La Guerra: Parte III

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 La venganza y la tragedia a menudo suceden al mismo tiempo. El perdón redime el pasado -Jeanette Winterson.

Capítulo 22

Increíblemente, nadie retrocedió. sin embargo, Kevin fue el único que se quedó en el bosque, con el resto de las personas inconscientes que, si bien habían sido tratados, seguían durmiendo en el suelo. Eso significaba que, en realidad, solo treinta personas habían corrido en el interior de la Fuente. Kevin desde su perspectiva, estaba sentado en una piedra, asombrado de como Vemna había creado un bosque de, al menos quinientos metros de radio. Cuervos estaban por encima de él, algunos posados sobre las ramas de los árboles y otros volaban alejados de la batalla que se personificaba entre los hermanos Notherway y aquel sujeto. 

—No pueden perder —murmuró el muchacho, con aquel semblante preocupado. 

Lo bueno, es que Oslo y el resto de los mutante habían atravesado al fortaleza. No fue problema, pues todas las puertas por donde debían ir se abrían al paso en el que ellos iban. Claramente, Andy le estaba indicando hacia donde ir. Siendo la Fuente A un estructura rectangular lineal, los llevó primeramente a una sala primaria, llamada el sector A. Un área comun, con paredes pintadas de blanco, lámparas blanca y cilíndricas alargadas, sin muchas decoraciones, pero de lo que sí estaba repleta era de montones de cubículos con computadoras, archivos, impresoras, teléfonos, y todos los elementos necesarios de una oficina común. Vieron a las personas que trabajaban allí, debajo de los cubículos temblando. Y se dieron cuenta que el lugar no había sido deshabitado. 

Eso solo significaba que, en verdad, ellos confiaban en que tendrían victoria. ¿Por qué? Era la pregunta que Oslo se hacía mientras más pensaba en el asunto. Todos los mutantes siguieron por el pasillo, ignorando a las personas que se cubrían con sus brazos y manos en el rostro, llenos de miedos. Al salir de aquel sector, llegaron a un pasillo donde mostraba los baños y el comedor, y seguido de ello más oficinas, pero cada una en una habitación distinta. Finalmente llegaron al sector central, donde estaban los siete pisos, el cuarto central, las celdas, y donde obviamente les esperaban agentes humanos entre los pasillo. Nuevamente la lucha inició:

Bastó que aquello sucediera, para que Vemna derribara a treinta hombres con raíces que crecían entre las paredes y el suelo, además de dejar a diez de ellos colgando sobre lianas en el espacio que había entre los pisos. Otros treinta hombres aparecieron, y fue Gligar el siguiente en crear su ataque especial, basado en una esfera de espinas y un poco de control mental con el que logró desarmar a varios más. Sonic usaba sus movimientos de combates, junto al resto del equipo, que lo menos que querían era terminar asesinando a todo aquel que se les atravesara, por eso el toque somnífero de Sonic era un buen punto de partida para no generar más violencia, mientras que Bionic arrasaba a su paso al igual que Oslo; de hecho, eran ellos dos, los que más enemigos estaban haciendo caer.

—¡No asesinen a nadie, no hay necesidad de que corra más sangre humana! —Ordenó Oslo, entre jadeos y movimientos bruscos. 

Cuando acabaron, se dieron cuenta que las puertas se cerraron, y más agentes golpeaban estas intentando salir. Sabían que Andy se había llevado el mérito de trancar las compuertas para contener al resto. Comenzaron a subir los pisos, se supone que en donde estaba Andy era en el cuarto central, justo en la cima de los pisos. Lo curioso fue ver que pese al rescate que habían hecho, muchas celdas tenían personas adentros. Caras conocidas del rescate anterior que indicaban que había vuelto atrapar a algunos que no había atravesado la nube cuando se les dio la opción, pero, lo más triste era, que todos habían sido aniquilados. FACTORY había aprendido que, al terminar su experimentación debían aniquilar a estos para evitar una rebelión que no pudieron contener en Vancouver. 

—Los mataron —dijo Vemna, con los ojos llorosos—. Muchos de ellos los habíamos rescatados. 

—Nadie puede luchar contra la terquedad —respondió Oslo, con pesar, pero afirmando una verdad. 

Siguieron corriendo hasta el último piso, usando las escaleras de emergencia. Y cuando llegaron a la cima, entre jadeos y sudor, vieron un pasillo repleto de hombres caídos en el suelo. Por Nahomi descubrimos que estaban inconscientes. Se acercaron con cuidado a la puerta, la cual se abrió, y si no fuera porque todos mantenían sus sentidos alertas, no hubiera podido esquivar a un niño que salió desde el techo, enviando una patada que hubiera aterrizado en la cara de Vemna, de no ser porque Oslo logró sujetar a Asahi del tobillo, quedando suspendido bocabajo, con el rostro rojo del esfuerzo. 

Todos se miraron y sonrieron. 

—¿Tú has hecho todo esto? —Preguntó Oslo, realmente impresionado. 

El niño asintió. 

—Andy me pidió que no dejara entrar a nadie a la habitación, así que he estado luchando desde que llegamos a esta zona —dijo el niño. 

—Bueno, pues te ha llegado el relevo, pequeño tigre —dijo Gligar, con una amplia sonrisa. 

Entraron, y vieron a Andy con los ojos iluminados y destellantes; su cuerpo emitía rayos que se conectaban directamente con la computadora central, manipulando con su tecnopatía los sistemas. 

—Bien hecho —dijo él, sin perder concentración de lo que estaba haciendo—. Asahi, ya puedes descansar. Gracias por salvarme la vida más de treinta veces, y mira que conté todas las veces. 

Había una enorme pantalla donde se mostraba en diferentes ángulos a los hermanos Notherway y a aquel hombre en el cielo. 

—¿Cómo es que podemos verlos? —Preguntó Nahomi, impresionada. 

—He disparado centenas de drones en todo el terreno, por eso pueden ver estas imágenes sin correr el peligro de quedar en medio de la pelea —le contestó—. Bien, esto es lo que he pensado, necesito que me ayuden a registrar toda la fuente. Todos los agentes que encuentren métanlos en las celdas...

—Pero están llenas de mutantes muertos —dijo de pronto José, el chico que creaba clones.

—Eso será bueno para que recuerden lo que hicieron —dijo Andy, con severidad—. Como decía, colóquenlos a todos en las celdas a los agentes, el retos de los civiles del sector A, mantengan a alguien que los custodie allí.  Revisen si hay mutantes sobrevivientes en los laboratorios, y revisen la fuente de energía y custódienlo. Si nuestro enemigo tiene cartas bajo la manga, usaremos sus propios recursos para contrarrestarlos. Les aseguraré que no sucederá lo que ocurrió en la Fuente C. ¡Ah! Y no olvide quedarse alguien aquí para custodiarme, Asahi se ha quedado dormido y no sé pelear. 

Todos miraron hacia donde estaba el niño, y vieron que se había sentado en el suelo, apoyando su espalda contra una de las paredes, completamente dormido. 

—Pobre... —murmuró Nahomi al verlo dormir plácidamente. 

Y allí en los enormes monitores estaba el rostro de Ransell enfocado. Los tres estaban flotando en el aire, con semblantes tranquilos. Andy sabía que, fuera lo que iba a pasar, todos en la empresa debían ver el suceso. Así que, en los lugares donde contaban con monitores, televisores, o un sistema de comunicación, se mostraba no solo la escena, sino que se podía escuchar todo lo que estos hablaban:

—¿Qué eres? —le preguntó Ransell, curiosa por aquel hombre. 

—Soy casi el símbolo de lo perfecto. Soy aquel que trae esperanza y redención a la raza humana —respondió la criatura—. Sería perfecto si no hubiesen acabado con la vida de Lineising. Nunca creí que alguien tuviera la fuerza para lograrlo.

—Todo en equipo es posible —Replicó Christopher. 

—¿Equipo? —de poder mostrar emociones, sabían que este se hubiera burlado—. Yo la vi sola. 

—¡No lo estaba! —soltó Ransell—. ¡Nunca lo estuvo! 

