El ambiente estaba algo tenso o, para ser más precisos, yo estaba tenso. Antes de irme hace unas horas pensé que le agradaba, ahora no sé qué pensar de su mirada seria en mí.

—...liendo?

—¿Qué? —Maldición, estaba tan metido en mi divagación que no escuché lo que me dijo.

—Te pregunté que si están oficialmente saliendo.

Creo que mi sonrojo da la respuesta, pero igual quiero decirlo.

—Sí, soy el novio de Jimin. —Pude ver su expresión suavizarse tras suspirar.

—Menos mal. Pensé que huirías después de escuchar nuestra conversación en el baño.

—¿Notaste que estaba ahí? —Me apena quedar como fisgón.

—No precisamente. Si después de salir del baño no te encontramos en la cafetería y saliste corriendo después de besar a Jimin con cara de "este es el adiós", es la hipótesis más acertada.

—Lamento haber escuchado. Pensé que no me dejaría entrar a su vida, pero no podía irme sin decirle lo que sentía. Fui egoísta, lo sé. —Agaché mi cabeza.

—Puede que así sea, puede que no; yo no estuve ahí para poder corroborar nada. No está mal ser egoísta a veces. El egoísmo puede llegar a darnos valor. Hoy, agradezco tu egoísmo.

—¿Qué quieres decir?

—Jimin es una persona maravillosa, se merece que le pasen todas las cosas buenas del universo. Lamentablemente, su apariencia hace que no siempre se acerquen a él con las mejores intenciones.

—En cierto modo, entiendo a qué te refieres, créeme.

—Él es travieso, juguetón, alegre, dulce y adorable; en igual medida es seductor, tentador y atractivo.

—Sí que lo es.

—Desde hace ya algunos años comenzó a salir por encuentros sin compromiso, comprendo que lo que le ha sucedido lo ha hecho cambiar su concepción del amor; mas él no es así. Quiere amar de verdad; amar sin medida. Se entrega por completo a la otra persona.

Me asusta un poco el rumbo que está tomando esta conversación. No es como si Hobi fuese a decirme algo sobre el pasado de Jimin, seguramente sabe que es algo que no le corresponde hacer y dejará que sea su amigo el que me hable de ello si alguna vez se siente listo para hacerlo; de igual manera me preocupa no saber a dónde quiere llegar.

—Me he encargado de mantenerlo alejado de todas esas personas que solo quieren estar con él porque fueron cautivados por sus encantos y desean presumir a los demás que tuvieron la oportunidad de tener sexo con el tan deseado Park Jimin.

—¿Qué? —Esto es más sorpresivo de lo que pensé. Me enoja solo imaginar que hay personas así.

—Tú también fuiste atrapado por sus encantos, lo sé. —Aquí viene la respuesta al origen de mi mal presentimiento—. También sé que eres diferente. Sé que la manera en que sonríes cuando lo miras o te refieres a él no es la de alguien que no lo valora. Sé que es importante para ti, lo corroboré cuando vi que decidiste alejarte cuando notaste que podías estar haciéndole daño con tu simple presencia.

—Yo... —No pensé que este hombre se hubiese dado cuenta de tantas cosas.

—Tal vez Jimin pueda llegar a parecerte imposible de leer alguna que otra vez, pero te aseguro que es totalmente serio contigo. Si no lo fuera, no hubiese corrido tras de ti. —Sus ojos se han cristalizado un poco—. Confío en ti, Jeon. Cuida de él y hazlo feliz —culminó con una reverencia.

—Yo también soy completamente serio. Jimin es lo mejor que me ha pasado jamás. No dudes que lo haré feliz, porque yo ya soy feliz por tenerlo a mi lado. —Mi angustia ha sido sustituida por una sonrisa sincera.

Un confortable silencio nos rodeó. Cuando Jimin volvió solo nos miramos con complicidad y lo dejamos confundido. Conversamos una que otra trivialidad mientras terminábamos el trabajo pendiente. Salimos y nos dirigimos hacia el mismo teatro donde los estudiantes se presentaron en la mañana. Mi sorpresa no pudo ser mayor cuando estuvimos dentro.

—Si no cierras la boca, te entrarán moscas —me dijo mi rubio risueño al ver mi reacción.

—¿Qué es esto? ¿Qué ha sucedido aquí en solo horas?

Todo era majestuoso y lleno de vida y color. La decoración había cambiado por completo y parecía ser ambientada para algún tipo de obra. Los jóvenes se probaban vestuarios elegantes y hermosos. Esto superaba el nivel de una obra de teatro.

—Los chicos están completando los preparativos para el musical de clausura —intervino Hoseok.

—¿Musical de clausura?

—Así es. Esta es una academia de artes. La manera más integral de terminar un festival es con un musical. Se complementan la actuación, la danza, la música, el canto y la plástica en el esfuerzo conjunto de los mejores estudiantes de cada departamento.

La explicación de Jimin me dejó claro que las sorpresas no harían más que seguir llegando, haciendo mis expectativas y mis latidos desbordarse aún más. Amo este ambiente, diera lo que fuera por sentirme parte de él. Visitar esta escuela ha hecho emerger viejos sentimientos. Creí que me había resignado a no poder entrar a estudiar aquí; que me había rendido en mi sueño de estar sobre un escenario. No es sencillo estar en medio de este ambiente que tanto añoré y no sentirme nostálgico; no sentirme un poco... vacío e incompleto.

—¿Ocurre algo, Kookie? —Creo que las lágrimas traicioneras que asomaron en mis ojos lo pusieron en alerta antes de que pudiera limpiarlas.

—No es nada.

—Nadie llora por nada.

—Es solo que... me he puesto algo nostálgico. No sé qué hubiese pasado de haber entrado a esta academia. Tal vez hubiese sido uno más del montón; pero, tal vez, solo tal vez, pude haber sido uno de los que está en ese escenario ahora... Creo que renunciar a los sueños es más difícil de lo que pensé.

Mi novio solo se quedó en silencio y me estrechó en un reconfortante abrazo. Lo vi tomar aire, por un segundo pensé que me diría algo; la expectativa y el deseo de hacerlo estaban escritos en su rostro, pero se detuvo, como si no estuviera seguro de qué decir o de si este fuese el momento de hacerlo. No haré preguntas sobre ello, puede que no haya un significado profundo detrás de ello y solo estoy pensando demasiado las cosas. Solo disfrutaré la calidez de su cuerpo haciendo contacto con el mío, que me transmite apoyo más que suficiente ahora.

—Kookie —susurró suavemente en mi oído—, ¿quieres probar?

—¿Probar qué? —Una hermosa sonrisa adornaba su rostro cuando nuestras miradas hicieron contacto.

—Los ensayos previos están a punto de terminar. No parece haber problemas con la escenografía ni la coreografía. Solo falta esperar por el ensayo general antes de la presentación.

—Sigo sin entender a dónde quieres llegar con todo esto.

—¿Quieres probar el escenario? —Sé que mi mirada se iluminó—. Me dijiste que amabas cantar, pero nunca te he escuchado. Me dijiste que bailas, mas no he tenido el privilegio de verte hacerlo.

—¡¿Estás loco?! No voy a bailar y cantar frente a un montón de profesionales. Es mi primera vez actuando en público, sería demasiado vergonzoso hacerlo frente a estas personas.

—¿Por qué tu expresión no concuerda con tus palabras? —Sí. El fuego de la disposición ardía en mi mirada y mi pasión por los retos se desbordaba por cada uno de mis poros—. Enamórame con tu presentación.

Ese susurro sensual fue todo lo que necesité para ceder ante el desafío; aunque, a quién engaño, la intención de aceptar estaba escrita en mi rostro desde un principio.

Esta vez es a JK a quien le corresponde pararse sobre el escenario, ¿qué sorpresas traerá esta presentación? Mañana lo sabrán.

Muchas gracias a quienes le dan una oportunidad a esta historia. Me hace muy feliz cada lectura, voto y comentario. Se les quiere.

Chao chan 😘

Hasta mañana.