Ver a mi madre salir junto a un tenso Jimin, fue el detonante para sacar mis nervios y preocupaciones.

—Tae..., tengo miedo —admití.

—¿Y qué se supone que lo causa?

—Mi madre.

—Por favor, Kook, viste como lo trató, no parece que vaya a decirle nada extraño. Quizá quiere poner un par de cosas en claro.

—¿Un par de cosas? Se supone que las cosas entre Jimin y yo debemos solucionarlas nosotros mismos. Ahora quedaré como un niño.

—¿Y no lo eres?

—Gracias por tu ayuda recalcando lo obvio. Es más, ¿qué sería, según tú, lo que tiene mi madre que aclararle?

—Sí lo hay. Galleta de mi vida, eres su único hijo y tu repertorio de relaciones no es el mejor, si mal no recuerdo. Es comprensible que quiera hablar con él y saber sus intenciones contigo, que la forma en que lo haga sea vergonzosa para ti es otro asunto.

Tae tiene razón, lo sé. Mi radar no ha dejado de fallarme durante toda mi vida y, a pesar de mi corta edad, nunca he podido enamorarme. Nunca me paré siquiera a pensar si una vida más larga y más experiencias iban a traerme el amor, la fe de que el próximo sería el correcto era todo lo que necesitaba para que una sonrisa esperanzada apareciera cada día en mi rostro.

En este momento de mi vida, ni las más conmovedoras palabras de agradecimiento serían suficientes para expresar lo que representa Jimin. Me alegra no haberme cerrado al amor hasta obtener más experiencia. Me alegra haberle hablado, guiado por mi imprudencia adolescente. Soy feliz de que haya llegado a mí antes de perder la fe.

Después de conversar por un rato con mi mejor amigo y ponernos al día sobre ciertas cosas, vi la puerta abrirse. Mi madre se aproximó a nosotros con una sonrisa satisfecha y Jimin con un ligero rubor en sus mejillas, con sus labios en una pequeña curva tímida de felicidad. Tengo demasiada curiosidad por saber de qué hablaron, porque de seguro fui el centro de los temas de conversación, pero obviamente no puedo preguntar. El solo hecho de ver esas expresiones en sus rostros me causa cierta tranquilidad.

Compartimos en conjunto por un rato más hasta comenzar el plan para hacer a mi madre regresar al trabajo, no tengo nada grave y sólo estaré en observación, además de que Jimin y Tae estarán conmigo. El turno nocturno es muy bien pagado y sé que el día de trabajo de hoy es importante para las finanzas del mes. Siempre me he ofrecido a trabajar a medio tiempo, o a hacer algo para ayudar económicamente de alguna manera, pero ella siempre se ha negado. Los últimos años han sido difíciles, sobre todo porque papá tuvo que mudarse por trabajo y no puede enviar mucho dinero; no obstante, ella siempre me ha dicho que no es necesario que haga eso, que si no pude permitirme estudiar lo que quería, que al menos aproveche mi juventud de la manera que quiera. Al menos he tratado de retribuirle con mis calificaciones...

Algo que me duele sobre ser el romántico esperanzado que soy, es haberle provocado dolores de cabeza a mi madre con mi sufrimiento por mis desamores, sé que ella sufrió con mi dolor por cada desengaño a pesar de no oponerse por dejarme ser feliz. Entiendo que verme al lado de Jimin, como nunca lo estuve con alguien más, ver la manera en que él ha abierto las puertas para mi futuro y fue el primero en llegar aquí preocupado por mí, le hace pensar que quizás esta vez, considerando mi apego mayor que en el pasado, debería intervenir. Sin importar que sea vergonzoso, se lo agradezco con el alma una y mil veces, porque, a su manera, ha tratado de respetar mi espacio y proteger mi felicidad hasta ahora. La amo con todo mi corazón, es la mejor madre que jamás pude pedir.

Quedar a solas con Jimin y Tae, creí sería una mala idea, mi mejor amigo es capaz de comenzar a contar todos los eventos vergonzosos de mi pasado, se me eriza la piel de solo pensarlo. Sin embargo, las cosas, ni de lejos, fueron por el camino que pensé, había olvidado que Jimin, a pesar de ser mayor, también tiene un lado algo friki en su pasado. Una conversación sobre el anime One Piece y las teorías sobre su trama y personajes comenzó muy animadamente, una a la que me uní enseguida, por supuesto. Un par de enfermeras hasta tuvieron que venir a pedirnos que hiciéramos silencio, nos dio vergüenza así que le bajamos al volumen de inmediato.

Tengo otro motivo para sentirme feliz esta noche. Tae, por más que sea alguien sumamente extrovertido y se comporte como un alien cuatridimensional, es una persona muy observadora y a quien se le da muy bien notar las segundas intenciones y la falsedad en las personas, siempre lo he creído. Si tiene una buena opinión de Jimin, me tranquiliza, no solo por mi confianza en su instinto, sino también por su aprobación, esta es la primera vez que mis allegados conocen una pareja formal —la primera que tengo—. Que haya una buena relación entre todos es motivo de felicidad.

Todo se completó más adelante cuando Jin pasó a darme una vuelta a ver cómo estaba. Dice estar ocupado, pero siempre saca un tiempo para nosotros. Acabamos hasta jugando una partida de AmongUs, todos tenemos un alma igual de joven. La integración completa de Jimin a mi círculo, inesperada, ha sido tan satisfactoria que la sonrisa no se borra de mi rostro. Estoy feliz.

Han pasado casi dos semanas desde mi salida del hospital. Los hematomas dolieron un poco al principio, ahora solo queda su marca que se va desvaneciendo poco a poco. Como es de esperarse, mi novio y yo no tuvimos chance de recuperar nuestra cita, los días siguientes a mi alta médica tuve que estar de reposo, y después Jimin tuvo que comenzar a preparar el papeleo para el inicio de curso, planificar sus clases y etc.

Nos llamamos por teléfono bastante seguido, sigue manteniendo la idea de que hablar conmigo recarga su batería. El motivo de nuestras llamadas, más que solo mantenernos en contacto, radica en otro lugar, mi cumpleaños está cerca y estamos planificando hacer algo juntos. Dieciocho años trae consigo mi mayoría de edad y nuevas oportunidades y aventuras. Será un gran día, mucho más porque este año se suma alguien más a la celebración. Alguien especial.

Estoy acostado en mi cama y escucho mi teléfono sonar desde la mesita de noche, veo el nombre de Jimin en la pantalla y contesto con una sonrisa.

—Hola, Minnie, ¿cómo estás?

—Kookie... Amor. —Me ha dicho amor, me estoy derritiendo—. Lamento llamar a esta hora. —Se escucha cierto eco en su voz.

—No te preocupes, justo estaba pensando que tenía ganas de hablar contigo. Por cierto, ¿estás en altavoz?

—Sí, es que estoy en muchas cosas a la vez. —Está algo sofocado.

—¿Ocurre algo?

—La verdad sí, es justo por eso que te llamo. Kook, yo... —El eco desaparece y escucho su voz más de cerca, al parecer ha dejado lo que estaba haciendo para salir del altavoz y colocar el teléfono más cerca de su rostro—. Ahora mismo estoy haciendo mis maletas. Voy a viajar fuera del país.

—¿Qué? —Ni en cien años luz hubiese visto venir estas palabras.

—Tengo que viajar a Francia por un par semanas para preparar unos bailarines coreanos que se presentarán en un musical importante. Me han llamado expresamente, no puedo negarme. Lo lamento, Kook, no creo que pueda estar para tu cumpleaños.

Las lágrimas estaban a punto de asomarse y mi barbilla comenzó a temblar. «No puedo actuar como un niño, es su trabajo, tengo que entender».

—No te preocupes por mí, tienes responsabilidades que atender, lo entiendo. Solo estaba algo sorprendido por la noticia.

—De veras lo siento. No te imaginas cuánto lo lamento.

—No tienes que disculparte... Solo cuídate mucho, ¿sí?

—Lo haré. Tú también. Lo siento, ya tengo que colgar, fue todo muy imprevisto y estoy retrasado.

—Entiendo. Que tengas buen viaje. Nos vemos.

—Te quiero.

—Y yo a ti.

—Te llamaré seguido. Adiós.

—Adiós. —Colgué.

Coloqué el brazo por encima de mis ojos, acostado boca arriba, y mis lágrimas comenzaron a escurrir por mi rostro, solo acompañadas del silencio, la soledad y mis sollozos. ¿Por qué justo hoy? ¿Por qué por tantos días? A quién se lo voy a negar, me duele.

¡Holiwis! En mi país es la 1:12 A.M. Sé que ya eso cuenta como viernes, lo lamento, pero esta ha sido una semana difícil. Mi horario sufrió cambios radicales, imaginen que hoy salí de guardia, tuve que evaluarme en un seminario dando cabezazos por el sueño y no pude regresar a casa hasta el anochecer. Dormí un par de horas, me levanté a comer algo y me puse a escribir esto. Está sin editar casi porque veo triple del sueño que tengo XD, así que perdón si hay muchos errores.

Mi disponibilidad de tiempo ha desaparecido radicalmente y estoy en medio de una situación complicada. He estado pensando en cómo organizarme, pero ahora mismo no tengo cabeza para nada. En el próximo par de días les dejaré aquí y en mi perfil un comunicado sobre cómo reorganizaré las publicaciones.

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.