[Paso 4]

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El reloj de la cocina marcaba exactamente las 11:00 de la noche.

Aquella mujer de nombre Yiren, con el cabello negro hasta la mandíbula lo observaba con detenimiento, las manecillas retumbaban en su oído mientras bebía de aquella copa, el vino que no hacía más de cinco minutos había servido. Estaba cansada físicamente, el trabajo acababa con ella de a poco. Sin embargo eso no era lo importante en ese momento, sino, lo tarde que era y no tener noticias sobre Kang MinA, su adorada hija.

La preocupación la hacía morderse hasta las uñas, MinA no era una chica que acostumbrase a llegar tarde, o que no le contestara el teléfono, o al menos su madre tenía ese conocimiento. Trabajaba todo el día, a veces durante las noches al decidir quedarse a preparar la clase del día siguiente, por lo tanto no pasaba mucho tiempo con ella. A veces sentía que no conocía a su propia hija, y eso la asustaba tremendamente.

Sin embargo, esa preocupación se disipó por completo cuando la puerta de la entrada fue abierta mostrando a una chica parecida a ella entrando sigilosamente.

—¡Dios! ¡¿Me puedes decir dónde estabas?!—exclamó caminando hasta la estancia para quedar frente a ella—¡¿Sabes la bendita hora que es?! Estaba preocupada hasta los huesos. ¡No regresaste mis llamabas, de hecho, ni siquiera contestaste los malditos mensajes!

Espetó rápidamente sin siquiera dejar que la contraria contestara.

—¡Me imagine lo peor! Creí que te había sucedido algo, pensé en que te habían robado, secuestrado, separado de mi...y yo...

—¡Mamá!—le interrumpió antes de que continuara—Estoy bien ¿De acuerdo? Me quede sin batería y perdí la noción del tiempo. Lo siento mucho, de verdad. No quería hacerte preocupar.

—¿Dónde estabas?—continuo bajando el tono de su voz al oír la disculpa sincera de su hija.

—Con un amigo—respondió dejando la mochila en el piso de madera.

—Llamaron de la escuela—comenzó y MinA supo que era su fin—Dijeron que faltaste a las últimas cuatro clases. Creyeron que habías faltado el día de hoy, sin embargo tu asistencia estaba en las primeras cuatro. Así que lo confirme. Saliste de la institución a la mitad del día.

—Mamá, yo...

—Mantente tranquila, dije que no te sentías bien—espetó cruzándose de brazos—Pero quiero saber...¿Por qué?

—Yo sólo...fui a la tienda de discos del abuelo con un amigo, es que el...

—Bien, te quiero alejada de ese chico—interrumpió caminando de vuelta a la cocina.

—¿Qué?

—Creo que me oíste fuerte y claro. Es una mala influencia.

—Tú no puedes decirme con quien debo o no juntarme—continuó la peli negro haciéndola detener—Creo que soy lo suficientemente mayor como para tomar ese tipo de decisiones por mi cuenta.

—Claro que puedo, después de todo soy tu madre.

—¿A si? ¿Ahora si eres mi madre?

Yiren la observó sorprendida por la repentina exclamación de su hija.

—Ten cuidado con lo que dices jovencita.

—No, es que...Te vas todos los días antes de que yo despierte y llegas después de que yo me duermo, has faltado a mis graduaciones por ir a la de tus estudiantes, me has dejado sola los días de mi cumpleaños, antes de que aprendiera a regresarme sola a casa, se te olvidaba pasar por mi—dijo la chica dejando que el enojo poco a poco recorriese su cuerpo—¿Sabes que una madre es más que solo expulsar a un hijo por la vagina?

—¡Kang MinA!—grito por tal lenguaje—¡No uses ese tono conmigo!

—¡Y ahora me pides que me aleje de un chico sólo porque me escape de la escuela!—continuo sin importarle en lo mínimo herir los sentimientos de su madre—Acaso no puedes pensar que yo fui la que tomó la decisión, o qué tal vez fui yo la que lo convenció de irnos.

—¿Ahora asumes la culpa de todo?

—No, lo que trató de decir es que...¡No quiero que te metas en mi vida cotidiana cuando no formas parte de ella!—espetó con la respiración ya agitada.

Un pesado ambiente envolvió aquella casa, un silencio ensordecedor las consumió.

—Sal de mi vista, no quiero verte.

—Por eso papá nos dejó—susurró bajando la mirada—Porque te importa más tú estúpido interés, que las personas que en verdad te quieren y a quienes les importas.

—¡Dije que te largues de mi vista!—grito haciendo que su voz resonara por todo el lugar—¡No quiero verte!

—¡Bien!—espeto caminando con pasos firmes—¡Entonces me largo!

Exclamó perdiéndose en las escaleras.

—¿Q-qué?—cuestionó la mujer siguiendo su paso.

Camino por el largo pasillo que la conducía hasta la habitación de la peli negro, topándose con la susodicha guardando repentinamente ropa en una pequeña maleta azul.

—¡¿Qué estás haciendo?!—le reprochó sacando todas las prendas que su hija había guardado previamente.

—Me voy con papá—contesto regresando todo a la maleta—Dijiste que no querías verme, así que...

—¿Hablas enserio MinA? ¿No puedes ser más inmadura?

—¿Inmadura?—cuestiono cerrando el cierre de la maleta—¿Acaso es ser inmaduro el querer un poco más de tú atención? Papá puede ser amargado, insensible a veces o callado, pero cuando estamos juntos me brinda la atención suficiente, aún cuando tiene trabajo—continuó soltando un suspiro para calmarse.

—Ahora resulta que tu padre es mejor que yo.

—No, pero....Cuando él se fue, cambiaste mamá. Y en el transcurso de ese cambio, te olvidaste completamente de mi.

Finalizó dejando completamente sin palabras a la mujer. Y sin más, MinA salió de casa con camino a la de su padre.
Siempre había tenido esa pequeña bomba en su interior, y esa noche, había estallado.

—¿Estás bien? No has tocado tu comida en todo lo que llevamos de receso—habló la rubia sacándola completamente de sus pensamientos.

—No, no lo estoy—respondió MinA acompañada de un suspiro—Ayer tuve una pelea con mi madre.

—¿De ve-verdad? ¿Qué pasó?—le cuestionó esta vez la castaña.

—Ni siquiera se porque, simplemente comencé a echarle en cara lo mala madre que ha sido—mencionó botando los palillos sobre la charola—Temo que esta vez si cruce la línea y herí sus sentimientos.

—Bu-bueno, si eso es lo que crees, quizá deberías disculparte con ella.

—¡¿Qué?! No. Ella debe disculparse conmigo—espetó con el orgullo a flor de piel—Fue injusta, entrometida, y...además, estoy viviendo con mi papá.

—¿Con tu padre? ¿Eso quiere decir que ellos dos...

—Si, los pa-padres de MinA se divorciaron cuando teníamos ocho—le explicó Hana a Chae.

—Como sea, quiero dejar de hablar sobre eso, hablemos sobre el baile de primavera ¿Ya tienen pareja?

—Bueno, aún no—respondió Chaeyoung ruborizándose al instante—Pero hay alguien.

—¿No me digas que hablas de ese castaño?—exclamo Kang mirándole con los ojos entrecerrados.

—Aunque no sé si él se sienta de la misma manera.

—¡Por favor! ¡¿No dijiste que te invito a bailar el día de la fiesta?! Por supuesto que ahí hay algo. Y...¿Tú Hana?

—Yo...no cr-creo que vaya—mencionó la castaña bajando la mirada.

—¿Por qué no?—le cuestiono la rubia.

—Chae iría con Jimin, quizá tú vayas con Jun, yo no conseguiría pareja ni rezándole a una divinidad. No iré para que-quedarme completamente s-sola.

—Yo no estaría tan segura de eso—le respondió MinA juguetona—Chae, ¿Qué me dices de Jungkook?—cuestionó mirando divertida la reacción de Hana al oír ese nombre—No lo vi en clase.

—No se sentía muy bien, así que se quedó en casa.

—Una cosa lamentable, ¿No, Hana?

De repente su teléfono emitió una vibración, salvando completamente a la castaña. Deslizó la mano dentro de su bolsillo, y lo sacó prendiendo la pantalla.

Jinnie.
Te veo en la biblioteca.
El baile se acerca, necesitamos asegurarnos de que Jun vaya contigo.

Chicas, debo irme—mencionó levantándose del lugar—Necesito hacer algo. ¿Las veré después de clase?

—Yo tengo algo que hacer—mencionó Chae un tanto nerviosa.

—Yo también—le siguió Hana.

—Bien, entonces...Hasta mañana, supongo.

Los alumnos se mantenían en rotundo silencio. Aquella peli negro caminó por los pasillos de la biblioteca en busca de la característica cabellera de su amigo. Sin embargo, no daba con ella por ningún lado.
Entonces, sintió la repentina presencia de alguien a sus espaldas haciéndola brincar del susto. Susto que se disipo al ver de quien se trataba.

—Tú c-cabello—exclamó completamente sorprendida, fue lo primero que se le vino a la mente después de todo—¿Qué pasó con el morado?

—Fue idea de tu abuelo, supongo que está nueva imagen va mejor con el local, y bueno, creo que un cambio me vino bien. ¿Qué te parece?

—Bueno, te queda cool—respondió sinceramente.

Y es que era verdad.
El color negro lo hacía verse extremadamente bien. Hacía destacar aún más sus rasgos.

—Muy bien, vayamos al punto—continuo Jin restándole importancia al tema de su nuevo color de pelo—Pasó 4: Trata de lucir guapa todos los días. No tienes que venir súper arreglada al colegio como si fueras a salir de fiesta, pero siempre lleva el pelo bonito y la cara naturalmente fresca, ya que así, en cualquier lugar que te lo puedas encontrar, él podrá darse cuenta que siempre te ves súper linda.

—Claro, es un buen punto.

— Pero tome la decisión de omitir ese paso porque no creo que funcione contigo.

—¡Oye!—se quejó la chica indignada.

—Eso me llevo a crear un repuesto del paso cuatro: Hay que deshacernos de Kim Jisso.

—¿Jisso? ¿Hablas de la Jisso que yo conozco o de una que sólo tú conoces? —cuestionó la peli negro.

—MinA, enfócate. Los dos la conocemos.

—¿Y porque deshacerse de ella? Se ve una persona agradable.

—Pues no lo es, además ella es tu rival—explicó tomándola completamente por sorpresa.

—¿M-mi rival?—cuestionó tragando grueso saliva.

MinA ubicaba a Kim Jisso.
Era una exótica chica, proveniente de una buena familia, había salido con la mayoría de los alumnos que formaban parte de la "mesa prohibida". Pero es que...era increíblemente hermosa, glamorosa y fabulosa. No es que MinA tuviese él autoestima tan abajo, pero ¿Como deshacerse de una chica tan genial siendo ella?

—A ella le gusta Se Jun desde cuarto grado. Sin embargo, no hay mucho de que preocuparnos.

—¿A no?—cuestionó no tan segura por la respuesta de su amigo. 

—No, porque si ese fuera el caso, ellos dos ya estarían juntos.

—¿Entonces cual es el objetivo de quitarla del camino?

—Mientras más te acerques a Jun, ella tratará de alejarte—explicó tranquilamente—Por eso. Debemos sacar del camino a Kim Jisso. A cómo de lugar.

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