Capítulo Especial [3]

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Viernes, 26 de Julio del 2019

Bianca se miró en el espejo una vez más y suspiró, estaba nerviosa y podía notarse a simple vista. Irene y su madre se encontraban junto a ella terminando de acomodar un poco su vestido; se veía hermosa y se sentía de la misma forma.

—Toc toc—habló Alan entrando por la puerta.

—Sal que nadie puede ver a la novia, es mala suerte—habló Irene.

—Lo sería si fuese el novio—mencionó—. Además, eso de la suerte es mentira, nosotros hacemos nuestra propia suerte—sonrió, se acercó a Bianca y la miró alegre y le dio un aplauso—. Estás bellísima, si Bruno Marcormig no llora en ese altar, le daré un golpe en la entrepierna para que lo haga.

Bianca se echó a reír y se acercó para darle un abrazo.

—Gracias—le dijo—. Estoy nerviosa.

—El novio también lo está—respondió—. Me ha mandado para asegurarse que no te has arrepentido de casarte con él; aquí entre nos, yo tú me arrepiento, una vida al lado de Bruno...

—Déjalo—habló Bianca sacándole la lengua, volteó a ver a su mamá—. ¿Ya casi es la hora?

—El auto debe llegar en unos minutos—respondió ella—. Estoy tan feliz, mi vida—suspiró—. Te ves tan...—sus ojos se aguaron y Bianca tomó sus manos.

—Hey, no estamos para lágrimas—le dijo—. Debemos ir a una boda—sonrió, su mamá la abrazó y ella cerró los ojos recibiéndola en sus brazos.

...

Miró por la ventana y suspiró, ya habían llegado y mentiría si no dijese que estaba asustada, tenía miedo de que algo saliera mal, de que todo fuese una ilusión y realmente nada de eso fuese real. Su papá se encontraba afuera de la iglesia esperándola con las damas de honor  y supuso que Bruno ya estaba dentro con el resto.

Bajó del auto con ayuda de Irene y su madre y se acercó a la puerta, su padre caminó hacia ella y la miró con una sonrisa en el rostro.

—B, estás hermosa cariño—le dijo—. Dios, mi pequeña se casa hoy, no estoy preparado para esto—ella rió y besó su mejilla.

—Bianca, no puedo creer que este día llegó—habló Nina—. Bruno se caerá con sus babas cuando te vea.

—Más le vale—habló su papá, Bianca lo tomó del brazo—. Es hora de entrar.

—Chicas, todas a sus posiciones—habló Irene, y todas se acomodaron para entrar.

El orden era el siguiente: primero Irene seguido por Nina, Billie y Sierra, luego ella junto a su padre. 

Su madre dio la orden de entrada y una melodiosa pieza de piano comenzó a tocar. Las chicas entraron y Bianca sonrió nerviosa, todo el público la estaba observando y ella sólo tenía ojos para el chico que la estaba esperando al final del pasillo. Éste sonrió apenas la vio, su corazón latía más rápido de lo normal y sintió como sus manos le temblaban cada vez que ella se acercaba. 

Alan lo codeó y el moreno suspiró, Bianca estaba hermosa, que va, estaba preciosa, radiante y tenía un aura de buena energía que no se iba a ir tan fácil. Sintió como sus ojos se aguaron y le entró unas grandes ganas de llorar de la felicidad que estaba sintiendo. Se casaría con el amor de su vida, pocos tenían ese privilegio.

Bianca y su padre llegaron al frente, Bruno dio un paso acercándose a ella y le sonrió. El papá de la chica colocó una mano en su espalda y le sonrió.

—Me la cuidas, es mi rayo se Sol—le dijo, Bruno asintió y la tomó de la mano.

—No sabes cuánto—respondió, su padre besó a Bianca en la mejilla y le susurró algo que Bruno no logró escuchar, para luego apartarse y dejarlos solos en el altar.

Bruno tomó su mano y juntos esperaron a que el maestro de ceremonias comenzara a hablar. El moreno se mantuvo con la vista enfocada en Bianca, ignoró por completo lo que el maestro de ceremonias estaba diciendo hasta que notó que su novia sonrió y volteó a verlo.

—Es hora de los votos—susurró ella, Irene se acercó a ella entregándole una hoja, le dio un vistazo y comenzó a hablar—. Dicen que los jóvenes no saben lo que quieren, que para ellos el amor es efímero, simple y sin compromisos, pienso que se equivocaron muy muy mal. Fue en el tercer año de secundaria cuando conocí a Bruno, me quedé sin palabras al verlo; él era tan diferente, tan alejado de lo que solía gustarme que no comprendía porqué estaba sucediendo.

»Pero me gustaba esa sensación que tenía cada vez que él estaba cerca y quise saber qué se sentiría si pudiese hablarle, pero hablarle de verdad. Tener una conversación con él y quizás ser su amiga; aunque aquí entre nos, no quería serlo realmente. Cuando empecé a salir con él no me lo creía, era como si estuviese viviendo mi propio cuento de hadas, toda mi vida lo esperé pero mientras más conocía a Bruno como novio más me daba que no era mi príncipe azul, era algo mucho mejor, era un chico real.

Le entregó la hoja de papel a Irene y tomó la mano de su novio.

—Para nadie es un secreto que soy una chica cursi, me gustan los finales felices, me gusta todo lo que implica el romance a la vieja escuela, soy un tanto cliché y predecible, y siempre he sido juzgada por mi fantasía de esperar algo bueno; resulta que lo encontré, esa fantasía que tanto se habían burlado era real, era un chico moreno de un metro setenta y tres, que es un asco en los deportes, le gusta leer a Stephen King y ama comer helados casi todos los días, uno fanático de los aviones que sueña con poder volar uno, que le apasiona tocar la batería, que es dulce, gracioso y sobretodo, es lo opuesto a lo que soy, él es esa pieza que me complementa y que me hace mejor persona cada día.

»Su nombre Bruno Marcormig y está aquí de pie frente a mí, mirándome y haciéndome sentir la chica más feliz del mundo. Bruno te amo, y no sé si estaremos para siempre, pero quiero disfrutar cada día a tu lado porque eres lo mejor que me ha pasado.

Los aplausos se escucharon por todo el lugar, Bruno acercó la mano de Bianca a sus labios y la besó. El maestro de ceremonias le dio la palabra a Bruno, éste sonrió y se acomodó un poco su saco para luego tomar el micrófono y mirar al público.

—Para los que me conocen desde siempre, saben el efecto que tiene esta chica en mí—señaló a su novia y gran parte del público asintió—. Soy un experto en arruinar momentos románticos pero cuando estoy con Bianca hago todo lo posible para que ese momento perdure, ¿por qué? Porque me encanta la sonrisa que me da cada vez que le digo te amo, adoro los mimos que me hace los domingos cuando no quiero salir de mi casa y me gusta la forma en que sus ojos brillan cuando vemos una de sus películas favoritas. Esta chica que ven aquí me tiene en otro nivel, agarró mi mundo y le dio un giro y quedé mareado entre tanta belleza.

El público rió por su broma.

»No miento cuando digo que Bianca es la chica más cliché que pueden conocer, le gusta el rosado, las películas románticas, sueña con ayudar a niños enfermos y ama la música de los años ochenta y las boybands, como ama las boybands—la miró—. Y me encanta que las ame porque eso la hace ella, eso la hace especial y a pesar de que nadie pensaría que nuestras personalidades podrían llevarse bien, sé que estamos en la misma sintonía. Ambos somos un equipo, ella está para mí y yo estoy para ella, así como los mosqueteros pero en vez de tres sólo somos dos—volteó a verla y le sonrió—. B, eres el amor de mi vida y cuando estoy contigo no siento miedo, todas mis dudas sobre el amor se esfuman y me muestran que esto es lo que deseo en mi vida. Estar a tu lado, en las buenas y en las malas, porque te amo y amo comos soy contigo.

Bianca se secó las lágrimas que se mostraban en su rostro y le sonrió. Se acercó y le dio un abrazo deseando que fuese el primero de muchos en su nueva vida. 

El maestro de ceremonias tomó el micrófono nuevamente y comenzó a hablar. Inició explicando los aspectos legales del matrimonio, les pidió que cada uno se acercara y firmara para luego pedirle a los testigos (Alan e Irene) que firmaran también aceptando la unión de ambos chicos.

La entrega de anillos fue bastante simple pero especial, Bianca tomó el anillo que Nina le había entregado y luego de pronunciar las palabras dadas por el maestro de ceremonias, se lo colocó a Bruno en el dedo. Éste hizo lo mismo, pero fue Gastón quién le entregó al moreno el anillo para luego ponérselo a su novia.

—Por el poder que me da la ciudad de Coramora y todos los supuestos legales de la nación—habló una vez que todo estaba listo—, yo declaro a estos dos chicos, marido y mujer—sonrió—. Puedes besar a la novia—le dijo a Bruno.

El moreno sonrió, se acercó a Bianca y la tomó por la cintura.

—Te amo—le susurró para luego besarla.

Todos los invitados se colocaron de pie para aplaudirlos. Los padres de Bianca sonrieron orgullosos de su hija y del nuevo miembro en la familia, mientras que la madre de Bruno se limpiaba las lágrimas por la felicidad que estaba sintiendo. Bianca era la chica ideal para su hijo y se encontraba más que feliz por ambos.

Las damas de honor y todo el grupo de caballeros se encontraba aplaudiendo. Ellos sabían que entre Bianca y Bruno, existía un vínculo que iba mucho más allá de lo romántico, era como si estuviese pactado incluso antes de conocerse. Estaban hechos el uno para el otro.

Bruno tomó a Bianca de la mano y juntos salieron detrás del cortejo para dirigirse finalmente a su celebración.

Porque eso, sólo era el principio de su noche.

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Holi, aquí vengo dándole este bello capítulo extra porque necesitaba hacerlo ggg

Si siguen a los chicos en ig, pueden haberle percatado de que han estado activos con el tema de la boda! Y si no los siguen, ¿qué esperan para hacerlo? Bruno_chle y Biianca_chle

El próximo extra será la boda, así que espérenlo. Tengo la esperanza de poder terminarlo para esta semana pero no prometo nada!

Saludos!

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