—Creo que tienen una falsa esperanza, como todos los humanes comunes —meniconó, con una tranquilidad y una voz tan oscura que helaba los huesos—.  Es extraño que ustedes representen la evolución de ellos, pero al mismo tiempo cometen y siguen el mismo patrón de error de ellos. Miren su planeta, el mismo es la prueba del mal uso que ustedes le han dado. Vean la sociedad y comprenderán que cada día se denigran más las personas, cometiendo actos aberrantes y equívocos. Ustedes son la única población que no cuida de los suyos o de su entorno, son malos por naturaleza.

—Creo que eres demasiado moralista para ser quién le quitó la vida a dos de nuestros compañeros, y quién sabe a cuántos más dentro de la compañía —sentenció Ransell, enojada, sin poder creer lo que había escuchado—. Eres tan hipócrita, como según tú, somos los humanos. 

—Tal vez, pero eso sólo ha sucedido por la mezcla humana y corrompida que tiene mi cuerpo —se miraba las manos, con asco en su expresión—.El problema humano es un problema que trasciende la genética y ustedes son el mejor ejemplo. Han evolucionado y se han desarrollado para adaptarse y sobrevivir a este mundo que ustedes mismos han ido matando, pero no han podido resolver los problemas de la mente y el alma, donde la biología no puede llegar. Por eso, aunque sea imperfecto, mi participación en este mundo debe llevarse a cabo y purificarlo.

—¿Tu participación? —Preguntó Christopher, confundido.

—Sí, estoy aquí para acabar con la vida humana. Fui diseñado sólo por la emergencia de peligro que ustedes han representado para una compañía corrupta. He visto como todos ustedes han lucha fervientemente por conseguir la libertad que desean. Han luchado memorablemente, pero la destrucción de la Fuente B y de la posible Fuente A ha activado mis sistemas. En otras palabras, ustedes han hecho que yo apareciera. 

—Hablas de ti como un ser ¿Tienes un nombre? —Preguntó Ransell, ante la curiosidad de sus palabras.

El hombre pensó un momento, y respondió:

—Me llamo Maximus... El ser más perfecto que puede haber en este planeta. Soy aquel que hará la purga necesaria para este mundo, y así limpiarla de la verdadera plaga: Los humanos —eso último lo rugió, y energía con un brillo rojo le rodeó. 

Maximus voló a gran velocidad hacia los hermanos. Por poco lo vieron y lograron apartarse a un lado de la embestida, pero no tuvieron tiempo de realizar un ataque, ya que aquel hombre se teletransportó en frente de Christopher, y le golpeó, seguido apareció a un costado de Ransell y la embistió con todo su cuerpo. Ambos hermanos cayeron en la tierra húmeda, con poco aire en sus pulmones y un terrible dolor. Estando en el suelo, Ransell escuchó el pensamiento de alerta de Christopher, y por puro acto reflejo, creo una burbuja a su alrededor que la protegió de un fuerte golpe que Maximus había realizado. La burbuja se hizo añicos, como si se tratara de mero cristal. Por primera vez, Ransell temió ser alcanzada por uno de los golpes de aquel hombre. Ambos hermanos habían recibido el primero, y fue suficiente para comprender la fuerza que poseía.

Pese a que su burbuja protectora se había agrietado, se mantenía firme. La chica alzó las manos para reforzarla, manipulando la materia para convertirla en el material más duro que pudiera existir. Sin embargo, eso no detuvo a Maximus. Vio como el hombre levantaba sus dos puños, y uniéndolo en un solo para formar un especie de martillo, comenzó a golpear. Con cada impacto no solo agrietaba su defensa, sino que hacía vibrar el suelo debajo de ella.  

Ella creía que no podría romperla aunque quisiera, pero que equivocada estaba. Ante aquel quinto y estruendoso golpe, la burbuja se quebró en mil pedazos. Ransell gritó de miedo, y luego recibió un terrible golpe en su estómago. Christopher pudo ver como sangre salió de su boca, seguido de unas fuertes convulsiones. Se dio cuenta que, pese haber recibido el golpe y convulsionar debajo de este, el brazo de aquel sujeto se había desintegrado por completo. La chica pareció volver en sí, y se dio cuenta de que le había dañado. Hubiera celebrado, de no estar en el suelo, con sangre en el rostro y con un dolor terrible en su abdomen. 

Pero, en realidad, no había nada que celebrar: la mano de Maximus se estaba regenerando nuevamente. Christopher, temiendo que su hermana muriera, no soló voló a gran velocidad hacia este, sino que creó un campo protector alrededor de él, encerrándolo y haciéndole levitar para separarlo de su hermana. El hombre comenzó a golpear como una bestia el campo protector, Christopher sabía que no iba a durar demasiado, así que, mientras con una de sus manos mantenía el campo, con la otra, ejercía fuerza telequinética con la intención de inmovilizar el cuerpo de aquel. De esa forma, evitaría que siguiera golpeando el campo protector. 

—¿¡Estás bien!? —Le preguntó a su hermana, asustado de que estuviera mal. 

—No, no lo estoy —dijo la chica con dificultad—. No puedo levantarme —mencionó, con pánico en el rostro—. No siento mis piernas. 

Christopher abrió los ojos al escuchar aquello. Entonces, de la nada, un puñetazo recibió por su costado derecho. Luego, por su costado izquierdo, pero el tercer que venía de frente, logró detenerlo creando otro campo protector.  Aun así, fue impulsado hacia el suelo. Allí, el chico noto que este distorsionaba dimensionalmente una parte de sus brazos y los materializaba donde quería. Se dio cuenta que era inútil encerrarlo.  Pero era demasiado tarde. Allí, dentro de su propi campo protector, este apareció, mirándole con aquellos ojos como la muerte. 

—Muere, Christopher Notherway —susurró Maximus. 

—¡No! —escucharon gritar a Andy por el intercomunicador.  

Maximus envió su puño derecho directo al corazón, y justo cuando iba a impactar en este. Nuevamente su brazo se desintegró. Ransell, pese a estar en el suelo, tenía una mano levantada hacia este. Sin embargo,  este no se preocupó por ello, y usando el segundo brazo golpeó al chico clavándolo al suelo. Christopher gritó de dolor, y escucharon un "click", lo que significaba que la sincronización había acabado. Las costillas del chico estaban rotas, y lo sabía, no podía ni levantarse. 

Entonces, varias cosas sucedieron en ese instante: Gloria, la chica con el poder para teletransportarse, llegó al terreno junto a Nahomi, Sonic y Bionic, acto seguido, desapareció y apareció enfrente de Christopher, interponiéndose delante de Maximus, lo tocó, y volvió a desaparecer. Sin embargo, cuando volvió aparecer a varios metros lejos de los chicos, vieron a la chica sujetada del cuello, intentando zafarse del agarre de este. 

—¡Tú no eres nada! —Le escucharon decir. 

La chica intentó desparecer, pero la distorsión de este le impedía que pudiera hacerlo. Entonces, de la misma forma que acabó con Lyam, lo hizo con Gloria. Arrojando a la chica a un costado. 

—¡No importa quien venga, los mataré a todos! —rugió con una sola emoción por primera vez vista: enojo.

Christopher en ese instante se miró el fango entre sus manos. Avistó su alrededor, y descubrió que una parte del bosque que Vemna había construido ya se había borrado por la reciente lucha contra Maximus. Sin embargo, su vista se detuvo justo donde estaba el río y el puente, desde su perspectiva, la guerra había hecho tantos estragos, que se había creado pequeñas excavaciones del terreno, llenas de agua verduzcas que asemejaban a un pantano. El olor a oxido en su nariz, le hizo recordar aquel sueño que había tenía cuando despertó en aquella habitación de contención de la Fuente A. Se dio cuenta que, el extraño olor provenía de toda la sangre que estaba mezclado con el fango. 

Se preocupó, y recordó:

"El Nihilismo, si bien es la existencia de lo que existe, puede personificarse en todo criatura que vaya en contra de lo que ha sido creado", aquella voz de aquella fémina de aspecto brillante, como el oro, con varias alas sobre su espalda, la recordó. 

"¿Quién eres?", recordó preguntar, sin entender lo que quería decir.

"No importa quién soy. Lo que importa es si reconoces tú, quién eres. Mi historia ya se ha contado, la tuya apenas está en proceso...", fue su respuesta. 

Sabía, que si no hacían algo, iba hacer inminente la muerte de todos sus amigos: "Nunca podrás matarme... Mongol está muerto y ya no queda nadie de Los Pasajeros, solamente quedas tú.", esa era la última frase que había oído de parte de Rogger en su sueño. 

—¿Estás bien? —Preguntó Nahomi, colocando sus manos sobre su pecho y comenzando su inspección. Christopher asintió, pero quería saber como estaba Ransell—. Ella está bien —dijo ella, como si leyera sus pensamientos—, se había dañado la columna. De no haber venido, posiblemente hubiera quedado paralítica. Por Dios, tienes las costillas rotas y tus pulmones se llenan de sangre. 

Y escupiendo sangre, unos minutos después, volvió a respirar y pudo pronunciar una palabra.

—Ese monstruo... 

—Tu hermana fue detrás de él, Sonic y Bionic están aquí también, y tienen un plan —dijo ella, con las cejas arqueadas concentrada en su tarea.  

—¿Qué plan? —Le preguntó curioso. 

Ella no parecía estar de acuerdo con lo que fuera que habían dicho. Christopher se tentó en leerle la mente, pero no, esperaba que ella confiara en él para contarle. 

—Intentarán hacer la sincronización de nuevo —mencionó, sin dejar escapar su preocupación en el rostro—. Me parece una locura, después de lo que pasó la última vez que ocurrió. Por eso, Shorty... 

—Las cosas pueden ser diferentes ahora —mencionó Christopher, intentando tranquilizarla, aunque no parecía funcionar—. No perdemos nada con intentarlo. Si funciona, tendremos alguna probabilidad de éxito, si no, bueno, tendremos que pensar en alternativas que nos permitan salvarlos. Cuando peleamos con los hermanos Nova, fue difícil pero logramos vencerles e incluso contener una explosión de nivel atómico. Con este hombre pareciera que rompiera toda las reglas de la lógica. 

En el momento que Maximus asesinó a Gloria, recibió un fuerte impacto frontal que lo impulsó a decenas de metros del lugar, golpeando una y otra vez con el suelo. De haber sido humano y de no tener aquella capacidad regenerativa, hubiera recibido raspones y rasguños, e incluso hematomas, y si los tuvo, todas se había curado. Ahora, el problema que Maximus tenía delante de él, es que nunca escuchó aquel ataque, tan siquiera lo percibió. Incluso, su cuerpo temblaba y no entendía por qué. En un momento, el flujo de energía que transmitían los hermanos —Sonic y Bionic—, era suficiente como para determinar su posición en el espacio, pero de haber sentido eso hace un rato, hubiese sabido que atacarían.

Intentando controlar su cuerpo en cada espasmo muscular, se levantó un poco, observando que el cuerpo de la chica que había asesinado había sido tomado por la otra, a la que según su sistema se hacía llamar Ransell. Los otros, su computadora le reveló que se trataban Sonic y Bionic. Más allá, entre la densidad de los árboles, su computadora visualizaba al otro hermano de la chica y una mujer, mutante D, con capacidad regenerativa y adaptación a la que su sistema reconoció como Nahomi. 

Él no iba a permitir que se entrometieran en los planes de muerte que ya había predestinado para los chicos, así que desapareció y apareció en el aire, para atacar desde esa distancia y acabar de una vez con la vida de Ransell. La chica reaccionó colocando un escudo de nuevo, y aunque esta vez no iba a caer en los trucos de ella, pues enviaría un puñetazo a través de su distorsión dimensional, el cual era capaz de atravesar cualquier defensa. Observó el miedo en el rostro de ella, y de haber tenido emociones podría creerse saboreando aquella esencia, sin embargo, antes de que pudiera proporcionar aquel golpe, nuevamente fue interceptado por aquella energía, y otra vez había sido mandado a volar, golpeando el suelo varia veces, pero terminó estrellándose con una enorme roca que terminó destruida. Movió la cabeza de un lado a otro, se sentía mareado, y cuando intentó levantarse, se cayó nuevamente el terreno. 

