O5 - [ 2O2O ]

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—¿Sabes cómo regresar? —preguntó JiSoo cuando llegaron a la universidad junto a Lisa, pero la última nombrada negó.

—Entonces... —Minnie miró a sus amigas, antes de volver su vista a la pelinegra, manteniendo una sonrisa por supuesto—. ¿Qué tal si me das tu número? Podríamos vernos al salir y así te llevamos a tu casa.

Lisa simplemente la miró confundida, asintiendo leve al tener las miradas sobre ella.

—Bueno... ¿Cuál es tu número? —volvió a preguntar Minnie.

—¿Mi número? —murmuró.

—Tu número de celular. —repitió JiSoo un poco impaciente.

—¿4? —respondió Lisa confundida.

—Ese número no me sirve.

Rápidamente la pelinegra mas baja se acercó a Lisa y palmeó suavemente sus piernas en busca de su celular, al sentirlo lo sacó e intentó prenderlo pero ya que estaba apagado, lo encendió. La menor se acercó a JiSoo, inclinándose un poco al ver las letras sobre la pantalla que antes era negra.

Cuando prendió por completo, JiSoo entró a llamadas y marcó su propio número haciendo su propio celular sonar, luego de eso colgó, devolviendo el celular a Lisa.

—Ahí tienes.

Con duda pero más que eso, sorpresa, tomó el celular, mirándolo con un poco de duda; Y observó el celular hasta que la pantalla nuevamente se volvió negra. Pudo oír a los demás despedirse de ella, pero seguía pensando en lo que había pasado, así que para cuando reaccionó, el resto se había ido, dejando a Lisa en la entrada confundida.

—¿Número de celular? ¿Qué es eso? —murmuró para sí misma antes de agitar un poco el aparato, logrando que éste prendiera; mostrando la fecha y hora—. ¿Eh? ¿7:15am? —ladeó un poco su cabeza antes de mirar el cielo—. Sí, esa es la hora...

Hizo una pequeña mueca... Quería entenderlo, quería saber qué era eso pero preguntar no era una opción, no quería burlas, no quería humillaciones, no quería golpes... Ya no más.

Bajó su mirada y vió a todos los estudiantes entrando al edificio, el lugar parecía ser enorme. Sin embargo; Dejó de prestarle atención a las instalaciones cuando notó que poco a poco se estaba volviendo el centro de atención tanto por su forma de vestir, como por el hecho de que era estudiante nueva. Por lo que lentamente se puso el gorro de su sudadera, escondiéndose lo más posible en ésta y evitando así el contacto visual.

Se adentró en el edificio, guiándose por el papel que había encontrado bajo su almohada, el cual también tenía mucha información sobre el lugar.

Locker número 11... —frunció su ceño mirando el casillero asignado—. Es un armario pero... —lo tocó un par de veces—. No abre... —hizo un pequeño mohín antes de girarse a los pasillos, viendo a más alumnos.

‹‹Un año, un año, un año...››, pensó Lisa suspirando.

Siguió caminando guiándose con el mapa, pasaba aula tras aula, alumno tras alumno, club tras club, era enorme, parecía que nunca acabaría. Hasta que después de unos minutos logró llegar a su aula asignada, miró dentro de ésta y habían muchos alumnos, todos ahí poseían un aura tan... Atractiva.

Entró en silencio, yéndose hasta el fondo donde tomó asiento, pidiendo que por favor nadie se acercara a ella. No porque no quería amigos o porque ‹‹odiaba›› a las personas, sino porque Lisa no quería hablar con nadie, no quería ver a nadie, quería evitar ‹‹encariñarse›› con las personas de esa época, ya que creía firmemente que dentro de un año se iría, así que no quería querer a alguien, no quería sentir nada sentimentalmente tanto para protegerse a sí misma como para proteger al resto.

—Chicos —alzó su vista al oír la voz de una mujer, la señora era joven, cabello castaño y sonrisa amplia—. Vamos a tomar asiento para comenzar las clases.

Miró a los estudiantes, entre ellos estaban dos de las chicas que la llevaron ahí, de alguna manera se sintió más tranquila y menos nerviosa; Pero al sentir eso inmediatamente volteó su mirada.

‹‹Maldita sea Lisa, no...››, se regañó.

—¡Tenemos a una nueva estudiante! —sonrió al mirar a Lisa, la menor se maldijo en su mente pero rápidamente la mujer fue hasta ella—. ¿Quieres presentarte, cariño?

Sujetó con fuerza los bordes del gorro para intentar cerrarlo lo más posible, aunque siendo discreto claramente, después de fracasar, miró a la profesora.

—Prefiero no hacerlo... Gracias.

—¿Segura? —la menor asintió—. Está bien, es un placer tenerte aquí. —le sonrió dulcemente—. ¡Entonces comencemos la clase de... —corrió hasta la pizarra, escribiendo rápidamente en ésta—. Matemáticas!

Lisa suspiró y agradeció empezar con algo fácil, al menos en aquel tiempo estudio demasiado las matemáticas debido a la profesión de su padre, por lo que al menos al principio no tendría problemas.

***

¿Por qué estoy aquí? Se cuestionó. No sabía si era por su padre o por sí misma... No quería atención, simplemente quería irse, desaparecer de ese lugar, así que quizás su propia voluntad no era. Aunque debía admitir que por el momento, ese año era mucho mejor que vivir en 1949, pero aún así quería su vida de antes... O tal vez sólo extrañaba la única compañía que le hacía sentir tranquila.

‹‹Aula de Tecnología››.

—¿Aquí aprenderé a viajar en el tiempo? —ladeó el rostro un poco—. No, eso debería ser la clase de ciencias... —murmuró hablando consigo misma—. Bueno... —antes de entrar, fue empujada por una chica más baja que ella que ni siquiera se molestó en disculparse—. Ojalá así se mantengan todos.

Entró al aula mirando toda la habitación, habían ¿Computadoras? y una gran pantalla al frente. Sabía que estaba por cometer un gran error, pero no quedaba de otra. Pero antes de avanzar, fue empujada por la mayoría de los alumnos que estaban entrando; Pero a pesar de eso, agradeció no recibir ni una disculpa.

No obstante, al ver de nuevo el aula notó que todos los asientos habían sido ocupados, a excepción de dos; En uno se encontraba una castaña y en el otro una pelinegra.

Al ver a la profesora entrar, rápidamente corrió al asiento más cercano, sentándose junto a la chica de cabello negro, tras hacerlo se encogió de hombros e intentó ocultarse lo más posible en su sudadera.

—Vamos a hacer esto rápido, enciendan sus computadores y vayamos a Google, ¿Qué vamos a hacer? —se dio la vuelta para escribir en la gran pantalla—. Esto es ilegal, pero igual nunca vigilan la clase de tecnología, ¿Quién lo hace? Usamos programas como word, excel, bla, bla... Les enseñaré como hackear cualquier cosa. —volvió a girarse para ver a sus alumnos con una amplia sonrisa.

‹‹¿Qué cosa?››.

Tragó saliva nerviosa, debía salir de ahí.

Miró como el resto de pantallas encendían, ¿Esas eran computadoras? Claro que las conocía, después de salir de los campos de concentración pudo ver qué la gente las usaba, pero ella nunca tocó alguna, además, ese año parecía ser muy avanzado en tecnología, no era tan difícil de adivinar puesto que no entendía ni reconocía una mierda.

—¿Por qué no has hecho lo que he pedido? —preguntó la señora a Lisa, mirando a la misma y captando la atención del resto, incluyendo su compañero.

—Lo siento... —murmuró y apretó las mangas de su sudadera—. Nunca he usado una de éstas ya que tuve mi estudio en casa... No estoy relacionada con la tecnología. —su voz era tan suave que solamente su compañera y la maestra pudieron oírla.

—¿Estudiabas en casa? ¿Toda la escuela primaria y secundaria en casa sin tecnología? —Lisa asintió lentamente, preparada por supuesto para cualquier burla por parte de la docente—. Mh... Esto jamás había pasado. —apretó los labios al entender la situación—. Bien, espera.

Su profesora fue de vuelta al escritorio y entre el mismo comenzó a buscar algo, todo el aula estaba en silencio, el resto de alumnos parecían demasiado curiosos y más luego de no haber escuchado nada por parte de Lisa.

Tras unos segundos, la superior regresó con Lisa, dándole tres libros.

—Entonces, por favor lee esto, por ahora te dejaré la clase únicamente para que leas, ¿De acuerdo? Pero cuando termines y entiendas, debes hacer los trabajos atrasados —miró a la chica junto a Lisa—. JiSoo —miró a la nombrada, sentada junto a la Tailandesa—. tú la ayudarás en esta clase si llega a necesitar ayuda, ¿De acuerdo?

La de cabello negro asintió, dirigiendo su vista a Lisa cuando la profesora regresó a su escritorio para continuar la clase. La observó un poco sorprendida ya que le era increíble que el estudio que recibió no tuviera la tecnología incluida, ¿Era posible? Sabía que había gente que no entendía tal vez a la perfección el uso de las computadoras, pero le era difícil entender que ni siquiera supiera lo básico.

La menor abrió el primer libro, pero sintió la mirada ajena sobre ella; sin embargo, aún así no se atrevió a mirarla ni preguntarle, fue así como pudo oír su voz.

—¿De verdad no sabes nada? —se animó a preguntar, recibiendo una respuesta negativa con un gesto de cabeza.

‹‹Que chica tan rara...››, pensó JiSoo.

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro