•1• La noticia

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Mis brazos rodearon su torso por detrás y el olor a perfume que tanto me gusta y siempre usa, se cuela por mi nariz.

-¿Me perdonas?- me ánimo a preguntarle en voz baja, hablarle así de frágil es lo primero en mi lista de cosas para hacer mitigar el enojo de Kim Taehyung. Bueno en realidad esa lista la acabo de inventar pero es posible que si exista de manera imaginaria en mi mente.

Él quita mis brazos de su alrededor y me hace quedar frente a él, de espalda a los barrotes del balcón.

Pongo mi mejor carita inocente y no consigo acunar sus mejillas como quiero porque sujeta mis muñecas.

-Deberia quedarme molesto por mucho más tiempo, tú me haces cambiar a este humor de mierda.

Aprieto los labios dándome el tiempo para buscar mis palabras de excusas- no soy yo la que le coquetea a otros ni nada parecido, son ellos los...

-¿Ese es tu mejor pretexto?, toda chica que se vista como lo hiciste tu hoy... hace revolver a cualquier hombre, Hae. Esa ropa que llevas no es la mas adecuada, ¿me equivoco?

-Sé que no iba de lo más decente- admito bajando la mirada mientras en mis labios no tarda en crearse un puchero con el que intento convencerlo -pero...

-¿Pero?

-Si voy sexy o provocativa, es únicamente para ti- siento que he vuelto al principio de la conversación cuando lo veo cambiar la mirada, y lo poco que lo había llegado a convencer regresó a cero.

-Cuando quieras usar minifaldas o tops, recuerda que debes consultar a alguien primero, ¿de acuerdo?

No dijo bebé, ni amor, ni cariño, ni linda, nada.

-Tae...

-¿Hmm?

-Te quiero mucho- confieso sincera, me llega la impresión de que se le va alejando el fastidio del cuerpo con mis últimas palabras.

Tomo la iniciativa de soltar su ya flojo agarre en mis muñecas, y luego de tomar sus mejillas proceder a dejar un casto pico en sus labios. No deja que me aparte mucho y atralléndome por la cintura me besa, dejo que sus labios se adueñen de los míos sin pudor, como solíamos hacer a cada reconciliación.

Llevábamos un año de relación, y creo que nuestra confianza y entendimiento es lo bastante grande como para que no podamos arreglar un problema. ¿Cual había sido el motivo del problema? Que hayamos ido a una fiesta y mi atuendo en su opinión no fue acorde a la moral sexual, o en otras palabras decente.

El motivo antes del motivo del problema fue que un x chico se haya sentido con el derecho de nalguearme. Eso claramente hizo a mi novio darle un puñetazo, que hubiese sido precedido de otro si uno de nuestros amigos no le detiene.

En caso de que hayan problemas los resolvemos de alguna manera. Siempre hemos sido HaeMi, y Taehyung, y eso no podría cambiar por nada.

-¿Perdonada?- sonreí sin alejarme un centímetro, lo confirmo al ver su sonrisa leve

-Tu efecto de manipulación- murmura. Todos mis vellos se erizan al sentir su voz en mi odio, mi corazón se acelera al escuchar lo otro- te quiero también , Hae- sonrío satisfecha al escuchar el apodo

Dejé un besito en su cuello y sentí sus manos apretarme todavía mas.

-¿Puedo quedarme?- pregunto

-Claro, quédate. Estoy solo, además mi casa es la tuya, y mi cama también- lo último me sonroja.

Nuestros labios una vez más, distingo un sabor a vodka en su cavidad. A duras penas consigo llevarle el ritmo, mis pies ya dolían por estar tanto tiempo de puntillas. Me separé, aliviada de poder tocar el piso denuevo, Tae captó el problema y me subió a su estómago provocando que mis piernas se enrollen en alguna especie de sostén por mi parte. Lo siguiente sería dar un buen uso a los resistentes muelles de su cama.

•••

Mañana siguiente.

