—¡Tienes una pantalla enorme! ¡Además de todas las ediciones de consolas! ¡Esta será una fiesta increíble! —dijo HoSeok mirando con asombro la sala de la casa de Lisa.

—¿Qué dijo? —la Tailandesa jaló suavemente a JiSoo por el borde de su camiseta.

—Tienes todas las consolas de videojuegos, se pueden hacer torneos o simplemente jugar demasiado con variedad. —respondió.

—¿Qué es un videojuego? —murmuró de vuelta, ante esa pregunta obtuvo la mirada de la pelinegra más baja.

—Te perdiste de mucho, Lisa. —sonrió.

Lisa frunció ligeramente su ceño.

—Me di cuenta, gracias. —soltó a la mayor.

—Podemos apostar y el dinero se podría dividir entre JooHyun, Lisa y HoSeok, las cumpleañeras y el organizador —dijo Minnie, JiSoo asintió ante eso de acuerdo—. Entonces, cuando SoYeon y JooHyun lleguen podemos empezar.

—Lisa, ¿Podemos ir al patio trasero? —preguntó HoSeok mirando a la chica.

—Por supuesto, vengan. —contestó con una pequeña sonrisa antes de dirigirse a la cocina (ya que ahí estaba la puerta que dirigía al patio trasero) junto a HoSeok y YoungJae.

JiSoo miró la sala, la última vez que estuvo ahí no le había puesto tanta atención, pero ahora que la veía bien, podía notar que todo estaba sin usar, pero seguía en orden y limpio. No pudo evitar cuestionarse, qué hacía Lisa para no aburrirse en su enorme casa.

—JiSoo. —llamó Minnie acercándose, cuando recibió la atención de su amiga le sonrió—. ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Claro, ¿Qué pasa?

—¿Cómo fue besar a Lisa? —mostró una sonrisa amplia.

—¿Cómo fue? —frunció un poco su ceño, avergonzada—. Para ser honesta fue muy tope, pero creo que fue agradable.

—¿O sea que te gustó? —sonrió aún más y sujetó a la Coreana por los hombros.

—Pff, ¿Por qué tanta curiosidad? Ya respondí a la única pregunta que podías hacer, ahora déjame. —aclaró su garganta y apartó de forma suave a la menor.

HoSeok, YoungJae y Lisa regresaron casi de inmediato, hablaron una vez más sobre la organización y lo que debía de hacer esa noche, peor antes de seguir, la pelinegra sonrió.

—¿Pueden encargarse ustedes de eso? —preguntó JiSoo, captando la atención de HoSeok y Minnie—. Tengo que llevar a Lisa a otra parte. —la nombrada la miró confundida.

Al recibir la aprobación de ambos, pasó su brazo por los hombros de Lisa para empujarla hasta salir, JiSoo caminó adelante mientras detrás de ella le seguía la menor, confundida.

—¿Te gusta caminar? —preguntó la mayor mirando por encima de su hombro a Lisa, viendo como asentía—. Que bueno, porque caminaremos unos diez minutos.

—¿Puedo saber a dónde vamos? —murmuró.

—Es un secreto. —se detuvo para caminar a un lado de la más alta.

—Tú también eres rara JiSoo...

Después de eso caminaron en silencio, no uno incómodo para aclarar, y gracias a eso; Lisa pudo observar a su alrededor, tiendas, casas, edificios, autos, todo era genial, habían cosas que no sabía que eran, pero dejó su curiosidad sobre eso después. La ciudad era preciosa, totalmente preciosa... Sin embargo; Un vago pensamiento invadió su mente:

¿Y cómo estará el Norte?

Guerras... No quería pensar en eso.

—¿Puedo preguntarte algo? —miró a su compañera, quien asintió—. ¿Cómo conociste a Minnie... Y a Rosé, y Jennie? Aún estoy un poco confundida por eso...

—Ah, eso. —hizo una pequeña mueca pero luego suspiró silenciosamente—. Conocí primero a Yuqi y Rosé, aunque como te dije, Rosé era muy callada, así que no hablaba con ella, y Yuqi siempre fue muy popular así que solíamos hablar muy poco. —aclaró su garganta.

—¿Rosé y Yuqi no hablaban?

JiSoo negó suavemente con su cabeza.

—Yuqi siempre intentó acercarse a Rosé, pero Rosé era muy tímida así que terminaba alejándose —guardó sus manos dentro de los bolsillos de su sudadera y suspiró suavemente—. Conocí a Minnie en secundaria, ella me presentó a JooHyun y SoYeon, ya eran amigas ellas tres. Luego conocí a MiYeon y Jennie.

—Ahí, no entiendo, SoYeon estaba con Yuqi y Lucas, mientras JooHyun estaba con MiYeon y tú estabas con Jennie y Rosé, además, eras novia de YoungJae. —frunció su ceño mirándola.

—Minnie conoció a JooHyun en séptimo grado, y conoció a SoYeon, pero en unas clases de música en octavo grado, ellas entraron a la misma escuela en segundo ciclo y ahí Minnie las presentó, supongo que en esa línea al no existir Minnie, ellas nunca se conocieron y no coincidieron, JooHyun debió conocer a MiYeon en primer ciclo y hacerse su amiga, al igual que SoYeon de Yuqi. —explicó lo más detallado posible, luego vio que la menor asintió al entender.

—Eso supongo que también explicaría el que tú estuvieras con YoungJae, a él le gustabas, ¿No? Al no estar Minnie debiste hacerle caso.

—¿Tú cómo sabes que a YoungJae le gustaba? —arqueó una de sus cejas mirándola.

—Lo escuché... —se encogió de hombros—. Cuando ustedes me ayudaron a llegar a la universidad. ¡Pero eso no importa! ¿Por qué estarías con Rosé y Jennie? —una sonrisa en los labios ajenos se formó y Lisa se contagió por eso, sonriendo también.

—En secundaria Jennie y yo nos llevábamos bien, instantáneamente ella y Rosé encajaron, así que debí hacerme amiga de Jennie, y al ser amiga de ella, también me hice amiga de Rosé. —hizo un pequeño ademán con sus hombros, indicando que no lo sabía con seguridad.

—Rosé y Jennie iban tomadas de la mano... Tampoco entiendo eso. —notó la expresión en el rostro ajeno.

—Como sea, hay que entrar. —entró a una tienda grande de ropa, Lisa la siguió un poco confundida hasta la sección de mujeres—. Bueno Lisa, toma lo que quieras.

—¿Qué?

—Debes comprar ropa nueva, es decir, tu vestimenta es de los años 40 y no está mal, sólo es un poco... —intentó buscar las palabras correctas—. Ya sabes, de otro siglo.

—Entiendo, soy fea.

—No dije eso. —soltó una pequeña carcajada que no pudo evitar, la más alta también rió al oírla—. Ahora busca algo bonito.

Lisa tímidamente miró a su alrededor antes de acercarse de forma lenta hasta la mayor, agarrando su camisa y jalándola un poco.

—¿Qué haces? —preguntó la mayor mirando a la extranjera.

—Me dijiste que buscara algo bonito. —se encogió de hombros antes de reír, provocando que JiSoo también lo hiciera.

—No seas tan gay. —soltó una risa y la apartó suavemente—. Ahora busca ropa cómoda, anda. —de forma suave la empujó.

Lisa comenzó a buscar entre tanta ropa, en el 40 no había tanta variedad para ser honesta -al menos si no eras de una clase social favorable-, por lo que compraba los mismos tipos de vestidos, faldas y blusas, además siempre tuvo un estilo "único" (al menos así lo definiría en esa época, ya que nadie vestía igual).

Al final se decidió por una camisa blanca, una bonita chaqueta de mezclilla y un pantalón corto oscuro. Entró al vestidor para probarse la ropa y cuando terminó, salió tímidamente, acercándose a JiSoo, quien estaba sentada no tan lejos, al ver a la Tailandesa se acercó a ella también, mirándola de abajo hacia arriba.

—Definitivamente ahora te ves como una persona de este siglo —volvió a examinar a la menor, sonriendo ampliamente después—. Te queda muy bien —llevó sus manos al cuello foráneo para sacar el dobladillo de la chaqueta ajena— Me gusta.

—En ese caso compraré esto. —sonrió, le agradaba la idea de que a alguien más le pareciera "linda".

—No sólo te lleves eso, busca más. —le dio unas pequeñas palmaditas a su hombro, animándola a seguir.

Lisa continuó buscando ropa hasta que eligió cinco camisas al igual que pantalones y unas faldas, toda obviamente con la opinión de JiSoo, que le daba algunos consejos para mejorar la combinación de las prendas. Y al finalizar fueron a la caja para pagar, y antes de que la más alta pagara, JiSoo entregó su tarjeta de crédito.

—¿Qué haces? —la miró frunciendo su ceño.

—Tómalo como un regalo de cumpleaños. —le guiñó el ojo y tomó de vuelta su tarjeta cuando la cajera la extendió. Entre sus manos agarró las dos bolsas de ropa y le indicó a Lisa que la siguiera.

—¿Vamos a otro lado? —intentó quitarle las bolsas a la mayor, sin lograrlo.

—No, te llevaré a un lugar el 15 por la noche —le dio una pequeña mirada para sonreírle—. ¿Has visto alguna vez el río Han?

—Mmm... Sinceramente sólo una vez, cuando regresé de los campos de concentración pasamos por ahí, intentamos entrar al Norte mi padre y yo, pero no pudimos así que cruzamos el río. —respondió mientras miraba sus pies avanzar al unísono que los ajenos.

—Bien, entonces tenemos una cita el 15 en el río Han. —sonrió mirando a la otra pelinegra, quien simplemente infló sus mejillas al sentirse avergonzada.

Linda. Pensó JiSoo.

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