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Desde que te amo ya no siento frio. Los inviernos pasan callados y ya no me arrugan las manos. Desde que te amo duermo la noche sin medias y en mi piel reposa tu verano. Desde que te amo junio ya no se junio y se parece a noviembre y a una taza de café a tu lado; y esta vida es más vida cuando cierro los ojos y vuelo en tus brazos —Lucas Hugo Guerra. 

Una mañana fresca de primavera, cuando los árboles de cerezos estaban llenos de flores rosadas, una de las épocas más hermosas y la favorita de la familia que se reunía en el patio de la casa de los Min, lugar donde Jimin preparaba la mesa del exterior para recibir la familia de su mejor amigo, aquellos que con el tiempo era como la suya propia por la cercanía que tenían.

—¿Qué tal me veo? —preguntó Joongi entrando a la recámara de su hermano menor, quien se encontraba recostado en su cama con su móvil en manos.

—Bien —susurró en respuesta aún con la mirada en su teléfono.

—¡Ni siquiera miraste! —chilló lanzándole uno de los cojines que reposaban en el diván frente a su cama.

—¡Por la luna! —chilló sentándose en la cama para darle la atención que su hermano requería con tanta intensidad—. ¿Qué quieres que te diga? Te ves como siempre, nada diferente.

—¿Debería dejar mi cabello así? —cuestionó volviendo su vista al espejo.

—Actúas como si fueras a ver al presidente, son como nuestros hermanos, por la Luna —comentó Yangmin al pararse de la cama y poner los ojos en blanco, provocando que su hermano mayor se girara para fulminarlo con la mirada.

—No lo son —declaró Joongi con una expresión de asco que hizo al menor reír.

—Lo siento, olvidé que te coges a Sunie —masculló con una sonrisa llena de picardía.

—Cállate, no estamos.... Teniendo sexo, estúpido —declaró peinando su cabello con sus manos.

—Puedes decirle eso a nuestros padres y al señor Jeon, ¿pero a mí? Yo soy quien te cubre cuando se van juntos después de la escuela a "estudiar" sus cuerpos —señaló—. Además, la he visto mirarte como si quisiera desnudarte y cogerte ahí mismo, luego me arrepiento de haber visto ese tipo de cosas porque te imagino teniendo sexo y que asco —dice apenas tomando un suspiro, siendo tan hablador como siempre.

—Yangmin, ya cállate y dime cómo me veo, tú eres el señor estilista aquí —le pidió Joongi con las mejillas sonrojadas por el reciente comentario de su hermano, en el que no había ni una sola pizca de mentira.

—Eres malo para leer a tu omega, terriblemente un completo desastre.

—Ella no es mi...

—Tu novia, entonces —susurró interrumpiéndolo mientras llevaba sus manos a la camisa de animal con estampado de leopardo que llevaba abotonada hasta el último botón.

—La estoy cortejando, Yan —susurró viendo lo que hacía su hermano con sus pequeñas manos delicadas.

La relación entre Sun Hee y Joongi se tornó incómoda después de haber presentado como alfa y omega, incluso su padre hizo todo lo que pudo para mantenerlos a la vista y evitar que estuvieran a solas, algo que ni siquiera ellos mismos realmente querían, porque apenas estaban aprendiendo a controlar sus instintos, pero a fin de cuentas todo condujo a al mismo destino.

Joongi sabía lo que sentía por ella y no solo por su casta, sino porque habían crecido, ya no eran los niños que corrían por la casa cuando se visitaban, se dio cuenta que el cariño hacia la persona en la que más confiaba se convirtió en amor.

La cercanía se volvió incómoda, por lo que el alfa ase mantuvo bajo perfil en cuanto a la relación que ambos tenían, no quería arruinar su amistad, eran mejores amigos, se contaban todo; eran cómplices, pero cuando Sun Hee le confesó que había un alfa que le gustaba mucho fue como un balde de agua fría y una señal de que probablemente debería dejar de mirarla como algo más que su mejor amiga.

Joongi recordó perfectamente esa noche en la que fue a esa fiesta del chico que le gustaba, estuvo allí cuando llegó junto a su hermano Junghyun, molesta porque su padre no quería permitirle salir e incluso le dio aproximadamente dos horas para volver a casa.

Sun Hee terminó tomando más de lo que toleraba, dos botellas de Soju. En medio de toda la gente que había allí dentro, le dio su espacio porque no quería actuar como el amigo que interfería en sus relaciones; la vio besarlo y eso solo provocó que tomara a pesar de que su padre le había dicho que no lo hiciera si iba a conducir, pero ni siquiera todo ese alcohol evitó que su puño impactará contra el rostro del alfa que se atrevió a gritarle y querer llevársela a la fuerza.

—Deberías demostrarle que no tiene razón, que no le tienes miedo y presentarte —casi le gritó Sun Hee intentando deshacerse de su agarre.

—Sun Hee, tu padre si da miedo y no quiero conocerlo. Quiero conocerte a ti y tu cuerpo, a tu omega.

—Suéltame, idiota —se quejó cuando éste intentó llevársela fuera del lugar. Estaba un poco mareada y Junghyun había ido al baño después de haber tomado demasiada soda. Hasta que alguien más la tomo por la muñeca y golpeó al alfa frente a ella.

—Si te le vuelves a acercar, te mato —le amenazó Joongi presionando su dedo en el pecho del chico que se tambaleaba.

—Hijo de puta, bastardo —dijo entre dientes mientras arrastraba a Sun Hee fuera de ese lugar, con Junghyun detrás de ellos, aturdido y confundido con lo que había pasado.

Joon —susurró la omega descansado su cabeza en el hombro del alfa que conducía concentrado en la carretera.

—Mmm —murmuró apoyando su cabeza de Sun Hee.

—Eres el único alfa bueno que conozco, eres tan fuerte, amable, romántico cuando quieres y me cuidas sin cohibirme —masculló entre sueños—. Papá te adora, tú no le tienes miedo y me amas, me amas, ¿cierto?

—Claro que lo hago, Sunie —masculló besando su cabeza sin apartar la mirada del frente.

—Agh, dense cuenta por favor —se quejó Junghyun en el asiento trasero del auto.

Joongi volvió en si cuando la voz de su hermano interrumpió sus recuerdos. Después de aquella noche en la que dejó a Sun Hee en la comodidad de su cama, las cosas cambiaron entre ellos. Jungkook empezó a verlo y tratarlo diferente, hasta que finalmente pidió su aprobación para cortejarla. Algo que definitivamente le aterró porque lo último que quería era alejarse de ella y arruinar lo que tenían, pero tampoco deseaba volver a ver como besaba otros labios que no eran los suyos.

—¿Y ya tienen sexo? Eso fue rápido —consideró Yangmin luego de haber desabotonado a los tres primeros botones de la camisa de su hermano, dejando ver su piel blanca y pecho trabajado.

—Escucha, sé que quieres impresionar a su padre ahora que sabe que están juntos románticamente, pero a ella le gusta cómo eres de desaliñado y serio como un cadete —Yangmin levantó su mano para hacer que el alfa frente a él se callara cuando estuvo a punto de interrumpirlo—. Le gusta que te vistas así, y jugar con los aretes de tu oreja, deberías usar las argollas de oro. Y tú no eres de llevar el cabello tan arreglado, ¿ahora quieres parecer un monje? A Sun Hee le gusta tu cabello como recién salido del sexo, seguro le recuerda...

—Joder, tienes 15, deberías dejar de hablar de sexo de esa forma —señaló Joongi después haber peinado su cabello como casi siempre lo tenía.

—¿Qué tiene que tenga 15? Aún no he hecho ni la mitad que tú, pero...

—¿Con quién te andas toqueteando? —le interrumpió Joongi con los ojos abiertos.

—¡Agh! No me ando "toqueteando", somos amigos con derecho a besos, nada más. Ni siquiera me ha tocado cómo crees.

—Es que no debería tocarte, ¿cómo se llama?

—¿Para qué quieres saber? Lo vas a espantar, como siempre —señaló Yangmin volviendo a su cama.

—Habló en serio Yan, no dejes que te toque, sabes que puedes quedar en cinta de alguien que ni siquiera podría tener intenciones de marcarte o hacerse responsable si pasara algo.

—Soy consciente de eso, no estamos haciendo nada de eso y tú no lo conoces para decir eso. Pero tampoco es que sea un ingenuo omega, como mi hermano deberías saberlo.

—¿Es un alfa? —preguntó Joongi sentándose en la orilla de la cama con la intención de conseguir más información de que su hermano quería darle.

—No, es beta, sabes que no me limito solo a alfas.

—Solo, ten cuidado —susurró Joongi desde el umbral de la puerta—. Baja que han llegado.

—¿Cómo sabes? —preguntó Yangmin cuando siquiera habían sido llamados por alguno de sus padres.

—Por el aroma de Sunie —susurró Joongi en respuesta antes de desaparecer por las escaleras.

—Ya hasta distingues su aroma —dijo Yangmin caminando rápido detrás de Joongi, tratando de seguirle el paso con sus piernas mucho más acortas que las de su hermano mayor.

Yan, cállate, ¿quieres? —le murmuró al detenerse al borde de las escaleras, pero la atención de su hermano detrás de él fue lo que hizo que Joongi se diera la vuelta para encontrarse con la mirada seria de Jungkook y sus dos hijas detrás de él, lo que hizo que los hermanos que antes discutían, lo saludaran con una reverencia.

El vistazo de Jungkook pasó de Yangmin a Joongi, a quien le sostuvo la mirada sin mostrar una señal de sonrisa.

—Papá —se quejó Jisung detrás, quien sujetó el brazo izquierdo de su padre alfa, viendo cómo éste parecía desafiar con la mirada a quien ahora era el pretendiente, novio oficial, casi alfa de su hermana mayor.

—Sabes que eso no te funcionará con él, ¿para qué siquiera lo intentas? —dijo Yoongi ahora detrás de su hijo que seguía al borde de la escalera sin apartarle la mirada ni por un segundo a Jungkook, mientras que Yangmin ya se encontraba conversando con los mellizos.

—Solo estoy molestándote Joon —comentó suavizando su expresión al mostrarle una sonrisa que hizo aparecer las pequeñas arrugas debajo de sus ojos, al mismo tiempo que abrazaba al alfa por sus hombros, palmeando su pecho—. ¿Ya sabes a que universidad irás? Si irás a la universidad, ¿cierto? —preguntó caminando hacia el patio de la casa, aun abrazando al alfa por los hombros, con Sun Hee detrás de ellos.

Jungkook-ssi, incluso sabe que quiero estudiar —dijo al detenerse frente a la cocina—. Al menos, déjeme saludarla o empezará a chillar, la conoce mejor que yo —masculló señalando con su mentón una ceñuda omega, con los brazos cruzados y los labios pintados de rojo casi haciendo pucheros.

—Está niña —se quejó Jungkook, viendo cómo su hija lo miraba con enojo, y el alfa sabía que estaba punto de quejarse por no permitirle saludar a Joongi como ella quería hacerlo—. Mantén tus manos tranquilas, nada de toques, Joon, sigues a prueba —le apuntó con el dedo índice mientras caminaba hacia atrás, donde se encontraba su esposo hablando hasta por los codos con Jimin, como era de costumbre siempre que se veían.

—Es insufrible —comentó viendo cómo su padre finalmente quitó la mirada de ellos—. Si supiera las cosas que hacemos tu y yo.

—Aquí no, ya he tenido a Yan hablando sin parar de como tú y yo cogemos —susurró Joongi luego de haber compartido un abrazo en forma de saludo—. Y quiero estar vivo hasta los 20 al menos, si tu padre sabe que te he tocado de esa forma, me mata.

—No, debería saberlo, solo se quiere tapar el sol con un dedo para no enloquecer —comentó con una sonrisa de lado que le dedicó a Yangmin cuando éste se acercaba con una sonrisa de oreja a oreja para saludarla con la energía de siempre—. Por cierto, cumples 20 el año que viene, ¿qué se siente ser casi universitario?

Joongi no respondió a ello cuando su hermano menor la rodeó con sus brazos en un abrazo cariñoso como era de costumbre en ambos.

Sunie, estás preciosa —le halagó sonriente mientras pasaba su mano por el cabello de la omega—. ¿Si iremos al karaoke el sábado?

—¿Karaoke?

—Sí, y tú no vas, así que ni preguntes. —Joongi solo levantó las manos en rendimiento y saludó a los mellizos con una sonrisa de oreja a oreja, al igual que Jisung, la más pequeña de los hermanos Jeon.

—¿Hoy también aparecerás en la ventana de mi hermana? Por favor dímelo antes de ir, no quiero ver cómo se besuquean —cuestionó Jisung, tratando de mantenerse seria cuando en realidad quería reírse por la expresión de sorpresa de Joongi.

Desde la primera vez que un beso entre ellos fue más allá de algún toqueteo por encima de la ropa, empezaron a tener esos encuentros pasionales más que casualmente, ninguno pensó que sería tan adictivo hasta que tuvieron más que solo besos; y empezaron a descubrir aquellas cosas que les gustaba en el momento que la lujuria tomaba el control de sus impulsos.

Impulsos, esa acción que despertó en ellos el deseo, la pasión, la necesidad de unir sus cuerpos. Querían más que besos, fue precisamente un beso que encendió la llama de sus cuerpos, en cada encuentro descubrían un punto de debilidad en el otro.

Joongi acostumbraba a ayudarla con sus deberes cuando Sun Hee se la pasaba estudiando tarde en la noche, sin siquiera responder sus mensajes, es por ello que salía de casa a media noche solo para escalar a su ventana y obtener una respuesta, aunque terminara ayudándola a estudiar solo si a cambio le permitiera quedarse a dormir con ella al menos por pocas horas, sin que sus padres se dieran cuenta.

Después de más tres noches quedándose a dormir, luego de que los mellizos y Jigung se dieran cuenta por el aroma que él estaba allí, el alfa uso bloqueadores de feromonas en spray para evitar que fuera Jeon Jungkook quien descubriera que estaba en su casa, a solas con su hija, o peor aún, cuando sus cuerpos desnudos debajo de las sabanas delatarían los hechos.

Antes de que Joongi pudiera decir algo para defenderse, fue interrumpido por la voz de Sun Hee detrás suyo, llamándolo por ese nombre que la causaba un sin número de sensaciones en su interior.

—Alfa —lo llamó sosteniendo su brazo y seguido de ello dejó descansar la cabeza en su hombro—. Puedes ir, si quieres.

—¿Alfa? —cuestionó Yangmin alzando las cejas mientras se colocaba en medio de Jisung y Jaemin, tomándolo a ambos de los brazos.

—No digas nada —le apuntó Joongi con el dedo índice. Conocía perfectamente a su hermano, y sabía que dirían algo fuera de lugar y subido de tono—. No tienes identificación, ninguno de los tres en realidad y sabes que papi no te dejará ir solo. Pero si yo voy todo sería más fácil.

—Aquí vamos de nuevo —susurró Yangmin desganado. Su hermano siempre hacia aquello cuando intentaba salir a solas con los mellizos Junghyun y Jaemin.

—Beberemos alcohol, yo conduzco. Hasta puedes llevar a ese chico del que me hablaste.

—Buen intento, no lo llevaré para que los espantes. Al menos déjame disfrutar de su compañía algunas semanas más —casi le rogó.

—Bien, no intentaré nada. Lo prometo —aseguró acariciando el dorso de la mano de Sun Hee, que seguía tomándolo de su brazo izquierdo, la tomó de la mano y se alejó un poco de los demás para poder hablarle.

Sunie, ¿qué quieres conseguir llamándome así? —preguntó sin dejar ir su mano.

—¿Un beso quizás? A menos que le tengas miedo a papá y lo que pueda hacerte.

—Si vuelves a llamarme así obtendrás más que un beso y lo sabes, traviesa —declaró llevando su mano a la pequeña, casi diminuta cintura de la omega—. Y no, no le tengo miedo a tu padre, lo peor que puede hacerme es.... ¿matarme por meterme con su hija?

—Mañana, al terminar la escuela, ¿tendrás la prueba SAT? Has estado estudiando muy duro para ello —preguntó la omega abrazándolo por la cintura, apoyando su mentón en el pecho del mismo, sintiendo la piel caliente del alfa en su mentón.

—Sí, es la prueba de admisión a la universidad, si no apruebo no entro, ya sabes cómo funciona —contestó—. Te llamaré cuando termine, ¿tu padre no irá a buscarte? —cuestionó peinando con sus dedos el cabello que cubría la frente de la omega.

—No, tiene mucho trabajo y papi, bueno, él siempre ha sido mi cómplice, así que podré llamarte al...

—No lo hagas, aquí no —le interrumpió pasando su dedo índice por los labios rojos de Sun Hee, quien se rio por la reacción de Joongi.

—¡Las manos donde las vea!

En el momento que escucharon la voz de Jungkook, el alfa se apartó lentamente e inmediatamente se unieron a la conversación de Jaemin y Junghyun.

—Ay Jungkook, eres demasiado protector con ella, sabes que algún día será marcada y si le sobreproteges querrá hacerlo cuanto antes para sentirse "libre", déjala salir más, que cometa errores, no puedes protegerla de todo, deja que ella aprenda por su cuenta —le sugirió Jimin en el momento que el pelinegro volvió al interior de la casa, luciendo estresado cuando apenas habían llegado a la casa.

—Es lo que le digo todo el tiempo, pero mientras más viejo, más testarudo —comentó Taehyung acomodando las frutas que trajo en una bandeja.

—Yo no estoy viejo —se quejó con el ceño fruncido.

—Bueno, un poquito —bromeó Taehyung sonriente.

—No opinas lo mismo en la...

—¡Cállate! —le chilló el omega lanzándole una manzana, misma que Jungkook atrapó en el aire con una sonrisa de lado—. Siempre de lengua suelta.

—Volviendo al tema, ustedes están muy tranquilos porque no tienen hijas, Jaemin y Junhyun no son tan problemáticos como Sun Hee, esa niña hará que un día mate a alguien —señaló Jungkook con frustración.

—Ese alguien no será mi hijo, así que tranquilízate —le amenazó con el cuchillo que tenía en manos—. ¿Y qué hay de Jisung? No te veo tan preocupado por ella, aunque parece ser una alfa muy tranquila —consideró el omega.

—Si supieras —susurró Taehyung dejando la bandeja de frutas en la mesa.

—¿Qué?, ¿no es tranquila? Pero si es un amor y muy poco habladora.

—Es callada, pero peligrosa. No le teme a nada, es retadora y pelea, mucho más de lo que aparenta con su dulzura —explicó Jungkook sentándose en el taburete frente al desayunador, donde reposaban todos los platos de comida que pronto abrió su apetito.

—También lo creímos, hasta que presentó como alfa, literalmente no le tiene miedo a nada —señaló Taehyung haciendo ademán con sus manos, con Jimin mirándolo sorprendido—. Junghyun es alfa puro, imagina el nivel de hormonas entre eso dos, se pelean hasta por el color del cielo; la última vez Jungkook tuvo que usar su voz de mando porque estaban matándose, literalmente se estaban gruñendo y mostrando sus colmillos como si fueran enemigos.

—¿De verdad?, ¿ella tiene ese atrevimiento de enfrentar a un alfa macho? —A Jimin le sorprendía mas viniendo de Jisung porque esta era mucho más pacifica que sus tres hermanos, con lo que ha compartido con ella es lo que le ha dejado apreciar.

No le sorprendía que ella tuviera el atrevimiento de desafiar alfas, porque, de todos modos, su propio hijo omega lo hacía, pero Jisung a pesar de una alfa no parecía ser de las que se enfrentaban a cualquiera, sin importar su casta. Entendía Yangmin era un omega coqueto que sabía cómo defenderse muy bien para su edad, saber que su hijo omega era tan desafiante como el mismo alguna vez lo fue, no le sorprendía.

—Por eso, no es tranquila, solo callada, habla cuando realmente tiene algo que decir y no oculta la verdad por más que a la otra persona le duela, así de peligrosa es la pequeña Jisung —le aseguró el omega.

—¿Y ya le salen los colmillos? —cuestionó Jimin curioso ante la nueva información.

—No del todo, pero aun así le gruñe y lo enfrenta sin miedo alguno —replicó Taehyung.

—Jisung es muy madura para su edad, me deja más tranquilo sabiendo que Sunie sale con ella, porque sé que la detendría de cometer alguna locura y en cierta forma, la protegería —comentó el alfa.

—Aun así, déjala ser, ella confía en ti ¿no es así? —cuestionó Jimin.

—Lo hace.

—No hagas que deje de hacerlo porque tienes miedo de perderla, de todos modos, ya te presentó al chico que le gusta, eso es bueno —consideró Jimin a lo que Jungkook solo asintió y sonrió con gracia.

—Sí, bueno, resultó ser que quien le gustaba realmente era tu hijo, eso me hace aceptarlo más y vuelve todo el asunto un poco más fácil porque se la clase de persona que es Joongi, también sé que la cuidará y no le hará daño —susurró con su mirada en la manzana que movía de un lado a otro entre sus manos.

—Las hormonas allá afuera son una locura —opinó Yoongi adentrándose a la sala de estar desde la puerta que daba al patio—. No sé cómo pueden tener 4 hijos, yo siento que me ahogo con los dos que tengo.

—No bromea con lo de ahogarse, está muy protector en estos días —comentó Jimin—. Tiene el síndrome Jungkook.

—Bueno, en ese sentido nuestros hijos se parecen demasiado a ti, son muy seductores y no quiero que un día aparezcan con omegas o betas en cinta —señaló Yoongi—. No insinúo nada Jungkook, ya te vi —señaló el alfa al peliengro que se movió en alerta en el taburete.

—En realidad lo que no quieres es convertirte en abuelo tan pronto —comentó Jimin medio en broma.

—Claro que no quiero, ellos solo deben concentrarse en los estudios —dijo tomando un puñado de fresas de la bandeja que preparaba Taehyung.

—Están empezando a experimentar cosas, amor —dijo Jimin en un susurro.

—¿Qué quieres decir con eso? —cuestionó el alfa. Ahora Jimin tenía dos alfas atentos a sus palabras, miró de reojo a Taehyung quien parecía saber lo mismo o mucho más que él. Ambos omegas sintiendo el pánico a flor de piel sin saber cuál sería la reacción de sus esposos al darse cuenta de lo que ellos ya sabían.

—Digamos que encontré un preservativo en un pantalón de Joongi —murmuró Jimin llamando la atención de todos—. Me aseguré de dejarle una caja, mejor que se cuide si anda en esos pasos —dijo guiñándole un ojo a Jungkook, quien rápidamente miró al exterior, buscando con la mirada a su hija.

—¿A dónde crees que vas? —cuestionó Yoongi con una mano en el pecho del alfa que estaba a punto de cruzar el umbral de la cocina.

Desde que descubrió que Joongi y Sun Hee se trataban como mucho más que mejores amigos, Yoongi sabía que tendría que pasar por ese tipo de momentos con Jungkook, quien era extremadamente protector con su hija mayor, al igual que lo era con su hijo. Aunque conocía a su cachorro, sabía que Jungkook estaría paranoico con ello, aun cuando Joongi estaba haciendo todo como era debido, cortejando a la omega antes de tener una aprobación definitiva de ella y su padre alfa.

—Tu hijo está tocando a mi pequeña, no lo puedo permitir...

—¿Pequeña? —preguntó Yoongi haciendo presión en el pecho del contrario—. No es una niña y él sabe lo que hace, es mi hijo, así que te puedo asegurar que no puede estar en mejores manos que las de él, lo sabes bien —enfatizó Yoongi empujándolo levemente para que volviera a su lugar.

Jimin miró la escena preocupado que aquello pasara a mayores por su comentario, o peor que sus hijos se dieran cuenta de ello. Taehyung salió de detrás de la encimera con la intención de evitar una posible pelea entre los alfas.

A Yoongi le indignaba que siguiera tratándola como una niña de siete años, que señalara con el dedo a su hijo aun cuando sabía perfectamente que era un buen alfa para ella, el solo hecho de que él intentara interferir en su relación, le ofendía y no iba a permitirle eso por más que lo quisiera. En parte entendía la sobreprotección de Jungkook con su hija, así que él también debía entender su posición como padre del novio de la omega, que iba a sobreprotegerlo igual o más que él.

—Pero...

—Pero nada, Jungkook, tienen 19, déjalos de una vez por todas —señaló Yoongi sentándose a su lado—. Es normal que estén experimentando su sexualidad, están bien educados, ¿o no?

—¡Papá! —el chillido de Yangmin fue lo que evitó que Jungkook siguiera reclamando, todas las miradas se posaron en el omega que entró alarmado en la cocina, con una de sus mejillas rojizas por lo que parecía ser un golpe.

—Junghyun y Jisung se están peleando, están mostrando sus colmillos —chilló señalando al patio de la casa, donde se encontraban sus hijos.

Jungkook dejó salir un suspiro y se levantó del sillón para dirigirse al exterior. Ese tipo de incidentes ya no era algo nuevo para él, no era la primera vez que tenía que lidiar con dos alfas dominantes que aparentemente pasaban más tiempo peleándose que teniendo momento de calidad como hermanos. Momentos en los que Jungkook era quien siempre se hacía cargo.

—Les dije que eran un desorden de hormonas —señaló Yoongi detrás de Jungkook—. 4 hijos Jungkook, ¿cómo puedes con tantos olores?

—Mi amor por ellos —respondió el alfa sin siquiera pensarlo.

Se encontraron con Jisung tomando por el cuello a Junghyun mientras éste intentaba contenerse de morder su muñeca, mismo que tenía sus colmillos más desarrollados que su hermana menor. Sun Hee estaba junto a su hermano omega, Jaemin, mientras que Joongi intentaba evitar que aquella pelea pasara a mayores.

—Tienen un minuto para separarse —ordenó Jungkook mientras Taehyung se aseguraba de que Yangmin estuviese bien, pero este solo tenía un rasguño en su mejilla.

—El empezó —gruñó Jisung dejando ir a su hermano con brusquedad.

—No me importa quien empezó, compórtense, no están en su casa y tu —señaló con el mentón a Junghyun—. Controla esas feromonas, te he enseñado cómo hacerlo.

—Papá, Jisung se irrita con cualquier cosa que yo diga, yo no tengo la culpa de eso —se excusó arreglando su ropa.

—¡Tu bastardo salvaje, te burlaste de mis colmillos solo porque eres pura sangre, maldito insolente altanero! —le gritó Jisung haciendo ademán de lanzársele encima.

—¡Jisung! Ese vocabulario tan sucio, eres una señorita —puntualizó el pelinegro en un tono de voz alto, llamando la atención de Taehyung que apenas salía al patio. Jimin le seguía los pasos de la mano con su hijo menor.

—¿Y eso que? Que sea mujer no quiere decir que tenga que doblegarme a estúpidos alfas machos que se creen superiores —se quejó con sus cejas juntas en una expresión de notable enojo.

—No deberías usar esas expresiones con tu hermano —demandó Jungkook.

—¡Me llamó dientes de conejo, otra vez!,
¡Es un maldito alfa bastardo que cuando habla escupe mierda por la boca! —Jungkook se sorprendió la forma tan descarada y osada en la que acababa de desobedecerle, siquiera le prestó atención—. Tu siempre lo defiendes, como es un alfa puro como tú, claro que siempre estás de su lado, porque todo lo que ustedes hacen está bien.

Jungkook levantó su mano con los ojos abiertos y ligeramente rojos, estaba listo para pegarle a Jisung cuando sintió la mano de Taehyung enroscar con fuerza su muñeca y mirarlo con terror, era la primera vez que el alfa tenía el atrevimiento de levantarle la mano a uno de sus hijos, algo que estaba prohibido entre ellos, haber pasado por toda esa violencia con su padre no era algo que quería repetir con sus hijos y sabía que Jungkook tampoco.

Jisung solo lo miró temerosa mientras que Junghyun rápidamente se colocó delante de la alfa antes de que su padre pudiese llegar a pegarle.

Yoongi conocía el temperamento del alfa, su hija acaba de desobedecerle, responderle y alzarle la voz, así que todas las personas presentes, entendía su reacción y que esta fue a causa del momento, porque dudaba que el fuera capaz de hacerle el mínimo daño físico a cualquiera de sus hijos, la expresión de arrepentimiento y tristeza se lo dijo.

—Respétame, soy tu padre, yo nunca tendría el atrevimiento de hablarle así a mi padre y tu solo acabas de llamarme indirectamente "alfa altanero e insolente", no lo esperaba de ti, Jisung. —La niña se encogió en su lugar sintiendo la vergüenza apoderarse de su cuerpo, se sintió tan pequeña e indefensa bajo la mirada decepcionante de su padre que lo único que pudo hacer fue bajar la mirada. Quería culpar el celo que llegaría dentro de pocas semanas, pero tenía algo de culpa por haberle hablado de esa manera a su padre.

—Discúlpense con su padre —pronunció Taehyung dejando ir la mano de su esposo cuando esté se relajó un poco—. No estoy bromeando —demandó.

—Lo siento papá, yo la hice enojar al burlarme de sus colmillos —susurró Junghyun inclinándose frente a Jungkook sin levantar su cabeza hasta escuchar la voz de su padre.

—Perdóname papá, no quería decirte esas cosas, solo estaba enojada con él, acepto cualquier castigo que quieras darme —murmuró Jisung con voz temblorosa y arrepentida mientras se reverenciaba de rodillas en el piso, llamando la atención de su hermano junto a ella.

—Hablaremos de esto en casa. —Fue lo único que dijo antes de darse la vuelta y encontrarse con la mirada llena de sorpresa de Jimin y Yoongi —. Iré a comprar la carne —fue lo último que dijo antes de desaparecer en el interior de la casa.

—¿Podrían convivir con su familia sin discutir? por favor —cuestionó Taehyung cuando estos se pusieron de pie, quienes solo asintieron con la mirada en el piso—. Ahora, discúlpense con Jimin y Yoongi, han hecho un escándalo sin sentido en su casa, como si no tuviesen educación, también discúlpense con Yangmin, lo lastimaron en medio de su pelea.

Tae, no hace falta, lo entendemos —señaló Jimin no queriendo avergonzar más a los alfas con mirada de arrepentimiento, pero solo recibió como respuesta ademanes para que hiciera silencio.

—Es lo menos que deben hacer, adelante, no tenemos todo el día —ordenó Taehyung. Ambos miraron temeroso a su padre omega y se aproximaron a la familia Min para disculparse.

—Que esto no se repita —señaló Taehyung nuevamente frente a sus hijos. Quienes no tuvieron siquiera el atrevimiento de mirarlo a los ojos. El miedo que le tenían al omega era superior al de Jungkook, quien podía ser muy aterrador cuando su lobo tomaba el control, lo que pasaba muy pocas veces, mientras que Taehyung los regañaba y los castigaba de la peor manera, Jungkook nunca lograba darles el castigo que se merecían.

***

—¿Tu padre estará enojado durante todo el día? —cuestionó Joongi en voz baja, mientras cortaba la carne en trozos más pequeños para Sun Hee.

—Solo finge que está enojado, pero la realidad es que quiere correr con ella y abrazarla —susurró viendo cómo Jisung volvió a estar callada como era costumbre, mientras que los mellizos y Yangmin hablaban hasta por los codos con Jimin en medio de aquella conversión de arte —. Estoy segura que quien dará el castigo será papi.

Apenas Sun Hee terminó de decir aquello, vio como Jisung se levantaba de su lugar para caminar detenerse junto a Jungkook y abrazarlo mientras sollozaba.

—Perdóname papá, no quiero que estés enojado conmigo —sollozó recostando su cabeza en el pecho del alfa, de manera que su cabello cubría su rostro mientras sus brazos rodeaban a Jungkook—. Te amo, mucho y me d-duele que estés molesto conmigo.

El pelinegro le devolvió el abrazó besando su sien repetidas veces, sonriendo por los sollozos de su pequeña hija.

—Jisung, estás haciendo una escena, otra vez —susurró Jungkook peinando el cabello de la alfa—. Ya no estoy molesto contigo, deberías saberlo.

—Entonces dime que me amas —pidió apoyando su mejilla contraria, dejando relucir su rostro y mejillas rojizas a los demás en la mesa.

—Te amo, mi pequeña alfa rabiosa —masculló con una sonrisa en los labios.

—Te lo dije —dijo Sun Hee al notar como los padres de Joongi miraban la escena con ternura, hasta llegó a ver los ojos brillosos de Jimin.

La tarde estuvo llena de risas, después de la inevitable pelea entre los alfas. Jimin organizó juegos para que todos pudieran divertirse hasta que tuvieron que irse y como era de esperarse, quienes tardaron más en despedirse fueron Sun Hee y Joongi, aprovechando que Jisung estaba enganchada de Jungkook y éste no les prestaba tanta atención como para evitar que en esa ocasión si hubiera un casto beso de despedida.

—Joongi —lo llamó su padre omega desde la cocina—. Sube estos platos por mí, príncipe.

El alfa dejó a su padre alfa y hermano menor terminar de recoger en la sala de estar, aunque los Jeon le ayudaron bastante a limpiar todo el desorden que hicieron durante todo el día, aún había cosas que acomodar antes de irse a dormir, si no se hacían puede que Jimin no durmiera pensando en que tendría que hacerlo un domingo por la mañana.

—¿Cómo van las cosas con Sunie? —preguntó Jimin terminando de limpiar los platos que su hijo guardaría en los gabinetes por él.

—Bien, aunque discutimos no hace mucho y pues... —comentó llevando su mano a su cuello mientras miraba apenado a su padre omega que le pasaba el montón de platos—. La pelea terminó de otra manera.

—Las mejores reconciliaciones, debo decir —susurró Jimin guiñándole un ojo a su hijo, a lo que éste solo río.

La relación con su padre omega era así de directa sin tener que decir mucho, se entendían a la perfección. Aunque sabía que con su hermano menor no había filtros de por medio, eran dos gotas de agua en cuanto a ello, aunque tenía el físico de Yoongi, Yangmin era igual o más coqueto que Jimin.

—Hermanito —lo llamó Yangmin mientras se aproximaba a la escalera—. Por favor, no me despiertes hoy para irte a ver a Sunie a media noche, realmente tengo sueño.

—No lo haré —susurró apoyando su cabeza del omega mientras caminaban juntos por el pasillo.

—Gracias, a veces eres buen hermano —dijo al llegar a la puerta de su habitación, misma en la que se encerró antes de que el alfa pudiera hacerle o decirle algo por su comentario.

—¡Idiota! —gritó desde la puerta.

—¡También te amo, muah! —escuchó del otro lado.

En cuanto llegó a su recámara, se preparó para dormir, mientras se mensajeaba con Sun Hee con una sonrisa de oreja a oreja al ver como ella le decía "alfa" a través de mensajes. Cuando estuvo a punto de a apagar las luces con su altavoz inteligente de Alexa, escuchó unos toques en la puerta.

—¿Ya estas dormido? —escuchó la voz de su padre alfa con la puerta a medio abrir.

—Au no, ¿qué pasa? —preguntó curioso sentándose en la cama con la atención puesta en su padre que ahora se sentaba en la orilla de su cama.

Joonie —susurró con seriedad y la mirada puesta en el librero en la pared de la habitación, junto al balcón que daba vista al patio trasero.

—Papá, ¿por qué tan serio? Me asustas —bromeó moviendo los hombros del alfa sentado en su cama.

—Es porque es serio —masculló—. Dime por favor que te estás cuidado bien —le pidió mirándolo a los ojos. El comentario tomó a Joongi desprevenido, y pronto sintió sus mejillas arder en calor.

—No puede ser, ¿qué te dijo Yan? —preguntó entreabriendo sus labios carnosos mientras dejaba salir un suspiro masajeando su sien.

—Jimin lo hizo —aclaró Yoongi—. Escucha, tienes que cuidarte bien Joongi, y no habló solamente en lo sexual. Sabes que quien habla estos temas es tu papi porque a mí no se me da muy bien hacerlo, pero en esta ocasión tú ya eres un adulto, necesitas saber lo delicado que es una marca o embarazo. Especialmente ahora que ira a la facultad.

—Papá, lo sé...

—Sé que sabes cómo cuidarte, solo quiero asegurarme de que lo haces con ella, es una omega pura sangre. Los de su linaje son como una especie superior a la nuestra, así que sus celos son más intensos, podría persuadirte y por más que puedas controlarte vas a ceder —especificó—. Todo con ellos es más intenso, y son ridículamente fértiles, por eso debes tener cuidado si no quieres que Jungkook te mate, metafóricamente, porque eso solo pasaría sobre mi cadáver.

—Papá, tranquilo, nos sabemos cuidar. Ya se todo eso, Taehyung-ssi se ha encargado de contarme todos esos detalles que debía saber cómo alfa, como su alfa —expresó al notar el rostro de preocupado de su padre —. Me cuido bien, y a ella también, en todo el sentido de la palabra.

—Bien, entonces no debo preocuparme en sacar los colmillos con Jungkook —consideró con una sonrisa a medias.

—No —dijo Joongi riendo—. En el fondo el me adora, nadie ha tratado a su hija mejor que yo, ya se lo he dicho y demostrado, eso creo —admitió orgulloso de sí mismo.

Yoongi solo asintió y beso su frente antes de desearle las buenas noches. Joongi se dejó caer sobre su almohada. Que su padre supiera en qué etapa de su relación con Sun Hee estaba, le avergonzaba un poco, al mismo tiempo que le tranquilizaba porque sabía que podía contar con él.

En cuanto no recibió más respuesta de Sun Hee, dio vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño, por lo que terminó arrastrando sus pies hasta la sala de estar en la que se encontraba el piano de cola de su padre. Se sentó en la misma butaca que se ha sentaba cuando apenas y podía alcanzar los pedales mientras hacia un intento de tocar las teclas.

Su padre le enseñó a tocar el piano desde pequeño, y con el tiempo descubrió que realmente le gustaba la música. Siempre que no podía dormir se sentaba frente al piano de cola y tocaba para sí mismo.

A su hermano menor le gustaba que Joongi tocara para el melodías alegres y divertidas con las que pudiera bailar y saltar por toda la sala, ambos disfrutaban del piano de manera distinta. Yangmin era mucho de las ciencias, mientras que Joongi del arte, es decir, había decidido estudiar Literatura cuando su hermano que ya estaba en media superior, tenía claro que estudiaría ingeniería química.

Sus manos se deslizaron por las teclas del piano con suavidad, una suave melodía se escuchaba en la sala de estar, levantó su mentón al sentir la presencia de alguien más, y vio a su padre omega sentando en las escaleras mientras lo observaba con su mentón apoyando en sus manos.

—¿No puedes dormir? —cuestionó Jimin viendo como su hijo tocaba el piano con sutiliza, aunque Yoongi no había dejado de tocar, su hijo usaba el piano mucho más que él.

—No, esto me ayuda a mantener la mente tranquila —contestó Joongi mirando de reojo a Jimin.

—¿Quieres hablar de algo? Tu padre duerme con un tronco, pero sé que algo le preocupa a mi cachorro más grande y eso no me deja dormir —susurró mirándolo aun en la misma posición.

—Papi —casi se quejó al escuchar cómo fue llamado un cachorro, cuando notablemente ya no lo era—. No es nada, me preocupa la universidad y todo esto que tenemos Sun Hee y yo, iremos a universidades diferentes y tengo miedo —admitió con su atención puesta en las teclas del piano.

—¿Miedo?, ¿miedo por qué? —preguntó Jimin acercándose a pasos lentos.

—Papi, no es lo mismo a la preparatoria, íbamos a la misma escuela y podía protegerla de los demás, nadie se atrevía a meterse con ella, pero ahora iremos a lugares diferentes —dijo con notable preocupación en su voz.

—Eres su novio, no su padre, y estoy seguro que ella no querrá que seas como su padre —consideró Jimin—. Sé que quieres cuidarla, tu solo acompáñala en el camino a sus sueños y puedo asegurar que ella hará lo mismo, te apoya en lo que quieres convertirte en el futuro y la amas por eso ¿no es así? —preguntó Jimin ahora detrás del alfa, apoyando sus manos sobre los hombros anchos de su hijo mayor.

—Lo hace, es tan comprensible y atenta, pero se olvida de mi cuando está estudiando, sé que la universidad habrá más carga académica y me aterra que no podamos pasar tiempo juntos, que con el tiempo se olvide de mí y ya no me necesite a su lado —admitió cambiando la melodía que recién terminó de tocar.

—Siempre hay una forma de hacer que funcione, príncipe —susurró Jimin peinando el cabello de su hijo, algo con lo que lo ha calmado desde que es un bebé—.  Aun ella vaya a otra universidad, estoy seguro que no se olvidaría de ti, te ama, has estado para ella desde que apenas y podían hablar, se entienden y eso no podría compararse con nada, tienen una conexión desde pequeños.

» Entiendo que tengas miedo, es normal, pero no hay nada que preocuparse, ella te ama y no dejara de hacerlo porque no estén en la misma universidad, o porque no se vean seguido como ahora, es más, creo que el que no se vean tanto intensificara el sentimiento porque se extrañaran.

—¿Eso crees? —cuestionó sin dejar de tocar, sintiéndose más tranquilo al sentir las pequeñas manos de su padre omega masajear su cabeza con suavidad.

—Estoy seguro —masculló inclinándose para abrazarlo por detrás y apoyar su barbilla en el hombro del alfa—. Ahora toca una linda canción para tu papi más lindo. 

—Gracias, papi —susurró tocando esa canción que sabía le encantaba al omega—. Tus feromonas siguen ayudándome en momentos como este.

—Lo sé, por eso lo hecho, conozco a mi cachorro más que a mí mismo —susurró sonriente esperando la queja de su hijo, quien solo se rio bajito.

—Que no soy un cachorro.

—Lo eres y siempre lo serás para mí.

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