✠ Final ✠

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Hemos llegado al fin de esta historia, han sido treinta días, un mes completo teniendo esa bonita interacción con ustedes. Me he divertido mucho con sus comentarios, he aprendido mucho de sus gustos también, y créanme que me los llevo de tarea para mis futuros proyectos. No me queda más que agradecerles el enorme apoyo que le brindaron a mi historia, gracias por su votos, por sus comentarios y por recomendar este FANFIC. El tiempo es algo que no se puede recuperar nunca, así que espero de todo corazón que el tiempo que le dedicaron a "Carmesí" haya valido la pena. ¡Que disfruten el final!

Capítulo 30

Era un día soleado y se antojaba estar afuera disfrutando del buen clima. Eran vampiros, pero unos cuantos minutos a la luz del sol en la privacidad de su patio trasero no les iba a hacer daño. Unos golpes secos en la madera perturbaban la tranquilidad del bosque. Los clavos se encargaban de unir precisamente esos trozos de madera con el primer árbol que se veía desde la puerta de la mansión Jongcheveevat.

Mew se encontraba muy concentrado tratando de terminar la famosa "Casa del árbol" que su hermosa princesa, de ahora seis años, le había pedido construir. Y como cualquier padre, vampiro o mortal, no pudo negarse a las peticiones de su pequelo girasolito que si bien había heredado su personalidad tranquila y pacífica, en lo físico, era el vivo retrato de su papi Gulf.

- Además se le considera hiperpolíglota, ya que podía hablar con total fluidez ochos diferentes idiomas: serbio-croata, checo, inglés, francés, alemán, húngaro, italiano y latín – Mew exhaló admirando la casa que había podido construir, faltaban ciertos retoques pero en general había hecho un buen trabajo.

- Eso es increíble cielo – dijo - ¿Me recuerdas de quién estamos hablando? –

- De Nicola Tesla papá – respondió Natasha - ¿No me estás poniendo atención? –

- ¡Claro que sí cariño! – mintió – solo que pensé que hablaba más idiomas – le dijo – cuando lo conocí habló un perfecto rumano, así que pensé que eran nueve y no ocho como dice tu libro –

- ¿También conociste al señor Tesla?-

Natasha Jongcheveevat era una fiel devota de la lectura al igual que Mew, y le encantaba escuchar los relatos que su padre le contaba de cómo había conocido a personajes famosos del pasado y le desmentía muchas cosas que decían los libros de historia. 

- Era amigo de tu abuelo – respondió Mew.

- ¿Cuándo va a volver el abuelo papá? –

- No lo sé girasolito – dijo con un aire de nostalgia.

- El abuelo Luca tampoco ha vuelto a visitarme – soltó la niña como si nada.

- Quizás algún día vuelva a hacerlo –

- Tampoco tío Krist y tío Singto han venido a visitarnos – la niña cerró el libro que tenía en sus manos y bajó la mirada haciendo un puchero. "Igualita a Gulf", pensó Mew.

- Ya habíamos hablado que tus tíos tuvieron que hacer un viaje de tres meses al extranjero, aun falta un mes para que vuelvan, y en cuanto lo hagan vendrán a visitarnos –

- De acuerdo – dijo la niña y Mew volvió a su trabajo de papá constructor de casas del árbol.

Cuando Mew se enteró que su hija podía ver espíritus, fantasmas, demonios y almas en pena estaba ligeramente sorprendido, su tío Krist tenía ese mismo don, lo que no entendía era cómo su bella princesa también lo había obtenido. Fue entonces que Gulf le recordó acerca de la maldición de los Traipipattanapong, pues Mew no tenía del todo claro en qué consistía realmente, y acordaron en que sería el mismo Krist él que le enseñara a usar sus poderes de manera responsable.

- Papá... -

- ¿Qué sucede? –

- Alexander otra vez quiere salirse de su corralito – la niña apuntó hacia su travieso hermano menor.

- ¡Por todos los cielos! –

Alexander Jongcheveevat era el segundo hijo de Mew y de Gulf, había nacido tan solo tres años después que Natasha y ahora con sus tres añitos de vida era un pequeño extremadamente travieso, sin duda herencia de su papi "Guf" como decía al no poder pronunciar su correctamente su nombre. Era un bebé precioso, el pequeño clon de Mew, pero con el carácter de Kana.

Mew saltó de la escalera y tomó a su hijo en brazos, el bebé que ya pronunciaba algunas palabras intentó bajarse de los brazos de su padre.

- A...ajo... - balbuceó.

- ¿Ajo? –

- Dice que abajo – aclaró Natasha.

- Tú y tu papi tienen que decirme el secreto para traducir lo que dice Alexander – le dijo Mew a Natasha.

- ¿No hablas idioma bebé? – preguntó la niña sorprendida.

- Me temo que no cariño – respondió Mew no muy convencido de que ese idioma existiera - ¿Por qué no vamos adentro a refrescarnos un poco? –

- ¡Siii! – la nena gritó con entusiasmo y Alexander solo brincó en los brazos de su padre.

Scar y Terry, un husky siberiano que habían adoptado hace tiempo los siguieron adentro de la casa. El gato y el perro se habían llevado muy bien desde el principio y a sus hijos les encantaba pasar el tiempo con sus mascotas.

Cuando entraron en la mansión, todo estaba muy silencioso. Así que Mew llevó a sus hijos directamente a la cocina en dónde sentó a Alexander en su banco entrenador y ayudó a Natasha a sentarse en un banco de la isla central de la cocina.

- ¿Papi sigue con esos señores? –

- Es probable amor –

- ¿Por qué tiene que ser el rey? – preguntó la niña con carita triste.

- Él así lo quiso, para cuidarnos a todos nosotros ¿No te gusta que sea el rey? –

- A veces no –

- Escuché eso princesa – Gulf entró en la cocina al sentir la presencia de su familia en aquel lugar – ya terminé lo que tenía que hacer y no nos volverán a molestar en mucho tiempo –

- ¿Lo dices en serio? –

- Lo digo muy en serio –

Mew se acercó a su pareja y rodeó la cintura con sus poderosos brazos, lo besó directamente en los labios apasionadamente robándole inmediatamente el aliento. No tenían problema en darse pequeñas muestras de amor delante de sus hijos, quería que entendieran que aquello no estaba mal y que sus padres de amaban profundamente así como los amaban a ellos.

- También me extrañaste – le dijo Gulf en modo juguetón.

- También te extrañé – confirmó Mew.

- El pequeño torbellino fue él que más te extraño – comentó Mew señalando al pequeño Alexander.

- Mi pequeño solecito ¿Me extrañaste? –

El bebé comenzó a golpear si sillita entrenadora con un muñeco de panda que su hermana le había dado para que estuviera tranquilo. Gulf se acercó hasta él para cargarlo en brazos mientras le cantaba y lo movía simulando que bailaban. De un salto la pequeña Natasha bajó de su silla abrazó una de las piernas de su papi para bailar con ellos también.

Hace apenas unos años atrás, Mew era un vampiro, solitario, un tanto amargado y bastante huraño, no creía en el amor y mucho menos pensaba en la felicidad, vivía su existencia por el simple hecho de que no podía hacer otra cosa y solo esperaba el momento para poder acabar con ella.

Pero entonces un girasol llegó a su vida, y no solo le dio un motivo para seguir viviendo de esa forma, le dio paciencia, cariño y sobre todo amor. Y claro, dos maravillosos hijos que jamás pensó tener pero que ahora no podía imaginar su vida sin ellos.

Ver a sus tres grandes amores, reír, jugar y ser felices era todo lo que necesitaba para ser feliz. Claro que extrañaba a sus padres, pero sabía que tanto Luca como Ionel eran felices, a su manera, pero felices al final de cuentas.

.

.

.

En una relación de pareja, los sacrificios no hacen ni más grande ni mucho más romántico al amor. Por el contrario, renunciar a algo que en realidad no se quiere dejar, desgasta irremediablemente a la pesona hasta convertirla en algo que no es.

Sin embargo Ionel no estaba arrepentido de vagar por el mundo en compañía de alguien que físicamente no estaba con él. No obstante, eso no signficaba que no extrañaba a su familia, por supuesto que lo hacía, pero no quería volver, a pesar de todo le gustaba estar a lado del gran amor de su vida.

Sentado frente a una fogata, miraba como crujía la madera mientras ardía en el fuego. Pensaba en cómo hubiera sido su vida si Luca hubiera aceptado sus sentimientos y se hubiera transformado en un vampiro como él para cuidar por siempre a su amado Suppasit. Diferente, era obvio, pero que Luca lo dejase estar a su lado sin que hubiera amor de por medio, era uno de los regalos más grandes que había recibido en su vida.

Luca lo observaba desde detrás de un árbol, no quería que sintiera su presencia en esos momentos ya que se encontraba muy afligido. No podía seguir permitiendo que Ionel se perdiera de los maravillosos momentos que a lado de su hijo, su yerno y sus nietos pudiera pasar. Claro que le gustaba que ese maravilloso vampiro estuviera con él. Ionel siempre había sido una parte muy importante en su vida, pero... lo amaba demasiado como para aceptar que siguieran viviendo así.

No tenía manera de comunicarse con él para decirle que necesitaban regresar, que ya había pasado mucho tiempo y que lo mejor era que volvieran para que Ionel pudiera estar con su familia y él poder irse con la tranquilidad de que todos eran felices. Así que la única forma de que ese testarudo vampiro regresará a casa, era que lo dejara de sentir. Tenía que alejarse de él y no manisfestarse de ninguna manera para que volviera a casa y se olvidara de él. Por lo que, con lágrimas bañando su rostro, colocó una mano sobre su boca y después lanzó un beso a Ionel que seguía mirando el fuego completamente concentrado y ajeno a lo que Luca había planeado.

Después de esa noche. Ionel Jongcheveevat, jamás volvió a sentir su presencia.

.

.

.

Si bien solían salir un rato a su patio trasero los días de sol, cuando estaba nublado los Jongcheveevat disfrutaban del clima haciendo actividades al aire libre. Gulf se encontraba con el pequeño Alexander sentado sobre una manta en el pasto con un montón de juguetes que entretenían a su hijo y lo hacían reír cada que los aventaba lejos y Terry se los regresaba de inmediato.

Mew y Natasha estaban a unos pasos de ellos volando cometas. Suppasit maniobraba la figura de un fénix y Natasha una hermosa mariposa. Ambos padres estaban orgullosos de la familia que habían formado. Y aunque la mayor parte del tiempo solo se trataba de ellos cuatro, en ocasiones, Krist, Singto o Mild se unían a ellos y disfrutaban de la compañía de esas personas que eran cercanas a su familia.

Sin embargo, jamás dejaban de lado el recuerdo de Ionel o de Luca. Ambos procuraban hablarle siempre a sus hijos sobre sus abuelos, alimentando la esperanza de que quizás algún día pudieran conocerlos, o al menos solo a Ionel.

- ¿Hoy podemos dormir en la casa del árbol? – preguntó Natasha.

- ¿Amor? – Mew se volvió para preguntarle a Gulf –

- De acuerdo, dormiremos en la casa del árbol pero... -

Gulf no pudo continuar debido a la presencia que había sentido. Sin temor a equivocarse sabía perfectamente bien de quién se trataba. Mew también pudo sentirlo, y rápidamente giró su vista hacía el bosque y entonces lo vio...

- ¡Abuelo, abuelo! – Natasha soltó el cordón de su cometa y salió disparada hacía donde Luca venía - ¡Abuelo! – se arrojó a su brazos cuando estuvo cerca de él.

- Pero... - Mew no podía creerlo. Gulf tampoco, sin embargo se puso de pie con el pequeño Alexander en brazos.

- ¿Por qué no habías venido antes abuelo? – preguntó Natasha que era cargada por Luca - ¿Ya no eres un fantasma? –

- No hermosa princesa, ya no – respondió – perdóname por no haber venido antes ¿Sí?, pero estaba muy lejos –

- ¡Papá! – Mew llegó corriendo a ellos seguido por Gulf - ¿Cómo es posible? ¿Acaso estás ocupando el cuerpo de Krist? –

- No – respondió Luca – les contaré todo lo que pasó pero díganme ¿Ionel está con ustedes? –

- No – respondió Gulf - ¿Qué no se supone que estaban juntos? –

- Lo estábamos, pero... yo... lo abandoné –

Mew y Gulf se quedaron en silencio. Jamás esperaron que Luca fuera a dejar solo a Ionel, y mucho menos que éste apareciera delante de ellos.

