Ten.

—¿Qué haces aquí? —preguntó mi madre—¿No iras al aeropuerto?

—¿Pará qué mamá? —dije sin despegar la mirada del televisor

—Chittaphon Leechaiyapornkul, yo no te he enseñado ésto —dijo con nuestro idioma natal, solo lo usaba cuando realmente estaba enojada —¿Te enseñe a rendirte así de fácil?

—Mamá, por favor —suspiré pesadamente —Así será más fácil, para los dos

—¿Pará los dos? O ¿Solo para ti? —suspiró—Estaré arriba

—Mamá —ella se detuvo —¿Lo extrañas? ¿A papá?

—Más de lo que estoy dispuesta a admitir, yo lo amaba como una loca desquiciada, pero, aprendí a dejarlo ir, si haces lo mismo, tú podrás hacerlo con el tiempo —sonrió antes de subir

El timbre resonó por cada rincón de la casa interrumpiendo mis pensamientos. Fui a abrir.

—¿Seul Gi? ¿Qué haces aquí? —pregunté desconcertado —El vuelo de Hye sale en una hora

—Vine por ti, no puedo dejar que esto termine así para los dos

—Seul Gi, solo estas perdiendo tu tiempo —me gire para después caminar a la sala de estar

—Chittaphon —me siguió —Tú la amas

—Pero ella a mi no —respondí con voz entrecortada—Ella a mi no

—¿Hablas enserio? Juro Chittaphon Leechaiyapornkul que en este momento tengo ganas de ahorcarte —habló —Pero esta bien, no voy a rogarte —se dio la vuelta

—Seul Gi —tomé su brazo —Podrías hacer algo por mi

—El enserio no vendrá ¿Cierto? —dije bajando la mirada

—Lo intenté Son —se encogió de hombros —Lo siento

—Hye, cariño, es hora —sonrió

—Te voy a extrañar muchísimo Son Hye —de pronto la pequeña Gi se encontraba llorando —Eres y serás siempre mi mejor y única amiga

—Gi, por favor, me harás llorar —reí —Y enserio no quiero llorar, no ahora

Nos separamos lentamente. Sonreí. Ella sonrio.
Tomó mi mano depositando una hoja en ella. Y dio la vuelta.

—Ve Son Hye, vete ahora que no puedo ver

—Adiós Gi

Di media vuelta incapaz de mirar atrás, mi corazón se sentía adolorido, el no vendría. El no vendría y yo... Lo iba a necesitar más de lo que el me necesitaria. Es como si una mañana quieres tomar el autobús a las 7:00 am, corres a la parada y te das cuenta de que ya se fue, así que naturalmente tomas el autobús siguiente, todo está bien, el conductor nunca sabrá que en realidad querías tomar el otro autobús, no sabe el esfuerzo que hiciste para alcanzarlo, el autobús tiene su horario, el tren y el avión también, pero en el amor no hay horario, si lo perdiste, ya está.

—¿Todo bien querida? —preguntó mi madre

—Si, todo bien —mentira

—Es una lástima que el no haya podido llegar —me miró

—Si, una lástima

Miré por la pequeña ventana de mi lado derecho, estaba a punto de dejar todo atrás, comenzaría de nuevo, pero quizás aún con un nuevo comienzo la plena felicidad no llegaría a mi vida, si el no estaba en ella.
Recordé la hoja que Gi había dejado.
La abrí indecisa.

Dicen que el que se enamora pierde, cuando te miré por primera vez, supe que perdería.
Ahora me doy cuenta...fue la primera vez que te vi, eras la chica más hermosa que alguna vez conocí, pero como te amaba en ese entonces, no es nada en comparación a como te amo ahora.

Hice todo para hacerte feliz, pero, para completar esa tarea, debía dejarte ir, pues te vi tan feliz con ella que ahora lo entiendo, yo voy a estar bien.
Si Verte por última vez. Significa no poder cumplir con ello, prefiero no hacerlo.

El mejor milagro de todos los milagros, es hacer latir el corazón de la persona que amas, pero hay un último día para todas las cosas...

Me levanté con rapidez de mi asiento.

Las personas llegan y se van, así es la vida, momentánea.. Ya tendremos otra para encontrarnos, después de todo....

—Son Hye, ¿Qué estás haciendo? —tomó mi brazo

Amar no significa poseer...

—Yo debo ir a buscarlo —me solté de su agarre

Me ha quedado claro que un día, así como cualquiera conoces a alguien que te hace sentir que no habías conocido nada y que la primera vez, no siempre es la primera.

—Señorita por favor tomé asiento —habló la azafata

Pero si no volvemos a vernos y está es una verdadera despedida, se que nos reencontraremos en otra vida, volveremos a encontrarnos y...

—No, usted no entiende, debo bajar del avión —hablé con firmeza

—Me parece que eso no es posible, ya vamos a despegar

—Son Hye, siéntate por favor —habló mi madre

—Yo...

Aunque las estrellas hayan cambiado, no nos amaremos solo por esta vez, sino por todas las veces anteriores.

—Señorita, por favor, siéntese ahora que estoy siendo amable

—Yo...—mi cabeza era un completo lío

Jamás dejes de sonreír, una sonrisa como la tuya alegra el día de las personas.

—Son Hye ¿Qué ocurre?

—Yo...

Vive bien Son Hye.
Vive con Amor.

Att. Ten

—Yo lo amo —susurré