|El secreto del patrón|

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Título: El secreto del patrón.

Adventicias: Contenido solo para adultos. Escenas explícitas y lenguaje malsonante. Bottom Black Hat. Flug posesivo. Ligero gore.

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Black Hat, tenía muchas maneras de tener a quien quisiera a sus pies. Sometimiento, esclavitud, extorsión, control mental, tortura y la que menos se esperó: Encuentros sexuales.

Ahora tenía una idea de la razón por la que el eldritch tuviese un enorme séquito de seguidoras que lo seguían ciegamente.

Nunca antes presenció ese tipo de... Negocios en el catálogo de BHO. Pero allí estaba, entre sus manos tenía un informe del cliente que vendría esa noche, junto a algunos detalles demasiado íntimos que hicieron sonrojar al científico. Entonces se preguntó quién y cómo habían hecho para sacar esos datos, incluso tenían las medidas de Black Hat, en las cuales venía incluido el tamaño de su miembro y de su cavidad anal. Aquello era inverosímil y no pudo evitar preguntarse cual sería el precio a pagar para que su jefe accediera a ese tipo de encuentros.

Sí, Flug, daría lo que fuese por tener una oportunidad así con su patrón. Aunque solo fuese por una noche, él dejaría que el eldritch devorara su carne durante la cópula si con ello conseguía enterrar su miembro en el culo de ese ardiente y arrogante ser.

Pero ese no era el caso. Llamaron al timbre de la mansión y se vio obligado a abrir, frente a él yacía un hombre gigantesco, musculoso, de piel morena y facciones masculinas, vestido de traje formal y con un portafolio marrón en su mano derecha como si fuese un empresario común. Pero él sabía que no lo era.

—Buenas noches, tengo una cita con su jefe— La voz de aquel sujeto era grave y profunda.

—Sí, por favor, pase— El tono de Flug, cogió seriedad y aspereza —Sígame, es por aquí.

Guió al hombre hasta la oficina de Black Hat y llamó a la puerta recibiendo un "adelante" en respuesta:

—Señor, aquí está su cliente— Informó viendo a su jefe levantarse de su silla.

—Bienvenido, señor Smith— Black Hat, sonrió y caminó hasta el sujeto para darle la mano —Flug...— El científico se tensó cuando el eldritch lo miró con severidad —Sal y cierra la maldita puerta— Sentenció y obedeció.

Desde el otro lado, Flug, no lograba escuchar casi nada pero podía imaginar lo que sea que estuviese sucediendo dentro de aquella habitación. Aunque fuese ridículo se imaginó a su jefe siendo sometido por aquel hombre, completamente desnudo, con el torso inclinado sobre el escritorio, ofreciendo su culo y suplicando ser follado. La idea era caliente como el infierno y llenó de malestar a Flug, quien tenían sentimientos posesivos por el eldritch.

«Solo yo puedo someter a esa perra, solo yo puedo hacer que se corra una y otra vez».

Se tranquilizó, no quería arruinar su fachada de científico tímido y torpe en un arranque de estúpidos celos. Black Hat, era muchas cosas, pero no era alguien indefenso.

Suspiró y decidió espiar lo que sucedía adentro, sacó unas piezas diminutas de su reloj las cuales flotaron y proyectaron una pantalla holográfica frente a él, enfocó hacia la puerta y activó los rayos x. Lo que vio lo dejó paralizado e hizo que su polla se removiera inquieta entre su pantalón.

La vestimenta de Smith, había cambiado por completo y era... Idéntica a la de Flug, incluso tenía puesta una bolsa en la cabeza, estaba sentado en la silla de su jefe y Black Hat... Black Hat, estaba desnudo, sentado sobre el regazo del hombre, con las piernas abiertas a cada lado de las de su acompañante mientras era penetrado por una verga grande y venosa. Podía ver al sujeto acariciando el pene de su jefe mientras su otra mano tentaba la boca del eldritch el cual lamía los dedos con su lengua bifurcada con gran pasión.

Flug, tragó en seco, era una imagen única y excitante, sin embargo no dejó que eso nublara su juicio y analizó la situación.

Smith, estaba vestido como él así que teorizó dos cosas, la primera: El hombre no había contratado a Black Hat, para un encuentro sexual, sino que Black Hat, lo contrató para atender sus necesidades. La segunda: Black Hat, tenía alguna especie de fetiche o fantasía con él.

La sola idea de que ambas teorías fueran asertivas solo hicieron que su polla erecta doliera de excitación. Black Hat, lo deseaba en secreto y estaba dispuesto a recurrir a un trabajador sexual para que lo cogiera de esa manera tan obscena.

Se preguntó el motivo de que su jefe no recurriera a él personalmente, después de todo, Black Hat, tenía completo derecho y autoridad sobre su existencia y bien podría obligarlo a ser su esclavo sexual si así lo decidiese. Entonces, ¿por qué no lo hizo?.

¿Acaso creía qué Flug, no sería capaz de tomarlo y complacerlo?. Si ese era el caso estaba dispuesto a demostrarle lo contrario.

¿O sentía vergüenza?. Tal vez el hecho de sentirse atraído por un mortal le repugnaba y peor si este era uno de sus subordinados. Pero esta idea se contradecía, pues Smith, parecía ser un humano común y corriente hasta el momento.

Su vista se enfocó en la pantalla holográfica y tragó duro cuando observó el impasible rostro de su patrón arrugarse y gritar extasiado, eyaculando en la mano de aquel hombre, el semen era verde y quemó la carne del sujeto derritiendo parte de su mano.

Flug, observó con sádica satisfacción como Black Hat, volvía a ser aquel ser sin compasión y se transformaba en una criatura de pesadilla que se abalanzó y despedazó a Smith, con afiladas garras y dientes para comenzar a engullirlo en pequeños trozos sanguinolentos.

Sonrió con suficiencia pero rápidamente todo color se lavó de su rostro al notar como Black Hat, transformado en bestia volvía su ojo en su dirección como su pudiese verlo a través de la puerta.

¡Oh, claro qué él podía hacer eso y más!.

Flug, retrocedió y corrió hacia su laboratorio, sorprendentemente Black Hat, no lo persiguió para acabar con su vida, en cambio, la mansión se mantuvo en un sepulcral silencio.

¿Qué le haría Black Hat, por haberlo espiado en esa situación?.

No estaba seguro pero sabía que serían cosas horribles e indescriptibles para un humano. Ahora solo le quedaba aguardar su inminente final.

¿O no?.













Gracias por leer.

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