Tal vez era solo el resultado de los eventos que vivieron y de alguna manera acabarían convergiendo, no estaba seguro de si era lo el futuro que habría deseado pero la actitud del Miles Morales del universo 1610 durante su persecución en masa le hicieron pensar que tal vez su universo era el mejor.

No solo porque hubiera vivido sus eventos canónicos y en consecuencia el spiderverso no sería destruido por su culpa, sino porque al hacerlos realidad y sufrir a manos de los seis siniestros Miguel le dio la oportunidad de volverse un viajero multiversal.

El multiverso no solo era una enorme red de agujeros negros con pequeños estallidos atómicos que conectaban la materia existente en el cosmos,. sino una manera entretenida de conocer personas, especialmente aquella que podía comprenderte porque vivieron exactamente lo mismo que tú.

Si volvía al presente, mientras se balanceaba en el extraño edificio que no respetaba la leyes de la física en persecución de un idiota con traje de superhéroe sangrante, pensó que tal vez que ese Miles morales tuviera allí causando revuelo, destrozando todo a su paso era el evento canónico que necesitaban para darse cuenta que hay cosas que no se pueden controlar en el multiverso. Cosas como el amor de un hijo por su padre, el deseo de querer protegerlos a todos sin importar las consecuencias o el egoísmo de las acciones que creemos correctas.

Como el amor que sentimos por algunas personas.

El amor que no debería existir porque ni siquiera se comparten marcas temporales pero tal vez eran inevitables como la luz siendo extinguida cuando decide enfrentar la compleja existencia de un agujero de gusano.

Así que el Miles Morales del universo 1008 sonrió bajo su máscara negra, balanceándose emocionado hacia ese destino que nadie conocía, añorando que cualquiera fuera el resultado le permitiera quedarse con Peter B. Parker 616, después de todo, cuando Mary Jane no estaba mirando, se quedaban largos momentos juntos entre caricias y besos, junto al atardecer multicolor de ese mundo pixelado.

—No te quedes muy atrás —dijo el susodicho pasando junto a él, con la linda Mayday escondiendo su sonrisa bajo su máscara tejida, un regalo suyo por supuesto—, si es como tú, ese niño será todo un fastidio.

—¿Qué es exactamente como yo? —quitándose la máscara.

—Tú sabes a lo que me refiero —se burló.

Y aunque no lo sabía, fingió que sí.

Observó al idiota del que estaba enamorado avanzar intentando alcanzar a su alumno, se molestó por su preocupación pero sabia que al final volvería a él. Lanzó su telaraña sobre spider-rex y finge estar interesado en cazar a su versión multiversal. 

• Sirve Simurdiera2 •