Mankey estaba durmiendo plácidamente en su cama, luego de haberse masturbado a altas horas de la noche, medio adormilado abrió los ojos un poco y los primero que percibe es a Serperior dándole sexo oral. Era temprano por la mañana, los padres del tipo lucha habían salido de viaje por lo que le habían encargado a una niñera que lo cuidara, en la habitación del Mankey. La Serperior le había bajado los calzones al pokémon mono cerdo para lengüetear y jugar con su intimidad, divirtiéndose mucho, después de lamer los testículos y lamerle su miembro, este quedo bien erecto por lo que se lo metió en la boca para poder chuparlo; causándole uno débiles gemidos en el Mankey.

─Sara ¿Qué estás haciendo? ─Se sorprendió que su niñera, desde que era un pequeño infante, le estuviera haciendo eso.

─Vamos Paquito, sé que me deseas ─Explicó antes de darle una chupada rápida a su pene─ ¿crees que no me dado cuenta cómo te quedabas viendo mi hermoso trasero?

─Aaahhh... Esto es tan inesperado aaah... ─el tipo lucha habló entre cortado por la extraña nueva sensación de intenso placer que estaba siendo sometido.

─Dime ¿lo estas disfrutando? Y no quiero mentiras ─Empezó a succionar su pene con su boca con mucha fuerza.

─Si... se siente muy bien... ─ni en sus más lujuriosos sueños se imaginó algo como esto.

La pokémon realeza envolvió todo el pene del mono cerdo para saborearlo y precionarlo con fuerza, continúo aplicándole sexo oral al Mankey hasta que no pudo más y termino corriéndose y termino tragándose gran parte de su eyaculación, luego ella deja caer lo poco de semen sobre su órgano viril para después con su larga lengua lamer tanto el pene como los testículos cubiertos por su propio semen. Continuó limpiando esa zona hasta quedar sin rastros de ese líquido viscoso.

─Jajajaja, eso fue divertido ─comentó la tipo planta mientras se limpiaba los labios.

─Si... que lo fue ─el tipo lucha cayó fulminado en la cama sin poder moverse.

─¿Que dices? Pero si todavía no hemos terminado ─lo dijo con un tono muy sensual.

─¡¿Qué?! ─Se exaltó.

De repente la Serperior se envolvió alrededor del Mankey dejándolo totalmente amordazado por su cuerpo bajo su control. Ambos se vieron las caras, la del mono cerdo estaba preocupada mientras que la otra expresaba lujuria extrema.

─Nos divertiremos juntos ─respondió la tipo planta con una gran sonrisa.

─No puedo continuar... necesito descansar ─el tipo lucha intentó liberarse pero fue inútil.

─Nada de descansos conmigo ¡sí! ─Vociferó tajante y decidida.

Enseguida la pokémon realeza empezó a besar al Mankey, de forma apasionante casi a la fuerza ya que el mono cerdo no quería seguir; La tipo planta introdujo su lengua en su boca mientras le apretaba ligeramente su torso, siguió frotando su lengua contra la de él, por varios minutos hasta que les falto el aliento a los dos y terminaron con el beso de forma abrupta por falta de aire. Luego la Serperior volvió a presionar sus labios contra los del tipo lucha, después envolvió su lengua alrededor de la del Mankey para más tarde estrujarla; causándole mucho disgusto e inclusive salieron de sus ojos un par de lágrimas. La Serperior no le importo causarle incomodidad alguna, solo quería satisfacer su deseos egoístas de acostarse con un menor que ella, siguió exprimiendo la lengua del mono cerdo hasta el hartazgo.

─Que divertido ─comentó la tipo planta luego de un rato─ ¿no te pareció? ─el Mankey empezó a llorar─ hay no, ya tranquilo, te comprare una pizza ¿sí?

─Bueno... ─se calmó a duras penas...

─De acuerdo ─Respondió la pokémon realeza con emoción.

En consecuencia ella se fue al teléfono a pedir comida rápida de la misma pizzería a la cual siempre ordenaba lo mismo. Más tarde salió un pokémon aura en su motocicleta a transportar la mercancía a su destino.

─La pizza de don KIngler es la mejor para ti para mí ─Un Lucario iba conduciendo por la calle a toda velocidad hasta llegar a destino─ ojala ser escritor fuera más redituable...

El repartidor de Pizza tocó el timbre y en consecuencia la Serperior salió a atenderlo.

─Genial, nunca había visto un repartidor de pizzas tan guapo ─la tipo planta actuó como si jamás hubiera visto a ese Lucario; a pesar de que por lo regular siempre le traía las pizzas.

─Claro ─hizo entrega de la pizza sin preocuparse que la pokémon realeza se estaba convirtiendo en un cliente demasiado frecuente en sus entregas─ serian 10 pokedolares.

─Por supuesto ─le proporcionó el efectivo─ increíble el enorme paquetote que cargas ─comentó la tipo planta mirado directamente su entrepierna.

─ ¿Eeeh? Es que algún pidió una orden muy grande ─explicó el tipo lucha-acero por todas las pizzas que traía en su moto.

─Ya lo creo, debes trabajar mucho, se te nota con tanta definición que traes en tus bíceps ─fue lo que dijo con una mirada coqueta.

─Si, por alguna extraña razón hubo una temporada en la que tuve que cargar objetos bien pesados ─ se empezó a sentir incómodo.

─¿Gustas pasar? ─Preguntó la pokémon serpiente con una gran sonrisa.

─Me encantaría pero no puedo, estoy en medio del trabajo, lo siento ─respondió con mucho dolor de no poderse quedar.

─Bueno, allí sea para la próxima ─susurro lo último de una manera muy encantadora ─sacó una rebanada de pizza y se lo acerco a lo labios─ para poder llenarme este pedazo de cosa en tu presencia, y disgustar juntos un placentero momento, adiós... ─cerró la puerta con delicada.

─Que interesante, mmm... creo que algún día escribiré un capitulo lemon sobre una Serperior pervertida ─se fue a subir a su moto─ la pizza de don Kingler es la mejor para ti para mí ─se fue a entregar su próximo pedido; a una pareja conformada por un Gardevoir y una Machamp.

La pokémon realeza entró a la acasa, dejo la pizza en el comedor y después la repartió las rebanas en dos platos para el tipo lucha y ella... pero antes. Más tarde, el Mankey consumió feliz la pizza ya que era su comida favorita mientras era observado detenidamente por su niñera, cosa que a la larga le extraño mucho. Ambos estaban en lados opuestos de la mesa.

─Disculpa ¿Qué tanto me vez? ─Cuestionó intrigado.

─Es que eres muy adorable ─respondió con mucha felicidad.

─Bueno. Está muy deliciosa la pizza ─se dio cuenta que estaba cubierta con un líquido viscoso casi transparente─ ¿tiene un nuevo aderezo? ─se tragó una rebanada con la misteriosa sustancia.

─Jejejejeje ─cerró sus ojos por la emoción─ ¿Sabías que antes de entregarte la pizza me masturbe con ella? ─se sonrojó luego de revelar esa información.

─¡¿Qué?! ─Se sorprendió el Mankey─ asquito ─no sabía ni cómo reaccionar a eso.

─No, es divertido ─con su cola empezó a estimular su miembro─ ¿Qué dices paquito?

─Basta... ─su estómago estaba digiriendo la comida─ acabamos de desayunar.

─Por mí, podemos divertirnos todo el día ─se le acercó al oído─ sin parar ─Mankey tragó saliva al escuchar eso último.

A continuación la Serperior se volvió a enrollar sobre el cuerpo del tipo lucha otra vez. Empezó a besarlo al mismo tiempo que frotaba sus intimidades. Después introdujo su pene dentro de ella. Empezó a acelerar la rapidez con la que se metía con fuerza el pene del mono cerdo hasta que se terminó eyaculando dentro de su vagina.

─Rayos ─le dieron ganas de ir al escusado─ no me tardó ─dejó al tipo lucha sentado en el sofá.

La Serperior fue a atender sus necesidades en el baño mientras que el Mankey salió corriendo a su cuarto para ocultarse debajo de su cama; se encontró con un Lucario de juguete el cual abrazó con fuerza.

─Lucario ¡mi niñera está loca! Necesito ayuda ─empezó a sollozar.

Después de su debido tiempo, la pokémon realeza salió a seguir satisfaciendo sus deseos carnales...

─Paquito ¿Dónde te metiste? ─Se fue a la cocina a tomarse unas pasillas─ ya estoy lista para seguir jugando... ─continuo llamando al tipo lucha mientras lo buscaba.

Finalmente llegó a su cuerpo: el Mankey se quedó quieto y en silenció total. Vio a su niñera buscándolo en su habitación, tenía miedo y solo podía sostener a su juguete favorito, suplicando que no lo encontrara...

─Paquito, aún sigo teniendo una fuerte comezón en mi agujerito ¿no quieres salir a ayudarme a rascarlo por mí? ─Seguia buscándolo con locura.

─Por favor que no me encuentre ─susurraba con terror.

─¡Allí estas¡ ─Pero para su infortunio no fue así.

Ya entrada la tarde: Serperior le estaba dando de comer a Mankey. El mono cerdo tenía que comer sus vegetales los cuales estaban siendo sostenidos por la cuchara que traía la tipo planta.

─Vamos paquito, tienes que comer tus verduras, ¿no te quieres convertir en un Primeape con un pene grande y fornido? ─la pokémon realeza trataba que abriera la boca─ creme, que lo necesito para lograr satisfacerme.

─No me gusta el brócoli ─también negó con la cabeza.

─Está bien, si e comes tus vegetales no nos divertiremos tanto como en la mañana ─comentó ella esperando que él consumiera los vegetales.

─¿Lo prometes?

─Claro

─De acuerdo... ─se lo comió todo─ listo.

─Oh Giratinas ─se molestó la Serperior y empezó a llorar.

─¿Qué pasa, Sara? ─Se preocupó.

─No me quieres...

─No es eso, es que, no me gusta que me trates tan feo.

─Bueno, está bien. Lo entiendo. Pero te recuerdo que solo acepte por el día de hoy ─agregó con una sonrisa siniestra.

A la mañana siguiente; La Serperior nuevamente se empezó a violar al Mankey. Enrollada alrededor de su cuerpo y cubrió su boca con su vulva mientras ella lamia y succionaba su pene.