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Leyó por quinta vez el papel que tenía entre sus manos. En el cuál venía escrita la dirección de habitación que había alquilado el hombre que lo citó ahí.

Temía entrar a la habitacion equivocada y encontrar a las parejas teniendo intimidad y es por eso que trataba de encontrar la habitación correcta.

Había perdido quince minutos en la recepción por los nervios que le habían impedido moverse, pues presentía algo malo al estar en ese lugar. Quería regresar a casa lo antes posible, pero también quería saber porque lo habían citado ahí. Probablemente sólo quería hablar con él y pedirle que convenciera a NamJoon para que este aceptara su proyecto científico.

Cuándo sus ojos fueron a parar al número que estaba escrito sobre el papel, su corazón comenzó a retumbar sobre su pecho con gran fuerza, hasta el punto que podía escucharlo retumbar en sus oídos. 

Dudó en llevar su mano a la manija de la puerta. Estaba comenzando a arrepentirse.

Siempre había sido una buena persona y siempre se había esforzando en ayudar a otros, sin importar el costo o el riesgo. Es por eso que no quería desistir esta vez, pues tal vez estaba en sus manos el futuro de aquel pobre hombre y no quería ser él el culpable de su fracaso.

Con todas las fuerzas que había reunido, abrió la puerta.

—¿Hola?— su voz retumbó por la habitación, sin embargo soltó un suspiro de alivio cuando nadie contestó a su saludo. Estaba por cerrar la puerta e irse, cuando de pronto una silueta se atravesó en su campo de visión.

Se encontraba saliendo de lo que parecía el baño; traía consigo una toalla amarrada en la cintura, mientras que por su torso se desplazaban gotas de agua; mientras que su cabello lucía alborotado. El castaño difícilmente trago saliva al ver semidesnudo a otro hombre que no se tratará de su esposo, así que tapó sus ojos y retrocedió unos pasos.

—A-ah, y-yo volveré después.—estaba por cerrar la puerta, pero el contrario se apresuró a hablar.

—¡No! ¡Espera! Necesito hablar contigo— se acercó hasta él y lo tomó de la muñeca para atraerlo hacia el interior de la habitación, seguido por cerrar la puerta detrás de ellos—. Por favor, toma asiento— apuntó hacia la cama, dónde el castaño se sentó inseguro a la orilla de la misma, al tiempo que recorría con su mirada toda la habitación.

—A-ah, fue lo único para lo qué me alcanzó. Lamentablemente no soy millonario como su esposo, así que…—dijo apenado, sintiéndose mal al ver el ceño fruncido del contrario—. ¿Algo para tomar? ¿Whisky o vino?

—Agua, por favor— respondió, pues no quería ser grosero al rechazarlo. El contrario rápidamente sirvió su agua, para después entregarsela un vaso.—G-gracias…—tomó de un trago al sentirse incómodo y hasta cierto punto, intimidado.

—No hay de qué—le sonrió, para después sentarse a su costado, lo cuál alertó al casado y se alejó.

—¿Por qué un motel?— preguntó, consternado.

—¿Cómo?

—¿Por qué me citó a un motel?

—Oh, bueno aún no tengo una oficina.

—Pero esto es incorrecto, mi esposo tienen muchos contactos y alguien me puede ver aquí. Yo no quiero mal entendidos con mi esposo.

—Simplemente quiero hablar…

—P-pues hable, soy un hombre casado y tengo cosas que hacer.

—Quiero pedirle algo, señor Kim…

—Si tiene que ver con convencer a mi esposo déjeme decirle que no lo conseguirá, mi marido es muy necio cuándo se trata de sus negocios y su cienci-…—Fue interrumpido por unos labio contra los suyos. Aquel movimiento fue tan repentino que no pudo evitar reaccionar al instante al darse cuenta que no estaba besando a su esposo. Saltó de la cama y retrocedió a pasos ciegos, hasta que su espalda chocó contra la puerta—. ¡¿Que fue eso?!— preguntó asustado, mientras cubría su boca.

—Vamos señor Kim, no me diga que no le gusto, después de esas miradas que me daba en su propia casa…

—¡Y-yo no te veía de ninguna forma en particular!— su voz comenzaba a quebrarse por los nervios que sentía al verlo avanzar hasta él.

—Pues que lastima,por que yo si lo veía ,con deseo,deseo de que usted sea mio...—Apreso la mano de Jin,la cual estaba agarrando fuertemente la manija de la puerta que estaba detrás de el,intentando salir de allí.

—N-no me lastimes...—Sentía sus piernas temblar, al tiempo que su cara quedaba empapada de sus lagrimas al sentir la respiración del científico golpear su rostro de una manera tan escalofriante.

—No lo voy a lastimar—llevó su mano libre hasta el rostro del contrario y acarició su mejilla, a pesar de sentir como temblaba bajo su toque.

—T-tampoco me toques, t-te meterías en graves problemas...

—Oh, ya veo, solo tu esposo puede hacerlo ¿No es así?— el contrario guardo silencio y desvío su mirada.—¿Que pasa? ¿Por qué el silencio de repente?

—N-no es de su incumbencia— respondió rápidamente, sin embargo, el científico ya había deducido lo que estaba pasando.

—O será que… ya ni siquiera él te toca…— respondió Ken, provocando que el señor Kim abriera grande sus ojos, con sorpresa—. Te está descuidando mucho.

—E-él sólo está cansando, su trabajo requiere mucho tiempo.

—Sólo son excusas baratas ¿Qué no es obvió? Te engaña.

—E-él no me engaña, él no es así.— negó con su cabeza, mientras cerraba sus ojos y tapaba sus oídos para no seguir escuchando las palabras de aquel rufián.

—Y ¿entonces? ¿Por qué otra razón aparte del trabajo ya no te tocaría?

—N-no lo sé, pero solo son cosas carnales, lo que de verdad me importa es que realmente me ame.

—Vamos, primero es seco contigo, después dejará de responderte las llamadas y los mensajes, luego te ignorará y finalmente te pedirá el divorcio. Te quitará todo y te correrá de la casa para luego reemplazarte por su amante.

—¡No! ¡Él nunca haría eso!

—Puede que no te des cuenta, pero yo sí. Te deja limpiando la casa mientras él tiene tiempo para ir a revolcarse con alguien. ¿No te parece sospechoso qué él ya es millonario y no te ha conseguido ni un solo mayordomo?

—Y-yo estoy bien, yo puedo limpiar y no tengo ningún inconveniente en asear.— intentaba excusarse de lo qué parecía no tener excusa. Sin embargo, ahora todo parecía tener sentido para él…

La hora en la que llegaba a casa, los mensajes y las llamadas que no respondía, meses sin intimidad…

Su esposo lo engañaba.

—Vamos, no intentes seguir excusándolo, no vale la pena…— fue entonces que se rompió, sus piernas no pudieron más y cayó al suelo mientras lloraba desconsoladamente.

—Yo nunca te haría eso.— El científico buscaba acercarse a consolarlo Se incó y lo tomó entre sus brazos—. Vuelve a ser feliz,  conmigo…— el castaño difícilmente trago saliva.

El amaba a su esposo, con todo su corazón. Lo amaba más que a nadie y le dolía tan sólo imaginar a alguien más en los brazos de su esposo.

Ken le sonrió "dulcemente", tomando aquél silencio como afirmación y fue entonces que lo besó.

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—Ah, que día…— soltó un soplido de cansancio al dejar su maletín sobre el sofá. Las jornadas en su trabajo eran largas y pesadas, pero valían la pena si después de esa insoportable presión podía conversar y besar a su dulce esposo.

Subió las escaleras y después caminó hasta toparse con la puerta que pertenecía a su habitación, la cual obviamente compartía con su esposo. Entró y pudo ver como este ya hacía debajo de las sábanas, distraído con su teléfono celular.

—Jinnie ¿Cómo estás, amor?— avanzó hasta él para besar castamente su frente, después se dirigió a su lado de la cama, para sentarse en la orilla y comenzar a reemplazar su ropa de trabajo por su pijama—. ¿Cómo estuvo tu día?

—Hola, estuvo amh...cansado...

—Lo siento, no debo seguir permitiendo que asees la mansión tú sólo. Mañana mismo comenzaré la contratación de nuestro mayordomo.

—Mjm...— pronunció, mientras seguía viendo su teléfono.

—Jinnie ¿pasa algo?

—¿Que debería estar pasando?— por primera vez alzó su vista hacia el rostro del moreno.

—Bueno, es que siempre que llego me recibes con abrazos y besos ¿Acaso hize algo mal?

—Estoy cansado, NamJoon—apagó su teléfono y le dio un casto beso en la mejilla, para después darle la espalda y dormir.

—Buenas noches Jinnie…

—Buenas noches NamJoon…

—¿NamJoon?— repitió para si mismo, extrañado de su actitud. Sin embargo, se relajó, ya que posiblemente no estaba de humor. Por lo pronto, se concentró en dormir y descansar.

Todo mejoraría al día siguiente…

FIN DEL FLASHBACK

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Capitulo dedicado a: jooni12moon

Lo siento, tuve un problema con el Internet y no pude actualizar hasta ahorita,espero que entiendas. ^-^

(Editado)

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