🎪Circo 22🎪

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Permaneció en silencio durante un largo tiempo. Una parte de él esperaba volver a vivir aquel momento angustiante, pero la calma parecía haberse adueñado del lugar.

Se levantó sintiendo todo su cuerpo liviano y tembloroso; sacudió el polvo de su ropa en un intento para ganar el tiempo necesario y poder calmarse un poco. Lo que pasó ocasionó un profundo miedo que no tenía nada que ver con lo que miró, sino más bien con la nueva certeza que quedó danzando en su mente, dando la respuesta a una de las interrogantes más importantes que el grupo entero estuvo discutiendo horas atrás.

Ahora sabía que Ange Rouge no necesitaba poseer un cuerpo humano para ocasionar daño.

El poder del espectro era mucho más grande de lo que pudo haber imaginado, hizo temblar el lugar en un sólo parpadeo y a él le ocasionó un dolor profundo que se desvaneció a los pocos segundos. Ese comportamiento no era habitual en los demonios "comunes" y Jimin realmente temía porque sabía que tan sólo era el comienzo.

Recordó su huida secreta y obligó a sus piernas a moverse. Atravesó las pocas carpas y finalmente llegó al lugar donde su equipo permanecía dormido, frunciendo el ceño ante ese pequeño detalle.

¿No había tardado bastante? Sea como sea, era una ventaja para él, así no tendría que darle explicaciones a Yoongi, ni causar una preocupación innecesaria.

—¡Wow! —la exclamación cargada de sorpresa de Lisa provocó que enfocara su atención en ella—. Hablabas en serio cuando dijiste que no tardarías.

Jimin corrió y se sentó a su lado. —¿Cuánto tiempo tardé?

—Cinco minutos exactos —la expresión de Jimin era un completo dilema, porque era imposible haber tardado tan poco tiempo, ya que el lugar a donde fue prácticamente quedaba en el otro extremo del circo.

—¿Estás segura? —preguntó dudoso, a la vez que llevaba sus manos al cuello que aún ardía con fuerza.

La alfa miró su reloj y asintió. —Completamente, a menos que el tiempo se haya detenido —rió entre dientes—. ¿Encontraste lo que buscabas?

—En parte —respondió por lo bajo, al notar que NamJoon y SeokJin comenzaban a despertar.

Ambos decidieron guardar silencio y se concentraron en sus propios asuntos. Lisa estuvo ocupada revisando el registro de las cámaras colocadas, mientras que el omega permanecía con las piernas recogidas y en silencio, atento a los movimientos de cada uno de los presentes.

Los ojos de SeokJin se abrieron de golpe, no esperó un segundo más y rápidamente se enderezó con la respiración agitada y una abundante capa de sudor.

—Tranquilo —la voz de Jimin despertó a Jungkook y Yoongi, quienes imitaron la acción del peliceleste al sentarse en su lugar—. Ya se ha ido.

—Pero estuvo aquí —aseguró el omega Kim y Jimin asintió.

Yoongi lanzó un bostezo, siendo imitado por su hijo. —¿Quién estuvo aquí? —indagó el mayor de los Min.

—Ange Rouge —respondió Jimin con una calma que no contrastaba con la tensión de sus palabras.

—Es verdad —afirmó SeokJin, y sus voces fueron despertando al resto del equipo—. Pude sentir su presencia, aún estando dormido.

Baekhyun se puso pálido. —Dudo mucho que pueda volver a dormir.

Hoseok asintió a las palabras del omega, sus ojos detallaron en Taehyung y frunció el ceño al verlo con una mueca de dolor, mientras rascaba sus brazos con más fuerza de la necesaria.

—¿Qué tienes? —la pregunta que hizo cortó la conversación anterior, ahora todos mostraron interés en el omega castaño.

—Comezón —respondió, dando una mirada furtiva al alfa pelirrojo.

Jungkook miró con preocupación al omega que en ningún momento dejó de rascarse. —¿Está enfermo?

—Taehyung es alérgico al polvo, supongo que dormir en el suelo sólo empeoró la situación —respondió Hoseok, con un tinte de preocupación que no pudo ser ocultado.

—No es algo que me afecte seguido, pero ahora lo está haciendo —reconoció el omega con una mueca hastiada.

—Quizá un baño te haga bien —opinó Jimin—. Así te quitas el polvo del cuerpo y te cambias ropa.

—Lo haría... —Tae sonrió de manera floja—, pero dudo mucho que aquí haya baños en buen estado.

—Los hay —respondió Hoseok con una mueca burlona ante la sorpresa del equipo—. ¿Qué? ¿Pensaron que pasaríamos días enteros sin bañarnos?

—No sería la primera vez —dijo Chanyeol, y Baekhyun le miró con una mueca asqueada que el alfa no pasó por alto—. Trabajo de campo, precioso. Algo que tú no estás acostumbrado a hacer —se burló.

Hoseok carraspeó. —Pueden iniciar a explorar, si así lo desean —tomó la mano de Taehyung y lo haló con fuerza—. Me encargaré de guiarlo hasta los baños.

—¿Están cerca de aquí? —preguntó Yoongi, pensando seriamente en turnarse para tomarlos ellos también.

—A unos quince metros —informó Hoseok.

Yoongi asintió. —Vayan, esperaremos aquí —indicó con media sonrisa—. Si tardan demasiado estaremos en la parte posterior de la oficina de Jang.

El pelirrojo asintió, y sin perder más tiempo inició a caminar en compañía de Taehyung hacia los baños que su familia había reconstruido.

—Recojan todo para que estemos listos —ordenó Yoongi con rapidez.

NamJoon y Chanyeol se acercaron hacia donde el pelinegro se encontraba; en sus manos llevaban los documentos que Yoongi les dio a examinar, los cuales ya estaban terminados.

—¿Encontraron algo interesante? —preguntó Yoongi.

—Ese hombre era un maldito enfermo —bramó NamJoon.

—¿Qué encontraron? —interrogó Min.

—A simple vista todo parece estar en orden; sin embargo, cada contrato tiene una relación específica —contó Chanyeol con una mueca de desagrado—. Son dos requisitos que Jang resaltó, y que absolutamente todos los miembros del circo debían cumplir.

Yoongi sintió una sensación desagradable alojarse en su estómago. —¿Cuáles eran esos requisitos?

—El primero era que ninguno de los trabajadores podía tener pareja... —inició NamJoon con voz pesada.

—¿Y el segundo? —inquirió el pelinegro.

Chanyeol tensó la mandíbula antes de hablar, el lobo en su interior yacía agazapado y gruñendo con suma ira tras esos detalles cortos y precisos que iban encontrando a medida del camino, esos mismos que ayudaban a crear un panorama frío y oscuro.

—Y el segundo es que todos los trabajadores tenían que ser vírgenes para que fueran contratados.

Taehyung cerró los ojos mientras el agua fría de la bañera se encargaba de llevar cada fibra de suciedad. El baño era una habitación pequeña, pero tenía lo que necesitaba para poder descansar de la odiosa comezón que le había atacado de forma inesperada.

El frío de la noche se colaba con fuerza, más no fue impedimento suficiente para que el omega tomara un buen tiempo sumergido entre las aguas. Pudo hacerlo con tranquilidad porque su aún esposo le había prometido esperarlo afuera, ese era un detalle que silenciosamente agradecía.

Cerró los ojos y se relajó, aunque fue un momento que no pudo disfrutar por tanto tiempo, ya que a los pocos segundos la puerta se sacudió con fuerza debido a los golpes violentos que le daban desde el exterior.

—¡Jung, deja que me bañe tranquilo! —gritó con irritación.

Pero no obtuvo respuesta alguna.

Los golpes aumentaron de fuerza y velocidad, la puerta se sacudía y provocaba un ruido ensordecedor que poco a poco aumentaba los nervios en el omega que permanecía estático en la tina.

—¡Jung, detente!

Silencio.

La puerta fue dejada en paz y Taehyung trató de regular su respiración. Esa broma que Hoseok le hizo se la haría pagar muy caro, porque en verdad había llegado a asustarle.

Un chapoteo fuerte en el agua tensó su cuerpo por completo, y el castaño se negó rotundamente a mirar lo que sea que haya caído en la tina.

"Pss~"

El alargamiento del sonido estremeció su cuerpo, y sólo en ese momento fue que se animó a ver el agua de la cual había estado disfrutando en el último momento.

Un grito despavorido salió de lo profundo de su garganta cuando pudo ver la cara de un hombre saliendo de las aguas. Los ojos eran negros y cargados de maldad, con una lengua de serpiente que se alargaba hasta acariciar sus muslos desnudos.

—¡HOSEOK! —gritó, y en el mismo momento la lengua alargada de aquella cosa sujetó con fuerza su cuello.

El omega se removió con violencia en la bañera, descubriendo con horror que aquel espectro iba ganando solidez al poder ver los hombros desnudos que poco a poco se iban alzando. En un momento de total pánico llevó ambas manos a la lengua que le ahorcaba, descubriendo que el tacto le quemaba y obligándole a soltarlo.

La lengua de serpiente le soltó de manera brusca haciéndole toser, pocos segundos bastaron para que se internara en la boca temblorosa de Taehyung, llegando tan profundo como podía, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas aterradas y su cuerpo era marcado de manera sucia por aquellas manos alargadas que le tocaban por cada rincón existente.

Sentía que moría, la respiración quedó atascada en algún lugar de la propia bañera, y sus pulmones estaban a punto de colapsar. Se sentía sucio y miserable rogando que aquella agonía pasara de una buena vez.

"¡Taehyung!"

El grito de Hoseok más la puerta al ser abierta provocó que un último lamento saliera de la garganta del omega.

—¡Hoseok!

El alfa corrió y abrazó con fuerza al omega que temblaba sin razón aparente entre sus brazos; con la mirada buscó algún indicio que le explicara lo que había sucedido pero no pudo encontrarlo.

Todo parecía estar en orden.

—Shh... tranquilo, ya estoy aquí —calmó, mientras lo cargaba entre sus brazos.

Y el terror no abandonó los ojos del omega, cuando al voltear a la bañera la lengua de serpiente se notaba con un par de ojos que se perdieron en el agua.



















Dulces sueños~ UwU















YOONGLH🎪

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