Necesitaba escanear aquel ataque sólo para averiguar la base de este. Y haciendo aquello, con ayuda de su computadora interna —proporcionada al ser un androide—, comprobó que se trataba de una fuerte mezcla de frecuencias sónicas a alta velocidad. Buscó la fuente de aquel poder y se sorprendió al ver que provenía de los dos chicos anteriores. Sabía que uno de ellos creaba onda sonoras, pero el otro, solo usaba la hipnosis. ¿Cómo es que ambos podían hacerlo en ese instante?

Sonrió. Seguramente se habían sincronizado. Se levantó con lentitud y torpeza. Todo su cuerpo estaba cubierto de lodo y tierra, por lo que limpiándose un poco, miró a Sonic y a Bionic. Los chicos tenían los ojos clavado directamente a él. Desapareció en menos de un segundo, y apareció detrás de los dos hermanos, pero estos ágilmente esquivaron el ataque. Ambos atacaron con una frecuencia sónica tan alta —estando uno a la derecha y el otro a la izquierda—, que hizo arrodillar a Maximus mientras gritaba de dolor, tocándose su cabeza.

Cuando Christopher se acercó a la escena, quedó sorprendido de ver como estos doblegaban al hombre. 

—¿Cómo es posible? —Preguntó. 

—Parece que no solo son capaces de producir el sonido —dijo Ransell, acercándose con la chica que había muerto. Nahomi se acercó a ella, para inspeccionar a ver sí había algún remedio—. También, manipulan las vibraciones de su entorno para descubrir a su oponente o indagar cuando atacará —vio a Nahomi que negaba con la cabeza sobre el cuerpo de Gloria—. El cuerpo está constituido por setenta por ciento de agua. Y el agua es un buen conductor de sonido, por eso logran doblegarlo de esa manera.

—Solo éramos los combatientes equivocados —dijo Christopher, al reconocer que ellos no pudieron hacer demasiado. 

Ransell negó con la cabeza. 

—Si despertáramos realmente nuestro poder, el mismo que Marry logró obtener, él sería polvo —respondió ella, cabizbaja.   

Otra vez vieron la emoción del enojo en Maximus. Christopher frunció el ceño. 

—Había creído que no tenía nada humano, pero mírenlo —señaló al hombre, que gritaba con fiereza intentado repeler las ondas sonoras que le aturdían—. Expresar cualquier emoción, representaría una cualidad humana. 

—Ellos han descubrieron su punto débil —habló esta vez Nahomi—. No tendría este, si Marry no hubiera acabado con la vida de la otra androide. 

Sonic y Bionic detuvieron su ataque. 

—¿Qué ocurre? —Preguntó Ransell, preocupada. 

—Están preocupados que la lucha se extienda más —dijo Christopher, con la misma preocupación que todos absorbían allí—. Ellos no controlaban su sincronización como nosotros,  y temen que se salga de control como la última vez o Maximus sería el menor de nuestros problemas.

Viero a Maximus desaparecer, aprovechando esa oportunidad de debilidad. Y cuando apareció por encima de Sonic y Bionic, estos le detuvieron en el aire con otra vibración sónica que lo mandó al suelo nuevamente. 

—Entiende que es inútil que quieras escapar... Será mejor que te prepares para tu muerte —Sentenciaron Bionic y Sonic, al mismo tiempo. 

—¿Cómo es que no logro escuchar tus ataques? —Preguntó Maximus, mientras se levantaba otra vez, torpemente.

—El sonido es un fenómeno físico, capaz de emitir vibraciones causadas por cuerpos materiales. El sonido se transmite con facilidad a través del aire, pero se transmite mejor a través de los sólidos y los líquidos. Y tú, eres un candidato eficaz para este tipo estimulación —aclararon ambos.

—Interesante teoría... —siseó Maximus, con una sonrisa.

De pronto, vieron como todos los elementos de los robots rastreadores, naves novicias y robots colosales que había sido destruidos, pero que tenían partes funcionales, comenzaron a ser atraídos por este, por una especie de magnetismo. Se unieron en su cuerpo, y una energía rojiza comenzaba a fluir en él, lo que permitía que estos se licuaran con él mismo. 

—¿Qué está haciendo? —Preguntó christopher sin entender. 