- ¿Qué fue lo que pasó? – cuestionó Mew a su padre - ¿Cómo es que ahora estás aquí? –

- Según la creencia, para que un alma en pena pueda ser liberada de su penitencia debe hacer varios actos o plegarias que le concedan el perdón – empezó a relatar Luca – yo no podía seguir viendo como día tras día el brillo en los ojos de Ionel se iba apagando, y con todo el dolor de mi alma decidí abandonarlo para que él tomará la decisión de regresar –

- Luca... - susurró Gulf al borde del llanto imaginándose cómo se debió hacer sentido Ionel al no sentir más la presencia de su gran amor –

- Al darme la vuelta e irme de su lado, una luz me cegó, después aparecí en el bosque Hoia Baciu y alguien estaba conmigo, nunca supe quién era, tan solo colocó su mano en mi cabeza y a los pocos segundos, desapareció – dijo con lágrimas en los ojos – sin embargo tuve un sueño, en donde la misma persona que vi en el bosque me decía que todo sacrificio que emana desde el fondo del corazón tiene su recompensa -

- ¿Entonces tú... reviviste o...? – Mew no sabía que pensar ante el hecho de tener a su padre frente a él. 

- No sé como explicarlo, pero debo encontrar a Ionel –

Entonces Mew cayó en cuenta de que su padre, al borde de la desesperación pudo haber cometido una locura. Si un vampiro se quita la vida, sencillamente desaparece, como no tiene alma, hay esencia alguna que se vaya al purgatorio, al cielo o al infierno, simplemente su existencia termina ahí y no hay nada más que hacer. Punto. 

Esperaba que Ionel no hubiera tomado ese camino, no era el final que ese vampiro se merecía, y Luca no dejaba de culparse tomar siempre las peores decisiones y hacer mal las cosas. Bajó a Natasha y se acercó para abrazar a Mew. Su hijo lo rodeó por la espalda y dejó que su padre llorara todo lo que necesitara llorar. Ahora debía consolarlo como muchas veces Luca lo animó a él en el pasado. 

Gulf atrajo a Natasha que veía con pesar como su abuelo lloraba y estaba triste, Kana se agachó a la altura de su princesa y le dijo que todo estaba bien, que su abuelito necesitaba llorar un ratito y que después se sentiría mejor. 

- Lo sé – dijo la nena – pero abuelito Ionel no está muerto – si bien Natasha era una bebé cuando Ionel se fue, ésta sabía perfectamente bien quien era. 

- ¿Qué? – preguntaron ambos padres mirando a su hija con asombro la cual solo levantó su mano y apunto hacía el hombre que salía del bosque caminando con Ionel en brazos.

- ¡Ionel! – Luca corrió en dirección al hombre que traía al vampiro inconsciente, jamás lo había visto pero tenía una mirada completamente vacía que daba un poco de miedo –

- Veo que Dragos pudo encontrarte y regresarte a la vida – el extraño hombre le habló a Luca. 

- Vasile – susurró Mew.

- Nos vemos de nuevo Suppasit – saludó el recién llegado. Gulf tampoco había visto nunca en su vida a ese hombre, pero sabía perfectamente de quién se trataba.

- Su alteza – Vasile saludó a Gulf haciendo una reverencia.

- ¿Qué le pasa a Ionel? – preguntó Kana preocupado sin soltar a sus hijos.

- Ionel ha venido a nosotros con la firme intención de terminar con su existencia – respondió Vasile – nos negamos a ello por supuesto - señaló el inerte cuerpo del vampiro - él no se lo merece –

Vasile, Dragos y Fane Brunet eran los tres hombres que estaban por encima de rey de los vampiros. Ellos eran conocidos como los chupa sangre más antiguos y de cierta forma cuidaban que las acciones del rey no afectaran de ninguna forma a su especie. Por lo general permanecían en las sombras, y no se involucran en la vida de ningún vampiro, a menos que fuera estrictamente necesario. Nadie, ni el mismo Ionel, que era el vampiro con mayor longevidad, sabía si ellos eran los primeros vampiros en existir, pero sin duda eran los que más años tenían existiendo.

- Ionel es un vampiro... ejemplar – habló Vasile – bajo ningún concepto íbamos a permitir que su existencia terminase así –

- ¿Y qué le han hecho? – cuestionó Mew.

- Fane lo ha dormido antes de que venir acá – respondió – no podemos dejar nuestra morada sola su alteza – se dirigió a Gulf – así que espero disculpe que él no haya venido conmigo – Gulf solo asintió sin decir nada. 

- ¿Y Dragos? – preguntó Mew de nueva cuenta.

- Él se encuentra de camino a casa – fue la respuesta de Vasile – interceptar un alma recién exonerada en su camino al descanso eterno y darle vida temporalmente es algo que lo deja con muy poca energía – relató el vampiro.

- No entiendo nada – Luca no dejaba de mirar al hombre que aun cargaba a Ionel. 

