- Estabas volviendo a buscar al chico ese ¿no? - pregunta Antía y yo niego con mi cabeza mientras salgo de la cocina con mi plato - sabes que no trabajo aquí porque sea un país en donde me traten demasiado bien y que no te pido que te centres en estudiar por ser quejica contigo.

- ¿Cuánto queda para volver a casa? - cuestiono y ella suspira mientras deja su plato en la mesa - yo puedo ponerme a trabajar, me quedan menos de dos años para la mayoría de edad, hay gente que con 16 ya está haciéndolo.

- No es por el dinero Valeria y lo sabes - responde mientras yo dejo mi plato en la mesa - te aseguro que cuando el abogado diga que tus padres han perdido tu custodia por completo, volveremos las dos casa.

- Lo estoy deseando - susurro sentándome y fijando mi mirada en la comida del plato - le has echado sal ¿no?, que la última vez tuve que volver a la cocina.

- La vida que teníamos la última vez no es la que tenemos ahora - asegura antes de besar mi frente para después sentarse en su sitio - cuando sea el momento de volver serás la primera en saberlo, te lo prometo.

- Siento no haberte dejado estudiar - susurro cuando el gallego abre la puerta de su habitación y él niega con su cabeza haciéndose a un lado para dejarme pasar - tampoco pude hablar mucho con ella después de que te fueras, se desconectó un momento y ya no la he podido volver a encontrar.

- Bueno si el algoritmo os ha juntado una segunda vez puede haber una tercera - comenta mientras yo dejo su portátil encima de la mesa - espero que por lo menos os hayáis presentado con nombres, que lo de seguir llamándote niño de 3 años no sé cuanto tiempo vas a ser capaz de soportarlo.

- Valeria - informo y él hace una mueca dudoso - se llama Valeria y estudia en América, aunque odia aprenderse los nombres de todos los presidentes, su habitación es de color blanco aunque dice que no es su favorito y que le daría un cambio radical.

- ¿Y tú le has recitado tu nombre entero? - interroga y yo niego con mi cabeza - le has dicho tu nombre ¿no?, porque conociéndote seguro que ni siquiera le has preguntado el suyo y o te lo has inventado o alguien la ha llamado de fondo y has tenido suerte.

- Sabes que no me gusta cortar a la gente cuando habla y ella estaba contenta preguntando cosas, así que no lo veía necesario, niño de 3 años tampoco me molesta mucho, además su nombre no me lo he inventado listo - intento defender mi postura y Nico rueda los ojos negando con su cabeza - tú has dicho que puede haber una tercera vez, pues cuando la vuelva a ver lo primero que haré será decírselo lo prometo.

- A veces no puedes dejarlo todo a a la posibilidad, porque la suerte puede ser mala amiga y no acompañarte en el momento más necesario Gavira.