Abrir la trampilla no fue un asunto fácil.

Todo el grupo tuvo que regresar por donde habían llegado en búsqueda de las herramientas. Yoongi y Hoseok trabajaron por al menos veinte minutos en el duro material, mientras que NamJoon y Jungkook se encargaban de colocar dispositivos con luz infrarroja y grabadoras de alta potencia para ver si había algún indicio de señal o movimiento.

Lisa por su lado caminaba por los alrededores con el monitor principal que se encargaba de llevar el control absoluto de las cámaras colocadas. Sus ojos calculadores veían cada rincón que la pantalla verde mostraba, verificando que la calma era real y que no había presencia espectral que entorpeciera su misión de abrir aquel lugar y descubrir todo lo que contenía.

—Todo está en orden —habló lo suficientemente alto para ser escuchada.

NamJoon asintió y luego se dirigió al cachorro Min. —Kook, revisa la grabadora que tienes a la derecha, por favor.

El menor asintió y rápidamente verificó la posición y que estuviese encendida. Cuando todo estuvo en orden levantó el pulgar hacia el peligris.

—Revísala ahora, Nam Hyung.

—Todo en orden —asintió el moreno con una pequeña sonrisa que fue contagiada al cachorro.

El ruido estridente que estremeció el lugar anunció que la trampilla por fin estaba abierta. Lisa, NamJoon y Jungkook se aproximaron al lugar donde Yoongi ya observaba el interior con la ayuda de su linterna.

—Hay una escalera que nos ayudará a bajar —comunicó el alfa.

—¿Crees que esté en buenas condiciones? —preguntó Lisa.

El pelinegro sujetó la escalera y la sacudió con fuerza para verificar que estuviese bien sujeta. A simple vista lo parecía, pero tampoco podía tener una certeza clara.

—Supongo que tendremos que averiguarlo —respondió luego de unos minutos—. Iré primero, ustedes bajarán a mi señal.

Yoongi se sujetó con fuerza de la escalera y poco a poco fue descendiendo; la oscuridad espesa del lugar se encargó de tragarlo por completo, y sólo cuando puso sus pies en el suelo fue que pudo respirar con aparente tranquilidad.

Con ayuda de la linterna observó a su alrededor, encontrando un túnel estrecho y plagado de ratas y arañas. Las condiciones no eran las mejores, pero tampoco sería un impedimento para seguir.

—Pueden bajar —habló alto para poder ser escuchado.

Poco tiempo después Jungkook estuvo a su lado, con dos linternas el lugar tuvo mejor visión y a medida que los demás iban descendiendo la luminosidad iba aumentando. Hoseok fue el último en bajar, y cuando lo hizo perdió todo rastro de color.

—R-ratas —tartamudeó. Él odiaba las ratas.

—Y tarántulas también —agregó NamJoon, mirando a aquellos bichos con una mueca de pavor.

—Avancemos —indicó Yoongi.

El túnel era estrecho, así que tuvieron que ir uno tras otro para poder desplazarse con facilidad. Les pareció extraño que estando ahí les fuese fácil respirar, y todos querían creer que era por la trampilla que habían dejado abierta.

Yoongi calculó ocho metros exactos antes de llegar a una pequeña sala que estaba rodeada de antorchas, las cuales estaban en lo alto del techo y apuntaban hacia abajo. Buscó con la mirada algún objeto que le ayudase a subir y encender al menos una, pero no pudo encontrarlo.

—La sangre te guiará...

El pelinegro observó a su hijo de manera inmediata. —¿Qué dijiste?

La mirada del cachorro estaba clavada en un letrero de la entrada, ahí estaba impresa aquella frase que había dicho en voz alta, mostrándola al resto del equipo con ayuda de su linterna.

—Debemos pagar para entrar —comentó Hoseok.

Lisa sacó una navaja de tamaño mediano y sin  pensarlo mucho hizo un corte en la palma de su mano izquierda, la sangre no tardó en gotear con fuerza en el suelo seco hasta deslizarse por los extremos de la sala, donde comenzó su ascensión por las paredes de piedra.

Hilos rojos y brillantes fueron creados en las cuatro paredes, a medida que crecían se entrelazaban entre si y aumentaban el ritmo del movimiento. Cada hilo de sangre tocó una antorcha y a medida que lo iban haciendo, las antorchas se iban encendiendo con una luz amarillenta y potente que reveló el lugar que tenían ante ellos.

—No quiero pensar en una explicación lógica para esto —comentó Hoseok.

Todos apagaron las linternas y se desplazaron por el lugar. Dos estantes de gran tamaño cubrían una de las paredes; en ellos habían documentos y frascos que contenían restos humanos. El equipo pudo diferenciar con facilidad tres corazones, seis manos, dos pies, y lo que suponían eran los restos de un humano encima de una gran mesa de madera que tenía cadenas sujetas a cada lado.

—Miren esto —Hoseok apuntó un frasco de tamaño considerable.

La mandíbula de Jungkook cayó al suelo. —¿Esos son dientes?

—Lo son —afirmó el pelirrojo, decidiendo que lo mejor para él sería no tocar nada.

—¿Qué mierda es este lugar? —Lisa soportó las ganas de vomitar cuando miró un frasco repleto de lo que parecía ser ojos humanos.

Yoongi gruñó por lo bajo. —El santuario de un psicópata.

NamJoon caminó hasta los huesos que estaban desparramados en la mesa de madera. Pudo ver que las muñecas estaban sujetas a las fuertes cadenas y lo mismo pasaba con los tobillos; una mueca de pesadumbre se formó en sus facciones, no pudiendo evitar sentir lástima por el destino tan trágico de todas esas personas.

En un movimiento brusco que hizo su cuerpo de manera involuntaria una libreta pequeña cayó de la mesa ganando su atención; estaba tan bien oculta que NamJoon supuso se encontraba tras el cráneo. La recogió con un movimiento ágil y no tardó mucho en leer pequeños fragmentos de aquella letra descuidada y cubierta de sangre seca.

"Corazones nobles para amar"

"Ojos lindos para hipnotizar"

"Manos delicadas para tocar"

"Pies pequeños para besar"

"Ojos curiosos para arrancar"

"Vidas impuras para robar"

"La esencia de Ange para cuidar"

"Ange Blanc para matar"

"Carne tierna para comer"

"Una condena maldita para volver"

Cerró la libreta de un golpe, aquellas frases eran enfermizas de leer y no quería empezar a hacerse ideas. Decidió que lo mejor sería dejar los restos humanos para después, y concentrarse en los muchos documentos como el resto del equipo.

—Jang era un maldito enfermo —gruñó Hoseok—. En este libro llevaba un registro de todas y todos los omegas que violó durante el circo estuvo en funcionamiento.

—¿Cuantas víctimas? —preguntó Yoongi.

—Aquí están veintisiete —hizo una mueca—. El hombre estaba tan mal de la cabeza que incluso durante el acto llevaba a cabo anotaciones, donde narra las reacciones de sus víctimas —se estremeció por completo—. Luego de que las violaba cortaba alguna parte específica del cuerpo y la guardaba como recuerdo.

—Y luego los mataba —agregó NamJoon con una mirada profunda.

—¿Cómo lo hacía? —inquirió Jungkook con nerviosismo.

Fue Lisa quién respondió. —Depende, pero por lo general utilizaba veneno de serpientes.

—¿Hay algo de Ange Rouge? —volvió a preguntar el cachorro Min.

Hoseok y Lisa hojearon cada uno de los papeles que tenían en sus manos. Ninguno de ellos pudo encontrar algo referente a la estrella del circo.

—Creo que Ange fue el único omega al que no violó —la voz de Yoongi ganó la atención de los presentes.

—¿Encontraste algo? —cuestionó NamJoon, al ver una hoja arrugada en el puño del alfa contrario.

—Escuchen esto —se aclaró la garganta y se dispuso a leer el pequeño párrafo que había encontrado. A diferencia de muchas ocasiones anteriores, la letra que ahí había era pulcra y elegante, lo que le daba a entender a Yoongi que el alfa se encontraba en un estado de suma tranquilidad y concentración cuando lo hizo.

"Muchas veces han sido las que mi mente ha querido poseerlo, pero luego el arrepentimiento por mis pensamientos incorrectos llega a atormentarme. Por más que quiera, no puedo tocarlo; él es mi ángel precioso, un ser dotado de pureza que debe permanecer brillando por siempre. Alguien inalcanzable para cualquier mortal, alguien intocable y que nunca su pureza debe manchar"

—Creo que lo entiendo... —todos miraron a Jungkook. El menor continuó—. Jang mantenía a Ange en un pedestal tan alto, que el hecho de que su ángel se enamorara fue algo que no supo controlar ya que lo miró como una traición.

Para los demás aquellas palabras cobraron sentido. Sin embargo, el silencio se impuso cuando todos los libros del estante cayeron al suelo de manera estrepitosa, mientras en las paredes resonaba el eco de aquella voz que Jungkook conocía tan bien.

"Un amor correspondido y un demonio enloquecido fue lo único que se necesitó para dar inicio con la verdadera función"

El grito aterrado de Lisa provocó que todos los presentes se apartaran con rapidez. La alfa cayó al suelo y convulsionó con fuerza, su delgado cuerpo se sacudía y las venas se marcaban con violencia en el cuello contraído, mientras los ojos se abrían a más no poder, revelando los finos vasos sanguíneos que contenían la sangre espesa que causaba un dolor agónico en la mujer.

—¡Lisa Noona! —Jungkook quiso correr a ayudarla, pero Yoongi se lo impidió porque sabía que no había nada que hacer.

Yoongi llevó el rostro de su cachorro contra su cuello para evitar que mirara el momento exacto en el que los huesos de la alfa comenzaron a crujir hasta partirse por completo y rasgar la piel, la sangre bullía sin descanso y manchaba el suelo seco, al mismo tiempo que las luces perdieron el control y la voz nuevamente hizo acto de aparición.

"Pagar el precio, pagar el precio. La carne fresca y la sangre tibia como un banquete para mi deleite... pagar el precio, pagar el precio"

Un canturreo escalofriante que tenía a cada alfa presente petrificado, mirando con una mueca de enorme impotencia el sufrimiento de una gran amiga y fiel compañera.

De la boca abierta de la alfa salieron múltiples arañas que rodearon el cuerpo sin vida, mientras poco a poco lo consumía hasta que no hubo porción humana para observar.

"Si quieres descubrir mis secretos, un precio debes pagar. Pero, ¡Anímense todos! La función está por comenzar"

Y al finalizar solamente la ropa pudieron encontrar.

Pregunta seria... ¿Qué les parece la historia hasta ahora? Es que siento que no da miedo. 🥲

Agradecería que me respondieran, detesto ser insegura. unu

YOONGLH🎪