Día primaveral solcito calentito,
el gaucho avanza con tranco lento,
mientras la brisa atrevida su rostro acaricia,
parecen uno solo caballo y jinete, buscan que la brisa todo los recorra.
En calle de tierra donde el tiempo no se mueve,
solo marchan
marchan.
Disfrutan juntos del paisaje,
del campo que poco va quedando.
Campos sembrado y sembrados,
todo alambrado, como queriendo detener a quien quiera huir del tiempo moderno.

En lo alto de un árbol un hornerito canta orgulloso su casi ta de barro ha terminado,
cuida a su amada, pronto llegaran los polluelos.

Tijeretas recorren el bello paisaje, rodeado del canto del zorzal o algún jilguero.
Tanto caballo como su dueño disfrutan lo que ven y oyen,
llenándole su interior.
Maravillados solo disfrutan.

El caballo crines al viento, sus músculos siente.
Su dueño olvida las inquietudes y problemas del mundo moderno.
Entrando juntos en el tiempo, en que el gaucho y el caballo uno solo eran.
No queriendo olvidar, las raíces internas, las herencias.

Sólo ser gaucho Argentino libre, jinete y caballo al viento,
solo al viento
al viento y al tiempo.
Sonia quiones8

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