•45• Las cosas de la vida. [FINAL]

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Meses después

Hay un pitido, un sonido continuado, constante, podría decir que molesto. Me suda el cuello, me salen gotas desde las sienes, lo cual es raro porque estoy en un lugar herméticamente cerrado y frio.

-Prepara el material- dijo alguien.

Confundida, quito la vista del techo y a mis costados puedo ver a dos personas, una mujer y un hombre. No los reconozco, o probablemente no los conozco, tienen una mascarilla que les cubre casi todo el rostro.

Intentando moverme, descubro que mis manos están sujetas a la camilla en la que estoy acostada.

Mucho más perdida, vuelvo a intentar, pero hay unas correas apretando mis muñecas, parecen bien aseguradas. El corazón se me empieza a acelerar. No se que estoy haciendo aquí.

Algo no encaja.

Observo el monitor a mi derecha mostrando mi frecuencia cardíaca, mi presión arterial y mi temperatura.

-Está despierta.- escuché que decian.

Volteé de inmediato. La mujer me observaba fijamente, su mirada intimidaba, me transmitía temor.

-Debes estar dormida.

Uno de los hombres me coloca un respirador en la nariz y la boca. Me invade un aire frío que me hace cerrar un poco los ojos, pero no dormirme.

-¿Q-que hacen? ¿Quienes son?- los ojos me lloran, estoy luchando con el oxígeno que pretende dejarme inconsciente.

-Te realizaremos la cesárea, vas a dar a luz.- me dijo la desconocida.

Hay una lámpara quirúrgica apuntando hacia mi barriguita. No sé por qué pero estoy muy asustada.

Comienzo a respirar agitadamente.

¿Cesárea? No puede ser, no tengo el tiempo suficiente según mis cálculos. Además, no recuerdo cómo llegué aquí... ¿Y Jungkook? ¿Por qué no está él aquí?

-N-no... eso no es posible, déjenme.- dije desesperada y removiéndome.

Ellos no me hicieron caso.

-Hazlo.- dijo el hombre a mi derecha.

Es entonces cuando aparece una tercera persona. Y parecerá imposible pero... ¿una motosierra?

-No...- dije. - no no no!

-sujétenla

...

Agitada, despierto, por fin liberándome de lo que ahora entiendo fue afortunadamente una pesadilla. Estoy sudando muchísimo, pero me quedo inmóvil un momento mientras me adapto a la realidad. .

Giro la cabeza a mi derecha y me deleito con la grata imagen de Jungkook durmiendo con pacificidad a mi lado. Sonrío inconscientemente y le toco el cabello de manera suave, intentando no despertarlo.

Estoy enamorada hasta las trancas, enamorada a un límite inimaginable. No me importa si parecen palabras fuertes, quiero a Jungkook, lo amo, y estos meses me ha hecho la mujer más feliz con el maravilloso tiempo que dedica a velar por mi bienestar. A veces me siento incómoda, porque me cuida tanto que cansa, pero luego lo veo acordonando mis zapatos en la calle y pienso en lo afortunada que soy de tenerlo.

Considerando lo temprano que aún es, me levanto yo y le dejo descansar otro rato.

En casa tuvimos un pequeño ajuste. Decidimos que usar dos habitaciones seria innecesario por lo que me mudé a la suya, así que ahora estoy en nuestra habitación. Aquí tengo todas mis cosas y aunque en un principio no me lograba acoplar bien a los espacios compartidos como el clóset y el baño, me he podido acostumbrar.

Una vez hecho el amarre de mi blusa holgada, me coloco de costado frente al espejo de cuerpo entero como he de hacer cada mañana.

Hoy se cumplen cuatro meses. Dieciséis semanas exactas.

Es un hecho, voy a ser mamá.

Tal vez parezca increíble, pero me he adaptado a la idea. A pesar de que soy mayormente desalmada, o al menos lo era, espero con cariño la llegada de mi bebé. Ya me tomé el tiempo de ir comprando algunas cositas como chupetes, biberones, toallitas y esas cosas. Jungkook y yo aún no hemos comprado ningún tipo de ropita porque aún no sabemos el sexo.

Y sí, ya tenemos pensado cual será su habitación.

Contemplo mi vientre abultadito, el ligero crecimiento de mis senos, meditando en el gran giro que me tiene programado la vida

Eso hasta que me ruge el estómago y el hambre me conduce hacia la cocina.

En el frigorífico está todo. Ayer fui de compras y como no siempre está Jungkook para prepararme algo delicioso, decidí comprar unas bolsitas que vienen con unos emparedados riquísimos que solo debo calentar. Hay leche, jugo, cereales, pero elijo el yogurt porque me apetece más.

Los príncipes de casa me están goloseando así que les sirvo a cada uno en sus respectivos platos, lo cual los ocupa rápidamente. La comida compartida hace tiempo no es un problema, les enseñamos ya que son hermanitos y deben llevar la fiesta en paz porque les queda mucho tiempo viviendo juntos.

Cuando las mascotas están comiendo fervientemente, me siento a desayunar. Aprovecho que me traje mi celular desde la habitación y me entretengo mirando algo en redes sociales.

La primera publicación en el feed de mi Instagram es un reel de Jungkook modelando con un oufit poderoso en una pasarela. Este evento ocurrió justo ayer, fue invitado a una exhibición de las tendencias de una reconocida marca de moda en Seul junto a otros modelos también famosos.

Entro a ver los comentarios para postear algo y se me ocurre tomarme algunas fotos para actualizar mi perfil.

Me peino con los dedos y me coloco de cara al Sol logrando así un curioso ángulo. Me tomo otras en diferentes poses y por último acomodo mi batido de fresa, mi emparedado y mi bowl con frutas picadas para exhibir también lo que me estoy comiendo.

Agrego una descripción breve a las fotos, cito algunos hashtags y también etiqueto a Jungkook. Checo que todo esté bien y pincho en "publicar" coincidiendo con el momento en que suena el timbre.

Voy hacia la puerta divisando la silueta de alguien a través del cristal translúcido, al llegar tiro de la manija solo para encontrarme la inesperada aparición de mis progenitores.

Me quedo un poco petrificada, no me sorprendida porque viniese mi madre, sino por mi padre.

-Oh...- murmuré

-Buenos días, hija.- mi madre cruzó el marco de la puerta y me abrazó.

Yo levanto mis brazos y la envuelvo también con una leve sonrisa. Creyendo de una vez que el momento es real al sentir su olor.

-Hola, querida.- mi madre me deja y viene mi padre a envolverme en otro abrazo cálido.

-Bienvenido papi.- sobé su espalda.

Cierro la puerta nuevamente y los invito a pasar al living, dándome cuenta de que madre anda con una bolsa en la cual sospecho que trae algo de comer para mí, desde que estoy en embarazo me ha hecho algunas visitas y siempre me trae comida.

-No... me esperaba que vinieran.- dije

-Ya sé, sabíamos que ibas a sorprenderte, no quisimos decirte nada.- mamá está sentada a un costado mío mientras que mi padre se encuentra caminando un poco por la casa con las manos en los bolsillos de su pantalón, él no había venido antes.

Sonreí un poco.- ¿Tú cómo estás?- la miré. - ¿Te sientes bien?

-Sí hija, no te preocupes.- me contestó, queriendo hacerme creer algo que por supuesto estoy dudando.

-¿Este es tuyo?- volteo al escuchar la voz de mi padre y le encuentro acariciando a Bam mientras este mueve la cola.

-Oh. Él es Bam, Jungkook lo adoptó hace unos meses.- dije.

-Ya veo.- dijo él antes de sumarse a nosotros en el sofá.

No dije nada cuando me acarició el cabello con las dos manos y posteriormente me acunó las mejillas con sus dos manazas.

-Cuéntame cómo estas, mi pequeña.- me dijo, observándome con una sutileza conmovedora.

Con los ojos levemente cristalizados, respondí.- Muy bien, papi .

-¿Segura? ¿No hay nada que necesites?- insiste en saber.-¿Por qué no van tu y Jungkok a pasarse unos días por la casa? O quizás unas vacaciones, en donde tú quieras, para que despejes. ¿Te parece?

-Uh. No hace falta, Jungkook está cuidando muy bien de mí.

-Hae, ya sé que no estamos apoyándote todo el tiempo.- mi madre me hizo mirarla.- pero queremos que sepas que estamos muy pendientes de ti y de tu bebé, sabemos que esta etapa puede ser dura para ti y... nos interesa mucho que estén bien.

-Gracias, mamá, estoy bien.- contesté casi titubeando.

-¿Pero por qué estás a punto de llorar?- dijo ella mirándome con ternura, invitando a mis lágrimas a salir.

-No lo sé...

-Por Dios, cielo, no llores.- mi padre me atrajo a su hombro y me dejé ir. Estaba muy conmovida por las palabras de ambos.

-No es nada, solo... agradezco mucho el apoyo de los dos.- dije con voz débil.

-Es nuestro deber, hija.- volvió a decir papá.

-Basta, deja de llorar. Mira lo que te trajimos.- mi madre se estira para coger la bolsa que reposaba en la mesita de centro y entregarmela.

-¿Qué es?-Limpié mis lágrimas y me asomé, palpando algo caliente.

Saco una cazuela transparente sellada con una tapa blanca, hallando algo que sinceramente no esperé.

-¿Bulgogi?- miré a mi padre diligentemente. Estoy segura de que lo hizo él, cuando era niña me obligaban a comerlo pero no me gustaba, la carne se me hacía mascón y la salsa tenía mucha grasa. Pero un día me lo sirvió mi padre y desde ese momento amo el bulgogi pero solo el que prepara él.

-¿Ya desayunaste?

-Estaba ocupada en eso cuando llegaron.- dije.

-Oh, entonces no se diga más, acompañas lo que ya tenías con esto y alimentas bien a este pequeñín.- puso la mano sobre mi barriga.

Reí. -Eso haré.- emocionada, abracé brevemente a mi madre y después a mi padre.

-Los quiero mucho.- dije felizmente.

Los invité a la terraza y allí pasamos el rato, ellos tomando algo de jugo y yo terminándome mi desayuno especial. Poco después JungKook se sumó y fue una mañana anormalmente perfecta. Dios me puso en medio a estas personas tan importantes para mi para recibir su apoyo y su dedicación. Así de repente, sin prepararme, sin merecerlo.

(...)

-Debes tomarlo más con calma, Hae. No es la primera pesadilla que tienes.

Jungkook me habla mientras camino agarrada de su brazo. Él con su otra mano sostiene las correas de nuestros cachorros, quienes de vez en cuando hacen tirones. La luna está sola y brillante en el cielo, la gente parece tranquila, por alguna razón la noche está estupenda. Jungkook me sugirió salir de casa a dar un paseo y ahora estamos caminando a la horilla del río Han luciando como un feliz matrimonio que acoge a dos perritos y están por tener su primer hijo. Mejor no me pongo a recordar cosas del pasado o comenzaré a cuestionar nuevamente las cosas de la vida.

-Es que tú no entiendes.- dije con parsimonía, acababa de contarle como iban a picarme con una motosierra en ese sueño espantoso.

-Claro que sí. Tal vez no sea yo el que este embarazado pero créeme que te entiendo.- dijo sacándome una pequeña risita.

Estuvimos caminando un rato hasta decantarnos por tomar asiento en una vacía.

-Estoy asustada.- Lleno el silencio con mi repentina confesión.

-Lo sé. Vuelves cada vez más temerosa de cada consulta con esa ginecóloga.- dijo él.

-Sé que estoy tomándome demasiado en serio todo lo que me dice ella, pero es que no puedo evitar hacerlo.- dije mirando el agua tranquila del río frente a nosotros.

-Hae.- Jungkook me toma del mentón.- Vas a estar bien. Van a estarlo.- me dijo, casi como si lo prometiera.

-Es eso lo que quiero creer pero... - desvié la mirada.

-¿Pero qué?- frunció el ceño.- No tiene por qué sucederte igual que a Mina, no vas a perder al bebé y tampoco vas a tener complicaciones durante el parto. Estoy seguro de que la doctora te advirtió sobre eso pero no te aseguró que pasaría. Fue una simple información por protocolo para que estés al tanto de los controles regulares y puedas tener un embarazo tranquilo. Es todo.- me explicó con amor.

Yo me le quedé viendo con una mirada enamorada.

-¿Vale?

-Vale.- dije asintiendo.

El sonrió y besó mi frente.- Mi reina.- dijo colocándome el pelo tras la oreja y mirándome con anhelo. Y no era el único, podía ver el centelleo de mis ojos reflejado en las pupilas de los suyos.

-Te amo, Kook.- quise decirle. Porque me sentía plena, me sentía amada y amándolo. Y es como si no existiera nada más cierto en este momento.

Jungkook adoptó una expresión curiosa, parecía retener una sonrisa, quizás recuerdos.

-Y yo a ti, Jeon Hae Mi.- me pellizca la mejilla cariñosamente.

-Auh!- me quejé.

-Ni te dolió, dramática.- volvió a hacerlo y le pegué.

-¿Pero que haces?- se toca el brazo asombrado.

-Ni te dolió, dramático.- dije cruzándome de brazos.

Jeon me miró con los ojos entrecerrados.- Ash. Cuando tengamos a nuestra bebé te voy a hacer apagar por esto.- me señaló.

-¿Nuestra?- levanté una ceja.- ¿y a ti quién te dijo que sería niña? Tendremos a un mini Jeon.

-¿Qué? En tu sueños, será una bebita.- declaró.

-¿Cuál bebita? Las mujeres sufren mucho en esta vida, mejor que sea un niño y salga como su mamá.- dije yo.

-Mm, eso ya lo veremos.- me atrajo a él y terminé con la cabeza en su hombro.

La suave brisa y las voces indistinguibles de la gente nos consumieron por unos minutos.

-¿Has pensado en algún nombre?- pregunté.

-La verdad no. Pensaba comenzar a romperme la cabeza cuando supiéramos el sexo.

-¿Qué te parece Eun Woo?- sugerí.

-Pero si será niña.- replicó Jungkook con hastío.

-Agh.

Sin darme cuenta, lo que comenzó como una unión forzosa terminó en una incontrolable atracción que requería sexualidad, poco a poco transformándose en un manojo de sentimientos bonitos, doblegando el repudio, el mal humor y las malas costumbres, volviéndome más conforme con la vida.

Era necesario olvidarme por la fuerza de Taehyung y de mi casa para acostumbrarme a otro lugar y a otra gente. O quizás no, pero fue así como me encontré. El destino quiso que fuese de esta manera y... ahora que estoy aquí sintiéndome la mujer más desinhibida e ignorando las permanentes preocupaciones, no me siento capaz de juzgarlo.

Fin.

.

.

.

.

😭

Desde un principio tuve en claro que en esta historia no habrían terceros que quisieran impedir la felicidad de Hae y Kook porque la verdadera batalla ya estaba hecha mediante la repulsión que se tenían ambos desde un inicio.

Así que idealicé un final sin dramas en donde ambos fueran finalmente felices y conformes con sus emociones y sentimientos.

No se despidan del fic todavía. Aún falta el epílogo. 👋💗🥳

Besitos y que estén bien.

Muchasgraciasxleeer.❤🎀

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro