01

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Ahí va de nuevo ese niño, con sus caramelos de fresa.

Se pasea por el centro.

-¡Caramelos de fresa!¡Vamos compren sus ricos caramelos de fresa!

Pregonaba todo el día sin parar.

Tan pequeño.

¡No le iba nada mal!

Claro, si todos lo adoraban.

-¡Miren! Ahí va el niño de los dulces.

Su bolso lleno de caramelos de fresa se acababa rápidamente.

Ese niño con gran amabilidad. Siempre tenia pegada una sonrisa que hacían esconder sus pequeños ojos lineales. Tan adorable, dulce como sus caramelos.

Niño caramelo, lo nombré.

Sabia la hora que él llegaba y la que se iba.

¿No tiene que estudiar?

Por las mañanas me saludaba.

-¡Que tengas un buen día!

Agitaba felizmente su pequeña mano.

No me conocía, pero igual era respetuoso. Un encanto de persona.

No hablaba con él, no tenía contacto.

Pero, ¿por qué siempre quería verlo?

El niño caramelo. Quién siempre me deseaba un buen día. Me regalaba un caramelo de fresa siempre en las mañanas.

¡Tengo una colección de papelitos de caramelos de fresa!

Poco a poco lo empecé a saludar de igual forma.

-¡Hola Jimin!

Al igual que él, agitaba mi mano, me siento feliz al verlo.

Después dejaron de ser solo saludos, di el primer paso y me acerque, quería su amistad.

-Jimin, ¿tienes la tarde libre?

-Hyung, tengo que ayudar a mamá.

Me dijo y acenti, sabia que no tenía tiempo libre, eramos diferentes, pero lo quiero y no me rendí tan fácilmente.

Me escapaba de la escuela y me paraba junto a él a conversar.

¡Vaya regaño que obtenía!.

-Hyung, tal vez podamos jugar esta tarde.

Mis ojos se iluminaron, le sonreí, estaba emocionado.

Te llevé a mi casa y mis padres te recibieron gustosos.

Siempre íbamos a mi casa, mi madre nos preparaba comida.

-Señora Min, ¿puedo llevarle un poco de comida a mi madre?

Tu gesto conmovió mi frío corazón.

Me vuelves todo un chico cursi.

Pero Jimin, por ti, hago poner toda la galaxia en una bola de cristal si así lo quieres.

Tenías siete y yo nueve, eras mi mejor amigo, soy afortunado de tenerte.

Te prometí una noche, cuando al fin te pudistes quedar conmigo en casa, que cuando fuéramos grande yo compraría una casa en el bosque, tendríamos cinco perros y dos caballos.

Nunca entendí porqué deseabas eso, pero aún así acepte.

-Estoy sintiendo eso que los adultos dicen que se llama amor.

Sin saber que era, te dije que te amaba.

-Hyung, en el centro vi a una pareja darse caramelitos.

-¿Caramelitos?

-Sí, unieron sus labios, mamá dijo que se dieron caramelitos.

-Eso son besos.

-No hyung, caramelitos.

No te contradije, me gustaba que le dijeras caramelitos.

Esa noche nos dimos nuestro primer caramelito.

Te hizo otra promesa.

-Prometo que siempre te voy a dar muchos caramelitos.

-Hyung, me gusta los de fresa.

Reí ante lo ingenuo que eras y aún sigues siendo.

Siempre nos mantuvimos juntos, nunca me separé de ti.

Recuerdo cuando viniste a vivir conmigo.

Tenias diez años, tu mamá falleció y mis padres te resguardaron.

Todas las noches dormíamos juntos. Ya no tenías que vender caramelos de fresa, incluso empezastes a estudiar.

Pero aún así siempre me deseabas un buen día y me regalabas un caramelo de fresa.

-¡Feliz cumpleaños Jimin!

Cumplistes 20 años. Te convertistes en un gran hombre.

Al igual que mis padres yo estoy orgulloso de ti.

Nos confesamos, a los 15 años me dijistes que me amabas, yo me sentí el hombre más feliz del mundo, te pedí que fueras mi novio.

Nuestros padres nos aceptaron.

Ahora que tengo 22 años, Jimin, justo en este momento voy a cumplir la primera promesa.

-Tengo una sorpresa para ti.

Te vende los ojos y te subí al auto.

Maneje por horas y tú estabas impaciente.

-Hyung, ¿a donde vamos?

Llegamos, al lugar donde una vez me dijistes que querías tener cinco perros y dos caballos.

Lugar que por años y con ayuda de nuestros padres se pudo lograr.

Solo para ti Jimin, sólo por ti.

Porqué tú eres mi caramelo de fresa.

Haría hasta lo imposible por ti, porque tú más que nadie, te mereces todo él mundo y mucho más.

Mi chico dulce.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro