Único

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Historia de un mini OS Lewavi que sentí que tenía que continuar.

Me encanta que me
cuente sus cosas con
tanta emoción.

Robert podía ver como su omega saltaba de felicidad, era de esperarse no todo los días te enteras de que vas a hacer uno de los nominados al balón de oro, él en su tiempo también tuvo la misma reacción.

—¡Robert! ¡AHhhh! ¡Fui nominado! Es algo que nunca creí que pasaría.—Gavi prácticamente había saltado a los brazos de su Alfa, la emoción era tanta que no le importaba terminar en el suelo.

—Mi amor ¿Esperabas algo diferente? Eres uno de los mejores futbolistas, cada vez que te veo en el campo se me pone la piel de gallina, eres simplemente increíble. Eres nuestro corazón Gavi, no seríamos este equipo sin ti.

No hace falta decir que para cuando Robert terminó de hablar su sensible omega ya estaba llorando a mares.

—R-Robert... ¿Ya te he dicho que te amo?

—Sí, pero puedes seguir, no me molesta.—Dijo dándole un piquito en la nariz, para luego besarlo apasionadamente.

Robert y Gavi celebraron la noticia durante toda la noche. Invitaron a sus amigos más cercanos al departamento que compartían y brindaron con champán. Los compañeros de equipo se unieron a la fiesta, y pronto la sala estaba llena de risas y abrazos.

Fermín, el mejor amigo de Gavi desde la infancia, se acercó a él con una sonrisa de absoluta alegría.

—¡Felicidades, campeón! No puedo creer que estés nominado al Balón de Oro. Eres un fenómeno en el campo.—Gavi se rió y le dio un abrazo.

—Gracias, Fer a veces todavía me parece un sueño. ¿Quién hubiera pensado que un chico de nuestro pueblo llegaría tan lejos?

—Tú lo hiciste, amigo. Y estoy seguro de que ganarás. Eres el alma de este equipo, nuestro corazón con patas.

Gavi miró a Robert, quien estaba charlando con otros compañeros.

—¿Crees que tengo alguna posibilidad?—Fermín le dio una palmada en el hombro.

—¡Claro que sí! Eres un luchador, y tu talento es innegable. Además, tienes a Robert a tu lado. Él te apoyará pase lo que pase.

Gavi sonrió.

—Sí, Robert es increíble. A veces no puedo creer que sea mi Alfa...—Susurro contento, Fermín se inclinó hacia él.

—¿Y qué hay de ti? ¿Cómo te sientes?—Gavi se encogió de hombros.

—Emocionado, nervioso, agradecido… Es un torbellino de emociones. Pero sé que daré lo mejor de mí.

La fiesta continuó hasta altas horas de la madrugada. Gavi y Robert se retiraron a su habitación, exhaustos pero felices. Se acurrucaron juntos en la cama, y Gavi acarició el cabello de Robert.

—¿Crees que ganaré?—Preguntó Gavi en voz baja, Robert lo besó suavemente.

—No importa si ganas o no. Eres mi campeón, mi omega. Y eso es lo más importante.

Gavi sonrió y cerró los ojos.

—Te amo, Robert.

—Y yo a ti, mi amor.—Susurró Robert antes de quedarse dormido.

La nominación al Balón de Oro era solo el comienzo de una emocionante aventura para Gavi y Robert.

Después de la emocionante noche de celebración, Gavi y Robert se sumergieron en los preparativos para la gala del Balón de Oro. El evento se llevaría a cabo en un lujoso salón de un hotel en la ciudad, y la expectación estaba en su punto más alto.

Gavi se sentía como si estuviera flotando en una nube. No solo por la nominación, sino también por el amor y el apoyo incondicional que recibía de Robert. Su Alfa era su roca, su confidente y su mayor fan. Juntos, enfrentaban el mundo, y Gavi no podía pedir nada más.

El día de la gala llegó, y Gavi se vistió con un traje elegante. Robert, impecable en su esmoquin, lo miró con orgullo.

—Estás deslumbrante, mi omega. Todos se quedarán sin aliento cuando te vean.

Gavi sonrió y le dio un beso rápido.

—Tú también te ves increíble, Robert. Pero no quiero que te sientas presionado. Ganar o perder, estoy agradecido por esta oportunidad.

Robert asintió.

—Lo sé, cariño. Pero no puedo evitar querer que ganes. Eres el mejor jugador que he visto, y no solo en el campo. Eres mi todo.

La gala comenzó con una alfombra roja llena de flashes y cámaras. Gavi y Robert posaron juntos, sus manos entrelazadas. Los periodistas les hicieron preguntas sobre el partido más reciente, su relación y, por supuesto, la nominación al Balón de Oro.

Dentro del salón, la atmósfera era eléctrica. Gavi reconoció a otros jugadores, entrenadores y leyendas del fútbol. Se sentía como un sueño. Fermín, siempre a su lado, le dio un codazo.

—¿Listo para brillar, campeón?

Gavi asintió, pero su mente estaba en otro lugar. ¿Cómo sería ganar? ¿Qué diría en su discurso? Miró a Robert, quien le sonrió y le dio un apretón de manos.

—Estés donde estés en la clasificación, eres mi número uno.

La ceremonia comenzó, y los nombres de los nominados se anunciaron uno por uno. Cuando mencionaron a Gavi, el aplauso fue ensordecedor. Se levantó, sintiendo las piernas temblorosas, y caminó hacia el escenario.

El presentador le entregó el micrófono, y Gavi miró a la audiencia.

—Gracias a todos por este honor. Quiero agradecer a mi familia, mis amigos, mis compañeros de equipo y, por supuesto, a mi increíble Alfa, Robert. Sin él, nada de esto sería posible. Y a ti, mi amor, te digo esto: ganar o perder, siempre serás mi Balón de Oro.

La sala estalló en aplausos. Gavi volvió a su asiento, donde Robert lo abrazó con fuerza.

—Eres un ganador en mi corazón, Gavi.

La votación continuó, y finalmente, el ganador se anunció. Gavi no pudo contener la respiración. El presentador dijo su nombre, y el mundo pareció detenerse.

—¡Gavi, el Balón de Oro!

La sala estalló en vítores. Gavi subió al escenario, lágrimas en los ojos. Miró a Robert y le dedicó el trofeo.

—Esto es para ti, mi Alfa. Porque tú eres mi mayor logro.

Y así, en medio de los aplausos y las luces brillantes, Gavi entendió que el verdadero premio estaba en el amor que compartía con Robert y en la certeza de que, juntos, eran invencibles.

Después de la gala, Gavi y Robert se encontraron rodeados de felicitaciones y abrazos. Los compañeros de equipo se acercaron para celebrar con ellos, y los flashes de las cámaras no dejaban de parpadear. Gavi sostenía su trofeo del Balón de Oro con orgullo, pero su mirada seguía buscando a Robert.

Robert, con una sonrisa que iluminaba toda la habitación, se acercó a él.

—¿Lo ves, cariño? Te dije que ganarías. Eres el mejor.

Gavi se inclinó y lo besó apasionadamente. El mundo desapareció a su alrededor, y solo existían ellos dos.

La fiesta continuó hasta altas horas de la madrugada. Gavi y Robert bailaron, rieron y compartieron historias con otros jugadores. Fermín, siempre su fiel amigo, brindó con ellos.

—¡Por el Balón de Oro y el amor verdadero!—dijo Fermín, levantando su copa.

Gavi miró a Robert, y su corazón se llenó de gratitud. No solo por el premio, sino por todo lo que tenían juntos. Eran más que un equipo; eran una familia.

En los días siguientes, Gavi recibió llamadas de felicitación de su familia, amigos y fanáticos. Las redes sociales se inundaron con mensajes de apoyo. Pero lo que más valoraba era el tiempo que pasaba con Robert. Juntos, planearon su futuro, soñaron con más éxitos y se prometieron amor eterno.

La temporada de fútbol continuó, y Gavi siguió brillando en el campo. Pero ahora, cada vez que levantaba la vista hacia las gradas, sabía que su mayor logro estaba en el corazón de Robert.

Y así, entre goles y abrazos, Gavi y Robert escribieron su propia leyenda. Una historia de amor, pasión y victoria que trascendería el deporte y perduraría para siempre.















Llore... ¿Dónde esta mi Robert? 🥺

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro