Mientras que de ti no había señales, me sorprendió cuando el sábado a la tarde noche me encontré con Jimin en la puerta de la cafetería, sonriéndome de esa forma tan peculiar que tenía.

Ya terminaba mi turno, y él parecía saberlo. Irónicamente, me invitó a tomar un café.

"¿Tienes tiempo para un café más?", preguntó.

"Ya estamos cerrando...".

"No digo aquí, tonto. Tienes que descansar un poco, ¿no?".

La realidad es que me esperaba cualquier escenario, pero no tomando un café en el lugar de la competencia junto con tu mejor amigo.