-Oh, señorita, bienvenida- reverencié de forma ligera a la empleada, iba a preguntar por mi madre pero ella fue más rápida en aparecer

-¡Jung Hae Mi!- me mira exasperada. Ggracias a mi gafas no vio mi rodeo de ojos

-Mamá, ahora no.

-¿Dónde estuviste, niñita, ah?- me reclama tomando mi brazo.

Una vez retiré mis gafas oscuras poniéndolas sobre mi cabeza, me percato de su mirada de puro asombro en mi cuello. Veo como se cubre la boca y trato de cubrirme.

Su bufido se acompaña de la bofetada que recibo en mi pómulo, lo cual hace que gire la cara. Mi mejilla arde.

-¡Ya déjame, eres horrible conmigo, por eso hago lo que quiero!- me suelto de su agarre y camino en dirección a las escaleras, pero me detengo y volteo a decirle algo más- Y sí estuve con Taehyung. Ahora eres abnegada ¿no? -digo irónica, recordando lo que alardeaba con una de sus amigas cuando me obligó a acompañarla a una de sus aburridas salidas- no seas tan hipócrita, mamá.

Me quité los tacones y subí las escaleras corriendo a la velocidad de la luz sintiendo mis ojos cristalizarse y mi cara enrojecer.

•••

En el balcón disfrutaba de la música que dibagaba por mis oídos mientras acariciaba el suave pelaje de KingKang, es mi perrito, la cosita más hermosa y tierna existente en la faz de la tierra. Mi mano se perdió entre su lanudo lomo escabulléndose por ese lindo color blancuso que posee.

La música no yacía tan alta así que pude escuchar el toque en la puerta detrás mío. Volteé de inmediato encontrando a mi hermano.

-¡Entrega!- bromea mostrándome la caja que lleva en manos. Mi sonrisa se amplía y me las arreglo para dejar al pequeño en mi asiento y sin dudarlo corro a abrazarlo, lo mismo hace él conmigo apretándome contra su pecho para luego besar mi sien.

-Hoseokie Oppa, te extrañé mucho- murmuré inhalando su peculiar aroma.

La vida fuera más fácil si viviera con él, antes lo veía a diario porque vivía con nosotros, pero luego de cumplir veintiséis decidió mudarse a una casa independiente donde ahora vive felizmente con su esposa. A pasado todo un año y aún no me acostumbro a su ausencia, es quien único valía la pena en este presidio llamado 'casa'

-¿Esto es tuyo?- hace referencia a ma caja.

-Sí, son los zapatos que pedí por internet hace poco. ¿Por qué has venido?, creí que estarías ocupado y vendrías el fin de semana- me separo, lo que el aprovecha para dejar la caja sobre la mesa.

-Bueno...Mina y yo tuvimos problemas. Es probable que nos separemos. Me quedaré aquí hasta saber a dónde irá nuestra relación.

-¿Mina y tú?, ¿por qué?.-dije perdida . Él acaricia mi pelo con una sonrisa cohibida.

-Lo hablaremos después - tampoco puedo asentir muy bien ya que sus palabras vuelven a interrumpir- ¿Qué le pasó a tu cara?- acaricia el lugar en donde se suponía estaba levemente rojo- ¿Fue por la discusión con mamá?, ya me contaron.

Volteo los ojos empujando el recuerdo, él no menciona nada

-Pequeña... papá te espera en su despacho, quiere hablarte sobre algo ... solo no pierdas la calma y haz lo que te dice, ¿si?

Fruncí mi ceño al ver su cara opaca de emoción, y comprendí que su expresión no era solo por la discusión que había tenido con su esposa.

Tragué pensando que que pudiese ser.

-¿Pero es algo malo?, ¿una mala noticia?- esta vez el mueve la cabeza diciéndome que si

-No te agradará, supongo. No quiero darte muchos detalles. Ve y escucha lo que tiene para decirte. Recuerda, sé obediente.

La madera color negro chocó contra mis nudillos cuando toqué. Fuera lo que fuera, tenía que saberlo. Temí un poco cuando escuché su 'pase', pero abrí la puerta y entré, llevándome la sorpresa de ver a mi madre también.

-¿Papá?, ¿querías decirme algo?, Hoseok dijo...

-Toma asiento, tenemos que hablar seriamente contigo- habló tangente interrumpiendo lo que diría

-Si piensas reprenderme por no haber llegado anoche no tengo nada que decir al respecto, padre. Fui con Taehyung, es todo, entenderé si me castigas

-Es sobre otra cosa- aclara, entonces sin otro remedio me senté en una de las sillas

-Hija- miro a mi madre- tu padre y yo hemos pensado que debes casarte.

No tardo en comprenderlo, así que le respondí al instante.

-¿En serio?- sonreí instintivamente, pues es sorprendente que les interese. A ninguno de los dos les agradó mi novio desde un principio y esto era para llorar de alegría.- suena estupendo pero Taehyung y yo aún no lo hemos hablado, creo que en otro momento estaría bien. ¿Cómo surgió la idea?

Ellos se miran, y luego la desubicada quedo siendo yo. Porque la vibra que se siente en el ambiente para mí ya no es buena, y la atmósfera se siente pesada automáticamente por el misterio que abarca la situación.

-No, no hablamos de Taehyung. Creemos que el no es adecuado para ti, hablamos de otra persona, queremos que te cases con el hijo de un amigo de nuestra familia. Bueno, tu ya lo conoces muy, su padre es socio de nuestra empresa.

Tardo en comprenderlo, pero no soy tan lela, la tardanza fue a causa del asombro, es decir, las palabras se me fueron y no supe que decir. Ni siquiera me puse a pensar en el por qué de que no me dijese el nombre.

-¿Están bromeando?- sonrío y me tapo la boca con la mano por un segundo, mis carcajadas salen- oigan, ya se que están arrepentidos por como han sido conmigo. Pero no se preocupen, se que todo es por mi bien. No es necesario hacer todo esto, en verdad

Y es cuando empato los hilos, la cara de mi hermano mayor fue exactamente igual, y muy claro me dejó que no me gustaría lo que escucharía. Mi sonrisa disminuye de apoco.

-¿No es broma?- trato de no parecer impactada, por no haber ido más allá en lo que implicaba casarme, lo dicen como si me fuesen a quitar las tarjetas de crédito y mi celular. No me lo han echo saber de la manera más correcta, y es que no, nada aquí es correcto.

-HaeMi, te has portado muy mal con nosotros. Pero dejando eso de lado, esto lo hacemos porque creemos que es lo mejor para ti, estamos asegurando tu futuro- mi impaciencia iba ascendiendo y yo ya no quería escuchar más

-¿Asegurando mi futuro?, ¡No están arruinando!

La puerta se abre dejando ver a mi hermano.

-¿No dejarás que mi padre haga esto verdad?- su silencio me da la respuesta.

Miro a mis padres otra vez.

-Es por tu bien Hae Mi, sabemos perfectamente lo que te conviene. Nada forcejeos, y obedece.

-¡Taehyung, es mi bien, yo lo quiero a él, pensé que lo habían entendido!- me doy cuenta de que maletero demasiado la voz pero no me importa en lo absoluto

-No grites- ordena la virilidad de la voz de mi padre. Yo suelto una risa molesta- Has hecho y deshecho ya bastante con ese muchacho, si no te bastó eso ya no es nuestro problema. Aceptamos por mucho tiempo que estuvieras con ese niño pero es hora de que eso se acabe.

-Vas teniendo edad de casarte, además tu matrimonio nos beneficiará a todos.

Mi padre guarda silencio y yo solo miro atenta como se pone de pie y sale del despacho. Mis ojos se clavan en el escritorio cristal oscuro. En silencio trato de asimilar.

-¿Acaso te importo algo?- me pongo de pie para dirigirme a mamá-... ¡Aún si estuvieras en desacuerdo no puedo contar contigo, eres su maldito títere!

-Hae, es suficiente- mi hermano me detiene.

Preferí desaparecer de ese lugar e ir camino a mi habitación escuchando mi nombre ser mencionado por mi hermano y de fondo la conversación que entabla con mi madre.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro