Capitulo 39

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Siempre recordaré a la primera persona que trajo el sol cuando mi cielo se oscureció —Ron Israel.

Yoongi sostuvo la prueba de embarazo en sus manos, cubre la prueba con su puño, mirándose en el espejo del interior del baño. Fue la reacción de Jimin lo que le puso los nervios de puntas, tanto que no se sentía con el valor suficiente como para verlo por su cuenta, solo debía bajar la mirada y saber si sería padre o no.

Padre. Una palabra con la que no se sentía tan cómodo, siquiera estaba familiarizado con ello y sintió miedo, nunca tuvo una figura paterna, así que no tenía la más mínimas idea de lo que era un padre y por supuesto que no se visualizaba a sí mismo siéndolo, ni ahora, ni en un futuro cercano.

Tomó una bocanada de aire que sostuvo mientras volvía su mirada hacia el test de embarazo en sus manos y fue entonces cuando vio la línea roja negativo. Dejó salir todo el aire que contenía en sus pulmones y giró sobre sus talones para encarar al omega que ahora se encontraba recostado boca arriba sobre la cama, haciendo mohín con los labios y cubriendo sus ojos con su antebrazo derecho.

Volvió a mirar la prueba en sus manos y luego a Jimin sobre su cama, algo no encajaba. Los resultados que tenía en sus manos no iban para nada acorde con lo que estaba presenciando, un omega con malestares que empezaban a notarse en sus feromonas, estaba incómodo.

—¿Por qué tan serio?, ¿querías un positivo? —preguntó Jimin moviéndose en la cama de manera que ahora se encontraba acostado de lado con sus piernas flexionadas—. Te dije que no lo estaba, sé que no lo estoy.

Yoongi caminó hasta la cama donde se encontraba el contrario, dejando la prueba de embarazo en la mesita debajo la televisión.

—Omega —susurró con voz cálida mientras frotaba su mano por la espalda del rubio que mantenía sus ojos cerrados—. No te sientes bien, y no te ves bien, creo que deberíamos hacer la prueba de sangre para más seguridad.

—Si es lo que necesitas para estar seguro de que no serás padre, iremos a primera hora —suspiró el omega con la voz algo adormilada.

—¿Estás molesto? —preguntó Yoongi al ver con el rubio mantenía el ceño ligeramente fruncido.

—Estoy harto de estas malditas náuseas, espero estar bien para mañana, no quiero perderme la graduación de Jungkook por esto —admitió tomando la mano de Yoongi, quien besó cada uno de sus nudillos.

Al ver como este empezaba a quedarse dormido, Yoongi se quedó allí acariciando el dorso de su mano y con la otra mano su cabello rubio. Lo observó caer lentamente en un profundo sueño, su expresión se relajó, sus labios carnosos se entreabrieron un poco y por el pequeño ronquido supo que se había quedado profundamente dormido.

Con cuidado de no despertarlo, terminó de apagar todas las luces, cerrar todas las ventanas, puertas y recostarse junto al omega; lo abrazó por detrás y no pudo evitar pasar su mano por el vientre del omega, y pensar en la posibilidad de tener un hijo de ellos dos.

No podía negar que le ilusionaba al menos un poco la idea de tener hijos solo porque sería con Jimin, aunque su miedo de no saber que era ser padre, sin siquiera una mínima idea de cómo es la paternidad, le causaba terror; además de que Jimin perdería muchas cosas en las que actualmente está en su mejor momento.

Tal y como planearon, lo primero que hicieron al despertar fue ir al hospital a primera hora de la mañana, siquiera se molestaron en comer algo antes de salir, de todos modos, sabían que el omega debía estar en ayuna para las muestras de sangre.

Pensaban que sería algo rápido, pero fue un proceso por el que tuvieron que esperar por más tiempo de lo estimado, así que tuvo a un omega hambriento, de mal humor y con fuertes dolores de cabeza durante toda la mañana.

Mientras esperaban los resultados que saldrían en unas horas, se apresuró en llevar a Jimin a comer tranquilamente antes de que empezara a gruñir. Yoongi lo vio comer en silencio, concentrado únicamente en su comida.

—¿Cómo te sientes? —preguntó el alfa mientras comían helado en la heladería que no quedaba muy lejos del laboratorio.

—Hinchado, con dolores de cabeza, pezones sensibles y náuseas —susurró Jimin llevándose a la boca una cucharada del helado de frutas combinadas que eligió para esa tarde calurosa.

—¿De verdad?

—No idiota, estoy molestándote. Solo hago esto para convencerte, porque sé que no estoy en cinta —señaló Jimin limpiando con su cuchara el resto de helado que quedaba en su vaso y seguido de eso le arrebató el envase a Yoongi de las manos y también se comió su helado.

—De acuerdo, ¿qué quieres hacer hoy aparte de comer todo el día? —cuestionó Yoongi dejando que el omega hiciera todo lo que quisiera, hasta le parecía tierno su comportamiento algo irritable y hambriento.

—No nos dará el tiempo de hacer nada, decidiste que pasáramos el día en el hospital y el laboratorio, le llevaremos los resultados a tu doctora, ¿no es así? —preguntó Jimin consiguiendo como repuesta un asentimiento y una sonrisa de lado por parte de alfa, quien parecía estar divirtiéndose mucho con la actitud del omega.

—Luego no tendremos tiempo más que para descansar un poco, alistarnos e irnos a la graduación de Jungkook, que será exactamente en 4 horas —determinó el omega mirando la hora en su móvil.

Yoongi no tenía idea de que se tardarían tanto para poder hacerse unas analíticas, que tendrían que esperar el resultado hasta la tarde, ellos podrían leer perfectamente el si estaba o no en cinta, pero el alfa insistió en que lo mejor era llevarlo con su doctora y así saber que debían hacer independientemente de los resultados.

Ahora se encontraban sentado en el banco exterior de una heladería mientras Jimin se quejaba de su fin de semana perdido, al mismo tiempo que comía su helado que literalmente le arrancó de las manos.

—Te llevé a comer tu comida favorita, te traje a comer tu helado favorito y te dejé comer el mío también, creo que eso recompensa un poco el día perdido —señaló el alfa frotando su mano en la pierna del omega, mismo que alzó su mirada hacia el pelinegro observándolo con una ceja levantada, aun con el envase de helado frente a él y la cuchara en el aire lista para ser llevada a su boca.

—Como mínimo deberías ofrecerme sexo en la noche para que sea una verdadera recompensa—replicó Jimin y finalmente se llevó la última cucharada de helado a la boca—. Sin protección, claro.

—De ninguna manera eso volverá a pasar.

—¿Tener sexo?

—Sin protección, mira donde estamos por ello. —Jimin puso los ojos en blanco y bufó, una acción que sorprendió al alfa y que igualmente le pareció divertida.

—Hagamos un trato, si sale negativo no más condones, si sale positivo seguiremos usándolos, señor "no quiero ser papá" —propuso el omega haciendo muecas con su rostro, lo que provocó que el alfa riera un poco, mismo que se acercó al rostro de Jimin y plantó un beso en sus labios.

—Trato, señor "no quiero condones" —masculló Yoongi aun rozando sus labios con los del contrario.

Jimin le sonrió, para el alfa la expresión que tenía el omega era como si ya hubiese ganado el trato, con sus labios apretados en una fina línea de una forma tan tierna que lo hacía ver más pequeño.

El sol empezaba a bajar cuando tuvieron los resultados en sus manos, Jimin leyó el papel mientras Yoongi conducía hacia el consultorio de su doctora, ella debería estar esperándolos porque el alfa se tomó la molestia de avisarle y sobre todo pedirle que no mencionara nada de sus dolores o algo parecido a los destinados mientras Jimin estuviera allí, después de todo sólo debía enfocarse en el omega y su bienestar.

Como era de esperar Hee Sun, ya no tenía pacientes que atender a esa hora de la tarde, algo que Yoongi agradeció. Luego de haberle presentado a su omega, esta inmediatamente pasó a hacerle toda clase de preguntas mientras abría el sobre con los resultados y la primera pregunta fue que tanto tiempo se había retrasado el celo de Jimin.

—No se protegieron y por eso están aquí —concluyó la doctora luego de haber escuchado cuando fue la última vez que tuvieron relaciones sexuales—. Los resultados son negativos, no hay bebé, ¿qué síntomas tienes?

—Náuseas y fuertes dolores de cabeza —contestó Jimin.

—¿Desde cuándo tienes estos malestares?

—Hace más o menos una semana que empezaron los dolores de cabeza y las náuseas ayer —explicó el omega pellizcando sus manos escondidas entre sus piernas.

—¿Y esto pasa constantemente o a veces? —preguntó dejando los resultados sobre el escritorio.

—A veces.

—Es por estrés, la sobrecarga emocional puede llegar a provocar estos fuertes dolores de cabeza o bien puede ser por tu celo, ¿cuánto tiempo tienes tomando supresores?

—Tres años —respondió Jimin en un susurro, solo escuchó como el alfa a su lado aclaró su garganta.

—¿Si intervalos?, ¿sin detenerte? —preguntó la doctora sin poder creer lo que escuchaba.

—Son dos en uno, así que los tomo a diario para evitar el embarazo y calmar el dolor del celo —confesó Jimin—. Hace tres años que no dejó de tomarlos.

—Joder —masculló la doctora alcanzado su recetario—. No sé si lo sepas, pero el uso excesivo de los supresores provoca infertilidad, posiblemente sea la razón por la que tu celo cambió de ciclo, como también puede ser por el estrés que experimenta tu cuerpo.

Jimin solo asintió mientras ella escribía en su recetario. Yoongi estaba estupefacto ante las informaciones que seguía procesando. Se dio cuenta de que la seguridad de su omega en cuanto a su posible embarazo, era porque sabía perfectamente todo el tiempo que lleva tomado supresores anticonceptivos.

—Dejarás de tomar los supresores por un año para limpiar tu organismo y probaremos estas pastillas anticonceptivas, empieza a tomarlas cuando se presente tu celo y podrás tener relaciones sin problemas —explicó mientras le tendía la receta y los resultados. Hee Sun volvió su atención a Yoongi y en cuanto esta lo señaló con el dedo índice, se asustó de lo que fuera a decirle.

—Tu eres su alfa, el no necesita supresores para su celo si te tiene a ti. No le recetaré nada para adelantarlo, porque está cerca de presentarse, y si no quieren cachorros, solo tienes que evitar el nudo.

—¿Cómo sabes que está cerca? —preguntó Yoongi incrédulo.

—Soy doctora, reconozco los síntomas y olores —respondió poniéndose de pie.

Tras volver a estar a solas en el interior del auto del alfa, Yoongi estuvo varios minutos detrás del volante sin poner en marcha el auto. No sabía que decir, solo estaba sorprendido de que Jimin posiblemente prefirió, por tres años, pasar el celo por su cuenta, escogió tomar supresores que estar con algún alfa. Quizás no fuera igual que el celo de un alfa, pero él sabía lo horrible que era aquel calor corporal, los dolores y el gran apetito sexual.

—¿Cuándo fue la última vez que pásate tú celo con un alfa? —preguntó Yoongi, aquella pregunta le estaba carcomiendo, necesitaba saber.

—No lo sé, un año, año y medio, no recuerdo exactamente, pero fue cuando fui marcado aquí —explicó Jimin señalando la cicatriz de aquella marca en su muñeca—. Desde ese entonces me las he ingeniado solo, nunca he necesitado de un alfa para calmar el apetito de mi lobo aparearse, he aprendido a tener control sobre él.

Yoongi no dijo nada más, encendió el coche y condujo hasta la casa del omega por petición del mismo. En el fondo no quiso decir nada porque sabía a donde los llevaría aquella conversación y se sentiría un poco mal diciéndole que el siempre pasaban su celo con la misma persona, todo porque él no tenía ese control sobre su lobo y sus deseos durante el celo, hasta podría considerarse algo desenfrenado y poco racional.

Hicieron una rápida parada en su casa, el alfa esperaba encontrarse con el hombre que estaba atormentando a su omega al punto de que su celo se retrasara, porque estaba seguro que ese hombre tenía mucho que ver con ello, pero no llegó a verlo.

Solo pudo saludar a Eun-ji y segundos después Jimin bajó con su bolso listo para quedarse con el quien sabe por cuánto tiempo.

—¿Estarás bien sin mí por un par de días? —cuestionó Jimin mientras se despedía de su madre.

—Sí, Haejin estará aquí de todos modos —contestó intentando mostrarse sonriente.

Eun-ji entendía que su hijo estuviera independizándose por completo, lo es desde hace mucho tiempo, pero ahora lo veía poco y empezaba a pasar más tiempo fuera de casa. Entendía sus razones, así que simplemente lo dejó, no podía dejarlo todo el tiempo cuidando de ella, debía permitirle vivir su vida, tener sus propias experiencias y no atarlo a cuidar de ella todo el tiempo.

—¿Dónde está él? —preguntó Jimin cargando el bolso con sus utensilios para pintar.

—Fue a recoger algunas de sus cosas, debe estar llegando —contestó la omega—. Fue bueno verte Yoongi.

Se despidieron y en el momento que subieron al auto, otro coche se estacionó delante de ellos y en ese momento Yoongi vio salir al hombre alto de allí. Ya lo había visto antes, solo que no recordaba como lucia exactamente su rostro y en cuanto sus miradas se cruzaron vio como Haejin lo reconoció de inmediato.

—¿No te molesta si me quedo por dos días? —preguntó Jimin dejando la mochila en el asiento trasero del auto.

—Todo el tiempo que quieras —respondió el alfa apretando la rodilla del omega conduciendo con una mano. Mientras más días Jimin se quedaba a dormir con él, más cerca estaba de finalmente pedirle lo que ha estado queriendo hacer incluso antes de terminar el cortejo y ser oficialmente parejas.

Aquellas noches en las que discutieron y se dijeron cosas hirientes, no le hizo cambiar de opinión en absoluto, en cambio le hizo ver que eran dos personas completamente diferentes, que a pesar de ello sabían cómo complementarse uno con el otro y eso era suficiente para él.

Si, sabía que pelearían por cosas menos importantes, pero era imposible que no lo hicieran. No eran seres perfectos, ambos tenían defectos con los que debían vivir como pareja y comprenderlos para mantenerse estables.

Al llegar al apartamento, Jimin dejó sus cosas en la habitación del alfa, mientras éste se duchaba acomodó las pocas cosas que trajo y las guardó junto a la ropa de Yoongi; ver su ropa junto a la del alfa le causaba un sentimiento extraño en su interior que le gustaba.

Su necesidad de quedarse con el alfa surgió de un momento a otro, especialmente después de saber que sus malestares eran por estrés, decidió alejarse por al menos tres días de todo aquello que le causaba ansiedad y sobrecarga emocional y ese era su padre. Además, tenía la fuerte sospecha de que efectivamente su celo podría estar cerca, así que le haría caso a la doctora y tenía planeado pasarlo con el alfa.

Hace tanto tiempo que no pasaba su celo con un alfa que ya no recordaba cómo se sentía tener a alguien que cuidara de él en un momento como ese, pero ahora tenía a Yoongi, así que estaba de acuerdo con Hee Sun, no necesitaba supresores si lo tenía a él y ahora que lo pensaba su lobo reaccionaba con emoción.

El alfa salió del baño con su cabello largo aun chorreando agua y una toalla alrededor de su cintura. Se acercó al omega que seguía acomodando cosas en su closet y se detuvo detrás de él tomándolo por la cintura.

—¿Puedo sacar mi ropa? —cuestionó con voz ronca, haciendo que el omega sintiera la electricidad recorrer todo su cuerpo al sentir las manos del alfa en su cuerpo.

Jimin solo asintió y se apartó para que el alfa pudiera vestirse sin que él le estorbara, justo cuando le dio la espalda sintió un apretón en sus nalgas que le sobresaltó e hizo que mirara por encima de sus hombros para encontrarse con la expresión traviesa del alfa, quien pasaba su lengua por la comisura de sus labios mientras aún tenía la mirada en su trasero.

—Hey —le señaló Jimin, tratando de contener su sonrisa, no podía evitar demostrar lo mucho que le gustaba ver al alfa de esa manera, se veía tan sexy y varonil con su cabello húmedo, parte de su torso desnudo con algunas gotas de agua y tan solo una toalla cubriendo el resto de su cuerpo.

—Esos pantalones te hacen ver un enorme cu...

—¡Maldición, Min Yoongi! —chilló Jimin sorprendido—. Esa boca sucia tuya.

—Te encanta, no lo puedes negar —determinó el alfa ahora decidiendo que ropa usaría para la ceremonia de graduación de su amigo, casi como hermano.

Jimin dejó la habitación sin decir nada, al ver la hora que era se alistó rápidamente porque no quería ser de los últimos en llegar, sabía que Yoongi quería ver a Jungkook antes de que todo iniciara.

Al salir del baño no vio señales de Yoongi, solo estaba su fuerte esencia en combinación con su perfume tan varonil. Jimin pasó sus piernas por sus pantalones de vestir color negro, se colocó el abrigo azul oscuro medio cuello tortuga y pasó por encima de sus hombros la gabardina negra con las orillas blancas solo en la parte izquierda. Para finalizar se colocó un par de botas negras, sus anillos favoritos, peinó su cabello dividido en el medio y echado hacia atrás.

—Tenemos que irnos, Jimshi —le informó Yoongi entrando a la recámara con su mirada en el teléfono, mientras le escribía a Hoseok diciéndole que estarían allí en 10 minutos.

Cuando levantó la mirada, vio a Jimin y tuvo que detener sus pasos para poder apreciar la belleza del omega frente a él. Sus labios carnosos pintados de un color carmesí suave, se veía tan atractivo como siempre, no se cansaría de decirlo, pero en ocasiones cómo esas Jimin no lucía como un omega, su aura, su mirada, su forma de caminar y todo el era tan increíblemente sensual que le costaba quitarle la mirada de encima. Si no fuera por su aroma y por lo increíblemente descarado que era cualquiera podría pensar que era un alfa.

—Alfa, debería ser ilegal que te veas así de bien —opinó Jimin mirando a Yoongi de arriba a abajo.

El pelinegro iba vestido de blanco, con una camiseta de cuello color verde claro, con su cabello echado hacia atrás dejando su frente descubierta. La expresión de su rostro lo hacía ver tan serio y masculino, su aura de alfa dominante destacaba más cuando se vestía de esa manera que para Jimin eran tan sexy.

—El único que comete un crimen eres tú con ese traje —determinó el alfa apegándolo a su cuerpo por la cintura, Jimin palmeó su pecho riendo con timidez.

—Tenemos que irnos —señaló Jimin apartándose.

***

El grupo de personas con toga y birrete le trajo recuerdos a Yoongi y a Jimin también. Se encontraron en el patio delantero del salón de ceremonia, donde estaba Jungkook siendo fotografiado por su madre sin parar, prácticamente obligándolo a que posara para la cámara.

—Mamá, ya es suficiente —comentó el alfa, quien puso su mirada en el grupo de amigos que permanecía juntos a pocos metros de él. Jungkook corrió hacia ellos y la saludó con un abrazo.

No esperaba que Namjoon y Seokjin estuvieran allí, habían compartido poco, pero no podía negar que tenían una buena relación. Todos estaban tan elegantes y bien vestidos que le sorprendía lo tan atractivos que eran sus amigos. Definitivamente verlos allí le subía el ánimo que ya de por si tenía por el suelo.

—No tengo ánimos para celebrar, después de la ceremonia, iré a casa de mis padres —admitió Jungkook al escuchar la propuesta de Yoongi para salir a celebrar como lo hicieron para su graduación, agradeció sus amigos no se negaron a su petición.

—Al menos quita esa cara, sonríe un poco, es un gran día —le pidió Yoongi al ver que el alfa volvió a tener la misma expresión de meses atrás, ahora el Jungkook con el que almorzó días atrás, el mismo que estaba bien, se había esfumado, ahora tenía frente a él a un alfa notablemente triste y lastimado sentimentalmente.

Se hizo de noche en el momento que inició la ceremonia de entrega de títulos, todos se encontraban sentados al frente, bastante cerca de los graduados porque querían ver todo en primera fila. Al ver a Jungkook recoger su título, vio cómo este se forzaba a sí mismo a sonreír para la cámara, tanto a Yoongi como a Jimin le dio curiosidad ver al azabache más triste de lo que debería.

Al terminar la ceremonia todos caminaron hacia el exterior del salón, al poner un pie en el último escalón, Jimin apretó la mano del alfa al ver entre el tumulto de personas que salían, la cabellera de alguien que conocía bastante bien.

T-tae está aquí —tartamudeó sin poder creerlo.

Sin dejar ir la mano de su alfa, Jimin se acercó más para comprobar que se trataba de su amigo. Estaba de espaldas a él con una camisa rosa y pantalones blancos, junto a él se encontraba otro alfa. En cuanto confirmó que se trataba de Taehyung, gritó su nombre para que este pudiera escucharlo por encima del bullicio de las personas.

En el momento que el omega se dio la vuelta, lo rodeó con sus brazos en un abrazo, fue en ese momento que en su aroma percibió un olor un poco más agrio y ácido, no estaba bien y se encontraba allí precisamente por ello, le bastó con mirarlo a los ojos para darse cuenta de que estuvo llorando.

—¿Viniste a verlo? —preguntó Jimin con su mirada en Bogum, no le gustaba para nada que Taehyung estuviese en aquel lugar con él, pero desconocía sus razones, así que no dijo nada al respecto.

Taehyung solo asintió con la cabeza apretando sus labios con nerviosismo. Jimin aprovechó el momento para presentarle a Yoongi como su pareja, vio como estos se saludarán únicamente con una reverencia. Mientras se saludaban, el omega vio que Taehyung, ni Bogum, llevaban aquellos anillos de los que Seokjin le habló, la razón era más que obvia: Jeon Jungkook.

—Es bueno conocerte al fin —señaló Taehyung tratando de sonreírle, pero el alfa junto a Jimin se mostró serio todo el tiempo, de una manera que llegó a intimidar al omega.

—En realidad, nos conocimos antes por Jungkook, solo fue una vez, quizás por eso no lo recuerdas —informó Yoongi, ganándose un apretón de manos por parte del omega a su lado. No pudo quejarse porque en ese momento Taehyung lo interrumpió

—Necesito que me hagas un favor —le pidió Taehyung a su amigo—. Dile que vaya al patio trasero de la facultad de artes, no le digas que estaré allí.

—No vayas muy lejos y te cuidado —le pidió Bogum, hablando por primera vez desde aquel pequeño encuentro cerca de la puerta.

—Tu cállate y déjame esto a mí —ordenó Jimin sin darle tiempo al alfa de contestar—. Éste es mi momento.

Jimin bajó las escaleras dando largas zancadas hasta llegar junto al alfa que sostenía un ramo de flores. Les pidió permiso a sus padres para poder hablarle únicamente a él. Su respiración estaba agitada por haber casi corrido hacía, así que tuvo que recuperar el aliento antes de poder hablar.

—Jimin, he percibido el aroma de Tae cerca, dirás que estoy loco y siendo un poco paranoico, pero...

—No, escúchame, tienes que ir al patio trasero de la facultad de artes —le interrumpió Jimin.

—¿Qué?, ¿por qué? —preguntó con las cejas juntas.

—Solo ve, por favor —casi le suplicó el omega—. Es importante para ti.

Jungkook lo miró extrañado, pero terminó haciéndole caso al omega frente a él. Le pidió a sus padres que se adelantaran y en el momento que estuvo a punto de subir las escaleras Jimin entró en pánico al ver que Bogum seguía en la entrada, con Yoongi a su lado luciendo algo incómodo y ¿enojado?

—Si sales por aquí llegarás más rápido —le propuso Jimin señalando las puertas del lado del escenario. Su objetivo era que el alfa no se encontrara con Bogum, de todos modos, no era mentira que llegaría más rápido al salir por esas puertas.

Después de asegurarse de que Jungkook saliera, volvió junto a los alfas informándoles que ya estaba hecho. Al salir del salón con Bogum un poco apartado de ellos, tecleando con rapidez en su teléfono, Jimin puso a sus amigos al tanto con lo que está sucediendo, quienes esperaban ver a Jungkook en cuanto saliera.

Los minutos que esperaron para que la pareja de destinados apareciera, se hicieron cada vez más largos. No había casi nadie en aquella zona, Jimin se sentó en uno de los bancos sintiéndose algo mareado y la desesperación de que Jungkook y Taehyung volvieran empeoraba.

Mientras más se tardaban, más desesperado se notaba a Bogum, mismo que Seokjin intentó tranquilizar, después de todo era el único que lo conocía como amigo.

Jimin se preocupó por su amigo cuando el alfa les contó porque estaban allí si el no dejaba de decir que era peligroso, fue entonces cuando se enteró del reciente ataque que tuvo Taehyung. El rubio sabía que su amigo estuvo llorando, pero no esperaba que fuera un ataque tan fuerte como para arriesgarse y venir a ver a Jungkook.

Le causó angustia saber que se sentía al borde de la muerte si no veía a Jungkook esa misma noche y aquello solo le recordó las palabras de Yoongi sobre qué Taehyung solo buscaría a su destinado cuando estuvieses al borde la muerte y le dolió saber que tuvo razón. Por la expresión de su alfa al enterarse de aquello, se dio cuenta de que él estaba pensado exactamente lo mismo.

La inquietud de Bogum tenía a todos muy nerviosos, el alfa no dejaba de moverse de un lado a otro, mirando su teléfono a cada segundo.

—Iré por él—determinó Bogum caminando lejos de ellos, sin nadie que lo detuviera.

—Es peor que un dolor en el trasero —susurró Yoongi mientras hacía ademán de seguir los pasos de Bogum—. Iré a ver a Jungkook, quédate aquí, te ves algo pálido, ya vuelvo.

Jimin quería ver a Taehyung por última vez, pero de repente se sentía horriblemente mal, con fuertes dolores de cabeza y empezaba sentirse caliente por dentro, pensó que sería fiebre. Estaba seguro de que si se ponía de pie no podría caminar correctamente por el mareo.

Yoongi fue al lugar donde Taehyung dijo que se encontraría con Jungkook, esperaba encontrarse con la pareja siendo interrumpida por Bogum, pero lo que vio fue algo mucho peor, un grupo de hombres golpeando al alfa. Eran cinco en total, dos sujetaban al azabache por los brazos mientras uno golpeaba y otro grababa con móvil.

—Malditos hijos de puta —masculló para sí mismo listo para salir de detrás del edifico en el que se escondía, pero en lugar de correr hacia ellos, lo hizo en dirección contraria, no podía ser estúpido y enfrentarse a ellos solo.

Corriendo de vuelta al salón de actos, encontró a Namjoon a punto de irse junto a Seokjin.

—¡Namjoon! Es Jungkook, le están pegando, prepara esos puños de alfa —gritó Yoongi con la respiración agitada—. Tu quédate con Jimin, es peligroso.

Seokjin se quedó estupefacto viendo como Yoongi y Namjoon corrían en dirección a la facultad de artes, encontrarse en el camino a Hoseok, quien no tuvo que preguntar para unirse a ellos.

—¡Yah! —gritó Yoongi corriendo hacia los hombres que golpeaban a Jungkook sin piedad—. Malditos malparidos.

Yoongi apretó su puño con fuerza, mismo que fue lanzado al tipo que golpeaba a Jungkook. Namjoon no tuvo que hacer mucho, su aura, su cuerpo esbelto y sus feromonas eran suficientes como para espantarlos, él no era una persona de pelea pero cuando se trataba de alguien que quería, se dejaba llevar y eso no era bueno para el que recibiría su furia.

Con la poca fuerza que le quedaba, Jungkook usó sus feromonas haciendo que el grupo de alfas saliera corriendo. Namjoon tenía los nudillos rojos por haber golpeado sin parar a dos de sus contrincantes, al igual que Hoseok, quien sujetó a Jungkook para evitar que éste se desplomara y lo arrastró hasta la banca bajo la farola.

—¿Qué pasó? —preguntó Namjoon con preocupación.

—Esto fue una trampa, maldición Jungkook —afirmó Yoongi con la respiración agitada.

—Hyung... —susurró con algo de dificultad—. Vi a Tae, tan hermosos como siempre. Lo tuve aquí conmigo y volvió a irse, se desvaneció en mis brazos y dolió tener que dejarlo ir.

—Ya sé que lo viste, idiota, por su culpa te hicieron esto —se quejó al ver como el alfa tenía un labio partido y algo de sangre bajando por su nariz.

—Él no sabe, esto no es su culpa, es de su padre —lo defendió Jungkook.

—¿A que vino entonces? Para dejarte otra vez en este estado. Deberías olvidarte de él —determinó con notable enojo en su voz.

—¡No! Es imposible olvidarme de él, ¿crees que no lo he intentado, que no lo he pensado? —preguntó sentándose derecho en el banco y posterior a ello escuchó un quejido de dolor.

—Bien, tranquilícense, no es el momento para pelear —dijo Hoseok—. Lo importante es que no llegó a mayores, si Taehyung vino a verlo tendrá sus razones.

—Sí, vino a traer desgracias, lo siento, pero es un egoísta que solo piensa en el —opinó el alfa que seguía de pie frente a Jungkook.

—¡Yoongi! —está vez le gritó Namjoon.

—Tu no lo conoces, no sabes por lo que ha tenido que pasar —declaró Jungkook alzando su voz

—¿Y qué hay de ti?, ¿qué hay por lo que tú has tenido que pasar después de que lo conociste a él? —cuestionó levantando sus cejas. Se sentía tan enojado de que Jungkook tuviera esa actitud, le enojaba que Taehyung haya aparecido un día como ese, en el que se supone que Jungkook debería estar feliz.

Pero lo que más le molestaba es que a que a pesar de todo eso, Jungkook seguía defendiéndolo y lo entendía, lo amaba y era su destinado. Si, quizás era un poco frívolo al respecto, pero no se arrepentía de ninguna de sus palabras. Para el Taehyung solo llegó a derrumbar lo poco que su destinado había avanzado, ahora volvería a sumergirse en una depresión. Volvió para irse solo porque no soportaba el dolor, pensó que lo hizo porque sabía que solo Jungkook aliviaría su dolor, y una vez más, consideraba aquello egoísta.

Por esa razón, no le agradaba lo que Taehyung estaba haciendo, no podía decir que no le agradaba el omega en sí, porque de todos modos comprendía su situación. Estuvo atado a la violencia doméstica quien sabe por cuánto tiempo, así que entendía su reacción a ciertos eventos de su vida.

—Es egoísta y lo sabes —determinó Yoongi.

—¡Ya basta! —gritó Jungkook con su voz de alfa, haciendo que todos se quedaran en silencio y petrificado ante la imponencia de su voz, incluyendo a Yoongi.

En ese momento Jimin llegó a interrumpir lo que sea que estaba pasando allí, llamó a Yoongi sintiendo fuertes dolores, los cuatro alfas llevaron su atención al omega que se sujetaba de Seokjin mientras se inclinaba hacia adelanto con su mano en su vientre.

Yoongi solo tuvo que verlo a los ojos para darse cuenta de lo que estaba pasando: su celo.

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