Aún no comprendo como tus palabras se volvieron tan frías y tan toscas,

¿Como es que podía verlas salir de tu garganta como moscas que nuevamente venían a alimentarse de mi moribundo corazón?

¿Como es que tu mirada pareciera dibujar otro rostro por encima del mío?

¿Acaso sonríes para alguien más?

¿Acaso amas a alguien más?

¡Estaré enamorado, más no completamente estúpido!

Habré pasado mis días imaginándote, mis noches extrañándote y mis tardes pensando únicamente en ti; pero reconozco ahora que ya tú no lo haces.

En mi desdicha no habrán más mentiras, ni más engaños, pues desde este preciso momento me proclamó como mi propio verdugo y como mi propio asesino silencioso,

Cuyo único fin es acabar con el amor que siento por ti, antes de que él terminé matándome a mi...