Capítulo 8. ¿Amigos?

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Paul

-Ahora me siento mal Nai-sollocé contra el hombro de mi amiga.

-No lo sabías Paul, deja de torturarte-regañó esta.

-Pero...

-Nada de "peros", no eras consciente de ello y obviamente te dolió, no voy a dejar que te culpes por algo que no sabías-volvió a regañar la pelinegra.

Suspiré acomodándome en una posición más cómoda.

Desde que había salido de la casa de Bea, no había podido dejar de pensar en los malos pensamientos y en el comportamiento cortante que había tenido con él. Era consciente de que no podría haber imaginado ni en un millón de años el motivo por el cual parecía no recordarme, pero eso no era motivo para dejar de sentirme mal.

Por lo que decidí llamar a Naiara para contarle todo y poder desahogarme con alguien, aunque todo había acabado con una Naiara enfadada porque no dejaba de culparme.

-¿Y si...-comenzó hablando mi amiga-vamos a aquella cafetería para que hables con él?-propuso.

-Bea dijo que no puedo decirle quién soy. Podría entrar en un estado de shock al recibir tanta información de golpe-expliqué algo decaído.

-No hace falta que le digas nada, solo discúlpate por haber desaparecido el otro día y luego ya surgirá una conversación-explicó obvia mi amiga.

-Es...buena idea-dije mientras me reincorporaba.

-Ea, pues ya sabes, cámbiate que te espero.

Antes de que acabara la frase, ya me encontraba subiendo rápidamente a mi habitación. Escogí algo informal, que consistía en una camiseta negra con el dibujo de dos esqueletos y unos pantalones igual negros.

Una vez estuve abajo, mi amiga me dio su visto bueno y salimos del lugar.

Por culpa algún que otro altercado debido a los estúpidos que no saben conducir hoy en día, tardamos un poco más en llegar, pero en cuanto estuvimos dentro pasé rápidamente mi mirada por todo el local en su búsqueda.

Me sorprendió que por primera vez desde el día en que nos vimos, se encontraba sentado en compañía de alguien, aunque esa sorpresa se esfumó cuando me di cuenta de que era Bea.

-Venga. Acércate-susurró Naiara dándome un pequeño empujón.

-Están hablando, no quiero interrumpir-murmuré avergonzado.

-Anda, espera.

Al terminar de decir esto, comenzó a caminar hacia donde se encontraban. Veía como hablaba con Bea y de vez en cuando se giraban a verme con sonrisas cómplices en sus rostros, lo que llegaba a incomodarme un poco. Luego ambas se alejaron y mi amiga me hizo un gesto con la mano señalando donde se encontraba el chico observando la escena interrogante.

Me acerqué a pasos lentos mientras sentía como ahora se encontraba su mirada sobre mi.

-Hola-murmuré con una sonrisa.

-Hola-dijo Álvaro de igual forma.

Divagué por varios minutos en si debía tomar asiento o no, hasta que me decidí por hacerlo cuando me di cuenta de que probablemente estaríamos un buen rato ahí.

-¿Cómo estás?-acabé por preguntar después de varios minutos en silencio.

-Bastante...confundido, hace días que no logro entender lo que pasa a mi alrededor, es como si...-hizo una pausa intentando buscar las palabras adecuadas antes de continuar-los demás continuaran con sus vidas, pero por algún motivo yo no pudiera. Seguro te suene extraño, e incluso pensarás que estoy loco, pero juro que estoy más cuerdo de lo que parece-solté una leve risa antes de hablar.

-No creo que estés loco, aunque no lo creas, me ha pasado, ya sabes, el sentir que todos a tu alrededor hacen cosas y tú te encuentras estancado en el mismo punto siempre-a medida que hablaba Álvaro asentía dándome la razón-igual antes que nada, quería que supieras que viene para disculparme, sé que el otro día no te di muy buena impresión y me gustaría que pudiéramos...comenzar de nuevo.

Me costó encontrar las palabras adecuadas para decir lo último, más sabiendo lo que aquello conllevaba y lo difícil que iba a resultar.

-No tienes que disculparte, entiendo que seguramente fue todo demasiado extraño para ti-dijo avergonzado por la situación de días atrás.

Más de lo que piensas. Quise decir, pero por obvias razones, no lo hice.

-Un poco. Pero no me mal entiendas, no todos los días se me acerca alguien queriendo entablar conversación conmigo-sonreí con la intención de reconfortarlo antes de continuar-Entonces ¿Amigos?-pregunté extendiendo mi mano.

-Amigos-afirmó moviendo su mano con la mía dedicándome una sonrisa.

En ese momento en que nuestras manos se encontraron, sentí como un millón de mariposas revoloteaban en mi interior y todo se intensificó cuando me mostró una de esas malditas sonrisas que siempre tuvieron tanto efecto en mi.

Estaba perdido.

Demasiado perdido.

🍂🍂🍂

Holaaaa, ¿cómo andan?
Sé perfectamente que me tiré por dos semanas sin publicar ningún capítulo, pero juro que no fue mi intención, solo que fue la semana intensa de exámenes (ya que la semana que viene terminamos el trimestre) y no tenia tiempo de hacer nada más que estudiar, ha sido horrible :,)
Bueno, ¿qué les ha parecido? Espero les haya gustado
Os estaré leyendo<33
Muchísimas gracias por leer
Se despide Julia Black

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro