"Il l'attend debout
Une rose à la main
A part elle il n'attend rien..."
- love story

¿Alguna vez has escuchado historias sobre los ladrones más aclamados del mar? Aquellos que vivían asaltando ciudades, reinos, islas, buscando tesoros dignos de llevar en sus embarcaciones, ¿No?

Piratas. Así se hacían llamar.

Aquellos seres que, junto a sus tripulaciones, trataban de ser cada vez mejor que los otros, enfrentándose y peleando por su respeto en las aguas. Sus barcos, siendo caracterizados por ser tan grandes, majestuosos y bastante poderosos ante los ojos de cualquier civil.

Las personas que tenían la dicha de convivir, de ver o simplemente saber de ellos, sentían admiración y a la vez miedo, puesto que, los piratas eran los reyes cuando se trataba de hacer valer sus cabezas, de robar, de sabotear la ley. Desafiaban reinos, pueblos y siempre, o casi siempre, terminaban ganando.

No cualquiera era llamado así, no cualquiera tenía el honor de obtener ese apodo, ese nombre, el orgullo de ser un saqueador, un pirata.

Pero, hay algo que tal vez nunca te contaron..., un dato muy importante que puede cambiar tu manera de ver a estos maravillosos individuos, pues como yo, siendo un total fanático de tales personas, fue algo inusual y divertido de saber.

Los poderosos piratas, ladrones, saboteadores y demás apodos que llevaban, eran personas homosexuales, pan, bi, queer y trans.

Tal vez esto no lo sabías puesto que los mitos de estos grandes ladrones en donde todos son heteros es una gran mentira, una muy grande... que todos hemos leído, escuchado o visto alguna vez.

El capitán Jeon, un hombre de honor entre los talentosos ladrones, de hebras negras, vistiendo siempre un traje elegante, acostumbraba a robar ciudades grandes, y buscar tesoros de un alto valor. Sus ojos negros como la noche, su piel de porcelana y sus facciones tan definidas y varoniles le daban un aspecto... poderoso.

Teniendo el respeto de todos, Jeon Jungkook amaba lo que hacía, amaba robar, amaba ser llamado pirata, pero amaba más... a su potente rival.

Park Jimin, un pirata conocido por sus grandes hallazgos, siendo nombrado como el otro rey del mar junto con Jeon. Su cabello largo y rosa, vistiendo de drag y amando utilizar suave maquillaje sobre su rostro, un hombre trans, que hacía valer lo que decía y siempre se mantenía luchando por su reconocimiento y debido respeto que, según creía, debía merecer, su piel suave y blanca como una hermosa perla, sus ojos azules como el mar y brillantes como el universo mismo.

La debilidad de Jeon Jungkook, también se podría llamar así.

Todos, absolutamente todos los marineros y piratas en aquellos mares sabían del amor del pelinegro hacia Jimin. Pero este último siempre terminaba rechazándolo cada vez que se le insinuaba.

Así habían transcurrido unos... dos años, hasta que por fin algo cambió. Algo que pudo combinar dos personas totalmente diferentes, pero con una misma pasión.

Un cambio que fue uno de los acontecimientos más hermosos y venerados entre los reyes del mar.

Jimin en esta historia es trans, por lo tanto cuenta con clítoris, si no les gusta no lo lean y ya, gracias ^^.
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