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«Macarrones con queso y besos»

Jugueteaba con los hilos sueltos de su suéter mientras escuchaba la melodía suave de alguna canción en la estación de radio ambientando el fondo. El dulce olor a miel y coco se volvía agrio para su olfato, frunció su pequeña naricita ante la profunda fragancia.

ㅡ¿Estás enfadado conmigo?ㅡmurmuró suave, dibujando formas delicadas sobre su rodilla.

El pequeño cachorro de seis años, sentado sobre el asiento del copiloto del auto de su padre, con el cinturón de seguridad cubriendo su delgado y pequeño cuerpo. Su nariz teñida en un color rojizo, causado por tantas veces que la sorbió. Los labios delgaditos y pequeñitos temblando entre los dientes del infante, sosteniendo los sollozos.

ㅡNo mi cielo, no estoy enojado contigoㅡEse tono suave y cariñoso que usaba siempre que hablaba con sus hijosㅡ. Papá me dijo que no querías bajar, ¿Quieres hablar, JungWon?ㅡle preguntó en un susurró silencioso, extendiendo su mano hacía la mejilla con los rastros de las lágrimas.

El menor negó, haciendo revolotear esos bucles caramelo y agachando su cabeza. La fragancia a lavanda y dulces de azúcar estaba baja, con esos tintes de tristeza que hacían que su corazón pesara baldosas.

ㅡJungWon, tienes que verme a los ojos cuando te hablo. Lo sabes, bebéㅡTaeHyung alcanzó el botón de volumen del la radio, dejando en un silencio todo el interior del auto.

JungWon tuvo que respirar hondo varias veces, su cuerpecito temblaba y hinchó sus mejillas cuando finalmente alzó el mentón. Los ojos azules de su padre estaba ahí, con ese azul tan mágico y único. Las largas pestañas y caídas, siendo la guardia real de esos diamantes. TaeHyung sintió el pecho hincharse al ver al cachorro, facciones tan similares a su esposo; la nariz de botón, respingona o los pómulos altos, pero podía ver los labios llenitos y en color cereza o el mismo lunar bajo ellos, idéntico al suyo.

ㅡPapiㅡbalbuceó JungWon, con los ojitos inundados en lágrimas, brillantes, pero opacos detrás de la melancolía y culpa. JungKook solía ser mejor que él para guardar la compostura ante esos ojos de cachorro de sus hijos, él no podía. Su corazón caía hasta su estómago y las inmediatas ganas de reconfortarlos, sin importa si la responsabilidad era de ellos.

ㅡOh, bebé, ven aquíㅡTaeHyung abrió sus brazos, en una invitación que JungWon no diría que no. El pequeño cuerpo de su hijo mayor se pegó al suyo, haciendo que sus brazos se envolvieran sobre su torso, acariciando su espalda en caricias suaves de arriba hacia abajo.

El corazón de TaeHyung se sentía pequeñísimo, ante los sonidos de los sollozos romperse entre los regordetes labios de su bebé. JungWon creía que los abrazos de su papi era los más cálidos del universo, siempre que no podía ir a dormir por las noches, detrás de las pesadillas, corría de la habitación para escabullirse en la cama de sus padres. Entre besos y abrazos de sus padres, podía volver a dormir sabiendo que estaba seguro.

JungWon era casi una copia a mano de JungKook, pero TaeHyung sabía que era igual a él en otros aspectos. La naturaleza de un lobo se daba a conocer al cumplir los cinco años, desde antes de que JungWon se mostrara como un omega, sus padres lo sabían. JungWon era delicado y tranquilo, le gustaba colorear sentado en el jardín o ver a su papá JungKook cocinar el desayuno de deliciosos dulces, prefería contar las estrellas antes de dormir y su voz siempre era suave y tranquila. El olor de JungWon siempre había sido delicado, finalmente a los cinco años ese exquisito olor a lavanda y azúcar se presentó.

Solía ser tímido y prefería sentarse cerca de sus padres y escuchar las conversaciones aunque no entendiera, a tener que jugar con más niños. Le costaba sentirse cómodo fácilmente y tendía a que sus manitas temblaran cada vez que se ponía nervioso. Pero JungWon era cariñoso y detallista, idéntico a JungKook.

ㅡTienes que decirme que paso, amor. Prometo no enfadarmeㅡmurmuró TaeHyung contra los cabellos del menor, deteniendo un poco sus movimientos.

JungWon se separó con los ojitos cielo brillantes y las mejillas blancas completamente coloradas. También ese dulce y triste puchero en sus llenitos labios.

ㅡ¿Lo prometes?

TaeHyung contuvo las risas, esos ojitos podían pedirle la luna y él con gusto iría a por ella.

ㅡLo prometo.

ㅡ¿Por la garrita?ㅡJungWon extendió su dedo meñique, con un gesto serio en su rostro.

Las promesas por la garrita eran sagradas, JungKook se las había enseñado y ahora, todo aquello que fuera importante sería por juramento.

ㅡPor la garritaㅡEstá vez TaeHyung enrollo su meñique en el de su cachorro, con una sonrisa reconfortante. JungWon arrastró una diminuta sonrisa en sus labios, sorbiendo su respingona naricita.

JungWon suspiró demasiado preocupado, TaeHyung quería reír, ese pequeño cachorro no debería tener preocupaciones

ㅡEs que...ㅡsus labios temblaron en el recuerdoㅡ. Jay me robó mi crayón azul y yo estaba haciendo un dibujo de papá y papi, y yo necesitaba el color azul porque es tu color favorito y el de los ojos de papá, pero él no me lo quiso dar y me gritó. ¡Me gritó, papi!ㅡbufó indignado.

ㅡ¿En serio, cachorro?ㅡintentó decir lo más serio posible, pero sabía que sus ojos dirían otra cosa y en verdad esperaba que su hijo no lo notará.

JungWon asintió energéticamente.

ㅡY tío NamJoon me dijo que nunca nadie me tenían que gritar porque era malo y me hacía daño en mis orejitas, entonces me hizo llorar mucho porque era mi color azul, papi, mío, pero él se burló de mi y me hizo llorar más y recordé que tío YoonGi dijo que no era malo llorar...ㅡTaeHyung no podía creer lo mucho sus amigos influían en la vida de sus cachorros. Quería llorar simplemente de la felicidadㅡ. Así que hice lo que me dijo tío JiMinㅡdeclaró decidido, cruzando sus brazos frente a su pechito.

ㅡ¿Qué te dijo JiMin, cielo?ㅡpreguntó alzando la ceja.

ㅡQue pateara a cualquiera que me haga llorar, papi, y lo pateé.ㅡasintió, con una sonrisa orgullosa.

TaeHyung abrió los ojos como platos, sorprendido.

Oh no...

Debía dejar de juntar a JungWon con los chicos, aunque lo veía imposible. JungWon era la luz de todos sus tíos, era el primero y el más consentido, principalmente JiMin tenía una fascinación con su ahijado y le metía esas ideas locas.

JungWon y JiMin, ese par de omegas le daría jaqueca.

ㅡ¡Prometiste por la garrita no enfadarte, papi!ㅡchilló rápido JungWon, corriendo a su asiento y poniendo sus brazos sobre su torso. TaeHyung nunca había golpeado a ninguno de sus hijos, mucho menos JungKook, ambos creían que era una pésima herramienta para educar a los cachorros, preferían sentarse y hablar, sin importar los berrinches, pero cuando había castigos, podían ser más divertidos que negativos. Por ejemplo, cuando JungWon lloraba por no querer ducharse, JungKook le haría cosquillas hasta que se rindiera y terminando yendo él solito a la tina, así que JungWon creyó que TaeHyung le haría cosquillas como castigo.

TaeHyung respiró hondo, cepillando con sus dedos sus rizos.

ㅡNo estoy enojado, pero si tenemos que hablar. Ven aquíㅡtanteó su regazo con su palma.

JungWon se mostró dudoso, pero terminó haciéndolo, gateando hasta sentarse sobre el regazo de su padre, presionando la espalda contra el volante.

ㅡ¿Sabes que lo que hiciste es malo, cierto?

ㅡ¡Pero él me gritó, papi!

ㅡY es tu mejor amigo, JungWonㅡreprochó, pellizcando una de las mejillas del menorㅡ. Entiendo que no te haya gustado eso, a nadie le gusta que le griten, pero dime, ¿fuiste paciente cuando se lo pediste?

JungWon abrió sus ojitos, parpadeando rápido e hinchando sus mejillas.

¡Punto para TaeHyung!

JungWon no era paciente, nada, nadita. Siempre quería las cosas en el momento, sin importar lo que estuvieran haciendo las demás personas. JungKook y TaeHyung estaban trabajando en ello, pero luego estaban las abuelas del cachorro que lo mimaban demasiado, dandole todo en bandeja de oro. JungWon era un consentido de primera.

ㅡ¿Lo fuiste, cachorro?

El niño agacho su cabeza y negó.

ㅡLo ves. No es tu culpa, tampoco la de Jay, solo recuerda que deben comunicarse siempre y ser paciente, tú lo sabes. Mañana le llamaremos y hablarás con él, le dirás que no te gustó que te haya gritado y se disculpe por eso, y tú te disculparas por lastimarlo. ¿De acuerdo?

JungWon suspiró melancólico, ese olor a lavanda jugueteando en el aire.

ㅡ¿De acuerdo?ㅡrepitió TaeHyung, presionando las cosquillas del menor y haciéndolo reír bajo.

JungWon asiente, subiendo su mentón, sus ojitos cristalinos y sus llenitos labios en un puchero arrepentido. TaeHyung sintió su corazón derretirse con esas estrellitas, y deja un sonoro beso en la mejilla izquierda de él. JungWon ríe, esa bonita risa que amaba sus padres.

ㅡDeberás dejar de juntarte con JiMin.

ㅡ¡Papi!ㅡdijo con el entrecejo fruncido y un sonrojo al instante.

ㅡPapi nada, tendré que hablar con tus tíos, pero será luego. Anda, hay que ir a dentro, papá JungKook hizo macarrones con queso.

ㅡ¿Con extra queso?ㅡLos ojitos brillantes del cachorro.

TaeHyung rio por la nariz.

ㅡCon extra quesoㅡaseguró, asintiendo.

Después de eso, JungWon se removió saliendo a prisas del auto y correr por el jardín para entrar como bala hacía la pequeña y acogedora casa de paredes amarillo suave y porche blanco. TaeHyung rio sonoramente, intentando seguir sus pasos y dandole un ultimo vistazo al auto.

Al entrar a casa, cerró la puerta y colocó la mochila de superhéroes en el vestíbulo, ordenando los pequeños zapatos que JungWon había dejado botados para correr hacía la cocina. En el proceso de su charla, TaeHyung había escuchado su barriguita rugir, era un omega glotón.

ㅡ¿Omega?

Esa voz que alertaba todo sus sentidos. Dulce y varonil, que aun con los años le ponían los vellos de punta y el corazón en carrera como si de un maratón se tratará.

ㅡ¡Aquí!ㅡexclamó TaeHyung, conteniendo una sonrisa.

Justo a final del vestíbulo, saliendo de salón de la casa, JungKook apareció, con esos ojos oceánicos brillantes cuando encontró a su omega, con el cabello ligeramente despeinado y la camiseta que se ceñía sobre su torso y bíceps que probablemente hubieran hecho babear a TaeHyung y tener a su omega ansioso, pero no pudo ser posible, cuando su corazón se hinchó enorme al ver esa cabellera castaña oscura lacia y piel besada por el sol con grandes y somnolientos ojos verdes con esos tintes más azules.

WonYoung, su pequeña cachorrita de casi cuatro añitos.

ㅡ¡Miren quién despertó!ㅡTaeHyung habló en un tono muy agudo, acercándose a sus dos soles. JungKook sonrió enorme, sosteniendo entre sus brazos a la cachorra adormilada, que se alertó al escuchar la voz de su otro padre.

ㅡ¡Papi!ㅡchilló WonYoung, extendiendo sus regordetas manitas en su dirección.

TaeHyung tomó a la cachorra entre sus brazos, besando sonoramente las mejillas blanditas. Haciéndola reír divertida, poniendo sus manos a cada lado de la cara de TaeHyung.

ㅡDespertó hace poco. Comenzó a llorar porque no te vio cercaㅡexplicó JungKook, con su mano sobre la cintura de TaeHyung y observando las sonrisas adormiladas de dientes pequeños de WonYoung.

ㅡGracias, alfa.

TaeHyung picoteó rápido los labios de JungKook, haciéndolo gruñir bajito y apretar su agarre sobre su piel, TaeHyung rio.

WonYoung tenía sus ojitos expectante a sus padres, brillantes pero ese tinte de sueño aun. WonYoung era la princesa de papá, JungKook literalmente estaba en la palma de la mano de ella, así que si, a veces se ponía un poquito celosa cuando JungKook besaba a su papi y a ella no.

JungKook rio porque lo sabía, se inclinó y picoteo la nariz de de botón de su chiquilla, haciéndola sonreír.

ㅡGracias, papá.

ㅡDe nada, princesa.

TaeHyung sentía a su omega derretirse como helado sobre el piso, amaba a su familia. A sus hijos, a su esposo y también a su pequeño gatito SoonIe , sí, sorpresas. Fluffy fue un gatito bastante coqueto, terminando por tener con una bonita relación con una gatita al final de la calle de la casa de su madre; una camada de mininos habían nacido de ese amor. Fluffly vivía feliz su vida en casa de la madre de TaeHyung, y SoonIe, una de sus crías enamoro a sus dos hijos, terminando con ella en casa.

Y bien, su omega seguía viendo a ese hermoso alfa con corazones en los ojitos.

ㅡCachorra, tu hermano esta lavando sus manos y preparándose para comer, ¿por qué no le dices que te ayude para estar lista?ㅡdijo TaeHyung con una sonrisa.

WonYoung asintió, pestañeando con esa largas pestañas.

ㅡSi, papi.

TaeHyung bajó a la cachorra, viéndola correr a dirección del baño de la planta baja en donde seguramente JungWon estaría terminando de alistarse. Sus pequeñas y regordetas piernas con esa bonita falda de olanes rosados. WonYoung aun no llegaba a su edad para definir su casta, pero JungKook y TaeHyung ya se olían algo. La pequeña ojiazul era protectora y solía gruñir cada vez que alguien hiciera llorar a JungWon, tenía un olor ligeramente almizcle y era difícil pelear con ella, pues terminarías perdiendo. Era una total alfa, sin duda.

WonYoung amaba a sus padres, hermano mayor y a SoonIe (aunque ella le maullaba como loca cada que la tomaba). Si alguien les hacía algo, ella gruñiría e intentaría sacar sus colmillos de leche, furiosa. Eso había sido lo que enamoro perdidamente a su tío YoonGi y tía NaYeon, y era la consentida de ellos.

NamJoon era intermedio, amaba a sus dos sobrinos.

TaeHyung suspiró, cansado.

ㅡOh, mi amorㅡmurmuró JungKook, girando el cuerpo de su omega para envolver sus brazos en la cintura de él, apegándolo a su pechoㅡ. Te ves cansado, ¿no has terminado el borrador?

El omega negó, con un puchero en sus rellenitos labios.

ㅡ¿Qué te parece si llevamos a los cachorros a casa de YoonGi a jugar con Gaeul y nosotros tomamos una ducha juntos?ㅡEl tono de voz de JungKook es suave, aterciopelados para sus oídos, con su ceño ligeramente fruncido y masajeando la parte baja de la espalda de él.

Gaeul, la bonita omega de cinco años hija de YoonGi y NaYeon. Ella era preciosa, de ojos azules y cabellitos rizados y largos, era pequeñita como NaYeon, pero audaz y fiera como YoonGi. TaeHyung a veces pensaba que Gaeul era una omega demasiado alfa, era la única que podía llevar una ventaja con el temperamento de WonYoung.

El omega de TaeHyung se removió ansioso. No sonaba mal esa idea.

ㅡ¿Qué te parece?ㅡsusurró JungKook, dejando un beso sobre los labios de él, con ese olor tan delicioso adormilándolo y colocándolo tan sumiso en sus brazos. TaeHyung había crecido, no era el mismo adolescente de hace años, nadie podía pasar sobre él nunca más, pero simplemente se sentía caer entre los brazos de su alfa.

La mirada coqueta de JungKook le hizo titubear.

ㅡ¿Qué tal si YoonGi y NaYeon están ocupados?ㅡmusitó con un pucherito. Era una posibilidad.

ㅡBien, podemos decirle a NamJoonㅡalzó sus hombros, enroscando un rizo que caía en el rostro de TaeHyung para llevarlo detrás de su oreja.

TaeHyung soltó una carcajada.

ㅡNo podemos usar a nuestros amigos como niñeras.

JungKook le ofrece una sonrisa amplia y burlona.

ㅡA menos que quieras dejarlos con JiMinㅡmurmuró él.

ㅡNi me lo mencionesㅡbufó indignado.

JungKook no pudo soltar una carcajada sonora, presionando sus manos sobre la piel de TaeHyung, ganándose un golpe en el pecho de su omega.

ㅡ¿Te lo dijo?ㅡSu cara de alegría y humor brillar por sí mismo.

ㅡNi me lo recuerdes. Tengo que hablar con JiMin. ¡Pateo a Jay!ㅡse quejó agudo, negando con la cabeza.

El gesto de enojó en el rostro de TaeHyung derritió el corazón de JungKook. Los llenitos labios fruncidos, pero ese brillo de burla que sus esmeraldas. Él sabía que TaeHyung en verdad encontró divertido eso. No sé iba a quejar, prefería que su cachorro se defendiera siempre.

El alfa de JungKook estaba ansioso, viendo esos labios que eran suyos, solo suyos y teniendo tan cerca a su omega, le tenía hipnotizado. Sin importar los años, JungKook estaba comiendo de la palma de su mano. Enamorado cada día de TaeHyung.

No tardó en acortar la distancia, atrapando los labios rosaditos de él. El sabor dulce a miel y coco, haciéndolo tener a su alfa moviendo la cola de la felicidad. TaeHyung jadeó de sorpresa, pero se dejó ablandar entre los brazos de su alfa que lo tomaban con determinación y fuerza. Había tenido un día largo de escritura y los besos de JungKook eran un motor.

JungKook se permitió deslizar su lengua por los labios de TaeHyung, intensificando el beso, con ese olor que se volvía más y más dulce, llevándolo al final de precipicio. TaeHyung sabía a gloria, a hogar. Quizás se estaba excediendo, pero que más daba. Ese omega era suyo, de nadie más y nunca se cansaría de tenerlo en sus manos y ahogar esos gemidos suavecitos que eran solo suyos. Era cierto que desde que TaeHyung entró en estado por primera vez, JungKook se volvió un poco posesivo con su omega y cachorros, pero nadie lo culpaba. Quería que su familia fuera feliz, él mismo se encargaría de hacer que todo lo que parecía imposible se volviera posible por esos ojos de estrellas fugaces que lo hacían sentirse anclado a una vida de ensueños.

ㅡ¡Papás! ¡Ew!

Un chillido agudo los hizo separarse, o mejor dicho, hizo que TaeHyung se separara con las manos sobre el pecho de JungKook, sintiendo el gruñido. TaeHyung se dejó llevar de más, y principalmente lo sabía. JungKook estaba a punto de entrar en celo de nuevo.

JungWon de pie a paso de ellos, con los ojos cerrados fuerte horrorizado, y ambas manos sobre los ojitos de WonYoung a su lado.

TaeHyung rio.

Picoteó rápido los labios de su alfa, zafándose a regañadientes de sus brazos y acercándose a sus cachorros, hincándose frente a ellos.

ㅡPueden abrir los ojos, cachorrosㅡmurmuró, burlón.

JungWon abrió primero un ojo y cuando vio a su papi frente a él, alejado de las garras del lobo feroz, abrió ambos ojos y quitó su mano de los ojitos de WonYoung, que reía bajito como si estuvieran haciendo una travesura.

ㅡ¿Qué les parece si comemos juntos y pasan la noche con sus tíos YoonGi y NaYeon?

El par de ojitos de sus cachorros se abrieron, brillantes como luciérnagas y asintieron efusivamente con sonrisas bonitas. También logró escuchar ese gruñido de su alfa, y no mentía que había puesto a su omega desesperado.

