[A ella le gusta él. A él...]

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Aquel chico bajó de la bicicleta y la sujetó en un anclaje donde todos los alumnos las estacionaban cada mañana, se quito el casco y con paso lento camino dentro de la institución mientras limpiaba su sudor con la manga de su saco.

—¡Jin!—escuchó gritar a sus espaldas haciéndolo girar para buscar al responsable de aquel llamado.

—Jaewon, buen día—le saludó cordialmente continuando con su camino mientras el contrario se emparejaba rápidamente a su paso—¿Quieres decirme algo?

—En realidad...—hablo el chico sujetando el tirante de su mochila—¿Sabes que jugáremos después de clases?—mencionó el peli negro—Kevin, Jisso, todos irán, incluso esos chicos raros de la banda escolar, Yoongi y Hanse.

—¿Y entonces...

—¿Iras? Digo, eres amigo nuestro, es un partido importante para el equipo, y...

—Necesito ver mi agenda, yo...—se detuvo al recordar esos dos boletos de cine que su padre le había brindado esa mañana, también recordó que ni siquiera poseía una agenda—Quizá tenga algo más que hacer.

—De acuerdo, he cumplido al avisarte—dijo el chico encogiéndose de hombros.

Un silencio incómodo reino cayendo cuán sábana sobre ellos. Jin no estaba dispuesto a soportarlo, así que simplemente se limitó a sonreír como forma de despedida y luego decidió seguir con su camino.

—¿Sabes Jin?—interrumpió Jaewon haciendo que el contrario detuviese su paso y girara a mirarle con curiosidad—Has cambiado.

—¿Yo? ¿Por qué lo dices?—cuestiono ladeando la cabeza.

—Deberías dejar de salir con ese grupo de perdedores y comenzar a relacionarte más con las personas de tu...clase—exclamó señalando con la mirada hacia el jardín.

El peli negro dirigió su vista hacia el lugar donde su amigo apuntaba, encontrándose con el grupo de amigos de MinA. Automáticamente su entrecejo se frunció y una molestia creció dentro suyo.

—¿Qué tienen ellos de malo?—solto sintiéndose indignado—Son chicos agradables.

—Son unos perdedores Seok—respondió con ese tono burlón que siempre utilizaba—Tú no quieres ser un perdedor como ellos ¿Verdad Jin? Sería realmente una pena perder todo lo que con tanto esfuerzo has ganado.

El peli negro simplemente guardo silencio. Y bajo la mirada.

—Eso creí—murmuró ladino—Además...tienes marcado un beso con labial en la mejilla—finalizó siguiendo con su camino, dejando a Jin en medio del pasillo inaudito.

Al instante, el peli negro llevo la mano a su cachete y trato de limpiar los residuos de aquel labial color guinda que Suni había dejado.

—Ellos...no son unos perdedores—susurró para sí mismo—Tú si.

—¡Ey! No te vi llegar—le interrumpió esa voz que reconocería en cualquier parte y una emoción creció cuando al girar, se topó con esa sonrisa que le reconfortaba siempre—Eso es...¿Un beso?—dijo al observar aquella mancha.

—¿Aún se nota?—pregunto rodando los ojos.

—Bueno, claro que se nota—respondió MinA riendo—Porque estás limpiando tu mejilla izquierda, cuando el beso está en la derecha.

—¡Diablos!—espetó limpiando rápidamente la mejilla contraria.

—¿Quién te dejó eso? —cuestionó ahora sintiendo la curiosidad recorrer cada átomo de su cuerpo.

—La niñera—susurró avergonzado.

—¿Por qué la niñera haría algo así? —preguntó acompañada de una mueca extraña.

—Por qué al parecer, tiene alguna especie de crush conmigo desde que empecé a trabajar en la cafetería con ella, ¿La recuerdas? ¿Pelo verde, tés morena, bonita sonrisa y...

—Ok detente, si, la recuerdo—interrumpió. Por supuesto que la recordaba.

¿Cómo no hacerlo si la chica básicamente podría lanzarse encima de él?
«¡Tan descarada!» pensó. Y luego se cacheteó mentalmente por estar teniendo ese tipo de pensamientos cuando en realidad no le correspondía.

—¿Qué harás después de clases?—cuestiono Jin apretando los tirantes de su mochila con fuerza.

Aún no estaba completamente seguro de si invitarla al cine fuese algo correcto. Quizá ella podría malinterpretarlo, tal vez todos iban a malinterpretarlo, incluso él podría malinterpretarlo.

—Aún no lo sé—respondió la chica descuidadamente. No tenía ni idea de lo que en ese momento comenzaba a causarle al chico frente a ella—¿Por qué?

Quería decírselo.
«Tengo entradas para el cine, vamos»
«¿Quieres hacer algo divertido? Cómo ir al cine.»
«Vamos al cine después de clases, conseguí entradas gratis»
«¿Te gustan las películas? Veamos una juntos»

Había cientos, miles de formas que podía utilizar para invitarle, pero...¿Por qué no podía pronunciar una sola palabra?

—¿Jin?

—¿Eh? Mmm, es que, a mi padre le regalaron unos bo...

—¡MinA! ¡Jin! Aquí están—interrumpieron dos chicos llegando a su lado. Se trataba nada más y nada menos que de Jun y Kevin—Jaewon me dijo que estaban aquí.

—¡Jun! H-hola—respondió la chica causando que Kim desviase la mirada.

Ella siempre siendo tan transparente, dejando salir a flote sus emociones. Mientras que Jin prefería mantener distancia.

—¿Están ocupados chicos?—cuestionó Jun tomando a Jin por los hombros.

—Espero que no, haré una pequeña reunión después de clase en mi casa para celebrar la victoria. Será divertido—habló Kevin Moon sonriendo ladino.

—Ni siquiera han jugado, ¿Cómo es que ya lo planeaste?—pregunto SeokJin desconcertado.

—Es Lim SeJun, claro que ganarán—respondió encogiéndose de hombros.

—¿Irás? ¿Verdad, Jinnie? Porque MinA lo hará—habló Jun observando a la chica, quien sonreía de oreja a oreja esperando una respuesta positiva de su amigo.

—Lo siento, pero temo que estaré ocupado toda la tarde—respondió causando que Kang frunciera su ceño al instante—Ahora si me permiten, debo llegar a clases, o me dejarán fuera.

Bueno, quizá la invitaría otro día.

El tan esperado partido llegó. Todos los alumnos de la escuela ya se encontraban en las gradas a la espera de que diera inicio, jugarían con la escuela rival: Preparatoria Yongsan. Una institución formadora de almas competitivas en todo aspecto, no cualquiera entraba a esa escuela y todos lo sabían, se hacía un examen increíblemente complicado, incluso para Jin.

Sin embargo, el equipo de la escuela no tenía de que preocuparse si tenían a Jun para descartarlos, no era por alardear, pero su amigo había nacido con un don para jugar, era increíblemente bueno en ese deporte.

Era el minuto ochenta, el segundo tiempo estaba a punto de terminar y el marcador seguía cero a cero, y cuando este concluyó se agregaron cuatro minutos de compensación. Jaewon se plantó fuera del área, pero el balón salió directo a las manos del meta.

Los alumnos se emocionaron por nada. Había estado demasiado cerca.

Después el jugador nuevo del equipo: Jeon Jungkook, desborda por la derecha y entra al área rival para mandar un centro raso, pero no encontró a Jun y se esfuma la oportunidad.

La preparatoria Gangnam, retoma la posesión del balón y se anima en estos minutos finales del partido a ir en busca de ese gol que refleje su superioridad en el partido.
Jaewon recibe un pase filtrado y dentro del área Jeon mete un centro, pero el balón se va muy elevado y no encuentra destinatario. El equipo poco a poco retomaba la confianza y comenzaba a meter a la preparatoria Yongsan en su propia área. La exigencia de los estudiantes a nivel defensiva es máxima.

Es ahí cuando Jun se mete al área y sale entre dos rivales, se planta frente al meta rival y tira de derecha y cruzado para mandar a guardar el balón.

Los estudiantes en la banca enloquecen al instante en que la pelota cruza la línea hasta llegar al ángulo. Sus compañeros de equipo corren detrás de él para abrazarle y gritar de emoción cuando el árbitro pita, dando por finalizado aquel encuentro.

Es ahí, donde puede observar cómo su amigo se planta al centro frente aquella peli negra quien mira todo brincando y aplaudiendo de emoción. Es ahí cuando la curiosidad invade a Kim SeokJin, atento al próximo movimiento de su amigo.
El chico, se levanta la playera del uniforme dejando a la vista otra que tiene escrita una frase que lo cambia todo.

"¿Quieres ir al baile conmigo, bella durmiente?"
Puede alcanzar a leer.

Entonces observa el rostro perplejo de MinA, sorpresa que se transforma en una enorme sonrisa, para finalmente decir que si. Recibiendo un beso en la mejilla del futbolista. Y Jin puede verlo todo desde el lugar en el que se encuentra.

Es ahí donde lo entiende.

A ella le gusta él...A él le gusta ella.
Y él termina sobrando.

Entonces saca su celular buscando aquel contacto, teclea un poco y manda un mensaje.

Mensaje a: Suni.
¿Quieres ir al cine conmigo?
                               [1:30 p.m.]

Enviado ✔️✔️

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