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•Me perteneces•

Era muy entrada la noche, se encontraba recostado entre alrededor de cuatro mantas, sentía mucho frío y en otra ocasión el ambiente silencioso en su habitación lo habría inducido en el sueño casi de inmediato, pero estaba muy inquieto ésta noche en particular, de alguna manera no lograba conciliar el sueño.

Rodó por las sábanas y terminó por alzarse un poco, sentándose en la cama, entonces, se percató de cuál en realidad era su problema.

Park Jimin. Park Jimin era el problema.

Había recordado finalmente cómo fue que habían terminado acostándose, después de una semana de lo ocurrido, había recordado claramente al rubio que se metió en su mente sin permiso; y es que no era exactamente el acordarse de él en general.

Yoongi recordaba el cómo, el porqué y el cuándo, y deseaba más, lo deseaba con tantas ansias, que haría lo que fuera por tener al menor cerca de él lo antes posible.

Desde la advertencia de Seokjin, Yoongi había tratado de cuidar las apariencias un poco más, ya no lanzaba miradas de soslayo a Jimin durante las clases —sin embargo— el rubio sí lo hacía, Jimin había pasado sus últimas clases prestando más atención al profesor que a lo que éste explicaba, y que debería haber estado anotando en sus libretas con el mismo apuro con el cual lo hacían los otros estudiantes, pero la voz del profesor lo relajaba tanto que con sólo escucharlo o verlo hablar de manera tan pausada, sentía que estaba aprendiendo muchísimo, por lo que no ocupaba sus libretas en absoluto, no, no, en las clases del profesor Min, Jimin aborrecía escribir apuntes.

Yoongi por su parte, durante sus clases, no pudo más que atribuir a Jimin la intensidad de su mirada, que llegó a sentir desde el otro extremo del salón, era él, tenía que ser él. Yoongi no tenía dudas, pues ¿Quién más podría mirarlo así? ¿Habría otro estudiante que sintiera atracción por él? De ser ese el caso, no quería ni imaginárselo y prefería creer que era Jimin quien le observaba, su Jimin.

Y aquí íbamos de nuevo..."su Jimin"
—Yoongi divagó— ¿Cuándo había comenzado a ser suyo? y ¿Por qué le pertenecía?; Jimin no era más que uno de sus estudiantes, uno común y corriente, con el cual cometió el...¿Error? De acostarse dos días antes de iniciar en su nuevo trabajo, y en un resumen mental, Yoongi enumeró las razones posibles por las cuales su menor podría pertenecerle, siendo la última la más razonable y justa:




1. Jimin le había entregado su primera vez, y por ello le pertenecía.

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