ㅡ¡Excelente! ¡Es hora de comer!ㅡJungKook alzó la voz con un tono muy alegre, acercándose a sus dos cachorros y atrapándolos en ambos brazos, plantando besos sonoros en sus mejillas. Encaminados a la cocina.

TaeHyung carcajeo, viendo como JungKook giró a lanzarle un guiño de sonrisa brillante y cejas alzadas.

Ese alfa le tenía loco.

Al final del día, las cosas salieron al plan. WonYoung y JungWon prepararon sus maletas ellos solitos para ir a casa de sus tíos, donde los recibieron con brazos abiertos y una Gaeul feliz de tener con quien pasar la noche. JiMin prometió pasar en la mañana por ellos y llevarlos a los tres cachorros al parque de diversiones. TaeHyung no podía decirle que no, su alfa estaba a horas de entrar en celo y prefería tener a sus hijos lejos.

Y no sé quejaba. Le gustaba tener a JungKook para él solo.

JungKook dejaba besos húmedos por la explana de su nuca y cuello, en cada uno de sus lunares, conociéndolos a la perfección. En un momento, se concentró en esa bella marca plateada, completamente sana, pero a quién mentía, en un par de horas volvería a estar abierta.

Ambos dentro de la bañera de su cuarto de baño, con el agua tibia limpiando sus cuerpos, con ese tono rosado después de la burbuja de baño que TaeHyung echó, las luces apagadas y el par de velas de arándanos encendidas alrededor para crear una aura intima. El par de copas de vino en el borde de la bañera.

ㅡMíoㅡgruñó JungKook, sobre la piel de la garganta de TaeHyung, con sus manos curiosas bajo el agua en su torso desnudo.

TaeHyung gimoteó cuando los colmillos del alfa cepillaron su marca.

ㅡS-Síㅡbalbuceóㅡ. Solo tuyo, alfa.

JungKook tomó el rostro de TaeHyung, un poco más brusco, pero sin lastimarlo, haciéndolo jadear. Eso pasaba en sus celos, ese toque de brusquedad que volvía loco a TaeHyung. Con un poco de movimiento, lo hizo girar, sentándose a horcajadas sobre su regazo, provocando que un poco de agua se desbordará de la tina.

TaeHyung no tuvo tiempo de registrar antes de que sus labios fueran capturados por los de su alfa. Furiosos y ansiosos. Sentía que se derretía con el danzar de sus lenguas o las manos de JungKook fuertes y decididas sobre sus caderas.

ㅡTe amo. Me haces tan feliz...ㅡmusitó JungKook, sobre los labios de élㅡ. Eres el mejor omega para mí y los cachorrosㅡJungKook antes de perder los estribos, era demasiado cariñoso y atento.

Ese lado racional titubeaba poco a poco.

ㅡAmo todo de ti. Eres perfecto...

Antes de poder responder, JungKook atrapó de nuevo sus labios en una serie de nuevos besos, esos que encendían la llama en todo su cuerpo, consumiéndolo poco a poco.

Se separaron, con un pop y un montón de emociones correr. Sus pechos subían y bajaban, y sus instintos pedían más. TaeHyung recargó su frente sobre la de JungKook, llevando sus manos sobre sus hombros y respirando lo más posible. El olor de JungKook era intenso, delicioso, lo tenía casi babeando. Delineó la marca que se dibujaba en el hombro del alfa, de ese color brillante y vivo. Era la marca que hacía JungKook suyo, aunque sin ella, JungKook siempre había sido para él.

ㅡTe amo, alfaㅡmusitó TaeHyung, viendo ese par de ojos oceánicos que lo consumían de a poco,

JungKook sonrió, esa sonrisa tan suya, de arrugas bajo sus ojos y mejillas y de brillos, esa que las estrellas envidiaban.

ㅡTe amo más, omega.

Fue lo único que dijo antes de volver acortar la distancia. No habría descansos, apenas estaba comenzado y TaeHyung era solo suyo esa noche.

Aunque ambos lo sabían.

TaeHyung era suyo como JungKook era de él.

Y es que TaeHyung había sido hecho solo para él.

Y JungKook hecho solo para él

Eran pareja destinada, dos mitades de la misma alma que debía unirse en ese viaje llamando vida.

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