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Algunos años después...

—Necesito que traigas a Park Jimin, Jisoo —pidió aquel hombre. Jisoo hizo caso, invocando a Jimin justo en la entrada.

—¡Taehyung, puedes quedarte...! —se calló la boca al ver dónde se encontraba—. ¡Oh, jefe, lo siento! Estaba hablando con...

—Ya, sí, con Taehyung —le frenó—. Tengo que hablar contigo, así que toma asiento.

Jisoo le acompañó señalándole una silla frente al hombre. Park necesitó tragar saliva ante los repentinos nervios que le aparecían.

—¿Qué ocurre? ¿Hicimos algo mal? Taehyung y yo nos la pasamos corriendo en la Pradera Sagrada, por lo que entendería si usted estuviera...

—¡¿Se la pasan corriendo en la Pradera Sagrada?! —exclamó alterado, tratando de calmarse—. Definitivamente no voy a regañarte por eso ahora, no es lo importante. ¡Pero sabes que correr en la Pradera Sagrada está prohibido! Como sea... Ha llegado tu hora.

—¿¡Qué!? —se asustó—. ¡¿Van a matarme?!

—¿¡Ah!? ¡No! ¡Tu humano te necesita!

—Mi humano me necesita —repitió, sin cerciorarse de lo que eso significa—. ¡¿Mi humano me necesita?! ¡¿Entonces bajaré a la tierra?!

—Efectivamente —amplió su sonrisa.

—¡Bajaré a la tierra! —volvió a decir, dando pequeños saltos en el lugar—. ¡Conoceré a mi humano, finalmente! ¡Tendré la oportunidad de tener frente a mí a la persona con la que estoy conectada! 

—Ya, escúchame...

—¿Pero cómo es mi humano? ¿Es amable? ¿Qué edad tiene? ¿Cómo se llama?

Con su enorme mano, hizo aparecer una pequeña pantalla en la pared hecha de nubes, en ésta, un chico rubio con un gesto serio apareció. Jimin abrió su boca y le miró completamente pasmado.

—¿Él es mi humano...?

—Te presento a Min Yoongi —habló tranquilamente, el chico de cabello rosa no podía quitar su vista de la pantalla, porque ahí estaba él, su humano—,tienes que descubrir qué es lo que ocurre con él y ayudarlo a superarlo, sólo de esa forma podrás volver al cielo. 

—¿Y si no lo consigo...?

—Pues me temo que quedarás encerrado en la tierra, pero confío que eso no ocurrirá, eres un buen chico, eres responsable y amable, lo conseguirás. Pero tienes que dar lo mejor de ti, Jiminie. Has estado esperando esto por mucho tiempo, ¿cierto?

—Sí, jefe.

—Entonces finalmente, ha llegado tu hora —Jimin esta vez sí entendió la referencia, y sus ojitos comenzaron a brillar—. ¿Quieres despedirte de Taehyung antes de partir?

—De acuerdo... —contestó aún anonadado por la noticia, y fue transportado rápidamente a las Praderas Sagradas, no pudo evitar sonreír ante el ingenio del jefe, porque había deducido que probablemente Taehyung estaba ahí. Y así fue, un poco más alejado, la cabellera roja se movía confundida.

—¿Jimin? ¿Jimin, dónde estás?

—Tae, estoy aquí —le llamó. Éste se dio la vuelta y le miró.

—Oh, ¿dónde te habías metido? De pronto desapareciste...

—El jefe me llamó.

—¿Es porque corrimos en las Praderas Sagradas? ¿Te regañaron sólo a ti? ¡Eso es injusto!

—No, no —se rió—. Me llamaron porque... —No entendía por qué le costaba tanto decírselo—. Es mi humano...

—¿Qué? ¿Qué le pasó?

—Él me necesita.

El pelirrojo tardó en comprenderlo, pero cuando lo hizo, sus ojos se expandieron en exceso.

—¡¿Cómo?! ¡¿Vas a bajar?!

—Así parece —rascó la parte trasera de su nuca, Taehyung le miró confundido.

—¿Pero cómo no estás más animado? ¡Alégrate! ¡Vas a conocerlo al fin, vas a ir a la tierra!

—Pero yo quería que tú vinieses conmigo...

—Ah, no seas idiota, Jimin —lo golpeó en la frente—. Ya llegará mi turno también, prometo que será dentro de poco. ¿Cómo es tu humano? ¿Cómo se llama?

—Min Yoongi —respondió—, no sé cómo es... Sólo me lo mostró unos segundos, tiene el cabello rubio... Un gesto serio...

—Oh. ¿Sabes qué otra cosa es injusta?

—Y la tienes con la injusticia...

—¡No, en serio! Es injusto que no nos permitan conocer a nuestro humano hasta que nos necesita, en verdad quisiera saber cómo es el mío...

—Lo buscaré por ti y te diré cómo es, ¿va?

—Ah, ¿y cómo lo reconocerías?

—¿Instinto de espíritu?

—Ya... —soltó una risa—. Regresa con el jefe, tu humano te necesita.

—Tú... ¿Estarás bien sin mí?

—Supongo —levantó sus hombros, con indiferencia—. No te preocupes por mí, sólo ve y ayuda a tu humano. Sé que tú querrías lo mismo para mí si estuvieses en mi lugar.

Le miró una vez, llenando su boca de aire.

—Nos veremos cuando regrese, o tal vez, en la tierra —se despidió, Taehyung sonrió.

—Nos vemos, ChimChim.

Estuvo a punto de teletransportarse con el jefe, pero necesitó, antes de irse, realizar algo.

—Ah, ¿qué haces? —le preguntó al sentir cómo el más bajo lo abrazaba repentinamente, colgándose de su cuello.

—¡Te extrañaré mucho!

—¡Me harás llorar, lárgate! —reclamó el pelirrojo, separándose de él.

—¿Es injusto que me vaya yo y no tú?

—Es injusto —afirmó, Jimin le miró con una sonrisa nostálgica.

—Tal vez ''Es injusto'' sea nuestro siempre...

—¡Ah, Jimin! ¿¡Estás buscando que te golpee!?

El pelirrosa comenzó a reírse. —Ya, ya, sólo bromeaba. Ahora sí, me voy —dijo, más se quedó unos segundos quieto mirándolo, por lo que Taehyung se impacientó.

—¡Vete!

—¡Ya, adiós! —sonrió, teletransportándose con el jefe, sin borrarse la sonrisa de su cara.

—Sí que te tardaste, eh, ¿qué tan cercanos son Taehyung y tú?

—Lo suficiente como para querer que él esté conmigo en la tierra. ¿Se puede? ¿Podríamos?

—Lo siento, Jimin, pero si su humano no lo necesita... Es imposible para mí enviarlo...

—¿Aunque sea podría decirle su nombre? Él verdaderamente quiere conocerlo.

—Las reglas son las reglas, lo lamento mucho —se entristeció—. ¿Estás listo?

 —Sí.

—Bien, vas a tener que encontrarlo.

—¿Encontrarlo? ¿Pero cómo hago éso?

—Esa ya es tu parte, Jimin...

—De acuerdo, de acuerdo —intentó armarse de valor—. No creo que sea tan difícil, el mundo no es tan grande después de todo, ¿cierto?

El jefe sonrió.

—Nos vemos a la vuelta.

—¡Espera! ¡Aún no estoy del todo lis...!

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*crying porque voy a extrañar a tae

prepárense, se viene el encuentro ;)))♥

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