Tema: Bath time / Hora del baño

Pareja: Bruno x Aura (Hoenn)

Bruno llegó emocionado a la casa
de Aura para retarla a una batalla Pokémon. Era un fin de semana y se despertó temprano solo por ello, pues la castaña había regresado a Villa Raíz luego de un viaje de investigación de una semana junto a su padre. Tocó la puerta y saludó a la madre de esta, quien le comentó que su hija se hallaba en el jardín trasero de la casa. Él fue en dicha dirección y, cuando planeaba gritar para llamar la atención de Aura, se dio con la sorpresa de que ella yacía en el piso del jardín, con una regadera en mano y una piscina, bañando a unos Hoppips sonrientes.

— ¡Bruno! No te esperaba aquí. — mencionó la joven. — ¿Ves a estos Pokémon? Son para la investigación de mi padre, pero ayer se ensuciaron jugando y me ofrecí a bañarlos.

— ¡Hola, Aura! Pensé que, ya que volviste, podríamos tener una batalla Pokémon. Aunque parece que estás ocupada.

— ¡Pero acabaré rápido si me ayudas! ¿Te parece?

La sola idea de volver a tener un combate con quien consideraba su mayor rival lo llenaba de energía, así que accedió sin rechistar, obteniendo otra regadera de parte de la ojiazul.

Ansioso por la batalla, comenzó a perseguir a los Pokémon sucios por todo el jardín, aunque con resultados nada satisfactorios. El Girafarig lo golpeó en el estómago, mientras los Duskull se burlaban de él desapareciendo y asustándolo. Enojado, Bruno sacó a su Sceptile para que le ayude, aunque no se esperó que el tipo planta quisiese jugar en el agua con los demás. Aura se acercó al castaño y puso una de sus manos en su hombro, reconfortándolo. Posteriormente, ella se acercó a los Pokémon faltantes y los acarició mientras les pedía ir hacia el agua. Así, la ojiazul usó la regadera en ellos y los acicalaba, recibiendo caricias y lamidas en el rostro de parte de las criaturas. Bruno observó esto sintiéndose feliz, pero derrotado, pues su amiga resultaba ser más habilidosa con los Pokémon de lo que creía, mientras él, por querer hacer todo rápido, solo obtuvo resultados negativos.

— Ven, Bruno. — le dijo ella, ofreciéndole una de las regaderas. — Sigue mis pasos.

Este se acercó y siguió las indicaciones de la joven. Siendo más cuidadoso y no forzándolos a bañarse, el muchacho se dio con la sorpresa de que aquellos Pokémon comenzaron a acercársele y disfrutar de su compañía. Sonrió, mientras lavaba a un Marril que daba saltitos, chapoteando en el agua y mojando tanto su ropa como la de Aura. Ella, por otro lado, sonrió al ver a su amigo, alegre de pasar un momento así con él.

— Pues no está tan mal... — pero las palabras de Bruno fueron interrumpidas cuando un chorro de agua lo impactó en su rostro. Moviendo su cabeza varias veces, se dio con la sorpresa de que fue Aura la causante de tal "ataque". Ella, con la regadera aún en mano, rio antes de pararse y echarse a correr. — ¡Esto es la guerra, Aura!

Los dos jóvenes empezaron a atacarse con agua producto de las regaderas. La castaña intentaba esconderse entre los arbustos, mientras el muchacho de la gorra blanca usaba los árboles como escudo. Riendo, pasándola bien, ambos amigos no podían sentirse más dichosos que en aquellos momentos. Cuando decidieron que era momento de finalizar la batalla, ambos corrieron en dirección al otro preparando las regaderas para atacar.

Sin embargo, el piso mojado hizo que la castaña resbalara y terminara cayendo encima del chico. Los dos se miraron, incrédulos de que un acto así haya pasado. Aún así, Aura soltó una carcajada y se recostó en el pecho de Bruno mientras continuaba riendo. Este, sorprendido al inicio, terminó por ser contagiado de la felicidad de su amiga, acompañándola en sus risas. Al fin y al cabo, la hora del baño había sido más divertida de lo que se imaginó.

«Quizá», pensó Bruno, observando el rostro iluminado de su amiga, «las batallas pueden esperar».

Amo a estos dos djakfhahfaj