Los ojos de Sonic y Bionic se iluminaron, revelando que ambos habían adquirido sus propios poderes, y se encontraron con algo realmente terrible: cada parte que iba absorbiendo, no solo se fusionaba con él, sino que reestructuraba toda la anatomía de este, moviendo cables, dispositivos, como si fuera un rompecabezas. Increíblemente, su cuerpo no crecía sino que disminuía en tamaño, su piel perdió ese tono grisáceo y tomó el color de la piel de alguien caucásico, sus ojos ya no era negros, sino que tenía una esclerótica blanca con el iris azulado. Los músculos de su cuello eran extensiones azuladas, brillantes, donde parecía que fluía energía, y se extendía por todas sus articulaciones —que llevaban el mismo material—. Si, en teoría parecía más humano, peor al mismo tiempo con articulaciones más pronunciadas de las máquinas. Pero lo que realmente parecía imponente, era aquella mirada helada. 

Se veía mucho más inofensivo, de no saber quién era, cualquiera podía confundirlo como un simple androide de experimentación. Su cuerpo anterior era terrorífico, pero el nuevo, lo único temible que tenía era su mirada fría y calculadora, casi sin vida.

Sonic y Bionic lanzaron de forma combinada una onda sónica de alta frecuencia. Aquella fuerza invisible que sólo movía el aire ante la fuerza, fue esquivada por Maximus con mucha facilidad. sin embargo, todos vieron como el ataque de estos había barrido con una parte del bosque. Su potencia no era un juego de niños. 

—¿Cómo pudo esquivarlo? —Se preguntaron los hermanos sincronizados. 

Sin perder la esperanza, ambos comenzaron a correr hacia Maximus, y colocando una de sus manos en su boca para emitir un silbido, enviaron otros tres ataques. Al igual que la última vez, este lo esquivó moviéndose entre sombras distorsionadas de un lado a otro, y desapareció. 

Los chicos se detuvieron, y sabiendo que aparecería detrás de Bionic, Sonic se preparó para atacarle. Sin embargo, no fue lo que ocurrió. 

Maximus apareció detrás de Sonic, sorprendiéndolos, y antes de que este pudiera protegerse, recibió un fuerte golpe en su estómago que lo impulsó por los aires a gran velocidad. Bionic quiso alcanzar a su hermano, pero antes de poder moverse, Maximus apareció delante de él. Bionic esquivó un primer golpe, pero lo alcanzó el segundo que no vio a venir por su costado derecho, mandándolo a volar también. Ambos hermanos trastabillaron cuando se levantaron del suelo con dificultad. Maximus, en un parpadeo apareció nuevamente delante de Bionic, viéndole con aquella suficiencia, que a diferencia de su cuerpo anterior que mostraba enojo, revelaba la soberbia que sentía sobre la raza humana.  

Por los movimientos de los hermanos, posiblemente tenían fractura de alguna costilla. Alzó el puño para acabar con la vida de este, cuando una onda psíquica le impactó y lo hizo apenas retroceder. 

—¿Cómo es que engaña al sonido? —se preguntaron Sonic y Bionic al mismo tiempo.

—No engaño al sonido, le engaño a ustedes... —Sentenció Maximus, con tranquilidad—. Tengo la capacidad de distorsionar el espacio, puedo incluso mover este y alterar ciertos criterios del tiempo. Eso, sumado con la capacidad de crear portales que me permitan desplazarme sobre las dimensiones, puedo confundirlos. La base perfecta de este cuerpo no sólo consiste en el aumento de mi poder, antes podía sólo crear un portal en el espacio y ahora puedo hacer varios de ellos al mismo tiempo, engañándoles a ustedes, pero también puedo ver la dirección de su ataque. Es líneal. Eso sucede cuando la frecuencia es tan alta que es incapaz de doblar su trayectoria. Eso es un punto débil, humano. Y yo he corregido mis defectos —se miró su propio cuerpo de nuevo—, aunque no soy tan poderoso como cuando luché contra esa chica todavía...

Bionic aprovechó su plática, para lanzar un ataque sónico, el cual le dio de lleno a este. Pero tan siquiera le movió.

—Por ejemplo, ahora puedo alterar el espacio de tal forma que puedo volver relativo a la misma materia, incluso mi cuerpo. Es por ello que tu ataque tan siquiera me es efectivo. Soy ahora un ser completamente perfecto y sin fallos... —Continuó Maximus.

—Hace un momento dijiste eso, y demostramos que tenías fallos. No voy a creer que los has resuelto ahora solo porque has rebajado cuarenta kilos —vociferó Bionic, con ironía.

Con un movimiento rápido, sujetó del cuello a Binoc. Ransell asustada por lo que se aproximaba, intentó desintegrar su brazo como lo había hecho la última vez, y sí, aunque vio las partículas disgregarse, nunca terminó de desintegrarse por completo. 

—Es imposible —dijo ella—, parece un espacio infinito de materia.

Bionic, incluso sujetado del cuello, envió numerosas ondas sonoras pero ninguna tenía efecto alguno. Incluso, intentó usar poderes de hipnosis que le proporcionaba Sonic, pero no funcionaba nada. Sonic corría hacia él, con lágrimas en los ojos, al igual que Christopher y Ransell que habían iniciado el vuelo hacia ellos. No podían perderlo. 

—¿Qué sucedería si te llevara a un lugar completamente diferente? ¿Molestarías menos?

Y diciendo aquello Maximus, desapareció junto a Bionic. 

Sonic sintió un pequeño "click" y descubrió que la sincronización había desaparecido. Y antes de que cayera en cuenta que su hermano ya no estaba, el rostro se le llenó de pavor. Christopher y Ransell estaban tan anonadados como él. 

Y como es de esperarse, comenzó a  gritar desesperado;

—¡¿Dónde está mi hermano?!

Vio a Ransell y a Christopher, y corrió hacia ellos y se tropezó, cayendo a los pies de estos. 

—¡Por favor, Christopher, dime dónde está mi hermano! 

—Yo... no lo sé —mencionó este, intentando descifrar lo que había pasado. 

Sonic comenzó a llorar, mientras caía al suelo sin poder aguantar más el vació que crecía en su interior. Tan siquiera sabía si su hermano había muerto. La sincronización se había acabado y fue el único estímulo que su hermano había dejado en él: ausencia.

No obstante, no había tiempo para lo que fuera que tuviera que vivir, sea duelo o luto, pues  Maximus apareció nuevamente, pero algo había ocurrido en él. Estaba ensangrentado y le faltaba su brazo derecho.  Ransell, Nahomi Y Christopher, se dieorn cuenta que algo había ocurrido. Sonic, cegado de la ira y por sus emociones, no pareció notarlo, puesto que se levantó y comenzó a correr hacia este, y aunque Nahomi intentó detenerle, sólo consiguió que Sonic le durmiera al tocar su sien. Maximus miraba con horror su brazo, que tan siquiera prestó atención cuando Sonic lo tomó del cuello.

—¿Dime que has hecho con mi hermano?

Maximus le miró, entonces Sonic vio miedo en su mirada, jamás creyó que un androide mostrara alguna emoción, era lo lógico.

—Él es...

No había terminado decir la frase, cuando una sombra apenas se vio, y la cabeza de Maximus rodó en el suelo. Todos se quedaron desconcertado por lo que había pasado, y descubrieron que quienes habían hecho eso, habían sido el velocista de nombre Jorge y Oslo. Habían mezclado la velocidad, con la fuerza e invulnerabilidad de Oslo, logrando penetrar el cuerpo de Maximus. Y con un salto por parte del mayor, aplastó el cráneo de este. 

—No puede regenerarse si él único órgano que envía tales señales está muerto —dijo, viendo la mezcla de sangre, aceite y metal debajo de sus pies. 

El grito de Sonic se escuchó en todo el lugar, negando la imposibilidad de no tener respuesta del paradero de su hermano. Ransell, aprovechó dicha oportunidad para desintegrar el cuerpo por completo, pero lo que nadie previó, es que cuando Oslo se acercó para darle sus condolencias, Sonic le dijera:

—¡Has acabado con la posibilidad de conseguir a mi hermano! ¡Es momento que te dé el sueño eterno!


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