19. Nuevo trabajo, nuevas investigaciones

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—Quita la cara larga, Roja, conseguiste un aventón.

—Cierra la boca Arion, nos hicieron quedarnos y ya casi es media noche —repliqué molesta.

Kate veía su teléfono con suma concentración en el asiento trasero de la camioneta del imbécil platinado.

Por lo menos había algo bueno en el trabajo y era que podíamos cenar ahí, lo malo es que, a este paso, con la comida de la abuela y cenando hamburguesas diario, volvería a Nueva York rodando.

Al llegar a casa, Kate se despidió con un ademán y casi salió corriendo de la camioneta.

Gran apoyo linda, nunca cambies.

—Bien, adiós.

—Alto ahí, Rojita —La puerta que ya había abierto fue cerrada por él de nuevo—. Me debes una conversación.

—¿Yooo? —dije con exageración—. No me acuerdo y si no me acuerdo no pasó.

Alzó una ceja.

—Si tú, estábamos en eso justo cuando te arrojaste a mis brazos.

Es un imbécil.

—¡Já! Ya quisieras, si eres tú el que no puede evitar besarme cada vez que hablo.

—Es que hablas mucho.

Le envié una mirada fulminante.

—Buenas noches, Vriklas.

—Buenas noches, novia —comentó burlón.

Me despedí con un lindo saludo mostrándole el dedo medio y en lugar de entrar a mi casa cuando se marchó, corrí a la casa de enfrente. Kate me abrió justo cuando iba tocar y sospeché que estaba espiando.

—¡Me vendiste!

—Lo siento Ana, Arion me da escalofríos —dijo con culpa y estremeciéndose.

—Eres una exagerada —entramos y subimos directo a su cuarto de Barbie's—. ¿Alguna vez pensaste en re-decorar?

—No, es infantil pero me gusta —se encogió de hombros—. ¿Tú y Arion...?

—Nada, él y yo nada, simplemente pasé la noche inconsciente en su casa.

—¡¿Cómo?!

Tras un suspiro lo decidí.

Le conté todo, sobre Ashton, sobre Evan, sobre Arion, mis dudas, lo que había pasado y porque no había venido al pueblo desde hace tres años. Sentí que me liberaba de un gran peso y a pesar de que había una parte difícil en todo esto, Kate me inspiraba tanta confianza que terminé por confesarle mi secreto.

En ese punto ambas estábamos llorando y cuándo hice una pausa, ella me abrazó, recordé a Becca y como (cuando no estábamos peleando) solíamos tener buenas charlas de hermanas, me sentí mal por no haber contactado con ella y con mamá solo por rencor a que me enviaran aquí.

—Tú...eres...la chica más valiente que he conocido —dijo sorbiendo por la nariz y limpiando unas cuantas lágrimas—. Recuperarse de algo así, no sé si yo sería capaz, es tan difícil de asimilar. Y ese Ashton —profirió un gruñido demasiado adorable para intimidar—. Siempre supe que había algo raro con él, con su cara pálida y sus grises y ojerosos ojos...

—Kate...

—Siempre acechando fuera del instituto en gafas oscuras...

—Kate...

—Es deplorable lo que te hizo y Dios quiera que no se cruce en mi camino porque...

—¡Katherine! —grité zarandeándola.

—¡¿Qué?!

—Repite lo que dijiste...

—No me... ¿para qué me callaste entonces? Decía que Ashton nunca me inspiró confianza...

—Ojos grises, eso —especifiqué levantándome—. Kate, Ashton tenía los ojos azules.

Ella frunció la nariz.

—Nope, que yo recuerde todas las chicas babeaban por él, y hablaban sobre sus increíbles ojos grises, solía estar esperando fuera del instituto o en el LunchBurger's con Evan.

Ese cambio en los ojos encajaba con mis recuerdos, existían las lentillas pero no, algo me aseguraba que no era el caso.

Me agaché a los pies de Kate, me mordí el labio decidiendo.

—Kate...hay algo más, no lo sé, quizás estoy enloqueciendo desde que dejé el tratamiento, pero, tengo estos recuerdos recurrentes donde veo a Ashton atacarme y creo que había algo en él —hago una pausa para medir su reacción—... Algo no humano.

Su respuesta fue justo la que me temía, se rió en mi cara. Me senté en el suelo frustrada, mientras ella caía hacía atrás riendo.

Yo estaba seria.

—No...puedo...res —Cogió aire en medio de una gran carcajada—. Tu cara...casi me lo creo Ana, deberías participar en la casa del terror.

—No es broma, se lo que vi —afirmé haciéndola perder la sonrisa—. Cuándo me atacó, en ambas ocasiones me quedé paralizada pero fue por sus ojos había algo en ellos...

<<Brillaban>>>

—Drogas, eso había —replicó claramente incrédula—. Seguro usaba lentes de contacto, Anabelle.

—No Kate, estoy segura de que algo pasa, estuve investigando sobre el pueblo, yo buscaba una explicación. Las muertes, que Ashton se marchara...

Ahora todo cobraba sentido.

Puso esa mirada, la que solía darme mamá y que muchas veces fue causa de nuestras interminables discusiones. Una que decía que tenía que poner los pies en la tierra y dejar de inventar teorías conspirativas.

—Entiendo que volver a ver al chico que —no podía decirlo, casi nunca podían, como si negándolo se borraría lo que pasó—... puede ser difícil, pero Ana, tienes que aceptar que la gente a veces es mala solo porque sí...

Una idea vino a mi cabeza y me levante sonriendo.

—Sé como probarlo o al menos desmentirme.

Me miró dubitativa.

—¿Cómo?

—Iremos a visitar a Elliot.

—Esto es una mala idea —repitió Kate por décima vez desde que salimos.

Tuvimos que venir muy temprano al hospital porque hoy dejaríamos todo listo para la fiesta de Halloween del restaurante, eran las ocho de la mañana y el hospital estaba moderadamente lleno de gente.

Sospechosamente, cuando preguntamos por Elliot, nos dijeron que estaba en uno de los cuartos del segundo y último piso del edificio, las habitaciones estaban abajo en su mayoría, solo los casos más graves eran recluidos arriba...yo había estado ahí antes, cuando todo ocurrió.

Subimos por las escaleras y encontramos que el número de habitación que nos dieron era la más alejada, el pasillo estaba desierto y ligeramente oscuro dándole un toque tétrico.

—Vaya, esto tendría que ser reportado a la alcaldía —musitó Kate.

Un hombre muy alto y pálido salió del cuarto justo cuando nosotras llegábamos haciendo que Kate apretara mi brazo con mucha fuerza clavándome sus uñas.

El hombre nos miró ceñudo.

—¿Son familiares? —su profunda voz puso mi piel de gallina.

Me adelanté a contestar pues Kate parecía estar muda.

—Sí, es nuestro...primo —el hombre entrecerró sus ojos y me examinó.

Tenía unos extraños ojos...azules, sentí la sangre dejar mi rostro, ya estaba viendo cosas en todas partes.

—Suerte con él —sonrió de medio lado—. No es que vaya a despertar pronto del reposo.

Y poniéndose unos lentes de sol continuó con su camino silbando una melodía que en él me resultó perturbadora.

—Que creepy —murmuró Kate.

—Demasiado.

Entramos y nos costó acostumbrar la visión, había cortinas oscuras cubriendo cualquier entrada de luz natural y una lámpara le daba una débil y amarilla iluminación al cuarto, encendimos la luz.

Vimos alrededor, no había equipos conectados a él, ni tratamiento intravenoso, solo la cama de tamaño medio, un pequeño televisor y un sillón.

—Sé que es un hospital de pueblo pero esto parece una cripta.

Las palabras de Kate hicieron que algo hiciera click en mi cabeza.

—Tal vez lo es —dije.

Me acerqué a la cama y lo vi; estaba integro, sin rasguños, ni moretones, un poco pálido, bueno, muy pálido.

—Parece muerto —me susurró Kate y tocó su frente—. Y está tan frío como uno.

Caminé al rededor y abrí un cajón de la mesilla junto a la cama, había unas llaves y una cartera.

—Solo está dormi...

—¡Aaaaaaaaaaaarghh!

Giré en banda y la escena era perturbante, Elliot con los ojos aún cerrados y el rostro relajado había cogido a Kate del brazo y estaba apretando con tanta fuerza que sus dedos se ponían blancos.

Kate forcejeaba pero no había forma de que la soltara, él no parecía estar haciendo ningún esfuerzo, al contrario, seguía "dormido" y era como si un reflejo natural lo impulsará a tomar su brazo.

—Elliot se que puedes escucharme —dije con voz suave esperando que así fuera—. Solo queremos ayudarte, queremos saber que te pasó.

Su agarre en Kate se hizo débil y luego la soltó, el brazo de mi amiga estaba rojo por la presión y algunas lágrimas se agrupaban en sus ojos mientras se sobaba.

—Se le olvidó poner que el paciente era peligroso —masculló con la voz temblorosa—. Ana por favor, vayámonos, si quieres que te crea lo haré pero esto me está dando...

Esta vez fui yo quien ahogo un grito cuando Elliot me tiró de la camisa y casi me hace caer sobre él.

Sus ojos seguían cerrados pero intentaba hablar y su cara se tensó como si este simple acto le produjera dolor.

—Está... terminando —susurró con dificultad ligeramente inclinado—. Te quiere...a ti...

¿Quién?

—¿Quien? —preguntó Kate haciendo eco a mis pensamientos.

—Las...llaves —tomó aire ahogándose con el mismo y me apretó la mano—... Tú eres...

Cayó hacia atrás, liberándome en el proceso y dejándome totalmente desconcertada.

Abrió los ojos de golpe, Kate y yo reflejábamos la expresión aterrorizada de la otra.

—El tanque.

Y cerró los ojos relajándose del mismo modo que cuando entramos, como si nada hubiera pasado.

—Sus ojos... —susurré.

Eran completamente índigos.

—Anabelle, no sé qué diablos está pasando...pero conozco a Elliot desde hace cuatro años y sus ojos eran jodidamente verdes.

Nos fuimos de ahí como alma que lleva el diablo, siempre valientes nunca cobardes. No sin antes "tomar prestadas" las llaves de Elliot.

Terminamos de igual forma llegando tarde al trabajo y recibiendo un regaño por eso.

Como castigo toda la decoración corrió por nuestra parte, Kate dibujo desde calabazas, hasta un conde Drácula en los diferentes vidrios del local, como buena artista. Y yo...bueno, colgué arañitas y murciélagos en todos lados, tuve que cargar una calabaza gigante al mostrador para que Kate la marcara y después tendríamos que cortarla.

Para las seis todo estaba casi listo, no había mucha clientela y eso nos facilitó el trabajo, gracias a los Dioses porque estaba bañada de tripas de calabaza hasta el pelo, toda yo era naranja, literal.

La campanilla sonó y Evan entró sacudiendo gotas de su cabello, se veía tan...nada, no. Evan es solo un chico y no me afecta verlo y no me afecta que se esté acercando y...

Maldición ¿Por qué sonríe? Él nunca sonríe, justo hoy le daba por hacerme babear.

—Combina contigo —señaló a la calabaza—. Tienes algo.

Señaló su cara.

—¿Qué? —inquirí pasando un trapo por mi mejilla.

El se rió suavemente, maldito seas Evan.

—Aquí —posó su mano en mi otra mejilla limpiándola.

Se sintió como la más leve caricia, ambos apartamos la mirada.

—¿Vas a querer algo?

Aclaró su garganta.

—Aún no, arreglaré unos asuntos con alguien.

—Anabelle ter...oh, hola Evan —saludó Kate con incomodidad.

Tensión en el ambiente, lista para ser rota en...

Tres...

Dos...

Ni siquiera pude tomar aire para hablar cuando la figura esbelta y elegante de Agniet apareció por la puerta.

—Hola chicas —sonrió con lo que antes habría denominado dulzura. Ahora sabía que era falsa—. Hola cariño.

Y dándonos la espalda se plantó frente a Evan para unir sus labios con los de ella.

Cogí aire, sentí a Kate tirar de mí y prácticamente me arrastró a la cocina.

—Parece que ibas a matarla, suelta ese cuchillo.

No me había dado cuenta de que mi mano apretaba con fuerza la empuñadura del cuchillo.

—Es una perra —dije sin pensar—. Y no me importa, por mí que hagan lo que quieran, tenemos cosas más importantes que averiguar.

—Que no sea lo que estoy pensando por favor —rogó.

Un grito llegó desde la cocina indicándonos que volviéramos al trabajo.

—¿Crees que el tanque del que Elliot hablé se trate del viejo tanque?

Ella pataleó simulando lloriquear.

—Sabía que era eso ¿Tus instintos suicidas no paran?

—Está en mi naturaleza —afirmé sonriendo.

—Odio tu naturaleza.

A veces también yo odiaba esa necesidad de darle a todo una respuesta.

—Debo conseguir algo, iremos mañana.

—¡Pero es halloween!

Ynadie estaría atento a nosotras...o eso pensaba.

¿Adivinen quién no tenía luz porque vive en revolución? 😒
¿Por qué me gusta el suspenso? ¿Quién era el hombre de la habitación? ¿Que va a pasar con Elliot y qué sabe?

¿Por qué Anabelle pasa de Evan a Arion y viceversa? ¿Por qué Arion se pierde?

¿Dónde esta Ashton y que planea? 

¿Por qué estoy haciendo tantas preguntas?

¿Seré normal?

No lo creo, bueno...¡¿quien sabrá las respuestas a esto?! Oh esperen, io si se pero no les wa dici.

Eso sí, quiero leer sus comentarios, teorías y demás sino no juego. ¿Que habrá en el tanque?

Besos❤

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