- Me imagino – dijo como si nada – mis hermanos y yo conocen perfectamente tú historia con Ionel – comentó momentos después – sabemos el intenso amor que él tiene por ti, así que cuando vino a nosotros desesperado a pedir su destrucción porque te había perdido, decidimos actuar –

- ¿Cómo? – preguntó Luca.

- No solemos meternos en la vida de nuestros hermanos vampiros, pero Ionel es especial – expresó Vasile – Dragos es un vampiro médium, así como la linda y pequeña Natasha – el vampiro le dirigió una mirada a la niña que se escondió detrás del cuerpo de Gulf – al saber del sacrificio que habías hecho para que Ionel pudiera regresar con su familia fue de inmediato a buscar tu alma, ya que está había sido absuelta de pecado y se le daría por fin el descanso eterno – hizo una pausa para mirar a los ojos a Luca – entonces te concedió un lapso la vida por un breve periodo de tiempo –

- ¿Cómo pudo hacer eso? – cuestionó Mew sorprendido.

- Digamos que... ese es su don de vampiro – respondió - el puede caminar entre el mundo terrenal y el mundo espiritual - 

- ¿Cuánto tiempo me queda de vida? – Luca se sintió mal al hacer esa pregunta pero debía saber la verdad –

- Veinticuatro horas –

Hubo un prolongado en donde Vasile aprovechó para caminar y depositar a Ionel en la manta en la que antes habían estado sentados Gulf y el pequeño Alexander.

- Nuestra idea es que Ionel te convierta en vampiro y por fin puedan estar juntos – dijo Vasile poniéndose de pie delante de Luca – es la última oportunidad para ustedes dos – se giró y caminó hasta Gulf, Mew de inmediato llegó con su familia y se colocó delante de ellos – Vasile le sonrió de lado y se agachó hasta llegar a la altura de Natasha –

- Ha sido un placer conocerte, princesa – la nena solo asintió temerosa - ¿Puedo? – preguntó a Kana antes de acariciar el cabello del pequeño Alexander que reía ajeno a la situación que estaban pasando – no cabe duda que es tu hijo Suppasit, es idéntico a ti cuando eras pequeño – comentó – sin duda será un vampiro muy poderoso como sus padres y su hermana mayor –

- Gracias – dijo Gulf inseguro de tener a ese hombre cerca de ellos.

- No somos sus enemigos – expresó Vasile dando un paso atrás – pero si vemos que hacen algo que perjudique a nuestra especie, sin duda actuaremos en consecuencia – nadie dijo nada, y en realidad no era necesario – me retiro, pero tengan presente que nos volveremos a encontrar, mis hermanos y yo queremos conocer mejor al nuevo rey de los vampiros –

- Aquí estaremos – respondió Mew y el Vasile caminó hacia el bosque en donde lo perdieron de vista.

.

.

.

La vida había vuelto a la normalidad en la familia Jongcheveevat, a la normalidad de ellos claro está. Natasha había cumplido siete años y todas las tardes acudía a la casa de su tío Krist para que le enseñara a usar su don, fue terrible para la pequeña enfrentarse por primera vez a los demonios a esa edad, Gulf incluso había querido matar a su hermano por arriesgarla de esa manera, pero Mew lo detuvo diciéndole que su pequeño girasolito era fuerte y que no debían interferir en su aprendizaje.

Alexander había cumplido cuatro años. Seguía siendo tan travieso que Mew se preguntaba si su esposo había sido así cuando era niño. Krist le confirmó sus sospechas, le contó que antes de que sus padres murieran y que Gulf enfermara, éste era un niño bastante pícaro y les costaba tenerlo vigilado porque al primer descuido... ¡Mejor ni recordarlo! Lo perdían de vista y el pequeño Kana se mería en problemas. 

Y tal parecía que ese era el don vampírico de Alexander, desaparecer, literalmente. El menor, cuando se sentía triste o enojado simplemente se desvanecía y aparecía en otro lugar. Afortunadamente para sus padres aún era muy pequeño y no controlaba muy bien su poder por lo que al desaparecer no lo hacía tan lejos, solo se "teletransportaba" como decía Ionel, unos cuantos metros dentro de la misma habitación en la que estaba. Sabían que un vampiro de Tailandia tenía ese poder y se contactarían con él para pedirle consejos.

Luca, era el vampiro más joven en la familia Jongcheveevat, después de que Vasile se marchara aquella tarde, Ionel despertó y entre todos le contaron lo que había pasado. Sabía que Ionel quería estar a su lado, se lo había demostrado todo el tiempo, así que no dudo ni un segundo en aceptar convertirse en uno de ellos. Y no solo lo había hecho para complacer a Ionel, con el tiempo, y con todo lo que había hecho aquel vampiro terminó enamorándose de él y correspondiendo a ese amor tan incondicional que le tenía. No había manera de que aquello no ocurriera, Ionel siempre había sido el pilar de su vida, y sentir amor por él no era para nada descabellado, todo lo contrario, jamás había sido tan feliz.

Si de por sí Ionel siempre se había mostrado como un vampiro alegre, juguetón y bromista, después de que Luca le dijo que correspondía sus sentimientos, la felicidad no le cabía en el cuerpo. Sabía que él merecía ser feliz, pero que el destino le hubiera dado lo que siempre pidió, no estaba en sus planes de vida. Amaba profundamente a Luca y que éste hubiera vuelto de la muerte con la intención de estar a su lado para amarlo era el mejor regalo de toda su existencia. Y en realidad se sabía y se sentía amado por aquel hombre del cual siempre estuvo enamorado. Sus atenciones, sus besos y sus caricias se lo demostraban a cada momento. La forma en la que Luca lo miraba lo hacía el vampiro más feliz sobre la faz de la Tierra.

Krist y Singto se habían unido en matrimonio en el extranjero. El hermano de Gulf seguía ayudando a los espíritus y fantasmas a encontrar el descanso eterno y enseñaba a su bella sobrina a como usar ese poder para hacer el bien. Singto dejó la política y se dedicó a enseñanza siendo profesor de un prestigioso colegio privado. Sus alumnos lo adoraban al igual que su esposo, que siempre lo consentía en casa cada día después del trabajo.

A Mild le contaron tiempo después todo el embrollo que se había armando desde la partida de Kana de su casa estando enfermo. El joven se desmayó un par de veces durante el relato, hizo un montón de preguntas y terminó siendo perseguido por su mejor amigo cuando le contó que había coqueteado con su esposo.

El amor de Mew y Gulf ya no era el mismo, y es que con el paso de los años no podía seguir siéndolo. Ellos se amaban cada vez más, quizás nadie lo creyera posible, pero ambos sabían perfectamente que era así. Eran una familia unida, adoraban a sus hijos, a Ionel a Luca, a Krist a Singto y por supuesto a Mild. Y claro, Mew a Gulf y éste a su esposo.

Estaban felices con la vida que tenían y con el amor que sentían el uno por el otro. Se valoraban, buscaban el bienestar del otro y trataban siempre de encontrar un equilibrio en su relación. Con besos, caricias y haciendo el amor se demostraban que siempre estarían juntos, amándose como nunca antes habían amado antes, como lo hicieron desde la primera vez que se vieron varios siglos atrás.

- Sigue siendo más veloz que tu cariño – ambos vampiros corrían por el bosque por el simple placer de hacerlo. Les encantaba pasar sus ratos libres sintiéndose precisamente así, libres. 

- Eso no me impedirá alcanzarte – respondió Gulf.

- ¿Ah si? – preguntó Mew y ambos se detuvieron al llegar al acantilado. Era una hermosa vista hacia abajo pues se podía apreciar de fondo, el agua el lago que se veía profunda y cristalina.

- ¿Lo ves? Te alcancé – el menor sonrió victorioso. Mew le devolvió la sonrisa.

- Te amo Gulf – se acercó a él y lo abrazó por la cintura.

- Y yo a ti Mew – envolvió sus brazos alrededor de su cuello – y te voy a amar toda la eternidad –

- ¿Infinitamente por siempre? – preguntó el mayor sonriendo de una forma que encantaba a Guulf. Éste se soltó de su abrazo y entrelazó su mano con la mano de Mew.

- Eternamente – Gulf sonrió y se lanzó por el acantilado jalando a Mew con él.

Segundos después dos golpes en agua se escucharon para dar paso a las risas de Gulf siendo perseguido por Mew. Parecían dos jovencitos enamorados, y lo eran. Claro que sí.

FIN

No les diré adiós porque seguiré trabajando en más proyectos MewGulf. Espero estar pronto de nuevo por aquí compartiendo con ustedes mi trabajo que hago con todo el amor del mundo. Ojalá pueden acompañarme en un futuro con las locuras que salgan de mi imaginación. 

HASTA LA SIGUIENTE HISTORIA. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro