Cap. 9: ¿Almorzamos?

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Me levanté de golpe con el sonido de mi despertador taladrando mi cabeza. Todo estaba en su lugar, la herida que recordaba en mi pierna no estaba y mi mesa seguía intacta. Moví la cabeza en señal de negación, ¿Que había pasado anoche? ¿Quien había mencionado mi nombre? Dios me estaban pasando cosas demasiado extraña que no podía resolver pero que eran mejor olvidar y no había nada mejor que ir a clases.

Me cambie con rapidez, tome mis cosas y me dirigí a clase de literatura. Mille tenía un lugar apartado para mi y Luke estaba sentado a mi lado derecho.

- Lena- saludo con esa perfecta sonrisa que desbordaba alegría mientras yo correspondía con el mismo acto

- ¿Ya tienes lista tu fotografía?- cuestiono Mille haciéndome recordar al profesor de fotografía

Saqué mi cámara de la mochila y la primer foto con la que me tope fue la de Samuel manejando. Sonreí como estúpida sintiendo un hueco en el estómago, imaginando aquella noche que al principio fue demasiado perfecta y  terminó siendo un completo desastre. Dios creo que Samuel comenzaba a significar para mi mas que un simple gusto.

- Muy bien jóvenes- exclamo el profesor Nathan - Daremos inicio con la lectura sobre una novela muy conocida "Cumbres...

- Buen día- saludo una voz ronca entrando por la puerta

Era Sam con una camisa de cuadros negros y rojos, pantalones azules y esas botas que eran como sus aliadas. Giró la mirada hacia a mi por una fracción de segundos y luego regreso al frente 

- Señor Henderson la puntualidad es muy propia de mi clase

- Lo siento- se disculpó

- Muy bien voy a formar parejas para discutir la novela de cumbres borrascosas

- Espero que me toques como pareja- susurro Luke y yo asentí mientras Sam pasaba a mi lado

El profesor comenzó a colocar a todos por parejas, sinceramente prefería estar sola en cuanto a leer se trataba pero ya que era una actividad ojalá Mille sea mi compañera. Luke me pone nerviosa y no conozco a nadie más, así que bien.

-Collins- dijo el profesor viéndome y regresando a su lista - Henderson

-¿Que?- exclamé haciendo que casi todos me vieran

- Hay algún problema señorita Collins

- No, no- tartamudee

Camine hasta donde estaba Samuel. Su mirada estaba puesta en sus manos. El profesor estaba loco por ponernos hacer este tipo de tonterías, la lectura se disfruta mejor a solas - bueno para mi- y en compañía de un buen café, así como el color de los ojos de Samuel.

- Puedo preguntar

- Si no haces preguntas no serias tu- burlo

- Muy gracioso pero, ¿Que se supone que haces en mi clase?

-   Que hay de malo, estudio en esta escuela- replico sin dejar de ver el libro que ahora sostenía

- Si, pero eres más grande que yo y..

- Señorita Collins espero que el tema sea sobre la novela- regaño el profesor

- Si, lo siento

Me senté a su lado y mi lectura dio inicio. Lo veía de reojo y el no quitaba la vista de mi. Me sentía nerviosa, aturdida y muy sonrojada.

- ¿Porque tus mejillas están rojas?- pregunto haciendo que levantara la mirada

- ¿Por que preguntas eso?- replique en un susurro

- Eh visto a muchos de esa forma- rodeo sus mejillas -rojos como sí algo dentro de ellos hubiese explotado, quizá su sangre

Lo vi un poco divertida. No sabía en realidad si esa inocencia era verdadera o sólo estaba planeando algo más. Con Sam nunca se sabe.

- Esto se llama sonrojarse- respondí señalando mis mejillas también -y sucede por nervios o cuando alguien te gusta sonríe o así 

-  Entonces yo te gusto o el chico Rubio

- ¿Que? No no, claro que no- mis mejillas se sonrojaron otra vez

- Lo volviste hacer- señalo y clave los ojos en la lectura para dejar de verlo y el sonreí como divirtiéndose con eso

- Basta- regañe y el profesor volvió a verme

Seguimos con la lectura aunque sinceramente yo estaba lista para discutir el tema en cualquier momento, esa lectura había sido mi pan de cada día y amaba a Elizabeth aunque a veces solía odiarla.

La chicharra de la salida sonó con gran fuerza y yo respire aliviada.

- Para la próxima clase necesito un pequeño libreto sobre un final diferente para esta novela. Por parejas- puntualizo

Me levanté de prisa pero Sam tomo mi mano al instante haciendo que me detuviera de golpe.

- ¿Te gustaría que comiéramos juntos?- pregunto y mi asombro apareció junto con ese hueco en mi estómago que sólo el provoca

- ¿me estas invitando a comer? En serio, después que me dejaste abandonada

- Oye con respecto a eso yo... Lo siento- se disculpó con la mirada puesta en mi rostro

El se disculpaba, que alguien me pellizque por todo esto que estaba pasando con Samuel.

- Te escucho- exclamé cruzando los brazos y disfrutando el momento

- Lo lamento no soy muy bueno en eso de las disculpas así que sólo diré lo siento

- Esta bien- sonreí complacida - pero aún así no iré a comer contigo

- ¿Porque? Ya hice lo que me pediste ahora tu debes hacer lo que yo te pido, por favor

Lo vi un segundo y esa seriedad en su rostro no le dejaba adivinar si era sincero o estaba a punto de apuñalarme otra vez. Pero bueno ya que soy masoquista

- Esta bien, iré a comer contigo pero sólo si prometes que no me dejarás abandonada otra vez

- Si- respondió secamente

- Debes prometerlo- exclamé

- ¿prometer? Que hay de diferencia en prometer a sólo decir si o no a algo

- Una promesa es como un compromiso que tu haces, es como una garantía que le das a una persona que no vas a fallarle y créeme yo tomo muy en serio eso

- Esta bien lo prometo

- Muy bien, hecho esto, ¿a que hora y a donde iremos?

- Sería ahora y en un lugar que esta muy cerca de aquí 

- Bien

Tomo sus cosas al igual que yo y salimos de aquel aula. Sentía miedo a que este Sam lindo cambiara de pronto al estúpido pero me arriesgaré porque como dije Sam me gustaba mucho más haya de lo que esa palabra encierra

Llegamos al estacionamiento y busque con la mirada aquella camioneta del otro día pero no estaba.

- Donde...

- Toma- me entrego un casco

- ¿En serio? Viajaremos en una motocicleta

- ¿Que hay de malo?- dijo colocando su casco y encendiendo su moto

Hice lo mismo pensando en que cada vez que salía con Sam superaba algún miedo o aprendía algo nuevo para mi vida.

- Sujétate- dijo y cruce mis brazos alrededor de su cintura

Su abdomen se sentía duro, mis brazos como gelatina y una sonrisa chueca apareció en su rostro y también en el mío. Comenzaba a disfrutar estar con el, a pesar  de sus cambios bipolares. Sam era muy guapo, lindo y con los ojos más hermosos que nunca había conocido, era perfecto y yo estaba con el, en este momento, recostada sobre su espalda y tomada de su cintura como si nada más importara que sólo nosotros.

Después de unos minutos se detuvo en una entrada muy hermosa y llena de flores rojas por doquier mientras rosas blancas formaban un arco de entrada. Entramos y aparco en el estacionamiento dejando nuestros cascos ahí.

- Señor Samuel bienvenido- saludo un señor de buena presentación y traje blanco

Nos llevo hasta una de las mesas. Yo no podía dejar de ver a mi alrededor, todo era hermoso. Las mesas estaban sobre una gran tarima de madera como de 10cm de altura. Había árboles rodeando, pequeñas luces colgando por doquier, gente de muy buena clase comiendo, un lago al fondo y música clásica para contemplar

- Vaya- musite sentándome

- ¿Te gusto?- cuestiono sonriendo complacido

- Me encantó, es como no se, no puedo describirlo y créeme que eh ido a lugares muy bellos

- Entiendo

- y ¿Que pedirás de comer?- cuestione observando la carta

- Tengo una manera de ordenar pero quizá te parezca raro

- ¿raro? No creo, dime

- Debes de adivinar lo que se supone vamos a comer hoy, algo que tu creas delicioso y así mismo será con el postre

- Esta bien- dije observando todo - que te parece Pollo a la vinagreta

- mmm amo el pollo pero debes hacerlo mejor porque no creo que debamos comer eso

- lo siento esta bien,  dame otra oportunidad soy nueva- pedí con cara de tonta y el asintió

Las horas pasaron y todos marchaba muy bien. Platicamos de tantas cosas que me hicieron saber sólo un poquitos de el y de ese misterio que encerraba. Prometí ayudarlo a responder muchas de sus dudas, porque yo también estaba en las mismas. La comida estuvo deliciosa y el lugar perfecto. La tarde estaba llegando y el Sol estaba anaranjado anunciando su partida.

- Creo que es hora de irnos- exclamé mientras mi mente decía no

- Espera- me detuvo - Debemos bailar

- ¿bailar?- grite - oh no Samuel yo no voy con eso del baile

- Claro que si, todos podemos incluso yo- se puso de pie - anda

- No Samuel es que yo no puedo y si quieres que tus pies se vayan limpios no deberías invitarme

- Sólo intentalo- levantó una ceja y tomo mi mano

Caminaba con torpeza y me agradecía por haber llevado aquellos converse negros. Llegamos hasta la pequeña pista de baile donde cabe decir nadie estaba bailando.

- Creo que haremos el ridículo

- No lo creo- susurro

-Samuel llamaremos la atención y yo estoy en contra de eso

- Sólo disfrútalo-dijo y luego se inclinó como los caballeros de antes lo hacían para pedir permiso de bailar con una dama

- ¿Que se supone que hace?- pregunte entre dientes

- Pidiéndote que bailes conmigo, es una referencia que se hace- en el año de mi abuela pensé pero de igual manera asentí

Me tomo de la cintura suavemente mientras con la otra sostenía mi mano. Me sonrió con singularidad y esa pequeña música comenzó a sonar.

- Samuel- susurre perdida en aquel momento

- Me gusta más que me llames Sam, se escucha mejor en tus labios de esa manera

Sonreí levemente y en ese momento mi coordinación fallo haciendo que lo pisara.

- Te dije que no era buena idea- solté apenada

- Eh dicho tranquila- musito y me levantó poniendo mis pies sobre los suyos

Aquel momento era perfecto, el sol caía, las pequeñas y radiantes luces se encendían con todo su esplendor, yo bailaba tan cerca de el y el me veía de una manera que jamás nadie lo había hecho. Una inocencia celestial se desprendía de su mirada y mi corazón palpitaba con más ritmo que antes

- Puedo preguntarte algo- soltó y yo asentí - ¿crees que este momento es perfecto?

- Claro que es perfecto, demasiado debo decir

- ¿Para un beso?-susurro cerca de mi y toda mi piel se erizó de inmediato

Me vio y me sonrió sabiendo lo que acaban de provocar. Se acercó hasta mi y coloco sus labios sobre los míos con gran delicadeza.

Después abrió la boca y de aquel primer beso tierno que tuvimos hoy no había nada. Nuestros movimientos eran coordinados, suaves y con chispas al mismo tiempo. Nos besábamos y en mis adentros todo era una fiesta, mi cuerpo entero se sentía como una gelatina completa, su olor a carmesí me atravesaba el cerebro y su solo tacto hacia que todo en mi se estremeciera. Era perfecto, como si fuera la primera vez que besaba.

- Elena- susurro alejándose y yo estaba muda

- Creí que habías dicho que no sabías besar- dije con una voz como si estuviera drogada

- Dije que necesitaba de ti y aprendí hacerlo

- ¿como?- mis preguntas y yo

Sonrió viéndome fijamente y dijo

- Te sonara tonto pero primero busque la definición de beso, después busque un video y entonces fue cuando todo esto paso

- Entonces planeaste todo esto

- Si- respondió sin dejar de sonreír - y jamás me voy arrepentir de esto. Elena Collins eres la primer chica a la que beso

- Samuel Henderson ah sido el beso más perfecto- respondí y el volvió a besarme

No estaba segura de muchas cosas en estos momentos, de hecho no sabía que era todo esto o quien era ese chico tan raro e inusual. Pero de algo si estaba segura:

Estaba loca e irremediablemente enamorada de el.

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Disculpen la publicación anterior se hizo mal cualquier duda pregunten por favor

Los amoouuuuu!!!

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