Capítulo 22: Lilycoln. Parte 1

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Lincoln empezaba a despertad, sentía algo húmedo por debajo de su cintura, se retira su sabana y encuentra a Lily despertándole con una mamada matutina. 

  –Buenos días Linky – dijo la menor de los Loud haciendo gárgaras. 

 –Buenos días Lily.

 El peliblanco eyacula dentro de la boca de su hermana y ella lo saborea; la vida con su hermana ha sido muy lasciva; han pasado dos años desde que Lincoln decidió permanecer a lado de Lily, él tiene 30 años y trabaja como arquitecto; Lily tiene 20 años es una dulce ama de casa, ella estudio gastronomía, prepara pasteles y galletas y los vende vía online.

 Ambos se mudaron en un apartamento en una ciudad al sur de Michigan; después de todo cuando revelaron al resto de su familia que empezaron a ser novios, se opusieron a su relación, pero de igual manera siguieron juntos. Cuando Lincoln regresaba de la oficina, era recibido con una peculiar frase por parte de su mujer. 

 –Hola Linky, ¿te gustaría cenar?, ¿te gustaría tomar un baño?,¿o quizás me quieres a mí? 

 –Las tres cosas Lily.

 Primero tomaron un baño juntos, luego cenaron y al final hicieron el amor. Eran una pareja feliz, pero a veces Lily sentía que algo le faltaba, era algo tan obvio cuando observaba a varias parejas en la calle, todas ellas tenían uno o dos hijos; ella se coloca su mano en su vientre; hace dos años acordó con Lincoln que no podrán casarse y ni tener hijos, pero ella en verdad quería ser madre; porque ella se sentía la esposa de su hermano, aunque no fuera reconocido por la ley, pero con un bebé seria diferente, claro que también había visto la posibilidad de adoptar un niño pero ella ahora quería tener un hijo biológico. Aquella noche Lily recibió a Lincoln con una sexy lencería color morada, y claro que le peliblanco se excito a verla, le hizo el amor en el sofá, se encargó de que Lincoln se corriera dentro de ella.

 –¿Has tomado pastilla anticonceptiva? – preguntó Lincoln. 

 –Claro que si amor, me estoy cuidando – mintió Lily. 

 Luego de dos semanas, la rubia se realiza una prueba de embaraza y sale positivo, estaba muy emocionada, tenía ganas de decirle a su marido, pero no era muy oportuno, decido esperar que pases algunos meses.

 Mientras pasaban los días, sentía el temor que su hijo naciera con mal deformación como a la otra Lily; aunque luego pensaba que todo saldrá bien. Y pasaron 2 meses Lily despertó con mareos y vómitos muy violentos, su vagina empieza sangrar tanto que su pantalón quedó manchado de color rojo, y cuando se lo quita empieza a expulsar algo dentro de su vagina, y resulta ser su feto, que llevaba apenas dos meses, la pobre rubia queda devastada, lloro desconsoladamente, ella estaba muy ilusionada en ser madre. 

 Cuando Lincoln llega a casa observa a su mujer muy desanimada, no quiso tener relaciones aquella noche.

 –¿Esta todo bien Lily? – pregunto el peliblanco. 

 –Estoy algo cansada, eso es todo, nada de qué preocuparte – aclaro Lily. 

 –Vamos cariño no me puedes engañar, yo sé que algo tienes, por favor dímelo, si hay algo que pueda hacer para ayudarte tan solo pídemelo.

 –Hay algo que necesito de ti, pero sé que no podrás hacerlo. 

 –No lo sabremos si no me lo dices.

 –Quiero un bebé.

 Un largo silencio invadió la habitación, el peliblanco no podía creer lo que había escuchado, él pensó que las cosas habían quedado claras cuando se hicieron novios, pero no fue así empezaron a discutir porque Lincoln no quería tener hijos, no con su hermana. 

Lily le revelo la verdad que ella se había embarazado pero esa mañana perdió a su hijo por eso estaba tan desanimada, tenía el corazón hecho añicos. 

 –¿Podemos adoptar un niño? – expuso el peliblanco. 

 –Yo no quiero criar el niño de otro, yo quiero un hijo, que sea de nuestra sangre – aclaro Lily. 

– Por favor, es todo lo que pediré en la vida, quiero llevar a tu hijo dentro de mí.

 –Lily, hasta que no desista de esa idea no volveremos a tener sexo. 

 La rubia muy indignada, lo voto de la habitación, y el peliblanco tuvo que pasar la noche en el sofá; como al día siguiente Lincoln no tenía trabajo, quiso hacer las paces con su mujer, y la lleva una heladería, y luego fueron a un parque saboreando un helado y tomados de la mano; el peliblanco observo a su mujer más feliz; pero todo cambio cuando regresaron a casa, que otra vez toco el tema de concebir un bebé, lo cual Lincoln estaba en desacuerdo y Lily se sentía muy frustrada, y no quiso hablar con su marido, así que se encerró en la habitación. 

 Al día siguiente las cosas no mejoraron mucho, Lily no cocino, y Lincoln tuvo que comer en la calle, rutina que sucedió por dos días más; al tercer día de cenar en un restaurante alguien lo había reconocido, luego de llamarlo por su nombre, el peliblanco no podía creerlo, quedo perplejo de tan solo verla.

 –Syd eres tú.

Continuará... 

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