.

—Continúe con vida. —Ruego centrándome en la situación.—Si alguien como usted se rinde, a muchos, nos quedará poco por lo que luchar... —"A muchos y a ti". Se burla ahora de mí mi cerebro.

—Lucharé hasta el final, mientras me quede aliento. —Me tranquiliza. —Aún le debo una.—Parece sonreír a través de la línea —Como ya le dije, nunca olvido a quién se arriesga por mí. —La sinceridad de sus palabras me llena por dentro, dejándome sin saber que decir pues oírlo de sus labios es una sensación indescriptible.


**¿Qué os parece? Podéis comentar vuestra opinión y responderé encantada. Muchas gracias a todos por leer :) **

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro