Pov. Normal.

El rubio se encontraba en los baños de la escuela pensando, caminando de un lado a otro pensando. La carta que recibió esta vez de su ex novio decía que quería verlo, verlo una ultima vez, quizás con eso podría parar todo este asunto de las cartas, y su novio se calmaria, y no se metería en problemas. Eso se suponía pero...algo estaba mal, tenia un mal presentimiento.

Volver a ir a ese lugar, aquel lugar que compartió con Craig tantas veces, tantos besos, tantas charlas, tantos abrazos...

...Su primera vez...

Fueron tantas cosas...tantas cosas que ya habían sido, poco a poco, reemplazadas por cosas con Pete.

Cuando Craig lo botó, de la peor manera por cierto, el pobre rubio estaba destrozado, solo y triste, quien se acercó a él y lo apoyo, fue el chico gótico de flequillo rojo, Pete. Al principio lo vio como un amigo, y poco a poco se acercaron más, los amigos de ambos se acostumbraron, Token, Jimmy y Clyde tardaron un poco a la sombría presencia del gótico con ellos, y Michael, Henrietta y Firkle igual tardaron a la presencia del paranoico, pero al final se llevaron bien, ambos grupos nunca se reunieron eso si. Con las semanas ambos chicos se volvieron novios, Tweek tardó un poco en superar a Craig pero al final lo había logrado. Estaba tan feliz con Pete, sus citas eran algo raras pero emocionantes, como algunas en el cementerio y lugares lúgubres.

Por su parte...Craig poco a poco se arrepintió de lo que había hecho, pues su relación con Stan no era la gran cosa, y menos cuando este se fue con Kyle a quien sabe donde. ¿El karma quizá? Tal vez si. Ahora, él veía como Pete había tomado su lugar, pero de una manera diferente, pues el gótico era cariñoso y amable con el chico paranoico. Veía como en los pasillos le daba besos, reían, en el almuerzo se iban juntos, ya sea que estaban con el grupo de Tweek, obvio con Craig allí pues ese también era su grupo, o con los góticos en la parte detrás.

A pesar de todo, y de su mal presentimiento, el rubio se decidió a ir allá y acabar con todo. Iría a su lugar donde todo empezo, donde Craig decidió tener una relación seria con el rubio, y allí mismo lo terminaría todo. Él ahora quería estar con Pete, ya no quería saber nada de Craig y menos por esas escalofriantes cartas que le mandaba.

Llegó a su casa, dejó su mochila y se fue a ese lugar.

Ese lugar era una pequeña cabaña abandonada que juntos habían reparado, no era gran cosa, pero si era pequeña y cálida por la chimenea, un sofa, y televisión. Nadie sabía cómo llegar alli, por lo que ningún vagabundo drogadicto podía llegar, solo ellos dos.

Al llegar y ver el lugar, un golpe de recuerdos invadió a Tweek. Se quedó unos segundos pensando en todo eso, pero estaba decidido a olvidar todo eso y quedarse solo con los futuros recuerdos que haría con Pete.

Tomó aire, y se propuso a entrar. La chimenea estaba encendida, pero no veía a Craig.

De repente...

...sintió como alguien lo tomaba por detrás...

...ponía un paño en su rostro, tenía un olor fuerte...

...

No pudo evitar caer desmayado al instante.

Tenia razón en su mal presentimiento...